Desde que me separé mi vida cambió mucho, me llamo Gra, tengo 48 años y soy madre soltera de un adolescente. Desde que me separé mi hijo, quien vive conmigo, se distanció bastante, lo cual como madre me tuvo muy angustiada.
Por otro lado, también soy una mujer soltera y tengo mis necesidades y por ello, desde que me separé empecé a buscar hombres con quienes estar.
Volver al ruedo después de tantos años es difícil, mi cuerpo es otro, ya no está todo firme, mido 1.60, peso 65kg, tengo mucha cadera y buenas tetas, pero ya no está todo tan firme como antes, así que empecé a jugar más con la lencería.
Cambié todo mi guardarropas, empecé a usar tangas, culottes y colaless de encaje, en conjunto con sus respectivos corpiños para empezar y mientras fueron sucediendo mis citas sume babydolls y medias de red.
Siempre tuve encuentros casuales, nunca nada formal que durara más de dos citas, pero el relato no viene por ese lado.
Un día cuando volví a casa del trabajo, me saque la ropa para bañarme y al ir a mi cajón de las bombachas encontré un culotte negro que estaba aún en su envoltorio porque no lo había estrenado un poco suelto.
Me generó muchas dudas, ya que soy muy ordenada, pero no le di mucha importancia aunque deje una fotografía en mi cabeza de como quedaba todo guardado.
Esa noche salí con un hombre que conocí en una página de citas, me prepare con un conjunto de tanga y corpiño rosas, unas medias, minifalda y top, saludé a mi hijo y salí.
La cita fue normal, fuimos a cenar y cuando terminamos subimos a su auto y fuimos a un telo, se la chupé un poco en el auto para calentar un poco la cosa y ya en el telo, terminé de cambiarme con un lindo babydoll nuevo negro que me había comprado.
Volví a la madrugada, mi hijo ya estaba durmiendo y cuando voy a cambiarme, al abrir el cajón de las bombachas, mis tangas estaban en distintos lugares, eran dos, una bordó y otra blanca, de cocot, que había comprado hace poco.
Mi sospecha era cada vez más clara, alguien (mi hijo) estaba hurgando en mi cajón de bombachas.
Me encontraba atónita, por un lado asqueada, pero por otro intrigada, que querría mi hijo con mis bombachas, hace cuanto entraría a este cajón y para qué.
Un poco el morbo me ganó y me puse una de esas tangas que mi hijo había tomado.
Al otro día a la mañana, a propósito, salí a la cocina con una remera ancha pero que dejaba entrever la tanga esperando a ver su reacción, incluso me agaché un par de veces con la excusa de buscar algo para que se me vea bien la cola entangada, pero no noté nada la verdad.
Pero esa noche, a la hora de bañarme, estaba en desvistiéndome cuando fui al cesto de la ropa sucia y pude ver la tanga que había usado ayer manchada, era imposible que fuera de la noche anterior ya que me la había sacado antes de que me penetrara.
Algo estaba pasando y tenía que saber que era.
Una tarde cuando mi hijo salió con los amigos, entre a su cuarto y me puse a revisar sus cosas, al principio no encontré nada así que decidí prender su computadora, revisé todas sus carpetas y nada, como última medida entré a internet y al historial y ahí encontré cosas que me sorprendieron.
En el historial había una página donde él tenía un usuario, y en ella había fotos de él con mis bombachas puestas, no podía creer lo que veía.
No solo en bombacha, también con un babydoll y con las medias, en ellas posaba mostrándose como si fuera una nena, sacando cola, en cuatro, corriéndose la tanga y metiéndose un dedito en la cola.
Pero no solo era eso, en las mismas aclaraba que eran mías y lo mucho que le calentaba que lo fueran, incluso aclarando "con esta se la cogieron ayer" y otros comentarios como "la puta de mi mamá".
No sabía que pensar, si mi hijo era gay, o si le calentaba yo, o ambas.
Seguí viendo sus posteos y leyendo todo lo que hablaba de mi, contaba que mientras seguro me estaban cogiendo él estaba con mis tangas puestas y un video masturbándose.
Puse play y ahí lo vi, en tanga con unas medias de red y un corpiño frente a la cámara, empezando a tocarse por sobre la bombacha mientras se le iba poniendo dura, para luego sacarla y pajearse.
Lo terminé de ver y lo puse de nuevo, una y otra vez, la pija de mi hijo con una tanga mía masturbándose. Sin darme cuenta empecé a llevar mi mano hacía mi vagina y a tocarme, cuando me quise dar cuenta estaba masturbándome viendo la pija de mi hijo mientras se pajeaba con mi tanga puesta.
Luego del orgasmo sentí culpa pero quería más. No sabía cómo hacer, pero necesitaba que mi hijo me confesara que le estaba pasando.
Pasaron los días y como primer medida comencé a dejar bombachas en la ducha, solamente para que pudiera usarlas tranquilo, y empecé a bañarme siempre después de él para poder sentir la bombacha usada por mi hijo.
Pero así y todo no podía terminar de ver cómo hacer así que decidí hablarlo con una amiga mía. Ella me dijo que empiece a coquetear con él y ver para donde iba la cosa y así lo hice.
Una tarde llegué de comprar ropa en general y también en cocot y cuando estaba en mi cuarto lo llamé:
G: Valen, podes venir?
V: Si ma, que pasa.
G: Te puedo pedir un favor? Me compre ropa para hoy, para la despedida del trabajo y no sé qué onda, me podes decir que te parece?
V: Bueno ma, que te compraste?
Esa fue mi oportunidad, me saque el pantalón y el top dejando al descubierto mi conjunto de corpiño y culotte negro, mientras veía su cara que no se despegaba de mi bombacha y me puse una minifalda y una camisa corta.
G: y? que te parece? Me queda bien?
V: Si ma, te queda lindo.
G: Es muy poco formal?
V: No. Se te dejan ver mucho las piernas, pero para mí va bien.
Y ahí entró en mi trampa.
G: Me compré unas medias para eso, y algo para que no se caigan, espera.
Me subí la pollera y saque de la bolsa de cocot unas portaligas y unas medias negras, me puse las portaligas y después abriendo bien las piernas a propósito para dejarlo ver toda mi vagina las medias, las enganché y me baje la pollera.
G: y? queda bien?
V: Perfecto ma, me encanta ese conjunto.
G: que conjunto? la bombacha? Con las medias?
V: Eh! No, perdón. En general digo.
G: Ah! porque si te gustara el conjunto me encantaría también.
V: Si, me gusta, no lo niego.
G: Mira, igualmente había comprado esta bombacha para ir.
Me levanté apenas la pollera para que no se me vea la vagina y me saqué el culotte tirándolo cerca de donde estaba él y de la bolsa saqué una tanga roja de encaje, la cual me puse levantando apenas la pollera dejando así entrever un poco mi vagina.
G: Así no se me nota tanto con la pollera, no? Dando una vuelta y dejando ver mi cola.
V: No, ma, no se nota nada.
Mientras lo decía vi como seguía mirando el culotte y le pregunté
G: Te gusta el culotte?
V: Que cosa? Si es lindo, te queda bien también ma.
G: Pero te gusta, como para ponértelo vos?
Se quedó helado, mientras me miraba agarraba más fuerte el culotte.
V: Porque lo decís ma?
G: Porque me di cuenta de que usas mi ropa amor, no te lo tomes a mal, solo quiero saber porque.
Mi hijo se levantó y se fue a su cuarto, yo no sabía qué hacer en ese momento, pero fui hasta su cuarto y le toque la perta para poder entrar.
G: Amor, no me molesta que las uses, solo quiero saber porque. Te gusta usar ropa de mujer? Te excita?
Sin mirarme y con la cabeza agachas me dijo que si.
G: Y te gustan los hombres? o las mujeres?
V: Todavía no sé, me gustan las mujeres, pero me atrae mucho la lencería.
G: Solo eso?
V: Empecé viéndolas, y tocándome, luego un día fui a tu cajón y empecé a verlas y terminé con una puesta, y me gustó, la verdad que no se.
Me senté al lado de él y lo acaricié.
G: No tiene nada de malo amor, podes usar las que quieras todas las veces que quieras si te hace feliz.
G: Alguna vez estuviste con algún chico o chica?
V: Los chicos no me atraen, pero a veces siento que quiero probar hacerle sexo oral a un hombre, me pasa cuando veo videos con bombachas puestas.
V: No se mami que decirte, tampoco me animo a intentar con un chico la verdad.
G: No te preocupes amor, mami se va a encargar. Mientras tanto sabe que podes usar lo que quieras de mi ropa y podes decirme de comprar también.
Pasaron los días y yo desde mi celular entraba a la página de mi hijo y podía ver como seguía subiendo posteos con mis bombachas, el último que había subido era con el porta liga puesto con el título "Así fue mami a la despedida de su trabajo".
Para mi sorpresa me seguía excitando mucho leerlo y terminaba siempre masturbándome.
Me puse en campaña para poder satisfacer las necesidades de mi hijo y así lo hice.
Empecé a charlar con un chico de unos 30 años en una aplicación, era bastante morboso y quería cogerme a toda costa, empezamos a mandarnos fotos y pude ver lo grande y gruesa que la tenía, ideal para ser la primera de mi hijo.
Así que llegó el día, le conté que antes de coger tenía que dejar que mi hijo se la chupara, con la condición que luego él podría hacerme la cola (cosa que no me gustaba pero bueno, lo que sea por mi hijo).
Esa tarde llegué del trabajo y me puse sexy, corpiño y bombacha blancas, medias de red y le preparé a valen un conjunto de culotte y corpiño negros, y las portaligas y medias del mismo color, para terminar un babydoll negro.
Cuando sonó el timbre le abrí al chico y lo hice pasar, le dije que esperara en el cuarto que yo iba a ir en un rato.
Fui al cuarto de mi hijo y le pregunté si estaba ocupado, me dijo que no, que estaba estudiando, a lo cual me acerqué y le dije que tenía una sorpresa para él.
Saqué la ropa y le dije que se vistiera, él me dijo que no, pero insistí. Me dí vuelta y le dije que ahí esperaba. Cuando por fin me di vuelta estaba vestido como toda una nena, lo abracé y le agarré la mano para que me siguiera.
Entramos a mi cuarto y ahí estaba el chico parado esperando, valen quiso salir del cuarto pero le tendí la mano y lo senté en la cama.
G: Hijo, esta es mi sorpresa para vos, viste que vos me dijiste que querías probar sexo oral? Bueno, hoy es el día.
Lo senté en la cama y acerque al chico a donde estábamos, me senté al lado, me saqué la bata dejando ver mi conjunto y empecé a acariciar al chico.
Rápidamente noté que se le estaba formando un bulto, tomé su pantalón y se lo bajé junto a su boxer.
Ahí estaba mi hijo, vestido con mi ropa, por probar su primer pene. Él estaba nervioso, no se movía así que empece a masturbar al chico hasta que la tuvo completamente erecta.
Se la acerqué a valen, podía ver como la miraba con deseo y vergüenza a la vez, de a poco sus labios fueron posándose en la cabeza del pene, mientras yo seguía masturbándolo empezó a succionar un poco más la cabeza hasta que lo dejé solo.
Empezó a tragarla toda moviendo su cabeza y con su mano tomó el pene y empezó a masturbarlo, mientras el chico comenzó con un movimiento penetrando su boca.
Estuvieron así un rato, veía como mi hijo se tragaba ese pene con mucho morbo, tenía muchas ganas de masturbarme pero me aguanté. Para mi sorpresa mi hijo llevo su mano que tenía agarrada a la mía hasta su pene e hizo que lo agarrara.
Empecé a masturbar a mi hijo suavemente mientras él tomaba el pene del chico con sus dos manos y seguía tragándola, estaba ido en ese pene.
El chico lo agarró de la cabeza y, sacando su pene de la boca mientras se masturbaba, empezó a largar un poco de semen que fue a la cara de mi hijo, para luego ponérselo en la boca hasta el fondo.
Mientras, el semen empezó a salir del pene de mi hijo, corriendo todo por mis manos.
Una vez terminado le dije a mi hijo que ahora tenía que ir para su cuarto, me dijo que si con la cabeza y salió.
Cuando cerró la puerta yo me quedé con el chico a cumplir mi parte del trato, feliz de haber ayudado a mi hijo.
Por otro lado, también soy una mujer soltera y tengo mis necesidades y por ello, desde que me separé empecé a buscar hombres con quienes estar.
Volver al ruedo después de tantos años es difícil, mi cuerpo es otro, ya no está todo firme, mido 1.60, peso 65kg, tengo mucha cadera y buenas tetas, pero ya no está todo tan firme como antes, así que empecé a jugar más con la lencería.
Cambié todo mi guardarropas, empecé a usar tangas, culottes y colaless de encaje, en conjunto con sus respectivos corpiños para empezar y mientras fueron sucediendo mis citas sume babydolls y medias de red.
Siempre tuve encuentros casuales, nunca nada formal que durara más de dos citas, pero el relato no viene por ese lado.
Un día cuando volví a casa del trabajo, me saque la ropa para bañarme y al ir a mi cajón de las bombachas encontré un culotte negro que estaba aún en su envoltorio porque no lo había estrenado un poco suelto.
Me generó muchas dudas, ya que soy muy ordenada, pero no le di mucha importancia aunque deje una fotografía en mi cabeza de como quedaba todo guardado.
Esa noche salí con un hombre que conocí en una página de citas, me prepare con un conjunto de tanga y corpiño rosas, unas medias, minifalda y top, saludé a mi hijo y salí.
La cita fue normal, fuimos a cenar y cuando terminamos subimos a su auto y fuimos a un telo, se la chupé un poco en el auto para calentar un poco la cosa y ya en el telo, terminé de cambiarme con un lindo babydoll nuevo negro que me había comprado.
Volví a la madrugada, mi hijo ya estaba durmiendo y cuando voy a cambiarme, al abrir el cajón de las bombachas, mis tangas estaban en distintos lugares, eran dos, una bordó y otra blanca, de cocot, que había comprado hace poco.
Mi sospecha era cada vez más clara, alguien (mi hijo) estaba hurgando en mi cajón de bombachas.
Me encontraba atónita, por un lado asqueada, pero por otro intrigada, que querría mi hijo con mis bombachas, hace cuanto entraría a este cajón y para qué.
Un poco el morbo me ganó y me puse una de esas tangas que mi hijo había tomado.
Al otro día a la mañana, a propósito, salí a la cocina con una remera ancha pero que dejaba entrever la tanga esperando a ver su reacción, incluso me agaché un par de veces con la excusa de buscar algo para que se me vea bien la cola entangada, pero no noté nada la verdad.
Pero esa noche, a la hora de bañarme, estaba en desvistiéndome cuando fui al cesto de la ropa sucia y pude ver la tanga que había usado ayer manchada, era imposible que fuera de la noche anterior ya que me la había sacado antes de que me penetrara.
Algo estaba pasando y tenía que saber que era.
Una tarde cuando mi hijo salió con los amigos, entre a su cuarto y me puse a revisar sus cosas, al principio no encontré nada así que decidí prender su computadora, revisé todas sus carpetas y nada, como última medida entré a internet y al historial y ahí encontré cosas que me sorprendieron.
En el historial había una página donde él tenía un usuario, y en ella había fotos de él con mis bombachas puestas, no podía creer lo que veía.
No solo en bombacha, también con un babydoll y con las medias, en ellas posaba mostrándose como si fuera una nena, sacando cola, en cuatro, corriéndose la tanga y metiéndose un dedito en la cola.
Pero no solo era eso, en las mismas aclaraba que eran mías y lo mucho que le calentaba que lo fueran, incluso aclarando "con esta se la cogieron ayer" y otros comentarios como "la puta de mi mamá".
No sabía que pensar, si mi hijo era gay, o si le calentaba yo, o ambas.
Seguí viendo sus posteos y leyendo todo lo que hablaba de mi, contaba que mientras seguro me estaban cogiendo él estaba con mis tangas puestas y un video masturbándose.
Puse play y ahí lo vi, en tanga con unas medias de red y un corpiño frente a la cámara, empezando a tocarse por sobre la bombacha mientras se le iba poniendo dura, para luego sacarla y pajearse.
Lo terminé de ver y lo puse de nuevo, una y otra vez, la pija de mi hijo con una tanga mía masturbándose. Sin darme cuenta empecé a llevar mi mano hacía mi vagina y a tocarme, cuando me quise dar cuenta estaba masturbándome viendo la pija de mi hijo mientras se pajeaba con mi tanga puesta.
Luego del orgasmo sentí culpa pero quería más. No sabía cómo hacer, pero necesitaba que mi hijo me confesara que le estaba pasando.
Pasaron los días y como primer medida comencé a dejar bombachas en la ducha, solamente para que pudiera usarlas tranquilo, y empecé a bañarme siempre después de él para poder sentir la bombacha usada por mi hijo.
Pero así y todo no podía terminar de ver cómo hacer así que decidí hablarlo con una amiga mía. Ella me dijo que empiece a coquetear con él y ver para donde iba la cosa y así lo hice.
Una tarde llegué de comprar ropa en general y también en cocot y cuando estaba en mi cuarto lo llamé:
G: Valen, podes venir?
V: Si ma, que pasa.
G: Te puedo pedir un favor? Me compre ropa para hoy, para la despedida del trabajo y no sé qué onda, me podes decir que te parece?
V: Bueno ma, que te compraste?
Esa fue mi oportunidad, me saque el pantalón y el top dejando al descubierto mi conjunto de corpiño y culotte negro, mientras veía su cara que no se despegaba de mi bombacha y me puse una minifalda y una camisa corta.
G: y? que te parece? Me queda bien?
V: Si ma, te queda lindo.
G: Es muy poco formal?
V: No. Se te dejan ver mucho las piernas, pero para mí va bien.
Y ahí entró en mi trampa.
G: Me compré unas medias para eso, y algo para que no se caigan, espera.
Me subí la pollera y saque de la bolsa de cocot unas portaligas y unas medias negras, me puse las portaligas y después abriendo bien las piernas a propósito para dejarlo ver toda mi vagina las medias, las enganché y me baje la pollera.
G: y? queda bien?
V: Perfecto ma, me encanta ese conjunto.
G: que conjunto? la bombacha? Con las medias?
V: Eh! No, perdón. En general digo.
G: Ah! porque si te gustara el conjunto me encantaría también.
V: Si, me gusta, no lo niego.
G: Mira, igualmente había comprado esta bombacha para ir.
Me levanté apenas la pollera para que no se me vea la vagina y me saqué el culotte tirándolo cerca de donde estaba él y de la bolsa saqué una tanga roja de encaje, la cual me puse levantando apenas la pollera dejando así entrever un poco mi vagina.
G: Así no se me nota tanto con la pollera, no? Dando una vuelta y dejando ver mi cola.
V: No, ma, no se nota nada.
Mientras lo decía vi como seguía mirando el culotte y le pregunté
G: Te gusta el culotte?
V: Que cosa? Si es lindo, te queda bien también ma.
G: Pero te gusta, como para ponértelo vos?
Se quedó helado, mientras me miraba agarraba más fuerte el culotte.
V: Porque lo decís ma?
G: Porque me di cuenta de que usas mi ropa amor, no te lo tomes a mal, solo quiero saber porque.
Mi hijo se levantó y se fue a su cuarto, yo no sabía qué hacer en ese momento, pero fui hasta su cuarto y le toque la perta para poder entrar.
G: Amor, no me molesta que las uses, solo quiero saber porque. Te gusta usar ropa de mujer? Te excita?
Sin mirarme y con la cabeza agachas me dijo que si.
G: Y te gustan los hombres? o las mujeres?
V: Todavía no sé, me gustan las mujeres, pero me atrae mucho la lencería.
G: Solo eso?
V: Empecé viéndolas, y tocándome, luego un día fui a tu cajón y empecé a verlas y terminé con una puesta, y me gustó, la verdad que no se.
Me senté al lado de él y lo acaricié.
G: No tiene nada de malo amor, podes usar las que quieras todas las veces que quieras si te hace feliz.
G: Alguna vez estuviste con algún chico o chica?
V: Los chicos no me atraen, pero a veces siento que quiero probar hacerle sexo oral a un hombre, me pasa cuando veo videos con bombachas puestas.
V: No se mami que decirte, tampoco me animo a intentar con un chico la verdad.
G: No te preocupes amor, mami se va a encargar. Mientras tanto sabe que podes usar lo que quieras de mi ropa y podes decirme de comprar también.
Pasaron los días y yo desde mi celular entraba a la página de mi hijo y podía ver como seguía subiendo posteos con mis bombachas, el último que había subido era con el porta liga puesto con el título "Así fue mami a la despedida de su trabajo".
Para mi sorpresa me seguía excitando mucho leerlo y terminaba siempre masturbándome.
Me puse en campaña para poder satisfacer las necesidades de mi hijo y así lo hice.
Empecé a charlar con un chico de unos 30 años en una aplicación, era bastante morboso y quería cogerme a toda costa, empezamos a mandarnos fotos y pude ver lo grande y gruesa que la tenía, ideal para ser la primera de mi hijo.
Así que llegó el día, le conté que antes de coger tenía que dejar que mi hijo se la chupara, con la condición que luego él podría hacerme la cola (cosa que no me gustaba pero bueno, lo que sea por mi hijo).
Esa tarde llegué del trabajo y me puse sexy, corpiño y bombacha blancas, medias de red y le preparé a valen un conjunto de culotte y corpiño negros, y las portaligas y medias del mismo color, para terminar un babydoll negro.
Cuando sonó el timbre le abrí al chico y lo hice pasar, le dije que esperara en el cuarto que yo iba a ir en un rato.
Fui al cuarto de mi hijo y le pregunté si estaba ocupado, me dijo que no, que estaba estudiando, a lo cual me acerqué y le dije que tenía una sorpresa para él.
Saqué la ropa y le dije que se vistiera, él me dijo que no, pero insistí. Me dí vuelta y le dije que ahí esperaba. Cuando por fin me di vuelta estaba vestido como toda una nena, lo abracé y le agarré la mano para que me siguiera.
Entramos a mi cuarto y ahí estaba el chico parado esperando, valen quiso salir del cuarto pero le tendí la mano y lo senté en la cama.
G: Hijo, esta es mi sorpresa para vos, viste que vos me dijiste que querías probar sexo oral? Bueno, hoy es el día.
Lo senté en la cama y acerque al chico a donde estábamos, me senté al lado, me saqué la bata dejando ver mi conjunto y empecé a acariciar al chico.
Rápidamente noté que se le estaba formando un bulto, tomé su pantalón y se lo bajé junto a su boxer.
Ahí estaba mi hijo, vestido con mi ropa, por probar su primer pene. Él estaba nervioso, no se movía así que empece a masturbar al chico hasta que la tuvo completamente erecta.
Se la acerqué a valen, podía ver como la miraba con deseo y vergüenza a la vez, de a poco sus labios fueron posándose en la cabeza del pene, mientras yo seguía masturbándolo empezó a succionar un poco más la cabeza hasta que lo dejé solo.
Empezó a tragarla toda moviendo su cabeza y con su mano tomó el pene y empezó a masturbarlo, mientras el chico comenzó con un movimiento penetrando su boca.
Estuvieron así un rato, veía como mi hijo se tragaba ese pene con mucho morbo, tenía muchas ganas de masturbarme pero me aguanté. Para mi sorpresa mi hijo llevo su mano que tenía agarrada a la mía hasta su pene e hizo que lo agarrara.
Empecé a masturbar a mi hijo suavemente mientras él tomaba el pene del chico con sus dos manos y seguía tragándola, estaba ido en ese pene.
El chico lo agarró de la cabeza y, sacando su pene de la boca mientras se masturbaba, empezó a largar un poco de semen que fue a la cara de mi hijo, para luego ponérselo en la boca hasta el fondo.
Mientras, el semen empezó a salir del pene de mi hijo, corriendo todo por mis manos.
Una vez terminado le dije a mi hijo que ahora tenía que ir para su cuarto, me dijo que si con la cabeza y salió.
Cuando cerró la puerta yo me quedé con el chico a cumplir mi parte del trato, feliz de haber ayudado a mi hijo.
3 comentarios - Todo por mi hijo