Tenía un cliente q venia todas las semanas a hacerse sus masajes y por consiguiente su respectivo relax, como yo sabía lo q le gustaba le manoseaba su cola y rozaba su ano y lo sentía excitarse, pero yo seguía con mi trabajo, aun escuchándolo gemir. Masajes y masajes hasta q en un momento se levanta y me acuesta en la camilla. Me quito mi ropa y comenzó a masajearme como nunca nadie lo había hecho. En un momento me dio cosita y después me relaje. Me masajes mis enormes lolas, saboreo mi vaina hasta hacerla explotar. Se acercó a mí cara y vacío toda su leche en mi cara. Estuvo genial y no lo esperaba.
1 comentarios - Y seguimos.