Por lo regular los domingos los uso para descansar o de plano no hacer nada, y este domingo no fue la excepción, decidí salir de paseo, aunque fue aburrido, ya que salí solo, así que regrese rápido a casa.
Aunque para que mi día no estuviera tan solo, tuve una platica con Liz, donde le pregunte si quería ir a cenar, me contestó que no tenía ganas de salir, que mejor fuera a su casa, y ahí comíamos algo, veíamos una peli o algo más, acepte la invitación y me fui lo más arreglado que puede a su casa.
Fue nomas entrar y ver que lo que cenaria esa noche seria un manjar digno de reyes, traía puesto un tipo camisón negro, muy pegado a su sexi figura, eso contrastado con el blanco de su piel, la hace lucir más bella, traía la cara limpia, sin nada de maquillaje y aun así se veía más hermosa.
Fue llegar y saludarla de beso, donde nos fundimos en un apasionado beso que duró varios segundos, saber que ella quería guerra, fue lo que más me excito, la sujete de su culo, y la levante para poder comerme su cuello, ella se sujetaba a mí cuello, y se escuchaba como gemia cerca de mi oreja, la lleve a su cuarto y sin quitarle el camisón, solo la tanguita que traía puesta, me puse a comerle la vagina un rato, le metía un dedo mientras seguía con mi lengua haciendo diabluras.
Ella me pide que me acueste, donde me saca la verga, y se sienta en mi cara para tener un rico 69, donde le agarraba fuerte del culo, y ella trataba de meterse lo más que podía mi verga en la boca, ella de a poco se quita el camisón quedando totalmente desnuda, dejo mi verga toda llena de saliba y en una se levanta y se deja caer sobre mi verga, empezando a saltar demasiado rápido, sus pequeños pechos se movían muy rico, pero sus piernas y su culo son siempre lo mejor de ella, saltaba muy rico, yo solo luchaba por no venirme rápido, ella deja de saltar, y a jalones me quita la camisa, ella se vino y no se quería mover, estaba muy sensible, la empuje suavemente, me puse arriba de ella y se la volví a meter, pero lento, quería disfrutar de sus jadeos y gemidos, puse sus piernas en mis hombros y fui subiendo la intensidad, igual de lento, pero más profundo, ella me arrañaba la espalda, y se sentía rico, nos volvimos a besar, cuando sentí que me venía, se lo dije, y le pregunte que donde quería que se los echará, ella solo me dijo, adentro, por favor adentro, no aguantando más, me vine, ella volvió a soltar un gemido cuando sintió mi leche dentro de ella, me salí de ella y me acoste a su lado a dormir un poco, me desperté a las 4 am, por tener que trabajar y solo verla dormida, me daban ganas de quedarme y echarle otro palo más, pero ya abría tiempo para eso.
Mi telegram es Jonathanferro por si se quieren comunicar conmigo.
Aunque para que mi día no estuviera tan solo, tuve una platica con Liz, donde le pregunte si quería ir a cenar, me contestó que no tenía ganas de salir, que mejor fuera a su casa, y ahí comíamos algo, veíamos una peli o algo más, acepte la invitación y me fui lo más arreglado que puede a su casa.
Fue nomas entrar y ver que lo que cenaria esa noche seria un manjar digno de reyes, traía puesto un tipo camisón negro, muy pegado a su sexi figura, eso contrastado con el blanco de su piel, la hace lucir más bella, traía la cara limpia, sin nada de maquillaje y aun así se veía más hermosa.
Fue llegar y saludarla de beso, donde nos fundimos en un apasionado beso que duró varios segundos, saber que ella quería guerra, fue lo que más me excito, la sujete de su culo, y la levante para poder comerme su cuello, ella se sujetaba a mí cuello, y se escuchaba como gemia cerca de mi oreja, la lleve a su cuarto y sin quitarle el camisón, solo la tanguita que traía puesta, me puse a comerle la vagina un rato, le metía un dedo mientras seguía con mi lengua haciendo diabluras.
Ella me pide que me acueste, donde me saca la verga, y se sienta en mi cara para tener un rico 69, donde le agarraba fuerte del culo, y ella trataba de meterse lo más que podía mi verga en la boca, ella de a poco se quita el camisón quedando totalmente desnuda, dejo mi verga toda llena de saliba y en una se levanta y se deja caer sobre mi verga, empezando a saltar demasiado rápido, sus pequeños pechos se movían muy rico, pero sus piernas y su culo son siempre lo mejor de ella, saltaba muy rico, yo solo luchaba por no venirme rápido, ella deja de saltar, y a jalones me quita la camisa, ella se vino y no se quería mover, estaba muy sensible, la empuje suavemente, me puse arriba de ella y se la volví a meter, pero lento, quería disfrutar de sus jadeos y gemidos, puse sus piernas en mis hombros y fui subiendo la intensidad, igual de lento, pero más profundo, ella me arrañaba la espalda, y se sentía rico, nos volvimos a besar, cuando sentí que me venía, se lo dije, y le pregunte que donde quería que se los echará, ella solo me dijo, adentro, por favor adentro, no aguantando más, me vine, ella volvió a soltar un gemido cuando sintió mi leche dentro de ella, me salí de ella y me acoste a su lado a dormir un poco, me desperté a las 4 am, por tener que trabajar y solo verla dormida, me daban ganas de quedarme y echarle otro palo más, pero ya abría tiempo para eso.
Mi telegram es Jonathanferro por si se quieren comunicar conmigo.
3 comentarios - Una mágica noche con Liz