Mi jefe dominante con mi novia 3
Al día siguiente se me hizo difícil verlo a mi jefe, estuvimos trabajando todo el día, cuando me iba estaba nervioso, le pregunté si bajaba y me dijo que no, que prefería no molestarnos, que seguramente sería una situación incómoda, sobre todo para mí. Le iba a decir algo sobre que generoso se había vuelto, pero antes que dijera nada me dijo.
-Quiero dejarte espacio… cuando tu chica lo haga con vos… le va a resultar bastante aburrido… estoy seguro que va a querer volver a hacerlo conmigo… lo que va a depender de vos va a ser si vas a enterarte o no… trata de descansar… un beso a tu novia…
Que calentura que sentía, baje caliente en el ascensor, trataba de disimular mi erección, me sentía tan avergonzado, sentía que yo había provocado esta situación y ahora no sabía cómo resolverla. Débora ni preguntó por el jefe solo me beso y nos fuimos juntos, pasamos por el mercado, ella se fue a su clase de inglés, yo preparé la cena y me dispuse a esperarla, me senté en el sillón frente a la tele, pero claro, era ese sillón y ese lugar, que difícil iba a ser todo.
Pasaron casi dos semanas en que las cosas parecían normalizarse, el jefe no me habló para nada del tema, parecía que nuestra relación era más normal que antes, ni siquiera me preguntaba por Débora, ella parecía estar bien también. Cada cierto tiempo me volvían las palabras del jefe que ella iba a querer volver a hacerlo con él.
Una noche después de cenar mirábamos una serie.
-No sale más tu jefe con vos… que pasó… te peleaste con él…?
-No nada que ver… tendrá que quedarse haciendo cosas…
-Te parece…
-Y si no, porque sería…
-No te debe querer incomodar… después de lo que hicimos…
Me empecé a calentar, estábamos en el sillón donde todo había pasado, porque lo hicimos en casa? pensaba.
-A vos te gustaría que saliera conmigo alguna vez…
-No… pensé que por ahí te habías enojado con él o algo…
-Pero te gustaría verlo…
-Después de lo que paso… me gustaría verlo en otra situación…
Me hice el estúpido, seguimos viendo la serie, como si no hubiera dicho nada, pero era obvio que el jefe tenía razón. Ella quería verlo de nuevo.
El día siguiente le dije al jefe si no pensaba salir nunca más conmigo.
-Te pregunto tu novia seguro…
-No nada que ver…
-Te gustaría que te acompañe hoy… y como esperas que me comporte… como si no hubiera pasado nada… Cuando baje con vos… es porque voy a ir a coger de nuevo con esa perrita deliciosa…
Me fui al baño y me hice una paja, mi pija escupió chorros de leche, me despedí del jefe y baje, pasó casi una semana.
Estaba en el baño y el entró a orinar al lado mío, había notado el cambio en la situación.
-No sabes lo feliz que está mi esposa… no puedo dejar de cogerla… sobretodo cuando pienso en tu novia… se me pone como un garrote… mira… ya la nombre y mira como me pongo… que puta preciosa… por Dios… -se agarraba su verga y alejándose del mingitorio me la mostraba- Mira como se pone cuando pienso en ella… se debe morir de ganas de seguir jugando… porque no le pasas mi teléfono… digo si vos no queres estar… -no le conteste nada y salí del baño, el notó que estaba al palo y me pareció que se reía.
No lo había hecho con Débora un par de días, me volvían las imágenes de ella con el jefe, me sentía entregado. Sentía que la voz se me quebraba cuando le pregunté al jefe si no bajaba conmigo, se puso de pie y bajamos juntos en el ascensor. Cuando Débora lo vio pareció que se le iluminaba el rostro, la atrajo hacia él y le dio un suave beso en la mejilla.
-Estoy con el auto, los acercó hasta su casa…
Fuimos al estacionamiento de la empresa, él se acercó a mi novia y la tomó de la cintura, caminaban delante de mí, siempre con él tomándola de la cintura caminando muy cerca de ella, la guio hasta la puerta del acompañante, y la hizo sentar adelante. Me senté atrás, el acariciaba las piernas de mi novia cuando manejaba.
-Tenías ganas de verme eh…?
Ella no contesto, el siguió manejando y acariciando las piernas de ella. Cuando hablaba conmigo me daba indicaciones sobre cosas pendientes del trabajo que había que hacer, la calentura que eso me provocaba, me boludeaba manoseando a mi chica, y yo no podía más de caliente.
Ella estaba vestida con vaqueros, nada especial, una especie de poncho arriba, era un día bastante fresco, entramos a casa sin decir nada, ellos quedaron parados en el mismo lugar al lado del sillón él le acariciaba el pelo, la atrajo hacia él, ella se preparaba para besarlo, pero él puso sus manos sobre sus hombros y suavemente la hizo arrodillar delante de él…
Ella lo miraba a los ojos, él le acariciaba el pelo, se abrió su pantalón liberando su miembro, ella sonrió y bajó la mirada, empezó a chuparlo, ahora sin venda lo miraba a los ojos mientras lo chupaba, el gemía otra vez guturalmente. Le agarró el pelo en una colita pero no hacía falta que la guie, ella lo tragaba hasta el fondo y volvía a sacarlo. La puso de pie, la giro quedando de espaldas a él, le desabrocho el vaquero y lo bajó junto con la tanga, el culazo de ella quedo desnudo frente a él, lo acarició apretándolo bien con su mano derecha, que llevó hacia adelante acariciando su vientre y apoyándola contra él, ella tiro la cabeza hacia atrás poniendo su cara al costado de él, la inclinó en el sillón y la hizo apoyarse en él, descargó un sonoro impacto en sus glúteos y los acaricio sobándolos. Los sobo un rato y descargó otro cachetazo, ella gemía bien caliente. La hizo arrodillar sobre el sillón y parado delante de ella se la dio de nuevo a chupar, lo que hacía con deleite. La giró sobre el sillón dejándola apoyada ahora en el respaldo, se acomodó detrás de ella y agarrándola de los hombros la clavó bien fuerte, está vez ella me miraba a mi delante de ella con cara de gozo. La cogía bien lento y a fondo, siempre gimiendo guturalmente él y ella gimiendo y mirándome con cara de perra caliente, la agarró fuerte de los antebrazos y la llevaba contra él mientras la cogía, los gemidos de ella aumentaron en intensidad, me pareció que estaba acabando. Tenía todavía el poncho puesto, lo que me ponía más caliente todavía. Le sacó el poncho, ella quedó en remera, le agarró el pelo fuerte en una colita y siguió a lo suyo, a diferencia de la otra vez, ella me miraba todo el tiempo. Con cada viaje que él le daba ella tenía cara de más entregada cada vez. Hizo un nudo con la remera a la altura de la cintura y desde ahí fue manejando la penetración le daba bien duro ahora. Le levantó el pecho y la atrajo hacia él, le acariciaba los pechos sobre la remera. Con la mano derecha le apretaba fuerte el cuello y con la izquierda le acariciaba la pancita, los dos seguían gimiendo. Ella apoyó su mano sobre el brazo que le apretaba el cuello confirmando el placer que le daba. Era muy fuerte la imagen, me fui al baño y con la luz apagada para que no me vieran, saque mi miembro y con dos toquecitos mi pija largaba chorros de semen que caían en el inodoro. Ella llegó de nuevo y el le hizo apoyar el pecho contra el respaldo del sillón de nuevo. La seguía cogiendo alternando entre apretar sus hombros contra el sillón, o agarrarla de los glúteos y clavarla contra él, en ese momento me di cuenta que ella todavía tenía los vaqueros a la altura de sus piernas. Le descargó un sonoro cachetazo en el glúteo derecho que le sacó otro gemido, la puso sobre los antebrazos y agarrándola del pelo la siguió bombeando. Le sacó la remera le cruzó sus brazos por detrás y los agarró con su mano derecha mientras con la izquierda la agarraba del hombro. La mano izquierda volvió a jugar apretando su cuello. Se desnudaron los dos del todo, puso una almohada debajo de la pelvis de ella, la hizo acomodar a lo largo del sillón y se acomodó detrás de ella, ahora la cogía acostado sobre ella, el culazo de ella estaba re parado, el almohadón debajo lo levantaba más todavía, pero él seguía dándole por delante. Me moví hacia atrás de ellos, me impresionó ver como todo su miembro se metía dentro de ella. Se tiro con su peso sobre ella, sus antebrazos al costado de ella, ella se agarraba de sus brazos, los dos gemían todo el tiempo, la giro y de frente a él volvió a cogerla, ella lo miraba a los ojos pero siempre volvía a mirarme a mi. De nuevo la mano derecha de él jugaba con su cuello, ella recogió un poco las piernas, las dos manos de él jugaban con su cuello. Puso su cara al lado de ella y le chupaba su cuello, otra vez llevó su mano al cuello, su boca junto a la de ella, no la había besado nunca, yo notaba que ella estaba dispuesta pero él se acercaba y se alejaba después. Volvió a ponerla de perrito y siguió dándole, otra vez la agarró de los antebrazos, pero como ahora estaba sin remera veía como se le sacudían los pechos. La agarró fuerte del pelo y sacándosela tiro toda su corrida en su culo y parte de su espalda,
-Buena chica… -dijo y se levantó del sillón empezándose a cambiar.
Otra vez lo acompañe en el ascensor hasta abajo.
-Va a tardar mucho menos esta vez en querer seguir jugando… le está empezando a gustar el juego… se animó a mirarte, siente que sos su cómplice… no la defraudes… igual va a tener algún episodio en el que se arrepienta… pero nada serio… -otra vez me enfurecía la forma que hablaba parecía un médico dando un diagnóstico.
Me sentía conmovido con toda la situación, veía que todo el tiempo Débora quería besarlo, él no la dejaba pero si hubiera sido por ella seguramente lo hubiera hecho, después de todo lo que habían hecho, me molestaba que ella quisiera besarlo, tenía miedo que se estuviera enamorando de él, pero realmente no me animaba ni a sugerir el tema. Esta vez si hablamos, ella quería hablar.
-Que guacho… que rico me cogió… y la sacó justo… me hubiera encantado que me acabe adentro…
-Estabas muy entregada…
-Me encanta todo lo que me hace… espero que podamos verlo más seguido ahora… la tiene re grande y re dura… y me encanta como me maneja… me siento tan putita en sus manos… a vos te gusto…? te noto tenso…
-Es un poco raro estar viendo como lo haces con alguien más… pero si me gustó…
Al día siguiente se me hizo difícil verlo a mi jefe, estuvimos trabajando todo el día, cuando me iba estaba nervioso, le pregunté si bajaba y me dijo que no, que prefería no molestarnos, que seguramente sería una situación incómoda, sobre todo para mí. Le iba a decir algo sobre que generoso se había vuelto, pero antes que dijera nada me dijo.
-Quiero dejarte espacio… cuando tu chica lo haga con vos… le va a resultar bastante aburrido… estoy seguro que va a querer volver a hacerlo conmigo… lo que va a depender de vos va a ser si vas a enterarte o no… trata de descansar… un beso a tu novia…
Que calentura que sentía, baje caliente en el ascensor, trataba de disimular mi erección, me sentía tan avergonzado, sentía que yo había provocado esta situación y ahora no sabía cómo resolverla. Débora ni preguntó por el jefe solo me beso y nos fuimos juntos, pasamos por el mercado, ella se fue a su clase de inglés, yo preparé la cena y me dispuse a esperarla, me senté en el sillón frente a la tele, pero claro, era ese sillón y ese lugar, que difícil iba a ser todo.
Pasaron casi dos semanas en que las cosas parecían normalizarse, el jefe no me habló para nada del tema, parecía que nuestra relación era más normal que antes, ni siquiera me preguntaba por Débora, ella parecía estar bien también. Cada cierto tiempo me volvían las palabras del jefe que ella iba a querer volver a hacerlo con él.
Una noche después de cenar mirábamos una serie.
-No sale más tu jefe con vos… que pasó… te peleaste con él…?
-No nada que ver… tendrá que quedarse haciendo cosas…
-Te parece…
-Y si no, porque sería…
-No te debe querer incomodar… después de lo que hicimos…
Me empecé a calentar, estábamos en el sillón donde todo había pasado, porque lo hicimos en casa? pensaba.
-A vos te gustaría que saliera conmigo alguna vez…
-No… pensé que por ahí te habías enojado con él o algo…
-Pero te gustaría verlo…
-Después de lo que paso… me gustaría verlo en otra situación…
Me hice el estúpido, seguimos viendo la serie, como si no hubiera dicho nada, pero era obvio que el jefe tenía razón. Ella quería verlo de nuevo.
El día siguiente le dije al jefe si no pensaba salir nunca más conmigo.
-Te pregunto tu novia seguro…
-No nada que ver…
-Te gustaría que te acompañe hoy… y como esperas que me comporte… como si no hubiera pasado nada… Cuando baje con vos… es porque voy a ir a coger de nuevo con esa perrita deliciosa…
Me fui al baño y me hice una paja, mi pija escupió chorros de leche, me despedí del jefe y baje, pasó casi una semana.
Estaba en el baño y el entró a orinar al lado mío, había notado el cambio en la situación.
-No sabes lo feliz que está mi esposa… no puedo dejar de cogerla… sobretodo cuando pienso en tu novia… se me pone como un garrote… mira… ya la nombre y mira como me pongo… que puta preciosa… por Dios… -se agarraba su verga y alejándose del mingitorio me la mostraba- Mira como se pone cuando pienso en ella… se debe morir de ganas de seguir jugando… porque no le pasas mi teléfono… digo si vos no queres estar… -no le conteste nada y salí del baño, el notó que estaba al palo y me pareció que se reía.
No lo había hecho con Débora un par de días, me volvían las imágenes de ella con el jefe, me sentía entregado. Sentía que la voz se me quebraba cuando le pregunté al jefe si no bajaba conmigo, se puso de pie y bajamos juntos en el ascensor. Cuando Débora lo vio pareció que se le iluminaba el rostro, la atrajo hacia él y le dio un suave beso en la mejilla.
-Estoy con el auto, los acercó hasta su casa…
Fuimos al estacionamiento de la empresa, él se acercó a mi novia y la tomó de la cintura, caminaban delante de mí, siempre con él tomándola de la cintura caminando muy cerca de ella, la guio hasta la puerta del acompañante, y la hizo sentar adelante. Me senté atrás, el acariciaba las piernas de mi novia cuando manejaba.
-Tenías ganas de verme eh…?
Ella no contesto, el siguió manejando y acariciando las piernas de ella. Cuando hablaba conmigo me daba indicaciones sobre cosas pendientes del trabajo que había que hacer, la calentura que eso me provocaba, me boludeaba manoseando a mi chica, y yo no podía más de caliente.
Ella estaba vestida con vaqueros, nada especial, una especie de poncho arriba, era un día bastante fresco, entramos a casa sin decir nada, ellos quedaron parados en el mismo lugar al lado del sillón él le acariciaba el pelo, la atrajo hacia él, ella se preparaba para besarlo, pero él puso sus manos sobre sus hombros y suavemente la hizo arrodillar delante de él…
Ella lo miraba a los ojos, él le acariciaba el pelo, se abrió su pantalón liberando su miembro, ella sonrió y bajó la mirada, empezó a chuparlo, ahora sin venda lo miraba a los ojos mientras lo chupaba, el gemía otra vez guturalmente. Le agarró el pelo en una colita pero no hacía falta que la guie, ella lo tragaba hasta el fondo y volvía a sacarlo. La puso de pie, la giro quedando de espaldas a él, le desabrocho el vaquero y lo bajó junto con la tanga, el culazo de ella quedo desnudo frente a él, lo acarició apretándolo bien con su mano derecha, que llevó hacia adelante acariciando su vientre y apoyándola contra él, ella tiro la cabeza hacia atrás poniendo su cara al costado de él, la inclinó en el sillón y la hizo apoyarse en él, descargó un sonoro impacto en sus glúteos y los acaricio sobándolos. Los sobo un rato y descargó otro cachetazo, ella gemía bien caliente. La hizo arrodillar sobre el sillón y parado delante de ella se la dio de nuevo a chupar, lo que hacía con deleite. La giró sobre el sillón dejándola apoyada ahora en el respaldo, se acomodó detrás de ella y agarrándola de los hombros la clavó bien fuerte, está vez ella me miraba a mi delante de ella con cara de gozo. La cogía bien lento y a fondo, siempre gimiendo guturalmente él y ella gimiendo y mirándome con cara de perra caliente, la agarró fuerte de los antebrazos y la llevaba contra él mientras la cogía, los gemidos de ella aumentaron en intensidad, me pareció que estaba acabando. Tenía todavía el poncho puesto, lo que me ponía más caliente todavía. Le sacó el poncho, ella quedó en remera, le agarró el pelo fuerte en una colita y siguió a lo suyo, a diferencia de la otra vez, ella me miraba todo el tiempo. Con cada viaje que él le daba ella tenía cara de más entregada cada vez. Hizo un nudo con la remera a la altura de la cintura y desde ahí fue manejando la penetración le daba bien duro ahora. Le levantó el pecho y la atrajo hacia él, le acariciaba los pechos sobre la remera. Con la mano derecha le apretaba fuerte el cuello y con la izquierda le acariciaba la pancita, los dos seguían gimiendo. Ella apoyó su mano sobre el brazo que le apretaba el cuello confirmando el placer que le daba. Era muy fuerte la imagen, me fui al baño y con la luz apagada para que no me vieran, saque mi miembro y con dos toquecitos mi pija largaba chorros de semen que caían en el inodoro. Ella llegó de nuevo y el le hizo apoyar el pecho contra el respaldo del sillón de nuevo. La seguía cogiendo alternando entre apretar sus hombros contra el sillón, o agarrarla de los glúteos y clavarla contra él, en ese momento me di cuenta que ella todavía tenía los vaqueros a la altura de sus piernas. Le descargó un sonoro cachetazo en el glúteo derecho que le sacó otro gemido, la puso sobre los antebrazos y agarrándola del pelo la siguió bombeando. Le sacó la remera le cruzó sus brazos por detrás y los agarró con su mano derecha mientras con la izquierda la agarraba del hombro. La mano izquierda volvió a jugar apretando su cuello. Se desnudaron los dos del todo, puso una almohada debajo de la pelvis de ella, la hizo acomodar a lo largo del sillón y se acomodó detrás de ella, ahora la cogía acostado sobre ella, el culazo de ella estaba re parado, el almohadón debajo lo levantaba más todavía, pero él seguía dándole por delante. Me moví hacia atrás de ellos, me impresionó ver como todo su miembro se metía dentro de ella. Se tiro con su peso sobre ella, sus antebrazos al costado de ella, ella se agarraba de sus brazos, los dos gemían todo el tiempo, la giro y de frente a él volvió a cogerla, ella lo miraba a los ojos pero siempre volvía a mirarme a mi. De nuevo la mano derecha de él jugaba con su cuello, ella recogió un poco las piernas, las dos manos de él jugaban con su cuello. Puso su cara al lado de ella y le chupaba su cuello, otra vez llevó su mano al cuello, su boca junto a la de ella, no la había besado nunca, yo notaba que ella estaba dispuesta pero él se acercaba y se alejaba después. Volvió a ponerla de perrito y siguió dándole, otra vez la agarró de los antebrazos, pero como ahora estaba sin remera veía como se le sacudían los pechos. La agarró fuerte del pelo y sacándosela tiro toda su corrida en su culo y parte de su espalda,
-Buena chica… -dijo y se levantó del sillón empezándose a cambiar.
Otra vez lo acompañe en el ascensor hasta abajo.
-Va a tardar mucho menos esta vez en querer seguir jugando… le está empezando a gustar el juego… se animó a mirarte, siente que sos su cómplice… no la defraudes… igual va a tener algún episodio en el que se arrepienta… pero nada serio… -otra vez me enfurecía la forma que hablaba parecía un médico dando un diagnóstico.
Me sentía conmovido con toda la situación, veía que todo el tiempo Débora quería besarlo, él no la dejaba pero si hubiera sido por ella seguramente lo hubiera hecho, después de todo lo que habían hecho, me molestaba que ella quisiera besarlo, tenía miedo que se estuviera enamorando de él, pero realmente no me animaba ni a sugerir el tema. Esta vez si hablamos, ella quería hablar.
-Que guacho… que rico me cogió… y la sacó justo… me hubiera encantado que me acabe adentro…
-Estabas muy entregada…
-Me encanta todo lo que me hace… espero que podamos verlo más seguido ahora… la tiene re grande y re dura… y me encanta como me maneja… me siento tan putita en sus manos… a vos te gusto…? te noto tenso…
-Es un poco raro estar viendo como lo haces con alguien más… pero si me gustó…
4 comentarios - Mi jefe dominante con mi novia 3