Ese día habíamos salido por separado, pero la idea era volver juntos. Así que mientras ella estaba con sus amigas en un bar/boliche yo estaba en otro bar con gente. Nos mensajeamos varias veces, contándonos que hacíamos y sondeando las ganas de cada uno de volver a casa para coordinar esa vuelta, ya que yo tenía el auto. En uno de esos mensajes me contó que la mesa de amigas se había ampliado con un grupo de chicos "buena onda".
La noche corrío sin más. Mi noche terminó medio temprano así que me empecé a aburrir y empecé a mensajearla. La idea era ir a casa onir donde estaba ella. La note esquiva para ambas cosas. Así que me mandé al bar donde estaba.
Llegué al bar y los vi. Estaban sentados tras una mesa. En una especie de sillón. La mesa llena de vasos, lo que me decía que había más gente que, seguramente, habían optado por pasar al sector de baile. Ellos se quedaron charlando. Claramente había onda. Me acomodé en una esquina de la barra como para verlos y me pedí una cerveza para no levantar sospechas.
Hablaban, se reían. Estaban muy cerca uno del otro. Ella tenía un vestido que le llegaba apenas arriba de laa rodillas. Pude ver, por debajo de la mesa, que la mano de él estaba apoyada en si rodilla. Ya no era solo una charla amistosa. Ahí había algo más. Él se acrcaba, le hablaba al oído, ella se reía, y el subía la mano un poquito más. Después del segundo comentario al oído la mano empezó a arrastrar el vestido.
Decidí volver a los mensajes. Volver a preguntar so estaba todo bien por ahí. Pero le puse un poco de picante.
Yo: Hola ¿todo bien por allá? Acá ya terminando medio embole. Como para irme. ¿Vos? ¿ya te tiró onda alguno de los chicos que se sumó a la mesa?
Ella: jejejejeje 🤷♂️
Si no hubiera visto lo que vi su respuesta hubiera sonado a chiste, como le podría haber sonado mi pregunta al no saber que yo los veía.
Yo: Epa. Si tenés planes con alguien no me vayas a dejar afuera. Mirá que la fantasía de ser tres está vigente. 😘
No hubo respuesta rápida. Pero si una acción en la mesa que me sorprendió. Ella se paró, agarró el cel y encaró para el baño. Enseguida entró un mensaje.
Ella: ¿Es en serio?Te voy a decir la verdad. Sí, pintó onda con un chico. Mucha. Lo conozco de antes. Me da ganas. Si es en serio, avanzo. Y te prometo que solo pasará algo si es entre los 3.
Esperé unos minutos para responder. Quería que parezca que lo estaba pensando. Pero mi cabeza ya explotaba.
Ella: ¿y?
Yo: Dale. De una. ¿Cómo hacemos? ¿Te busco? ¿Los busco? ¿Qué onda? ¿Cómo seguimos?
Segundos después de que mi mensaje fue recibido ellá volvió a aparecer en el salón. Lo hizo mirando para todos lados como asegurándose de que no haya nadie que la conozca. Por mi ubicación era imposible que me vea. Lejos, poca luz. Mucha gente. Se sentó al lado de él sonriendo. Lo besó. Él se sorprendió y devolvió el beso. Ahora era la mano de ella la que recorría la pierna de él mientras se besaban. Ella lo acariciaba. Separó su boca de la de él y le habló al oido. La cara de él se desencajó. La miró sorprendida. Ella lo volvió a besa y le agarró la pija sobre el pantalón. Y volvió a hablarle. El se relajó se sonrió y le dijo algo al oido. Ella señaló los vasos. Se acomodaron como estaban antes de que ella vaya al baño. Mientras él tomaba un trago ella volvió al teléfono.
Ella: Tengo con quien ir. Vos andá para casa y nos vemos allá. 😘
Ella dejó el cel. Él pidió la cuenta. Yo me levanté y me fui.
Llegué a casa en unos 15 munutos y me metí en la pieza. Prendía la tele y dejé el cel a mano. Mi cabeza iba a mil. Sabía que ellos podían tardar un poco más. Pero después de una hora sin novedades pensé en mandar un mensaje. Dude. No lo hice. Seguí esperando. Unos 15 minutos después escuché las llaves de la puerta. Luego me enteraría porque fue el retraso.
Me quedé en silencio. Esperé unos segundos, me parecieron eternos. Me levanté y despacio abrí la puerta de la pieza y miré al living. La luz estaba apagada, pero una pequeña lámpara de piedras de sal generaba la iluminación suficiente para que pueda verlos. Se estaban besando. El le apretaba fuerte las nalgas y la tenía en puntas de pie. Ella se soltó y le sacó la remera. Él la dio vuelta, la trajo contra él y le besaba el cuello mientras corría los breteles para que caiga el vestido con destino al suelo. Ella quedó casi desnuda. Solo en tanga. ¿Y el corpiño? Pensé. Y me sonreí. El retraso. El empezó a bajar mientras le besaba la espalda. Ella estaba entregada. Se arrodilló. Le dio unos suaves mordiscos en las nalgas mientras terminaba de desnudarla.
Ella se dio vuelta y lo puso de pie. Ahora la que bajaba era ella. Desnudándolo mientras se arrodillaba. El quedó completamente desnudo. Ellá agarró su pija, en la que apenas se juntaban las puntas de sus dedos a lo ancho y la comenzó a chupar.
Decidí que era el momento de salir. Desnudo y despacio para no incomodar. Él se dio cuenta y me miró, como no sabiendo que decir. Me sonreía y asentí con la cabeza mientras me acercaba. Ella se paró y giró hacía mi para besarme. Él le apretó las nalgas y acercó su pija para ponerla entre las piernas de Ella, que empezó a moverse como frontándola contra su concha.
La corrí y la giré. Le llevé hasta el borde del sillón para que se agachara contra el apoya brazo. Me puse delante de ella que enseguida me.empezó a chupar la pija. Él se acercó de atrás y despacio pero decidido empezó a entrar. Cada empujón de él era un fuerte gemido de ella. Él aceleró. Ellá empezó a gemir con más intensidad hasta que explotó en un orgamos. Él también soltó un suspiro mientras mi pija latía en su boca y yo soltaba hasta la última gota de placer.
No quise darle tiempo a pensar porque esto no podía terminar así. Rápido la senté en el sillón y empecé a jugar con mi lengua en su concha. Todavía latía. Ella me apretaba la cabeza y gemía. Sentí que sacó su mano. Miré al costado y él estaba parado ahí mientras ella lo tocaba Y él le pellizcaba los pezones. Estábamos para seguir. Me sacó se mi posición. Se paró y encaró para la pieza. Fuimos atrás de ella. Abrió la mesita de luz y le pasó a él un lubricante. Él entendió enseguida y empezó a prepararse. Me empujó a la cama. Se subió arriba mío y metió pija lo más adentro posible de su concha. Se inclinó para adelante y dejó su culo a merced de nuestro nuevo amigo. Él entró despacio. Con suavidad, Ella lo disfrutaba. Estabamos los dos adentro. Los tres quietos. Ellá empezo a moverse despacio. Él acompañaba el movimiento. Sus respiraciones se aceleraban. La mia también. Sentía como la intensidad de los movimientos nos ponía cada vez más al borde. La escuché gemir como nunca. Fuerte. Casi un grito. Se estremició. Él gimió también. Yo exploté adentro de ella. Fue intenso. Muy intenso. Las respiraciones seguían aceleradas pero nosotros estábamos quietos. Ninguno se movía, fueron segundos que parecieron horas. Él salió despacio. Se recostó contra la pared. Ella salió de arriba mio y rodo a la cama a mi lado. Yo abrí los ojos y la miré. Nos sonreímos. Nadie hablaba.
Hasta que ella soltó un “me voy a bañar”. Nos reímos los tres a carcajadas. Ella se fue. El se volvió al living a cambiarse. Yo me cambié y fui a la cocina. Preparé un fernét para compartir con el nuevo amigo. Hablamos de que oara los tres era la primer experiencia así. La pasamos bien. Intercambiamos teléfonos pensando en repetie. Ella salió del baño. Él dijo que se tenía que ir. Ella le abrió la puerta y lo despidió. Volvió. Me besó. Prendió un cigarrillo . Reímos. Comentamos lo bueno que estuvo y entre charla y charla me contó porque se retrasaron.
Pero eso es otra historia.
La noche corrío sin más. Mi noche terminó medio temprano así que me empecé a aburrir y empecé a mensajearla. La idea era ir a casa onir donde estaba ella. La note esquiva para ambas cosas. Así que me mandé al bar donde estaba.
Llegué al bar y los vi. Estaban sentados tras una mesa. En una especie de sillón. La mesa llena de vasos, lo que me decía que había más gente que, seguramente, habían optado por pasar al sector de baile. Ellos se quedaron charlando. Claramente había onda. Me acomodé en una esquina de la barra como para verlos y me pedí una cerveza para no levantar sospechas.
Hablaban, se reían. Estaban muy cerca uno del otro. Ella tenía un vestido que le llegaba apenas arriba de laa rodillas. Pude ver, por debajo de la mesa, que la mano de él estaba apoyada en si rodilla. Ya no era solo una charla amistosa. Ahí había algo más. Él se acrcaba, le hablaba al oído, ella se reía, y el subía la mano un poquito más. Después del segundo comentario al oído la mano empezó a arrastrar el vestido.
Decidí volver a los mensajes. Volver a preguntar so estaba todo bien por ahí. Pero le puse un poco de picante.
Yo: Hola ¿todo bien por allá? Acá ya terminando medio embole. Como para irme. ¿Vos? ¿ya te tiró onda alguno de los chicos que se sumó a la mesa?
Ella: jejejejeje 🤷♂️
Si no hubiera visto lo que vi su respuesta hubiera sonado a chiste, como le podría haber sonado mi pregunta al no saber que yo los veía.
Yo: Epa. Si tenés planes con alguien no me vayas a dejar afuera. Mirá que la fantasía de ser tres está vigente. 😘
No hubo respuesta rápida. Pero si una acción en la mesa que me sorprendió. Ella se paró, agarró el cel y encaró para el baño. Enseguida entró un mensaje.
Ella: ¿Es en serio?Te voy a decir la verdad. Sí, pintó onda con un chico. Mucha. Lo conozco de antes. Me da ganas. Si es en serio, avanzo. Y te prometo que solo pasará algo si es entre los 3.
Esperé unos minutos para responder. Quería que parezca que lo estaba pensando. Pero mi cabeza ya explotaba.
Ella: ¿y?
Yo: Dale. De una. ¿Cómo hacemos? ¿Te busco? ¿Los busco? ¿Qué onda? ¿Cómo seguimos?
Segundos después de que mi mensaje fue recibido ellá volvió a aparecer en el salón. Lo hizo mirando para todos lados como asegurándose de que no haya nadie que la conozca. Por mi ubicación era imposible que me vea. Lejos, poca luz. Mucha gente. Se sentó al lado de él sonriendo. Lo besó. Él se sorprendió y devolvió el beso. Ahora era la mano de ella la que recorría la pierna de él mientras se besaban. Ella lo acariciaba. Separó su boca de la de él y le habló al oido. La cara de él se desencajó. La miró sorprendida. Ella lo volvió a besa y le agarró la pija sobre el pantalón. Y volvió a hablarle. El se relajó se sonrió y le dijo algo al oido. Ella señaló los vasos. Se acomodaron como estaban antes de que ella vaya al baño. Mientras él tomaba un trago ella volvió al teléfono.
Ella: Tengo con quien ir. Vos andá para casa y nos vemos allá. 😘
Ella dejó el cel. Él pidió la cuenta. Yo me levanté y me fui.
Llegué a casa en unos 15 munutos y me metí en la pieza. Prendía la tele y dejé el cel a mano. Mi cabeza iba a mil. Sabía que ellos podían tardar un poco más. Pero después de una hora sin novedades pensé en mandar un mensaje. Dude. No lo hice. Seguí esperando. Unos 15 minutos después escuché las llaves de la puerta. Luego me enteraría porque fue el retraso.
Me quedé en silencio. Esperé unos segundos, me parecieron eternos. Me levanté y despacio abrí la puerta de la pieza y miré al living. La luz estaba apagada, pero una pequeña lámpara de piedras de sal generaba la iluminación suficiente para que pueda verlos. Se estaban besando. El le apretaba fuerte las nalgas y la tenía en puntas de pie. Ella se soltó y le sacó la remera. Él la dio vuelta, la trajo contra él y le besaba el cuello mientras corría los breteles para que caiga el vestido con destino al suelo. Ella quedó casi desnuda. Solo en tanga. ¿Y el corpiño? Pensé. Y me sonreí. El retraso. El empezó a bajar mientras le besaba la espalda. Ella estaba entregada. Se arrodilló. Le dio unos suaves mordiscos en las nalgas mientras terminaba de desnudarla.
Ella se dio vuelta y lo puso de pie. Ahora la que bajaba era ella. Desnudándolo mientras se arrodillaba. El quedó completamente desnudo. Ellá agarró su pija, en la que apenas se juntaban las puntas de sus dedos a lo ancho y la comenzó a chupar.
Decidí que era el momento de salir. Desnudo y despacio para no incomodar. Él se dio cuenta y me miró, como no sabiendo que decir. Me sonreía y asentí con la cabeza mientras me acercaba. Ella se paró y giró hacía mi para besarme. Él le apretó las nalgas y acercó su pija para ponerla entre las piernas de Ella, que empezó a moverse como frontándola contra su concha.
La corrí y la giré. Le llevé hasta el borde del sillón para que se agachara contra el apoya brazo. Me puse delante de ella que enseguida me.empezó a chupar la pija. Él se acercó de atrás y despacio pero decidido empezó a entrar. Cada empujón de él era un fuerte gemido de ella. Él aceleró. Ellá empezó a gemir con más intensidad hasta que explotó en un orgamos. Él también soltó un suspiro mientras mi pija latía en su boca y yo soltaba hasta la última gota de placer.
No quise darle tiempo a pensar porque esto no podía terminar así. Rápido la senté en el sillón y empecé a jugar con mi lengua en su concha. Todavía latía. Ella me apretaba la cabeza y gemía. Sentí que sacó su mano. Miré al costado y él estaba parado ahí mientras ella lo tocaba Y él le pellizcaba los pezones. Estábamos para seguir. Me sacó se mi posición. Se paró y encaró para la pieza. Fuimos atrás de ella. Abrió la mesita de luz y le pasó a él un lubricante. Él entendió enseguida y empezó a prepararse. Me empujó a la cama. Se subió arriba mío y metió pija lo más adentro posible de su concha. Se inclinó para adelante y dejó su culo a merced de nuestro nuevo amigo. Él entró despacio. Con suavidad, Ella lo disfrutaba. Estabamos los dos adentro. Los tres quietos. Ellá empezo a moverse despacio. Él acompañaba el movimiento. Sus respiraciones se aceleraban. La mia también. Sentía como la intensidad de los movimientos nos ponía cada vez más al borde. La escuché gemir como nunca. Fuerte. Casi un grito. Se estremició. Él gimió también. Yo exploté adentro de ella. Fue intenso. Muy intenso. Las respiraciones seguían aceleradas pero nosotros estábamos quietos. Ninguno se movía, fueron segundos que parecieron horas. Él salió despacio. Se recostó contra la pared. Ella salió de arriba mio y rodo a la cama a mi lado. Yo abrí los ojos y la miré. Nos sonreímos. Nadie hablaba.
Hasta que ella soltó un “me voy a bañar”. Nos reímos los tres a carcajadas. Ella se fue. El se volvió al living a cambiarse. Yo me cambié y fui a la cocina. Preparé un fernét para compartir con el nuevo amigo. Hablamos de que oara los tres era la primer experiencia así. La pasamos bien. Intercambiamos teléfonos pensando en repetie. Ella salió del baño. Él dijo que se tenía que ir. Ella le abrió la puerta y lo despidió. Volvió. Me besó. Prendió un cigarrillo . Reímos. Comentamos lo bueno que estuvo y entre charla y charla me contó porque se retrasaron.
Pero eso es otra historia.
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