Hola amigos de poringa, cómo les contaba en la primer parte del relato, Cristina y yo habíamos ido por una prueba de sangre al laboratorio, la cual nos entregarían hasta el siguiente día, entonces le sugiero ir a festejar a un hotel.
Cristina me apresura para ir al hotel, muy animada y emocionada por los resultados, ya tenía dos semanas de retraso en su periodo y una prueba casera positiva, si bien yo sabía que no éramos una pareja estable y que incluso ella tenía un novio con quién vivía, había sido muy clara con lo que quería de mi, pasarla bien, coger mucho, satisfacer sus necesidades sexuales y de atención, pero sobre todo quería ser mamá y al parecer lo habíamos conseguido, pero quién lo logro? Su novio o yo? Es algo que en el trayecto al hotel venía pensando, pero me preocupaba más que pudiera ser la última vez que cogieramos.
Llegamos al hotel, pedí la habitación, aproveche para pedir al recepcionista una bebida energética, al menos tenía que ayudar un poco a darle el mejor sexo que pudiera para que si era la última, fuera tan buena para quedar grabada en nuestras memorias, subimos a la habitación, apenas cerré la puerta y Cristina ya tenía el pantalón a medio camino al suelo y tenía sus brazos recargados en la cama, dándome una excelente vista a su redondo culo, nada más al ver eso termine de tener una erección, ni recordé mis preocupaciones en ese momento, me acerque a ese redondo y delicioso par de nalgas, las abrí con mis manos y sumergí mi cara entre ellas, lami cómo desesperado su precioso y apretado ano, su vagina estaba muy mojada ya en ese momento y no perdí la oportunidad de probar sus jugos, no hacían más que prenderme más y más.
Ella gemia cada vez más alto y su respiración era más y más agitada, sentí como empezó a contraerse su culo, estaba a punto de tener un orgasmo así que me aferre con jambas manos a su cintura y acelere el movimiento d emi lengua, sentí sus nalgas apretarse y sus piernas comenzar a temblar, tuvo un orgasmo potente que la hizo tambalear, aproveche su perdida de fuerza para reclinarla en la cama, coloque la cabeza de mi verga entre sus nalgas, quería aprovechar para penetrar su hermoso ano, nunca me dejó hacerlo antes de coger por su vagina, necesitaba relajarse más para que no le doliera demasiado y está vez mi pene estaba bien hinchado, tanto que al ejercer presión en su culo costaba trabajo meterlo y comenzó a dolerle, me pidió que cogiera su vagina, recuerdo bien como lo pidió y no pude negarme, mi amor venimos a qué me termines de embarazar, cógeme y dame todo tu semen en mi panochita. Apenas terminó la frase y ya ya tenía media verga dentro de ella, estaba como desesperado, mi instinto más salvaje estaba desatado y queriendo entregar mi semilla a esa vagina caliente y apretada que al estar tan húmeda no oponía la más mínima resistencia pero bien que rodeaba mi pene con sus delicados labios. Más tarde en terminar de meter mi pene en ella que ya estaba gimiendo y pidiendo más, por supuesto eso me excitaba y arremetia dentro de ella cada vez con más fuerza y más velocidad seguimos así por unos minutos, mis bolas cargadas de semen estaban a punto de estallar pero yo quería alargar más el momento y disminuí la intensidad, ella noto de inmediato mi plan, ya me.conocia bien y podía percibir la dureza y el incremento de grosor de mi glande antes de terminar y al notar la bajada de ritmo me pidió con su dulce pero caliente voz, dame tu leche mi amor, llename toda, sus deseos fueron orden para mi, me prepare para terminar pero apreté lo más que pude para alargar el momento, mis embestidas eran profundas y fuertes y comencé a tener espasmos poderosos, sabía que se estaba acumulando la corrida más grande que le había dado hasta ese momento.
Enterre en lo más profundo de su vagina mi verga y descargue toda mi carga, sentía cada contracción de su vagina al sentir mi semilla caliente y abundante, seguía corriéndome con el pasar de los segundos y hasta mis nalgas estaban contracturada con uno de los más grandes orgasmos que he tenido, no sabía si ese bebé era mío, pero estaba seguro que era la mejor venida que esa vagina había recibido para concebir un bebé. Sin sacar mi miembro de Cristina me acerque a su oído y le susurré, si no te había embarazado, ahora seguro si lo estás, ella me contestó, no estoy segura, tendrás que darme más lechita para que no haya duda, vamos acostarnos, nos recuperamos y cogemos de nuevo, otra vez, sus órdenes fueron mis deseos o como era? Jajaja. Continúa en la tercera y última parte.
Quiero agradecer a todos por sus puntos y mensajes, trato de contestar todos y bueno, las fotos de mi verga tan pronto puedo, se las mando a cada MP
Cristina me apresura para ir al hotel, muy animada y emocionada por los resultados, ya tenía dos semanas de retraso en su periodo y una prueba casera positiva, si bien yo sabía que no éramos una pareja estable y que incluso ella tenía un novio con quién vivía, había sido muy clara con lo que quería de mi, pasarla bien, coger mucho, satisfacer sus necesidades sexuales y de atención, pero sobre todo quería ser mamá y al parecer lo habíamos conseguido, pero quién lo logro? Su novio o yo? Es algo que en el trayecto al hotel venía pensando, pero me preocupaba más que pudiera ser la última vez que cogieramos.
Llegamos al hotel, pedí la habitación, aproveche para pedir al recepcionista una bebida energética, al menos tenía que ayudar un poco a darle el mejor sexo que pudiera para que si era la última, fuera tan buena para quedar grabada en nuestras memorias, subimos a la habitación, apenas cerré la puerta y Cristina ya tenía el pantalón a medio camino al suelo y tenía sus brazos recargados en la cama, dándome una excelente vista a su redondo culo, nada más al ver eso termine de tener una erección, ni recordé mis preocupaciones en ese momento, me acerque a ese redondo y delicioso par de nalgas, las abrí con mis manos y sumergí mi cara entre ellas, lami cómo desesperado su precioso y apretado ano, su vagina estaba muy mojada ya en ese momento y no perdí la oportunidad de probar sus jugos, no hacían más que prenderme más y más.
Ella gemia cada vez más alto y su respiración era más y más agitada, sentí como empezó a contraerse su culo, estaba a punto de tener un orgasmo así que me aferre con jambas manos a su cintura y acelere el movimiento d emi lengua, sentí sus nalgas apretarse y sus piernas comenzar a temblar, tuvo un orgasmo potente que la hizo tambalear, aproveche su perdida de fuerza para reclinarla en la cama, coloque la cabeza de mi verga entre sus nalgas, quería aprovechar para penetrar su hermoso ano, nunca me dejó hacerlo antes de coger por su vagina, necesitaba relajarse más para que no le doliera demasiado y está vez mi pene estaba bien hinchado, tanto que al ejercer presión en su culo costaba trabajo meterlo y comenzó a dolerle, me pidió que cogiera su vagina, recuerdo bien como lo pidió y no pude negarme, mi amor venimos a qué me termines de embarazar, cógeme y dame todo tu semen en mi panochita. Apenas terminó la frase y ya ya tenía media verga dentro de ella, estaba como desesperado, mi instinto más salvaje estaba desatado y queriendo entregar mi semilla a esa vagina caliente y apretada que al estar tan húmeda no oponía la más mínima resistencia pero bien que rodeaba mi pene con sus delicados labios. Más tarde en terminar de meter mi pene en ella que ya estaba gimiendo y pidiendo más, por supuesto eso me excitaba y arremetia dentro de ella cada vez con más fuerza y más velocidad seguimos así por unos minutos, mis bolas cargadas de semen estaban a punto de estallar pero yo quería alargar más el momento y disminuí la intensidad, ella noto de inmediato mi plan, ya me.conocia bien y podía percibir la dureza y el incremento de grosor de mi glande antes de terminar y al notar la bajada de ritmo me pidió con su dulce pero caliente voz, dame tu leche mi amor, llename toda, sus deseos fueron orden para mi, me prepare para terminar pero apreté lo más que pude para alargar el momento, mis embestidas eran profundas y fuertes y comencé a tener espasmos poderosos, sabía que se estaba acumulando la corrida más grande que le había dado hasta ese momento.
Enterre en lo más profundo de su vagina mi verga y descargue toda mi carga, sentía cada contracción de su vagina al sentir mi semilla caliente y abundante, seguía corriéndome con el pasar de los segundos y hasta mis nalgas estaban contracturada con uno de los más grandes orgasmos que he tenido, no sabía si ese bebé era mío, pero estaba seguro que era la mejor venida que esa vagina había recibido para concebir un bebé. Sin sacar mi miembro de Cristina me acerque a su oído y le susurré, si no te había embarazado, ahora seguro si lo estás, ella me contestó, no estoy segura, tendrás que darme más lechita para que no haya duda, vamos acostarnos, nos recuperamos y cogemos de nuevo, otra vez, sus órdenes fueron mis deseos o como era? Jajaja. Continúa en la tercera y última parte.
Quiero agradecer a todos por sus puntos y mensajes, trato de contestar todos y bueno, las fotos de mi verga tan pronto puedo, se las mando a cada MP
0 comentarios - Quién la embaraza primero segunda parte