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Soy madura y te cuento mis historias - 2


Laburo nuevo, pija nueva


La noche del chat con Fran quedé re caliente. Era la primera vez que avanzaba así con un pendejo. Me sentía atractiva porque un flaco al que le llevaba casi 15 años se había calentado conmigo.

Al otro día por la tarde, estaba decidida a cogerlo y sacarme las ganas. Fui a comprarme una lencería negra con encajes y busqué una tanguita chica y un corpiño que me levantaba bien las tetas. Cuando volvía a casa le escribí. “Nos vemos hoy o ya te sacaste las ganas con la paja?”
El pendejo contestó al rato .

-         Tengo un cumple familiar porSan Telmo. Voy un rato y me voy. ¿Por dónde te busco?
-         Te espero en un bar le dije y le pase la dirección

Me vestí bastante ajustada y con una remera que me re marcaba las gomas. Llegué al bar y al rato aparece él y se le fueron los ojos a mis tetas.

“Hola Bebé”. Le dije mientras lo abracé y le apoyé fuerte las tetas contra su pecho. El me abrazó y bajó sus manos un poco debajo de mi cintura y me rozó la cola. Estábamos los dos a full. Nos miramos cuando nos separamos del abrazo, nos miramos sin decir mucho, se notaba la calentura. Tal es así, que el pendejo me dió un beso en la boca. Yo respondí y nuestras lenguas se mataron.

-         “No perdamos tiempo acá. Vamos”, le tiré.
-         ¿A dónde?
-         Hay un telo en la otra cuadra, por eso te cité acá. Nunca fui y tenía ganas de probarlo. Así como vos querés probarme a mí, ¿no?
-         Si. Te confieso que me calentás mucho y sos una fantasía por cumplir. Siempre quise estar con alguien más grande que yo.

Arrancamos abrazados, caminando rápido porque los dos queríamos llegar. Pedimos una habitación y al entrar el pendejo me comió la boca de nuevo, pero esta vez con manotazos por todos lados. Los dos respondíamos los besos y nos tocábamos por todas partes.

De repente me acerqué al oído de Fran y le susurré con mucha voz de puta. “Tranqui bebé, tenemos tiempo. Yo quiero disfrutar del pendejo y vos querés disfrutar de la madura y sus tetas”. Ahí bajé, le saque la pija que la tenía durísima y empecé a chupársela. Mucha lengua y paja, mientras Fran gemía. Lo tenía dominado.

Después de estar un rato así, subí, me fui a un banquito y me quedé en tanga. Lo llamé y le dije que era su momento de comerme la concha. El pendejo se agachó y me corrió la tanguita minima que me había puesto y empezó a chupármela toda, con mucha lengua. Aprovechaba y con sus manos me acariciaba las tetas, mientras yo me tiraba para atrás, gozaba y gemia mucho.

Estaba a full pero no quería acabar así, entonces me levanté, le saqué el jean al pendejo y su bóxer, lo senté en la cama y le dije “Ahora vas a probar unas buenas tetas operadas”. Me puse su pija en el medio y le hice una turca que no se olvidará jamás. Subía y bajaba mis tetas y le tiraba lengüetazos cuando su pija asomaba. Empecé a meterle ritmo y pedirle la leche.

-         “Seguí que acabo, por favor”, empezó a rogar.
-         Dame la leche pendejo, toda en las tetas
-         Si toda….ahh…ahhh…ahhh
-         Dame dale, dale!!

Y largó muchísima leche, entre mis tetas y mi cara. El pendejo estaba extasiado. Lo subi a la cama y nos acostamos. Empecé a acariciarlo despacito por el cuerpo y la pija para calentarlo de nuevo. Se activó enseguida.

-         Sos tremenda. Me hiciste acabar y me paraste la pija enseguida.
-         ¿Y ahora que me vas a hacer? Dije mirándolo bien trola.
-         Ponete en cuatro

Obedecí. Lo tenía domado y re caliente. Esta vez me sacó la tanga y mientras yo esperaba la pija, el pendejo la hizo bien y em empezó a comer la concha de atrás. Me sorprendió y me puso a mil. Yo movía mi cola y cuando sentí que iba a acabar estiré un brazo y le empujaba lacabeza adentro mío. El pendejo estaba con su lengua metida hasta el fondo y sus manos agarrándome las tetas. No aguante y acabe toda. Casi que me dejó temblando.

Fran no paró y sentí que ahora si, me ponía la pija adentro. Empezó a cogerme a un ritmo calmo, yo ya gemía de nuevo, casi sin poder recuperarme de mi orgasmo. Empezó a acelerar y a apretarme de la cintura, llevándome hacia él con fuerza. Sus gemidos empezaron a escucharse más fuertes.

Yo entregada le decía “Dale pendejo, no tenés aguante con la madura? Dame fuerte”. Y él se esforzaba por un mete saca intenso y rápido, hasta que sentí que me sacó la pija y me empezó a acabar en toda la cola y la espalda. Estaba tan caliente que ni me fijé si se había puesto forro.

Era todo muy intenso y después de esa acabada, al pendejo le costó un poco más recuperarse. En ese descanso hablamos un poco, me contó su fantasía de estar con alguien más grande y que no podía creer que se la había cumplido. Me dijo que desde que me vio se había tocado muchas veces pensando en hacerse una paja turca con mis tetas.

Yo le conté mi historia y que estaba liberada sexualmente y él era no de mis primeros chongos. Seguimos haciendo algunas cositas más, volvimos a garchar y después de unas horas, nos fuimos.

Quedamos en que esto era un secreto y que nadie del laburo se podía enterar, si no, se cortaba.
Con el pendejo cogí varios meses más y en la próxima les cuento como nos hacíamos sexo oral en el laburo.

3 comentarios - Soy madura y te cuento mis historias - 2

trankitoo
habria posibilidad de saber mas?
Jbr2000
Buen relato van mis 10