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La empleada suplicando

Desde el primer día que vi a Clara despertó en mi lujuria y deseo. Había viajado desde el interior del país buscando trabajo como empleada y un sueldo conveniente. Una chica de unos 25 años pero muy inocente para su edad, bajita y delgada, unos senos pequeños y un culo firme y redondito, la piel trigueña y el cabello negro siempre recogido.
Sus ganas de trabajar eran notables así que no dude en darle el trabajo. Un trabajo de 6 horas al día que le permitía hacer un curso de peluquería al salir.
Todo iba bien por unos 4 a 5 meses, pero también notaba muchas irregularidades en su trabajo. Detalles de la limpieza que no consideraba y muchas veces parecía que lo hacía de mala gana. Aguante por unas semanas más hasta que un día ya era muy alevoso la grasitud en los utensilios de cocina y demás y eso me molestó.
El sábado al mediodía llegué del trabajo y Clara me esperaba para recibir su sueldo. La salude y le dije que me esperara en la sala mientras buscaba el dinero. Volví y me senté frente a ella en el sofá, en seguida notó por mi seriedad que algo no andaba bien así que me preguntó si estaba todo en órden. Le pasé el dinero que le corresponde y le digo que esa era su última semana trabajando conmigo, que había estado notando irregularidades en su trabajo que no me gustaban así que ya no quería contar con sus servicios. Me miró con cara de vergüenza pero a la vez de tristeza, se notaba que sus ojos se iban llenando de lágrimas así que trate de razonar con ella diciéndole que seguramente encontraría otro trabajo muy pronto.
Para mi sorpresa se levantó del sofá y se puso de rodillas delante mío a un metro de distancia aproximadamente.
-Por favor, deme otra oportunidad, prometo que me esforzaré por hacer mejor mi trabajo- dijo Clara mientras juntaba las manos y me miraba con cara de desesperación.
Aunque la sentía mucho también sabia que no iba a mejorar en la limpieza de un día para el otro así que le dije que ya había tomado una decisión.
Ella siguió rogandome unas 3 veces más pero yo no le respondía. Hasta que hizo una oferta que me empezó a interesar. Se acercó un poco más de rodillas y posó su mano derecha sobre mi muslo.
-Además, también podría servirle en otras cosas- dijo transformando la cara de tristeza a provocadora.
La mire extrañado y Clara hizo una mueca mientras con la mano izquierda se empezó a desabrochar el primer botón de la camisita celeste que traía puesto.
La detuve y le pregunté si estaba segura de lo que me estaba proponiendo. Por dentro yo ya había aceptado sin dudar ni un segundo su oferta, aunque no haga bien la limpieza voy a recompensar su trabajo satisfaciendo todas mis fantasías pensaba.
-Si estoy segura y le prometo que en eso si quedara muy satisfecho con mi servicio, soy muy versátil para el sexo- comentó mientras se iba levantado del piso.
Le dije que aceptaba su oferta pero que tenga en cuenta que a mi me gustaba el sexo bien salvaje y no convencional.
Ella aceptó todo y con gestos sexys se desabrochó otro botón.
Para ese momento yo ya estaba con la verga muy erecta y con todas las ganas que ya le tenía no dude en bajarme el cierre del pantalón y sacarle mi miembro.
-Mmm que rico será comerme esto- dijo mientras se mordía los labios, se arrodilló y se fue metiendo despacito mi verga en la boca, de a poco hasta que se la trago entera.
Mientras hacía movimientos suaves y sentía su lengua acariciando mi glande le recordé que a mi me gustaba que el sexo sea duro. Así que la agarre de la coleta que tenia en el pelo y empecé a follarle la boca, sentía como mi glande chocaba contra su garganta lo que le provocaba arcadas y dejaba caer chorros de baba de la boca. Más me exitaba al ver que me miraba con los ojos casi volteados, le seguí cogiendo por la boca y para liberar más mi lascivia le deje caer mi saliva en la cara, me detuve y la deje respirar.

-Uuuy como me encanta esto- dijo mientras con el dedo se limpió mi saliva y se lo metió a la boca.
Que poderosa provocación fue esa!!! Rápidamente la levante y la incline sobre una mesa alta que había en la sala, le levante la pollera azul marino algo ajustada que tenia y le baje la tanguita negra que ya estaba babeada con el liquido que escurría de su concha bien peladita. Le manoseé ese culo firme y hermoso que posaba frente a mi, apenas apoye mi verga en la entrada de su vagina se metió de una ya que estaba lubricada y rogando que la penetraran.
-Ahhh...siii asiii...ahhh...duro duro duro- exclamaba Clara mientras gemia exitada con voz casi a punto de llorar.
La penetré por unos minutos pero la sensación de follarle la boca me había encantado así que me acosté en el sofá y me la alcé encima dejando su colita en mi rostro y mi verga directo en su boca.
Con mi boca comiendole el ano y la concha extendi los brazos y la agarre del cuello apretandola contra mi verga, sentí como acomodó la lengua sabiendo lo que le haria...le empecé a coger por la boca con todo, sentía como mi verga llegaba a la calidez de su garganta, casi asfixiandola una y otra vez, la cabeza del pene se le sentía en el cuello prácticamente.
-Aggg...ahhh...aaaggg- se quejó y soltó un chorro de vómito liquido transparente sobre mi verga.
La dejé toser un poco y ni bien se recuperó le volví a introducir la verga en la boca pero esta vez ya dejando que ella haga el movimiento a su gusto, ensuciada con baba y vómito seguía saboreando mi miembro y soltaba gemidos de placer.
Ya la satisfacción de cogerle la boca estaba hecha así que nos sacamos la poca ropa que aún traíamos puesta y me recosté en el sofá.
-Quiero empezar a cabalgar ahora- dijo risueña mientras se subía sobre mi y se acomodaba la verga en la vagina. Empezó a dar saltitos sobre mi que a la vez lo acompañaba por momentos con movimientos de cadera. Ah que placer estar adentro de ella mientras le acariciaba las tetas y le mordía suavemente los pezones.
Al parecer sentía que el orgasmo ya estaba cerca así que apoyo sus manos sobre mi pecho y subió las piernas completamente en el sofá, empezó a moverse de forma frenética y sus sentones cada vez eran con más fuerza.
-Ah mierda que rico! Que rico! Me encantaaa- gemia exitada a punto de explotar. El sonido de aplauso que hacía al chocar sus nalgas sobre mis muslos, nuestros cuerpos sudados de tanto sexo duro y la proximidad del orgasmo en ambos hizo que me levantará, la acomodé en cuatro sobre el sofá y siguió la penetración frenética.
Que hermoso culito exhibía Clara delante mío! Le apretaba y abría esas nalgas para disfrutar del paisaje que era su ano, estrecho, rosadito, totalmente virgen, que delicia!
La empleada suplicando

-Aaaah!!!- exclamó sacándose mi verga y soltando chorros de esa rica conchita que ya estaba roja de tanto follar. Se estremecía de placer sobre el sofá momento en el que le di unas lamidas en el culo y me preparaba porque sentía que ya estaba con la verga chorreando.
Rápidamente la agarre del cabello y puse mi miembro a la entrada de su boquita que tanto placer me había dado. Solté un gemido fuerte y sentí como una cantidad considerable de semen se descargaba, un poco en su boca y el resto en toda la carita.
-Mmm que rico jajaja no voy a desperdiciar tan rica lechita- dijo después de tragarse todo lo que se le había juntado en la boca.
Clara quedó exhausta, tendida en el sofá, untada con vómito y semen en buena parte del cuerpo pero asegurada con seguir trabajando.

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