Mi tío me llevo a una reunión de trabajo

Ese día y como nunca antes mi tío había llegadoa casa, me llevo el desayuno a la cama y mientras comía me decía que ya teníael baño listo para mí, me atendió amablemente todo el tiempo lo que para mí eraextraño ya que estaba acostumbrado al trato del hombre rudo que habitualmenteera. Entonces, luego de un rato, entre al baño y allí estaba mi consoladorfavorito, mi favorito, el que siempre usaba y él lo sabía porque había sido unregalo suyo para mí, en ese preciso instante asumí que al escuchar mis gemidos éliba a entrar y cogerme como parte de sus tantos fetiches para conmigo, pero no sucedió.Me masturbe y acabe a los gritos sin controlarme, pero el jamás entro a cogermey ahí fue cuando me di cuenta de que algo pasaba. Al salir del baño encontré sobremi cama una hermosa ropa de mujer, en detalle era una tanga roja de encaje y unvestido rosado de látex que dejaba al descubierto mis hombros y que por debajollegaba a duras penas a tapar mis partes íntimas, unos zapatos blancoscompletaban el conjunto. Me vestí y desde la habitación le grite si quería queme maquillara o no, a lo que me contesto negativamente.


Salí de la habitación y me miro, por un momentole vi esa mirada salvaje a la que me tenía totalmente acostumbrado y con la queme convertía irremediablemente en su mujer, pero esa vez se controló y me dijosimplemente que iba a acompañarlo a una reunión de trabajo, que no mepreocupara. Le hice caso, me comporte y me subí al automóvil, en ese momento medijo que me amaba y que por favor lo hiciera quedar bien cuando llegáramos.


Llegamos a uno de los hoteles más lujosos de laciudad y subimos hasta la suite presidencial, yo no entendía nada de lo queestaba pasando, pero entre el lujo y el hecho de que estaba con mi tío me sentíaseguro y en una especie de aventura loca que de seguro estaba empezando, estabacomenzando a emocionarme de a poco. Entramos en la habitación y en ella había cincohombres altos, musculosos, serios, de tez trigueña y de aspecto rudo, todosellos de traje formal y no hablaban castellano, de hecho, no sé en que idioma hablaban,pero me sorprendió ver como mi tío también hablaba en el mismo código queellos, antes de entrar al cuerpo me dijo que me arrodillara de frente a lapared en la primera esquina que encontrara y que solo fuera hacia el cuándo elme llamara, que actuara como una mujer en todo momento, le hice caso y cada vezme parecía más divertida toda la situación.


Cuando me llamo comenzó mi propio espectáculo,me senté en su falta y lo bese cariñosamente, el sonrió y volvió a hablar enese extraño idioma, uno de ellos le entrego a mi tío un maletín con dinero queni siquiera conto, lo cerro y se paró junto conmigo, me dijo que le hicierapasar un lindo día a los chicos y que me pasaba a buscar a la noche, si algo nome gustaba que también le avisara y me buscaba de inmediato. Quede unossegundos en shock, pero rápidamente sonreí, lo bese y le prometí que iba aquedar muy bien con su negocio, de hecho, al momento en que mis labios sedesprendieron de los labios de mi tío los cinco hombres habían comenzado adesnudarse y uno de ellos puso música electrónica en un alto volumen, mi tío yasalía por la puerta con el maletín en la mano, me miro, me sonrió y cerró lapuerta cuando las diez manos ya estaban sobre mi cuerpo desnudándome y todasesas bocas también sobre mi cuerpo salvajemente, no besándome sino intentando devorarmedesde el minuto uno.


Mordían, arañaban y sus gruesos dedosexploraban mi cola a cada rato, no solo por fuera sino también por dentro haciéndomesentir su hembra solo en esa acción, eran demasiado fuertes para mí, pero esto reciénarrancaba y yo había hecho una promesa que no tenía pensado romper. Me arrodillaronmientras ellos me rodeaban en círculo con sus vergas completamente erectas,todos ellos despedían un fuerte y masculino olor que me volvía loco por lo quecasi sin darme cuenta comencé a besar, lamer, oler, chupar, recorrer y comermecada una de esas vergas que estaban solo para mí, cada par de testículos queevidentemente habían pagado por sentir la suavidad de mis labios y la calidezde mi lengua en ellos. Los fluidos comenzaron a salir de esas cabezas que memiraban pidiéndome a gritos cuando casi sin tener alcanzar a hacerlo lleve unpoco de saliva a la palma de mi mano y luego a mi cola, fue lo único que mesalvo de que no me destruyeran en ese mismo instante porque si no fuera por esome hubiesen cogido a pelo, esa era su intensión desde un principio, mi cuerposiempre estaba siendo poseído por esas vergas y esos cuerpos enormes que hacíande mi lo que querían, una verga en mi boca, dos en cada una de mis manospajeandolas y otra siempre penetrándome, algunas veces incluso dos dentro míocuando ya la destrucción era máxima lo cual a ellos no les importaba. Seintercambiaban de posiciones, pero siempre era el mismo sistema, lo que nocambiaba era yo siendo la perra sirviendo a cinco machos en celo ycompletamente descontrolados. Cuando uno de ellos se cansaba se tiraba en un sillóncercano a mirarme como seguía siendo poseída por los demas, tocándose yrecobrando fuerzas para volver a la jauría, a veces uno me llevaba hasta lapared y me cogía en ese lugar, otras veces contra el suelo alfombrado o en el sillónantes mencionado, en la cama, en la cocina, incluso en el jacuzzi del baño y elbalcón, al parecer la consigna era que no debía quedar un solo espacio en dondeno me hubiese cogido violentamente.


Acabaron una y otra vez, en momentos distintosy tenía prohibido limpiarme, al final de la jornada luego de haber estado casitodo el día usándome nos bañamos todos juntos, claramente aprovecharon una vez másen la ducha para cogerme mientras me limpiaban, todo con ellos era intenso y sibien mi cuerpo estaba completamente adolorido al llegar la noche ellos parecía quepodían estar dos o tres días más siendo unos perfectos animales conmigo. Terminaronlos cinco en todo mi cuerpo, pero también lo hicieron en la cola todos juntosal igual que en la boca, exigiéndome tragar lo que a mí me pareció ser un litrode semen que se escurría lentamente por mi garganta, espeso, amargo y caliente,pero delicioso a la vez. Estuvimos aún más tiempo en la cama, todos desnudos,ellos acariciándome casi con idolatría cuando se escuchó el timbre desde recepción,era mi tío que pasaba a buscarme y todos ellos me besaron amorosamente antes dedespedirme.




Cuando mi tío me vio noto mi cansancio, pero tambiénmi estado de éxtasis, le sonreí y nos fuimos al automóvil para llegar a casa ysimplemente acostarnos a dormir, yo en ese momento sentía que podría haberdormido una semana entera luego de mi primer gangbang.