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Ómnibus

Hace un tiempo viajamos en ómnibus con mi señora. Salimos de Retiro a las 20,30 hs y llegamos a destino 7 de la mañana. Tenían servicio bastante bueno que incluía cena, películas, desayuno.
Ese día ella viajaba con una calza y arriba bastante abrigada por qué los días venían bastante fríos. Yo llevaba un jean y campera también.
Subimos al Cole nos sentamos en los lugares reservados, había bastante lugar ya que no viajaba mucha gente ese día. En la parte de abajo iban un par y arriba, donde estábamos nosotros, irían unas 10 o 15 personas. Nuestros asientos estaba a 2 filas del fondo, el resto del pasaje venían sentados en la parte delantera del ómnibus. Lo más cerca nuestro eran dos señoras a dos filas en diagonal de nuestras butacas.
Salimos de la terminal, habremos demorado como una hora en salir de Bs As, cuando ya agarramos la ruta la azafata organizo un bingo, que tenía como premios unos vinos.
Después sirvieron la cena con bebidas, nosotros una copa de vino cada uno, y al terminar te daban café u otra copa de vino. Repetimos vino, como para no sentir tanto el viaje, tambien repartían unas almohadillas y mantas por si había algún friolento.
Nos tomamos las copas y nos acomodamos para la película, tapados con las mantas.
El viaje era normal, un que otro mimo, de a ratos tomados de las manos, algún abrazo..pero a medida que fue avanzando la película el vino fue haciendo la efecto en mi esposa. Me empezó a tocar la bragueta por encima del pantalón, me daba besos más largos, empezó a jugar fuego..
Hasta que le dije .. queres jugar ?? Vamos a jugar..!!.
Ella no respondió, pero me miró con una cara de trola, que la delataba que está muy exitada.
Bajé mi mano por debajo de la manta, y lentamente la fui metiendo por debajo de su pantalón y la tanga, cuando le pude tocar, tenía la conchita empapada. La cara se le transformó, sus gesto fueron de placer, sus ojos estaban en la pantalla con la peli, pero su mente en otro lado. Jugaba con mis dedos dentro de esos labios húmedos, frotaba su clítoris, todo muy suave tratando de que los movimientos no delataran lo que pasaba debajo de la manta. El problema lo tenía ella, le costaba ocultar sus gemidos, no podía emitir sonidos. Lentamente, ella, metió la mano debajo de mi manta, me bajo el cierre del pantalón, saco mi verga afuera y empezó a jugar.
También estaba muy exitado, sentía mucha exitacion y adrenalina. Era sentir el peligro de ver qué había personas adelante que nos podían ver.
Fui aumentando los movimientos de mis dedos, mientras la miraba como sufria mi tortura. Solo me miraba y se mordía la boca, mientras con su mano jugaba lentamente con mi verga.
Los músculos de sus piernas se fueron poniendo cada ves más tensos, hasta que dejo de agarrarme la verga y me tomo fuerte del brazo, tratando de que yo paré .
Fue en vano, se tapo la boca con la mano como queriendo ahogar un gemido, al instante sentí como apretaba con sus piernas mi mano y seguido vino el placer. Sus jugos abundaban en mi mano inmovilizada, no podía ni sacarla, su clítoris estaba en su máximo esplendor, estaba tan sensible que cualquier movimiento le sacaba gemido de placer que iba a delatarla.
Mientras ella recuperaba la respiración me acomode a seguir viendo la película, a esta altura se empezaron a escuchar los primeros ronquidos de algunos pasajeros.
No pasaron ni 10 minutos que se apagó la tele, solo quedaba esa luz tenue que prenden de noche los micros y el reflejo de los que cruzan de frente.
Mi señora no se iba a quedar tranquila hasta llegar a destino, quería venganza. Se apoyo sobre mi pecho, la abrace y la tape con la manta. Fuimos un rato así. En momento fue metiendo nuevamente la mano a mi bragueta y me agarró la pija. Empezó a jugar lentamente hasta que la puso como garrote de nuevo. daba la impresión que veníamos dormidos, pero debajo de la manta me venía masturbando con una maestría. Se estaba vengando, ahora era yo el que tenía que disimular, ya la verga no me daba más, quería que pare por qué iba ser un engrudo entre el pantalón y la manta. Me agarraba la pija y mientras me pajeaba me miraba como gozando verme sufrir. Estaba por explotar, le apreté el brazo y le suplicaba basta que no aguanto masss, la muy puta se metió abajo de la manta y me la empezó a chupar con una pasión que me hizo acabar en su boca en unos pocos segundos.
Sentían como mis chorros explotaban. No pude emitir ni un sonido, me puse como una piedra y dejé que mi semen llene su boca. La muy perra se tomó hasta la última gota mientras yo disimulaba y rogaba que nadie nos vea. Fue una acabada increíble. Después me dió unos besos y se durmió feliz hasta llegar a destino.

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