Llevo casado mas de 15 años con las misma mujer. Ella es guapa e inteligente, es bastante delgada, sus pechos y su culo son medianos, pero bastante firmes, su piel es blanca y su pelo corto y de color negro. Realmente somos muy felices, pero ambos tenemos un secreto. Desde que eramos novios, ella me ha sido infiel en múltiples ocasiones y yo lo he sabido de la mayoría, si no es que de todas. La verdad es algo que me exista y mantiene viva la relación. Por eso quiero contar todas estas experiencias.
Mi esposa y yo fuimos novios desde la universidad, ella era la mejor de la generación y era conocida por eso. En realidad ella era muy tranquila y amable. Pero las cosas cambiaron un día.
—¿no sientes que desperdiciaste un poco de tu vida en una uní? — me pregunto mientras estábamos comiendo.
—No, la carrera realmente me gusto, ¿a ti no? —le conteste
—No me refiero a eso. Es que mientras todos estaban en fiestas y saliendo, yo me la pase estudiando, me hubiera gustado salir un poco mas.
En ese momento no le tome importancia, pero con el paso de los días las cosas cambiaron un poco. Ella siempre bestia con suéteres y pantalones de mezclilla, pero un día comenzó a aparecer con otro tipo de ropa. Primero apareció con blusas mas ajustadas, después dejo de usar pantalones y comenzó a usar shorts, faldas y medias, también se perforo la nariz y se maquillaba mucho mas que antes. Ahí fue cuando todo empezó.
Cuando le pregunte sobre su nueva forma de vestir, me contesto que simplemente quería cambiar de ropa. En realidad no me molesto, se veía mucho mas atractiva y sobre todo su forma de ser no había cambiado conmigo. Me seguía tratando igual que siempre, era atenta y cariñosa, la única diferencia que note era que ahora tenia mas amigos. Especialmente note a un sujeto llamado Ernesto. El a de mas de ser estudiante era entrenador en un gimnasio, era simpático y atractivo, pero no le tenia celos ya que mi novia siempre ponía su distancia cuando el se le acercaba.
Un día una de las nuevas amigas de mi novia, nos invito a una fiesta. Los dos aceptamos, pero aquel día ella y yo llegaríamos por separado. Me retrase unos cuantos minutos debido al trafico, le llame a mi novia y ella me comento que ella ya había llegado y que me esperaría mientras llegaba. Una hora después llegue a la fiesta. En realidad la fiesta estaba buena, había música fuerte y un montón de gente. Cuando entre me puse a buscar a mi novia, no la veía por ninguna parte y cuando le preguntaba a sus amigas me miraban con cara de sorpresa y pena y me comentaban que no la habían visto. Seguí buscándola unos 10 minutos, hasta que una muchacha, llamada Melisa, me comento que la había visto subir al piso de arriba. Subí rápido las escaleras y cuando llegue la vi salir de un cuarto. Parecía un poco confundida, su cabello estaba algo revuelto y su labial un poco corrido, a demás sus medias parecían un poco rotas y sus piernas le temblaban.
Ella me vio y se fue rápido al baño. La seguí pero se encerró en el baño.
—¿Estas bien?, te ves un poco mal—
—Si amor, es que me fui a recostar un rato en lo que llegabas. Deja me arreglo un poco—
Se tardo un par de minutos y me abrió la puerta. Cuando entre, mientras hacia pipí (mas de la normal), me empezó a hablar de la fiestas y a contar chismes de sus amigas. Un minuto después salimos del baño, pero justo cuando íbamos para las escaleras nos encontramos a Ernesto salir del mismo cuarto del que había salido mi novia. El solo nos dijo que estaba buscando a su novia y se bajo las escaleras junto a nosotros.
El resto de la fiesta estuvo bien. Bailamos y tomamos, lo único que notaba era que Ernesto se acercaba mucho a nosotros y que el y mi novia se lanzaban sonrisas.
Nunca supe que paso hasta años después que me encontré a Melisa. Me pregunto por mi novia y le comente que seguíamos juntos. Ella me miro con ojos de pena y me contó lo que paso esa noche. Cuando mi novia llego a la fiesta se puso a platicar con ellas, un rato después lego Ernesto y se sentó junto a mi novia, ella no se pudo apartar ya que el sillón estaba lleno, el comenzó a hablar con ella y con el paso de los minutos ella parecía mas cómoda. De la nada los dos se pararon y sin decir nada se subieron al cuarto, se les hizo raro a todos ya que sabían que yo era su novio. Unos minutos después comenzaron a escuchar unos gemidos del cuarto y el golpeteo de la cama con la pared. Ahí fue cuando subieron la música y todos continuaron con normalidad.
Pero aun así, el momento en el que me di cuenta que mi novia me era infiel fue un día de clases. Con el tiempo comencé a notar que se quedaba mas tiempo en la universidad, aun buscaba tiempo para estar conmigo, pero no era tanto como antes. Siempre tenia juntas o trabajos, pero de cualquier modo comencé a sospechar. Un día, ella me comento que tenia un trabajo en equipo y que se quedaría otro rato. Ese día había estado muy bien, pasamos todo el día juntos y platicamos un montón, incluso había usado la ropa que llevaba siempre, era como estar de vuelta a la normalidad. Yo me despedí y fingí irme. Cuando se alejo lo suficiente la seguí. Primero fue a su casillero y saco una pequeña mochila, subió al segundo piso del edificio y entro a un baño. Cinco minutos después salio cambiada. Llevaba unos tacones altos, unas mallas de red, un falda bastante corta que le llegaba a los muslos, una blusa blanca que dejaba ver su ombligo y un arnés con correas de cuero que hacían que sus pechos se marcaran mas, también se notaba que no llevaba sujetador y me pregunte si lo mismo seria con la parte inferior.
Ella se fue la planta baja del edificio y se dirigió a un salón, entro y cerro la puerta. Desde ahí no se podía ver nada. Salí del edificio y le di la vuelta, llegue hasta la ventana del salón donde había entrado y me oculte entre las plantas, de tal manera que pudiera ver todo el interior del salón. Por un momento pensé que vería a Ernesto, pero mi sorpresa fue ver a un profesor de Física con el que habíamos tenido un cursos, el y yo estábamos peleados por una calificación que me había puesto, yo lo odiaba y el a mi, asi que supongo que disfruto mucho hacer le lo que vi.
Cuando llegue a la ventana, mi novia estaba sentada en una banca, el profesor frente a ella con los pantalones abajo, mi novia le estaba chupando la verga. Cada que ella la chupaba se ponía mas roja y venosa, el parecía calentarse, la tomo por el cabello y comenzó a empujarla con mas fuerza, al principio ella se resistió, pero después de un par de intentos comenzó a dejarse llevar. El profesor le metía toda la verga en la boca, ella daba arcadas, se veía que le costaba respirar, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas coloradas. Con cada penetración podía ver como la garganta de mi novia se ensanchaba, sus manos se aferraban a la banca para poder soportar la penetración. De su boca empezó a colgar un hilo de baba y jugo preseminal. No podía creer lo que veía, mi novia me era infiel, quería irme, pero algo me detuvo. El profesor sin previo aviso, pego la cara de mi novia a su vientre con mucha fuerza y se quedo ahí, el maldito había descargado si semen en la boca de mi novia. Se separaron, mi novia solo se limpio los labios, nada de semen callo de su boca, se lo había tragado todo. Pensé que ahí había terminado todo, pero no, en lugar de irse, se sentó en la mesa del profesor de frete a la silla de este. Subió sus piernas y las abrió, llevaba una tanga con encaje que le había comprado. El profesor se sentó en su silla y metió su cara entre las piernas de mi novia, al principio no paso nada, ella parecía no sentir nada, pero después de un rato comenzó a gemir. Decidí llamarla para ver que hacia.
Le marque y ella saco su celular de la faja de su falda.
—mmm si?—
—Hola amor, como estas?—
—aaah bien, ¿paso algo?
—no, solo quería saber como ibas con tu proyecto
Ella tenia los ojos cerrados y parecía perderse en el placer que tenia.
—¿Cual proyecto?… Digo si, vamos bien, aun no acabamos, yo creo que tardare un rato
—Estas bien, te escuchar rara
En eso el doctor se levanto, con prisa le quito la tanga a mi novia, esta quedo colgándole de un pie. Tomo su verga y se la metió de un golpe.
—Sii! mmm.—dijo cuando sintió la penetración— Estoy muy bien, pero tengo muchas que atender, te hablo cuando salga vale. Te amo, adiós.
Yo me quede viendo. Me sentía impotente, triste y enojado. Automáticamente me acomode un poco mejor, para poder estar sentado y aun así ver todo. Me baje los pantalones y me toque un poco,ya estaba mojado.
El sujeto tomo la cintura a mi novia y comenzó a embestirla. Ella lo tomo por el cuello y comenzó un vaivén que parecía disfrutar mucho, ambos gemían de placer, jamas habíamos cogido así y eso me dio mas coraje. Mi novia parecía desesperada por sentir mas adentro a ese viejo, se colgaba de su cuello y le daba besos, sus cuerpos estaban brillo sos por el sudor y excitados. Yo no sabia que hacer, seguí masturbándome. En un momento los dos parecieron cansarse, mi novia se acomodo sobre la mesa, esta vez se recostó completamente a lo largo, le ayudo al profesor a poner su pene en el camino correcto y una vez mas la embistió, esta vez mas duro y fuerte. Ella del placer arqueo la espalda, su cabeza sobresalía de la mesa por lo que pudo ver hacia atrás, en la dirección donde yo me encontraba, parecía que sus ojos y los míos se miraran fijamente. El profesor la penetro una vez mas, se agacho, y con todas sus fuerzas rompió su blusa, sus pechos quedaron expuestos. Ella continuo mirando hacia donde yo estaba, parecía que me había visto, pero jamas hablamos de eso y lo prefiero así. El doctor comenzó a penetrarla con mas ritmo, su cuerpo se estremecía y comenzó a gritar muy duro, un grito que hasta hoy recuerdo, me pregunto si así grito con Ernesto. Yo solo la miraba a los ojos, su expresión era de placer total, se veía muy bella, yo me existe demasiado y me masturbe mas rápido y duro, comencé a ver como la mesa se agitaba con fuerza y como los ojos de mi novia hacían viscos, los gritos se hacían mas fuertes, yo estaba muy excitado, rápidamente sentir como estaba listo y me vine, la ventana se mancho un poco y solté un pequeño gemido. El profesor pareció escucharlo, porque en ese momento callo a mi novia. Ella mordió su brazo para dejar de gritar, pero sus gemidos a un se podían alcanzar a escuchar. Yo me volví a poner muy duro y seguí masturbándome.
De nuevo cambiaron de posición, ahora el se acostó en el escritorio, su pene estaba totalmente erecto, ella se subió encima y comenzó a cabalgar. Sus pechos rebotaban, su pelo se agitaba y su cintura se movía de un lado al otro. Ella continuo mirando hacia donde yo estaba, si me vio ella supo que lo disfrutaba y que me excitaba espiarla y si sabia que yo estaba ahí a ella igual le excitaba, porque vi que rápidamente cabalgo sobre la verga de el profesor con mucha fuerza, se escuchaba como sus nalgas tronaban con las piernas de ese sujeto, ella se puso roja rápidamente, yo seguía masturbando, pero antes de poder venirme vi como ella se estremecía sobre el profesor, comenzó a bajar la velocidad, se agacho, le dio un beso al profesor y se quito de encima.
Se podía ver como el semen del profesor se escurría por sus piernas, tomo sus cosas y así salio del salón.
Un minuto después recibí una llamada suya.
—Hola amor, sigues en la escuela? Vi tu auto en el estacionamiento
—Si amor— le conteste un poco nervioso, primero porque aun tenia la erección y dos porque no sabia que hacer— Es que fui a comer, tu como estas?
—Bien, ya acabe por hoy, vienes por mi y nos vamos juntos?
—Cla… claro, ahorita voy para allá
—Vale, solo paso al baño y salgo.
Me puse los pantalones como pude y me fui rápidamente al estacionamiento, unos minutos después la vi salir del edificio, con la ropa que llevaba antes, tenia la cara limpia y parecía como si no hubiera acabado de coger salvajemente en el salón. La salude y nos fuimos a casa, aun traía la erección y creo que ella la noto, pero no dijo nada.
Ese semestre la seguí espiando en varias ocasiones, algunas otras le marcaba cuando sabia que estaba con otro, incluso algunas veces se le “olvidaba” colgar, por lo que escuchaba todo. Incluso llegue a recibir un video de Ernesto con ella el día de la fiesta. Creo que ambos sabemos lo que pasa, pero no exista mas es secreto y el misterio, por eso lo dejamos así.
Nota: Gracias por leer mi relato, todas son historias ficticias, cualquier duda y sugerencia es bien recibida. Pienso hacer una serie de esto.
Mi esposa y yo fuimos novios desde la universidad, ella era la mejor de la generación y era conocida por eso. En realidad ella era muy tranquila y amable. Pero las cosas cambiaron un día.
—¿no sientes que desperdiciaste un poco de tu vida en una uní? — me pregunto mientras estábamos comiendo.
—No, la carrera realmente me gusto, ¿a ti no? —le conteste
—No me refiero a eso. Es que mientras todos estaban en fiestas y saliendo, yo me la pase estudiando, me hubiera gustado salir un poco mas.
En ese momento no le tome importancia, pero con el paso de los días las cosas cambiaron un poco. Ella siempre bestia con suéteres y pantalones de mezclilla, pero un día comenzó a aparecer con otro tipo de ropa. Primero apareció con blusas mas ajustadas, después dejo de usar pantalones y comenzó a usar shorts, faldas y medias, también se perforo la nariz y se maquillaba mucho mas que antes. Ahí fue cuando todo empezó.
Cuando le pregunte sobre su nueva forma de vestir, me contesto que simplemente quería cambiar de ropa. En realidad no me molesto, se veía mucho mas atractiva y sobre todo su forma de ser no había cambiado conmigo. Me seguía tratando igual que siempre, era atenta y cariñosa, la única diferencia que note era que ahora tenia mas amigos. Especialmente note a un sujeto llamado Ernesto. El a de mas de ser estudiante era entrenador en un gimnasio, era simpático y atractivo, pero no le tenia celos ya que mi novia siempre ponía su distancia cuando el se le acercaba.
Un día una de las nuevas amigas de mi novia, nos invito a una fiesta. Los dos aceptamos, pero aquel día ella y yo llegaríamos por separado. Me retrase unos cuantos minutos debido al trafico, le llame a mi novia y ella me comento que ella ya había llegado y que me esperaría mientras llegaba. Una hora después llegue a la fiesta. En realidad la fiesta estaba buena, había música fuerte y un montón de gente. Cuando entre me puse a buscar a mi novia, no la veía por ninguna parte y cuando le preguntaba a sus amigas me miraban con cara de sorpresa y pena y me comentaban que no la habían visto. Seguí buscándola unos 10 minutos, hasta que una muchacha, llamada Melisa, me comento que la había visto subir al piso de arriba. Subí rápido las escaleras y cuando llegue la vi salir de un cuarto. Parecía un poco confundida, su cabello estaba algo revuelto y su labial un poco corrido, a demás sus medias parecían un poco rotas y sus piernas le temblaban.
Ella me vio y se fue rápido al baño. La seguí pero se encerró en el baño.
—¿Estas bien?, te ves un poco mal—
—Si amor, es que me fui a recostar un rato en lo que llegabas. Deja me arreglo un poco—
Se tardo un par de minutos y me abrió la puerta. Cuando entre, mientras hacia pipí (mas de la normal), me empezó a hablar de la fiestas y a contar chismes de sus amigas. Un minuto después salimos del baño, pero justo cuando íbamos para las escaleras nos encontramos a Ernesto salir del mismo cuarto del que había salido mi novia. El solo nos dijo que estaba buscando a su novia y se bajo las escaleras junto a nosotros.
El resto de la fiesta estuvo bien. Bailamos y tomamos, lo único que notaba era que Ernesto se acercaba mucho a nosotros y que el y mi novia se lanzaban sonrisas.
Nunca supe que paso hasta años después que me encontré a Melisa. Me pregunto por mi novia y le comente que seguíamos juntos. Ella me miro con ojos de pena y me contó lo que paso esa noche. Cuando mi novia llego a la fiesta se puso a platicar con ellas, un rato después lego Ernesto y se sentó junto a mi novia, ella no se pudo apartar ya que el sillón estaba lleno, el comenzó a hablar con ella y con el paso de los minutos ella parecía mas cómoda. De la nada los dos se pararon y sin decir nada se subieron al cuarto, se les hizo raro a todos ya que sabían que yo era su novio. Unos minutos después comenzaron a escuchar unos gemidos del cuarto y el golpeteo de la cama con la pared. Ahí fue cuando subieron la música y todos continuaron con normalidad.
Pero aun así, el momento en el que me di cuenta que mi novia me era infiel fue un día de clases. Con el tiempo comencé a notar que se quedaba mas tiempo en la universidad, aun buscaba tiempo para estar conmigo, pero no era tanto como antes. Siempre tenia juntas o trabajos, pero de cualquier modo comencé a sospechar. Un día, ella me comento que tenia un trabajo en equipo y que se quedaría otro rato. Ese día había estado muy bien, pasamos todo el día juntos y platicamos un montón, incluso había usado la ropa que llevaba siempre, era como estar de vuelta a la normalidad. Yo me despedí y fingí irme. Cuando se alejo lo suficiente la seguí. Primero fue a su casillero y saco una pequeña mochila, subió al segundo piso del edificio y entro a un baño. Cinco minutos después salio cambiada. Llevaba unos tacones altos, unas mallas de red, un falda bastante corta que le llegaba a los muslos, una blusa blanca que dejaba ver su ombligo y un arnés con correas de cuero que hacían que sus pechos se marcaran mas, también se notaba que no llevaba sujetador y me pregunte si lo mismo seria con la parte inferior.
Ella se fue la planta baja del edificio y se dirigió a un salón, entro y cerro la puerta. Desde ahí no se podía ver nada. Salí del edificio y le di la vuelta, llegue hasta la ventana del salón donde había entrado y me oculte entre las plantas, de tal manera que pudiera ver todo el interior del salón. Por un momento pensé que vería a Ernesto, pero mi sorpresa fue ver a un profesor de Física con el que habíamos tenido un cursos, el y yo estábamos peleados por una calificación que me había puesto, yo lo odiaba y el a mi, asi que supongo que disfruto mucho hacer le lo que vi.
Cuando llegue a la ventana, mi novia estaba sentada en una banca, el profesor frente a ella con los pantalones abajo, mi novia le estaba chupando la verga. Cada que ella la chupaba se ponía mas roja y venosa, el parecía calentarse, la tomo por el cabello y comenzó a empujarla con mas fuerza, al principio ella se resistió, pero después de un par de intentos comenzó a dejarse llevar. El profesor le metía toda la verga en la boca, ella daba arcadas, se veía que le costaba respirar, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas coloradas. Con cada penetración podía ver como la garganta de mi novia se ensanchaba, sus manos se aferraban a la banca para poder soportar la penetración. De su boca empezó a colgar un hilo de baba y jugo preseminal. No podía creer lo que veía, mi novia me era infiel, quería irme, pero algo me detuvo. El profesor sin previo aviso, pego la cara de mi novia a su vientre con mucha fuerza y se quedo ahí, el maldito había descargado si semen en la boca de mi novia. Se separaron, mi novia solo se limpio los labios, nada de semen callo de su boca, se lo había tragado todo. Pensé que ahí había terminado todo, pero no, en lugar de irse, se sentó en la mesa del profesor de frete a la silla de este. Subió sus piernas y las abrió, llevaba una tanga con encaje que le había comprado. El profesor se sentó en su silla y metió su cara entre las piernas de mi novia, al principio no paso nada, ella parecía no sentir nada, pero después de un rato comenzó a gemir. Decidí llamarla para ver que hacia.
Le marque y ella saco su celular de la faja de su falda.
—mmm si?—
—Hola amor, como estas?—
—aaah bien, ¿paso algo?
—no, solo quería saber como ibas con tu proyecto
Ella tenia los ojos cerrados y parecía perderse en el placer que tenia.
—¿Cual proyecto?… Digo si, vamos bien, aun no acabamos, yo creo que tardare un rato
—Estas bien, te escuchar rara
En eso el doctor se levanto, con prisa le quito la tanga a mi novia, esta quedo colgándole de un pie. Tomo su verga y se la metió de un golpe.
—Sii! mmm.—dijo cuando sintió la penetración— Estoy muy bien, pero tengo muchas que atender, te hablo cuando salga vale. Te amo, adiós.
Yo me quede viendo. Me sentía impotente, triste y enojado. Automáticamente me acomode un poco mejor, para poder estar sentado y aun así ver todo. Me baje los pantalones y me toque un poco,ya estaba mojado.
El sujeto tomo la cintura a mi novia y comenzó a embestirla. Ella lo tomo por el cuello y comenzó un vaivén que parecía disfrutar mucho, ambos gemían de placer, jamas habíamos cogido así y eso me dio mas coraje. Mi novia parecía desesperada por sentir mas adentro a ese viejo, se colgaba de su cuello y le daba besos, sus cuerpos estaban brillo sos por el sudor y excitados. Yo no sabia que hacer, seguí masturbándome. En un momento los dos parecieron cansarse, mi novia se acomodo sobre la mesa, esta vez se recostó completamente a lo largo, le ayudo al profesor a poner su pene en el camino correcto y una vez mas la embistió, esta vez mas duro y fuerte. Ella del placer arqueo la espalda, su cabeza sobresalía de la mesa por lo que pudo ver hacia atrás, en la dirección donde yo me encontraba, parecía que sus ojos y los míos se miraran fijamente. El profesor la penetro una vez mas, se agacho, y con todas sus fuerzas rompió su blusa, sus pechos quedaron expuestos. Ella continuo mirando hacia donde yo estaba, parecía que me había visto, pero jamas hablamos de eso y lo prefiero así. El doctor comenzó a penetrarla con mas ritmo, su cuerpo se estremecía y comenzó a gritar muy duro, un grito que hasta hoy recuerdo, me pregunto si así grito con Ernesto. Yo solo la miraba a los ojos, su expresión era de placer total, se veía muy bella, yo me existe demasiado y me masturbe mas rápido y duro, comencé a ver como la mesa se agitaba con fuerza y como los ojos de mi novia hacían viscos, los gritos se hacían mas fuertes, yo estaba muy excitado, rápidamente sentir como estaba listo y me vine, la ventana se mancho un poco y solté un pequeño gemido. El profesor pareció escucharlo, porque en ese momento callo a mi novia. Ella mordió su brazo para dejar de gritar, pero sus gemidos a un se podían alcanzar a escuchar. Yo me volví a poner muy duro y seguí masturbándome.
De nuevo cambiaron de posición, ahora el se acostó en el escritorio, su pene estaba totalmente erecto, ella se subió encima y comenzó a cabalgar. Sus pechos rebotaban, su pelo se agitaba y su cintura se movía de un lado al otro. Ella continuo mirando hacia donde yo estaba, si me vio ella supo que lo disfrutaba y que me excitaba espiarla y si sabia que yo estaba ahí a ella igual le excitaba, porque vi que rápidamente cabalgo sobre la verga de el profesor con mucha fuerza, se escuchaba como sus nalgas tronaban con las piernas de ese sujeto, ella se puso roja rápidamente, yo seguía masturbando, pero antes de poder venirme vi como ella se estremecía sobre el profesor, comenzó a bajar la velocidad, se agacho, le dio un beso al profesor y se quito de encima.
Se podía ver como el semen del profesor se escurría por sus piernas, tomo sus cosas y así salio del salón.
Un minuto después recibí una llamada suya.
—Hola amor, sigues en la escuela? Vi tu auto en el estacionamiento
—Si amor— le conteste un poco nervioso, primero porque aun tenia la erección y dos porque no sabia que hacer— Es que fui a comer, tu como estas?
—Bien, ya acabe por hoy, vienes por mi y nos vamos juntos?
—Cla… claro, ahorita voy para allá
—Vale, solo paso al baño y salgo.
Me puse los pantalones como pude y me fui rápidamente al estacionamiento, unos minutos después la vi salir del edificio, con la ropa que llevaba antes, tenia la cara limpia y parecía como si no hubiera acabado de coger salvajemente en el salón. La salude y nos fuimos a casa, aun traía la erección y creo que ella la noto, pero no dijo nada.
Ese semestre la seguí espiando en varias ocasiones, algunas otras le marcaba cuando sabia que estaba con otro, incluso algunas veces se le “olvidaba” colgar, por lo que escuchaba todo. Incluso llegue a recibir un video de Ernesto con ella el día de la fiesta. Creo que ambos sabemos lo que pasa, pero no exista mas es secreto y el misterio, por eso lo dejamos así.
Nota: Gracias por leer mi relato, todas son historias ficticias, cualquier duda y sugerencia es bien recibida. Pienso hacer una serie de esto.
0 comentarios - Historias de un cornudo 1