You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Amor de primos

Todo empezó una noche de juntada de primos en la casa de uno de ellos. Se organizó ya que mí prima Eva, que recién llegaba de su provincia, iba a estar unos días en bsas y queríamos pasar una noche agradable; comida, música, tragos y el infaltable truco.
Con mí prima siempre tuvimos una relación de hermanos, nos contábamos todo, teníamos mucha confianza, nos criamos juntos prácticamente, ya que solamente nos llevamos 10 días de diferencia (20 años cada uno). Ya casi en su adolescencia, se fue a vivir a su provincia natal con el padre. Por lo general venía en vacaciones de invierno y para las fiestas.
Esa noche de juntada (muy tranquila) la pasamos muy bien todos, hubo mucha charla, risas, fotos, lo normal.
Ya avanzada la hora, y que ya el alcohol había dejado de girar, llega el momento dónde había que organizarse cómo dormir, hay que aclarar que éramos varios. En una pieza, Tomás y su novia; en otra Damián, Luciano y Lionel; en la pieza sobrante (la de mí tía, que no estaba ese día en la casa) Gastón. Y quedábamos Eva y yo. Tuvimos que bajar un colchón de dos plazas del altillo, lo tiramos en el piso del living e hicimos la cama.
Ella, 1.70 de altura, tez blanca, flaca, pelo largo con muchos rulos, pechos chiquitos y hermosos, muy buenas piernas y un culito fascinante.
Nos preparamos para dormir, yo de short y camiseta de fútbol, ella short muy corto y remerita.
La única vez que me había sentido calentura por ella fue como hace 3 años, una noche de año nuevo. Ella también llevaba puesto un short blanco, acompañado de un top. Bailando y ya un poco en pedo, en un perreo "inocente", sin querer me apoyó mínimamente el culo, y yo con el alcohol que tenía encima, me había calentando.
Nunca (excepto esa noche de año nuevo) la había visto con ojos que no sea de primo, ella era como mí hermana, era consiente que era muy atractiva pero nada más que eso, nunca hubo tensión sexual, hasta esa noche.
Volviendo a esa noche donde nos tocó dormír juntos, al principio todo normal, hablamos un par de boludeces, nos reímos, después cada uno con su celular y a los pocos minutos nos dormimos. Los dos muy cansados y con mucho sueño por causa del alcohol.
Me despierto en medio de la madrugada, veo que al lado tenía a mí prima dormida, mirando para el otro lado y apuntandome con el culo. El panorama que tenía era hermoso . Ese típico short que se usa "entre casa" que por la postura que tenía hacía que se suba hasta el inicio de sus nalgas, y lo ajustado que era para que se le note la tanga.
De a poco me fui acercando más y más, muy de a poco. Fui calculando cada movimiento, con mucho miedo a que se despierte y me pegue la puteada de mí vida. Las piernas me temblaban, me sudaban las manos, acercaba mí naríz a su nuca y sentía el olor de su piel suave, me volvía loco. Deslizándose por el colchón, poniendo muy levemente mis manos en su cintura, me acerque a ella, estaba muy nervioso, sabiendo que lo que estaba haciendo esta mal, pero el deseo y la calentura eran mucho más grande que mi moral en ese momento. No les puedo explicar lo que sentí al apoyar mí pija sobre el culo de mí prima, una sensación riquísima. Y así dormimos un buen rato, haciendo cucharita, y "abrazándola" pude poner mis manos sobre sus pechos, y sentir los calientes que estaban. Estaba seguro de que ella estaba consiente de lo que estaba pasando, ya que es esos momentos de lucidez que teníamos cuando nos despertabamos por unos segundos, nos acomodamos para estar más pegados. Hasta recuerdo que nos decíamos cosas como "quédate quieto" o "me estás destapando", agregándole inocencia a lo que estaba pasando, y que estábamos de esa manera por movimientos naturales de cuando uno duerme. En un momento gira y se pone frente a mí, y como en un acto reflejo, pegamos nuestras piernas, y como si fuéramos una pareja que se quiere mucho, empezamos a acariciarnos con nuestras piernas, a frotarnos suavemente para sentir la piel del otro, ella con su piecito suave empezó a acariciarme, subía más la pierna hasta llegar con ella a mí cintura, provocando que mí pija y su entrepierna queden a muy pocos centímetros de distancia, y obviamente su boca con la mía. Estábamos muy cerca, tanto que nuestras narices se tocaban y podía sentir su respiración. Haciéndome el dormido, paso mí mano por su pierna que estaba cruzada por arriba mío, subiendo hasta ese short que se podía sentir como si tocara su piel de lo apretado que estaba y llegando hasta su cintura para pegarla más a mí, así hacer que con su entrepierna sienta lo que estaba provocando a su primo, una erección como nunca antes. Ninguno se atrevió a ir más allá, ya que estábamos de esa manera solamente por movimientos "involuntarios" al dormir.
Pasó la noche, al otro día nos levantamos todos, pusimos la pava, tomamos unos mates con facturas y hablábamos de cómo dormimos. Yo no pensaba decir una palabra de lo que había pasado, obviamente, y fue en ese momento que noté lo pícara que era Eva. En la charla dijo "Nunca más duermo con el, me pateaba, no se quedaba quieto y hasta me destapaba", me miraba y se reía, y se produjo esa "pelea" de primos echándose la culpa uno al otro. Lo que nadie sabía ni sospechaba, es que en esas horas, en ese colchón que todavía seguía en el piso, los primos en un acto casi sexual, estaban rozando sus cuerpos calientes reprimiendo el deseo de explorar lo incestuoso.
Estuve varios días con eso en mí cabeza, sabiendo que el contacto existió pero dudando si fue con la conciencia de ella o fue una ilusión mía por las ganas, el sueño y el alcohol que todavía prevalencia en mí cuerpo. De igual manera en esos días mí calentura fue tanta que me imaginaba qué hubiera pasado si me atrevía a más, dedicándole más de una paja a mí linda prima.

Esto solo fue la primera parte, si quieren la segunda háganmelo saber.

6 comentarios - Amor de primos

Elzeth1
Una excelente historia con la que más de uno nos identificamos, en espera de la parte 2!!
paisano35
Van+10, queremos la continuación!!!!!