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Clases de salsa 3

Por fin llegó el día esperado, Oswaldo llamó a Bryan que es mi marido, Por cierto yo me llamo Selena, y le dijo que quería tenerme hermosa y preparada para la prueba final.

 

Eran las fiestas de Carnaval, e iríamos a un Club de baile Latino para probar mi soltura en público, ya que en privado el me daba un sobresaliente (le dijo a mi marido, que hacía años que no había logrado tantos progresos en una mujer, como conmigo).

 

Como la fiesta del baile iba a ser entre semana, y estábamos a Sábado, aprovechamos esa tarde para salir a comprar ropa para la ocasión, después de muchas pruebas acabamos comprando una falda de tubo de lycra negra, que se acoplaba a mi cuerpo como una segunda piel, y para la parte de arriba, también de lycra y color rosa, un suéter palabra de honor, por el que mis pechos parecían querer abandonar su envoltura.

 

 A mi marido se le iban los ojos detrás de mi culo cada vez que salía del probador hacia un espejo de cuerpo entero que había en el pasillo, pero yo notaba también como me desnudaban con sus miradas, los jóvenes y maduros que habían acudido de compras con sus parejas, eso provocaba que mi cuerpo fuese subiendo de temperatura.

 

Bryan también se dio cuenta de la situación y me dijo, cariño más de uno de los que hay ahí fuera, se te hubieran follado ahora mismo.

 

 Salimos de allí y fuimos a merendar, cuando volvimos a casa subimos en el metro, pero al ser fin de semana iba a rebosar, estábamos bastante apretados, cuando en una estación subieron unos jóvenes, y como alguno se iba a quedar abajo, empujaron un poco y uno de ellos se quedó pegado a mi culo como una lapa, al principio no dije nada, pero notaba que su entrepierna empezaba a encajarse entre mis nalgas, yo tenía a mi marido delante, pero dándome el culo, luego el joven a ver que yo no decía nada, empezó a acariciar mis caderas, y de vez en cuando movía su cintura para que yo notase su verga, y vaya si la notaba, el caradura decidió dar un paso más, y metió su mano bajo mi minifalda, mientras me susurraba al oído, “tia que culo más sabroso tienes” aquello iba encendiendo más la temperatura de mi coño, y echando la mano hacia atrás le sobaba el bulto de su entrepierna.

Él viendo el camino despejado se bajó la cremallera del pantalón, y sacando su vergajo en medio del gentío, lo metió bajo la minifalda y empezó a moverse rítmicamente, yo viendo que mi marido me tapaba por delante, bajé la mano y metiéndola bajo la mini, separé el tanga para que tuviera espacio donde trabajar.

Como si nos conociéramos de toda la vida, yo eché mi culo hacia atrás, lo suficiente para que su capullo apuntara a mi puerta del placer, a la vez que el metro paraba en otra parada, el frenazo hizo que su polla entrase hasta el fondo, al mismo tiempo al entrar más gente todavía se podía pegar mejor a mí.

El siguiente paso fue cogerse a mis tetas por debajo del suéter, parecía que mis tetas tuviesen vida propia (debido al movimiento de sus manos bajo mi suéter) y empezó a bombear con su ariete dentro de mi coño, mi respiración iba en aumento, y aunque Bryan no podía ver nada, notó mi respiración, como me dijo cuándo bajamos, (sospeché que estabas haciendo algo, y decidí ayudarte) echó sus manos hacia atrás, y metiéndolas bajo la falda, empezó a acariciar mi clítoris y notando la polla del chaval, (si se le salía alguna vez), aprovechaba para darle un par de meneos y volverla a dejar en la puerta para que empujase.

 

Conforme me llegaba el orgasmo, como no podía gritar al estar rodeada de gente, lo único que pude hacer fue pegarle un bocado en el cuello a mi marido, a la vez que el chico se corría en mi interior.

Se la guardó en el pantalón y al llegar a la siguiente estación se apeó, con lo cual nunca supe cómo era, pero supo apagar la calentura que tenía aquella tarde en el metro.

 

Yo durante el resto de la semana no hacía nada más que pensar en el baile de Carnaval, y cada día estaba más y más caliente.

 

El baile sería un jueves, y el miércoles por la noche Oswaldo nos llamó a casa para darnos la dirección,

Y le dijo a Bryan, que me quería con el coño rasuradito, él asintió y dijo sin problemas amigo, pero yo quiero estar presente en todo momento en el baile, y Oswaldo le dijo: no te preocupes Bryan, que ya sé que a ti te gusta ver como disfruta Selena con un rabo dentro, y mañana disfrutarás mucho, tal y como hablamos el otro día, por la noche en vez de afeitarme el conejo, Bryan me lo depiló a cera.

 

Después me enteré que Bryan lo había preparado todo desde el principio con Oswaldo, por fin llegó el jueves, y después de cenar nos acercamos al club de salsa, en la puerta nos esperaba Oswaldo, y dándonos un abrazo a Bryan y un beso en cada mejilla a mí, nos introducimos hacia adentro, (pero antes pude leer debajo del cartel “club de salsa” Strep-boys).

 

Cuando entramos Oswaldo nos dio unos antifaces de esos que cubren los ojos, y nos llevó hacia una mesa que había en el fondo, (estaba un poco en penumbra) y nos presentó a unos amigos que estaban con él, uno se llamaba Orlando y mediría 1,85m, cuando se acercó y me dio dos besos, la fragancia que envolvía su cuello me dejó atontada, a la vez que al cogerle de la cintura, noté que era puro músculo, el otro se llamaba Marcos, (tenían cuerpos de atletas y como Oswaldo también eran Cubanos), cuando me cogió por la cintura y me atrajo hacia él, yo pensaba que me iba a dar dos besos, pero el tio me apretó contra su cuerpo, y me dio un beso en los morros al que sucumbí, abriendo la boca y dejando entrar su lengua hasta el fondo.

No sé qué perfume llevaban, pero la verdad es que mi coño parecía tener vida propia.

Estuvimos tomando unas copas y en agradable conversación, hasta que Oswaldo le dijo a Marcos, ¿por qué no la sacas a la pista a ver qué tal se mueve en público? A mí me costaba decidirme, hasta que mi marido cogió mi mano y la de Marcos y me dijo, no seas tonta Selena, ya verás que bien lo haces.

Fuimos hacia la pista, yo delante y el detrás cogiéndome por la cintura, cuando llegamos me dio la vuelta y apretándome contra él me dijo un, dos, tres, y empezamos a movernos, al mismo tiempo que me decía al oído, “ahora déjate llevar y disfruta”

 

Marcos lo hacía muy bien, y parecía fácil llevarle el ritmo, pero también sabía cómo calentar a una mujer, y metiendo su pierna entre las mías, se movía como una serpiente, claro que la serpiente con el movimiento creció entre sus piernas, y lo que empezó como un roce, acabó empujando mi pubis, intentando traspasar la tela de mi falda.

 

A mí me empezaron a entrar los sofocos y los mareos, del placer que me estaba dando Marcos con esos meneos, cuando se acabó la canción, mientras volvíamos a la mesa no dejó de sobarme el culo.

 

Ya iba a sentarme, cuando Orlando dijo,…. un momento, yo también quiero ver cómo te mueves en la pista, y hacia allá fuimos, esta vez fui yo quien me acoplé a Orlando, lo cual pareció sorprenderle, me había dicho Oswaldo que eras muy caliente, pero no esperaba que también fueras descarada……..le dije cariño eso me pasa cuando un hombre me pone caliente, y aquí me estáis poniendo los tres a la vez, yo me rozaba como una gata en celo contra el cuerpo de Orlando y aquello hizo el efecto que buscaba, su cañón empezó a crecer y lo que yo notaba en mi bajo vientre era increíble…

 

…..¿Orlando lo que estoy notando es verdadero? ¿Lo dices por el tamaño?.....claro es que ¿hay algo más?.....pues si mi amor, este cañón se puede correr tres veces en tu cuerpo sin decaer en su fortaleza (por eso me apodan el semental).

 

Cariño, tengo el coño hecho una piscina, espero que hagáis algo por mí esta noche, y volvimos a la mesa, me senté entre Orlando y Marcos, y seguimos bebiendo unos tragos, mientras Oswaldo seguía hablando con Bryan.

Mientras Orlando me decía obscenidades al oído Marcos empezaba a meter sus manos entre mis muslos,……….pero como sabéis calentar tan bien a una mujer cabrones?..... Ufffffff me estaban poniendo a cien y me dijeron, es nuestro trabajo Selena, somos strippers de este club, y después de la salsa si nos contratan en alguna despedida hacemos feliz a la novia.

Mis manos buscaron con ansia sus vergas, primero sobre sus pantalones, las cuales respondieron a mis caricias con prontitud y dureza.

En ese momento Oswaldo dijo…….Un momento, hagamos las cosas bien, tengo preparada una habitación con todas las comodidades, para que podamos disfrutar los cuatro Selena, Orlando, Marcos y yo, y para Bryan tengo otra sorpresa que le gustará con locura.

Orlando y Marcos me cogieron por la cintura y me dijeron ven con nosotros muñeca y creemos que no te arrepentirás, mientras Oswaldo se quedó con Bryan, y según me contó después, lo llevó a una habitación contigua a la nuestra, en la que había un cristal, mediante el cual podía vernos disfrutando de algo que siempre había sido su sueño……..ver a su esposa atravesada por otra verga,……solo que esta vez no iba a ser solo una.

 

Cuando entramos en la habitación, sonaba una música muy sensual y caliente, ellos me dieron a beber un combinado, que sirvió para refrescarme un poco, pero casi inmediatamente Orlando me cogió por la cintura y comenzó a bailar conmigo, solo él sabía, cómo poner a una mujer salida como una yegua en celo, empecé a restregar mi pubis contra su herramienta de trabajo, aquello me volvía loca, que gusto me das cabrón………cogiéndome el culo por encima de la falda me arrimaba contra su pollón, y poco a poco enroscaba mi falda hacia arriba, hasta que la dejó toda enroscada en mi cintura, de pronto metió sus manos en mis bragas y tirando de ellas las desgarró por completo.

Orlando déjame que te la saque, le dije…..le desabroche el cinturón y la bragueta pero aquel vergón no quería salir a la luz, tuve que agacharme y tirar de sus pantalones hacia abajo,……….Dios mío, el pedazo de polla se estrelló contra mi cara, dejándome asombrada por su tamaño y dureza,…..ya que estas ahí abajo ¿qué tal si me pegas una mamada en la manguera?

Joder aquello era otro intento de penetración imposible, su cipote era inmenso y mi garganta no estaba dilatada.

A todo esto Marcos, que había estado sobando mis tetas, me cogió por la cintura y me lanzó encima de una cama redonda tamaño XXXL, y se puso a comerme el coño……..Aggggggg…….joderrrrrrrr…..que gustazooooo, su lengua acariciaba cada rincón de mi coño como si lo conociera de memoria……..Marcossssssss…..que……..ricoooooo….lo haces, sigueeee……sigueeee…….AHHHHHHHH, le regalé la primera de mis corridas, el subiendo a la altura de mi boca para que le diera una mamada…….uhhhhhh….que bien la mamas…….Selenaaaaaa……de un empujón metió media verga en mi garganta…….mientras Orlando apuntaba su vergón en la puerta del placer, la cual estaba hambrienta de polla, y empujando pude ver que se tuvo que esforzar para meter su cipote, a la vez que Marcos de otro empujón me metió su verga hasta el fondo de mi garganta, Selena eres una reina mamando, Ya verás Orlando, cuando yo termine ya le entrará la tuya.

Orlando de otro empujón consiguió llevar aquella tremenda polla hasta la entrada de mi matriz.

Cuando ambos comenzaron a moverse pausadamente, mi cuerpo empezaba a dar muestras de ir admitiendo cada vez más y más velocidad de sus pollones……Joderrrrrrrr…….si que sois profesionalessssssssss………que……..gusto……Diosssss…….miooooooooo, Marcos me la sacó de la garganta, y Orlando cogiéndome de la cintura se levantó, y dejando caer mi peso sobre su verga me reventó la matriz……..AGGGGGGGGGG me has reventadoooooo………hijo……de…….putaaaaaaa…..pero que gustoooooooooo…….me……… dássssssss, enrosqué mis piernas alrededor de su cintura, y con mis brazos me sujeté a su cuello, y empecé a subir y bajar sobre aquel vergajo enorme que estaba removiendo mis entrañas.

……Ufffffffff…….esto es demasiadooooooo, a todo esto, Marcos se acercó por mi espalda y empezó a lamer mi ano comiéndose todo mi culo, a mi aquello me puso a mil, y mi ojal comenzaba a latir abriéndose casi al ritmo que Orlando me iba clavando su estaca en mi interior, arrasando con todo lo que encontraba a su paso

……De pronto cuando estaba a punto de una nueva corrida Orlando se corrió en mi interior, pero para no faltar a su palabra su polla no solo siguió empalmada si no que estaba más dura que antes.

Marcos dejó de usar su lengua y comenzó a meter un par de dedos en mi ano, girándolos y metiéndolos y sacándolos, después metió un tercero, y cuando entraban y salían sin problemas, se puso de pie y apuntando su cipote en la entrada empezó a empujar, cada vez mi ano se iba abriendo para darle la bienvenida a semejante herramienta, a la vez que Orlando dejaba que su cipote saliera de mi matriz, y sacaba su pollón de mi conejo.

Diosssssss…..estoy en la gloriaaaaaaaa……Marcosssssssss…….que bien me has abierto el culo………..joderrrrrrrrr….que noche…….Marcos se había puesto debajo y yo encima, estaba subiendo y bajando sobre su verga empalada en el culo.

Cuando Orlando, se puso de pie en la cama y me dijo, abre la boca, que ahora que Marcos te abrió la garganta verás cómo puedes con la mía, y cogiéndose su verga superdura, cogió su cipote y comenzó a empujar, mi mandíbula se desencajaba, pero aquello parecía que empezaba a entrar un poco, Aggggg……no puedo aún tiene que dilatar más, en eso que entró en la estancia Oswaldo, ya venía desnudo y con su polla bien tiesa,……..Y de pronto me dice, Selena a que no sabes quién me la ha puesto así de gorda?............pues no……pues ha sido Bryan, que está tras ese espejo viendo cómo te follamos, primero me ha preguntado si la tenía tan grande como le habías contado tú, Selena.

Yo he cogido y se la he enseñado, y se ha quedado como ensimismado……..y de pronto me dice, te la puedo mamar, y yo ya que me estaba follando a su mujer le he dejado, y lo hace divinamennnnnnte, le he preguntado cuantas había mamado, y me ha dicho que reales, esta era la primera, que había ensayado con consoladores, pero el cabrón se la ha tragado entera.

De modo que el cuadro era el siguiente, mientras Marcos me tenía enculada y Orlando había vuelto a mi coño consiguiendo el tan ansiado sándwich, Oswaldo se subió en la cama, y poniéndose a la altura de mi cabeza, empezó a meterme ese cipote cónico, con el cual mi esófago se abría a su fuerza.

JODERRRRRRRRRRRR………..CHICOSSSSSSS………ME…ESTAISSSSSSSS……..MATANDO………. DE……..GUSTOOOOOOOOOOOO, el bombeo continuó, cada vez aceleraban su ritmo, cuando de golpe Orlando vuelve a traspasar mi matriz……….YAAAAAAA……….CABRÓNNNNNNNNN……..ME………Estaissssssss…..MATANDOOOOOOO. DE GUSTOOOOOOOOO………ORLANDOOOOOOO, este se corrió de nuevo y diciéndole a su amigo Oswaldo quítate que ahora seguro que le entra toda.

Orlando puso su enorme cipote en mi boca, y empezó a empujar, a la vez que Oswaldo me la clavaba hasta el fondo de mi coño, yo empecé a moverme sobre las pollas de Marcos y Oswaldo……que gusto madreeeeeeeee……..espero que esto no se acabe……… núnnnnnnnnnnca, a la vez Orlando, comenzó a poder meter su cipote en mi garganta, gracias a que Oswaldo había abierto el camino.

AQUELLO NO SE CUANTO DURÓ PERO FUE BUENÍSIMOOOOOOO…….DALE FUERTE………OSWALDOOOOOO …………NO PARES……..MARCOSSSSSSS…….HASTA EL FONDO………. ORLANDO y mientras tanto mi marido viendo cómo se follaban a su mujer por TRIPLICADOOOOOOOO, AHHHHHHHHHHHH…..QUE BUENOOOOOOO……LLENARME DE LECHEEEEEE…….POR FAVORRRRRRRRRR, Y TUVE UNO, DOS, TRES O NO SÉ CUANTOS ORGASMOS, me llenaron todos mis agujeros al mismo tiempo que mi marido se corría sobre el cristal.

Y con esto quedó demostrado que ya puedo bailar en público.

Un beso amigos ponedlo donde queráis, eso es cosa vuestra

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