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Capítulo 12 Mi prima, Mara 3

CAPÍTULO XII


Vinieron a mí como en una ráfaga imparable de fotogramas. Todo ellos de secuencias ocurridas esos malditos fines de semana.
Algunas imágenes me resultaban conocidas, no así otras, que ya no estaba seguro si las había inventado o si habían ocurrido en verdad.
Frases aleatorias de Mara diciendo barbaridades como “te voy a chupar esa pija enorme hasta que me desmaye” o “Cuando Jonás desaparezca un rato, te voy a dejar que me la metas en el culito”.
Realmente no se lo deseo a nadie.
Era una tortura.
Habíamos cogido un largo rato a la noche y no me había fatigado. No de forma fuerte.
Ahora, recién despertandome, tenía el corazón acelerado como nunca.
Que mal…
¿Por qué ahora?
Quería levantarme para ir a mojarme la cara, pero no quería despertar a Mara.
Sudaba.
Llovieron en mi mente esos momentos donde ella le tiraba la goma a Franco. Se la chupaba arrodillada en el piso. Pero era una secuencia embrutecida, grotesca.
Ya no sabía si había pasado así o no.
Tenía su miembro en la boca, pero lo mamaba al punto de atragantarse.
Lo miraba con cara de perdición, como si no existiera nada más en el mundo que ese pedazo de carne que se moría por devorar.
No tenía sentido…
¿Pasó eso? ¿Pasó así?


Capítulo 12 Mi prima, Mara 3


Más quería sacarlo de mis pensamientos, más fuerte se agarraba.
Me empezaron a transpirar las manos.
Sentimientos de bronca, culpa, me cayeron como un piano desde un décimo piso.
¿Por qué permití eso?
¿Por qué dejé que pasara?
Es mi culpa, mi culpa…
Por supuesto que ese momento fue lo peor de lo que ocurrió.
Pero siempre era “ese”.
En ese bendito baño.
Gestos de satisfacción de Mara, gemidos, goce.
Todo eso sonaba en mi cabeza como si fuera un concierto de los eventos más trágicos de la vida de uno.
Vinieron de golpe.
Y no paraban.
Intentaba concentrarme en ella, en lo lindo que la habíamos pasado.
Procuraba acariciarla, besarla en la cabeza.
Ella, dormida, asentía como si lo sintiera reconfortante.
Pero no, nada servía.
Esas imágenes me habían quitado el sueño y ahora me encontraba mirando el techo. Buscaba un punto o algo en lo que me pudiera concentrar para dejar de pensar en eso.
Imposible...
“Mmm ¿me das lechita?” repetía su voz.
“¡Quiero probar!” expresaba como si fuera su putita.
Miré las palmas de mis manos y las tenía empapadas.
También noté mi ritmo cardíaco muy acelerado, como hacía bastantes días no me ocurría.
Como que me cansaba de respirar.
Hasta el pelo tenía mojado y no hacía calor.
Seguía esa condenada secuencia promiscua en mi cabeza.
Mara chupándole la pija a Franco.
¿Por qué no se me iba?
Me daba bronca.
¿Cómo pude calentarme en otro momento con eso?
Me hacía odiarme a mi mismo, otra vez. Y ya iban varias veces que lo sentía.
“Mmm toda en la boquita, hermosa…. Oooohhh, dios. ¡Como tirás la goma, bebé!” le decía él.
Terminaba dejando de luchar contra ello. Y así venían más y más imágenes.
Qué frustración.
Cerrara o abriera los ojos, las secuencias estaban ahí.
Exhibiéndose ante mí, como si fuera una burla del destino.
Mi Mara, cogiendo con otra persona.
Haciendo todo lo que no se tiene que hacer.
La escena cambiaba una y otra vez.
Ya parecía que me encontraba en un purgatorio recibiendo mi castigo por pecar de la forma en que lo hicimos.
Por probar a la suerte, a la tentación.
“Como me encanta cogerte de parado, hermosa” le decía.
“Y a mi me encanta que lo hagas sin forro y que me metas toda tu carne adentro” le contestaba ella.
Estaban en la ducha y Mara se encontraba apoyada contra la pared.
Él le agarraba la cola por detrás y se la cogía así, pero muy fuerte, sujetándola de la cara.
Con esa intensidad, de seguro la lastimaba toda.
El sonido de los cachetes de su cola pegando contra el pubis de él, sonaba de forma atroz.
Hasta parecía que salía desde mi cabeza y se escuchaba en la habitación.


tetas


Dios…
No quería pensar en eso…
Sabía que había ocurrido. De alguna forma u otra, eso pasó.
Juro que quería levantarme y darme la cabeza contra la pared. Terminar con todo.
¿Por qué temblaba?
Esto era nuevo…
Necesitaba remojar la cabeza.
Me levanté, corriendo lo más sutil posible a Mara para que no se despierte.
Ella no se dio cuenta al parecer y se acomodó de costado.
Una aureola de transpiración quedó impregnada en la sábana.
Me costó levantarme.
Quería abrir la boca y no podía. Apretaba los dientes.
¿Qué carajos me pasaba?
Caminé como pude, temblando, hasta el baño.
Apenas pude prender la luz.
Sentí que me daba vuelta todo. Una sensación horrible, como si al tacto no pudiera percibir las cosas.
Abrí la canilla y me mojé la cara.
Lo hice de forma brusca, como cuando estás congelado de frío y haces movimientos toscos.
Mojé todo.
Traté de respirar calmado.
Lo único que me faltaba ahora, era que se complicara lo del corazón.
Me senté en el inodoro.
Me quedó durito ahí.
Quizá si permanecía por un momento así, se me pasaría, pensé.
Era como una especie de contractura, pero en todo el cuerpo.
Me quedé mirando un punto fijo en el suelo.
No sé cuánto habré estado. Unos 10 minutos, tal vez.
Si bien me sentía un poco mejor, esa sensación de inmovilidad no se iba.
“¿Qué te pasa? ¿Estás bien?” escuché que dijo una voz.
En ese momento, yo me encontraba casi en posición fetal, sobre la tapa del inodoro.
Esa voz era de Mara, que con horror en el rostro se acercó a mí.
MAR: ¿Amor? ¿Qué tenes?.- Me dijo con una cara de espanto terrible.
Yo la miraba pero no podía contestarle.
Quería abrir la boca pero no me salían las frases aún.
Ahí su temor aumentó.
MAR: ¿Qué tenes? Contestame… ¿Es el pecho?.- Repetía una y otra vez, ya casi llorando, agarrandome con ambas manos de la cara.
De seguro en toda su vida me había visto así.
MAR: ¡Voy a llamar a una ambulancia!.- Expresó.
Me quiso soltar para ir a hacerlo, pero yo no la dejé.
La tenía trabada con mi mano y con la cabeza le decía que no.
MAR: ¿Cómo que no? ¿Estás loco? ¡Te pasa algo y me muero, boludo!.- Exclamó con lágrimas recorriendo su rostro.
Yo seguía diciendole que no.
No sé por qué.
Y atiné a abrazarla.
Por supuesto que ella lo hizo.
Me salió decirle “ya se me pasa” al oído.
Ella seguía repitiendo, muy conmocionada, “qué tenes, qué tenes”.
No sé si fue por su calor o por qué, pero comencé a sentirme mejor.
De a poco, se me fue pasando.
Recuerdo que me preguntó si había tomado la medicación y sí, lo había hecho. Me volvía a tocar en un rato, justamente. El temblor en el cuerpo disminuyó bastante.
Pude respirar profundamente.
YO: Estoy bien...Estoy bien.- Le dije recuperando el aliento.
Sentí un poco de vergüenza de que me viera así.
No me gustaba para nada dar esa imagen de debilidad.
Sobre todo, porque yo siempre había sido una persona de confiar. En la que todos confían y se sienten seguros.
MAR: ¿Qué pasó? ¿Por qué no podías hablar?
Me miraba con terror. Sumamente preocupada.
YO: No sé… Pero no me duele nada…- Le dije lento y espaciado.
Ella me besaba por todos lados, me abrazaba.
Yo nunca me había sentido así. No de esa forma.
Y tampoco podía decirle por qué creía que me había pasado.
Me levanté ya bastante recuperado y caminamos juntos a la habitación.
Me di cuenta que se había puesto mi remera.
Hasta me hice un espacio para decirle un piropo-chiste en el camino.
YO: Me la vas a estirar con tus pechos…
Se rió como diciendo “¡Qué pibe!” pero sirvió para que su preocupación bajara.
Le quedaba linda.
Posta que ya me sentía casi normal.
Como si hubiera sido una fuerza sobrenatural la que me sostenía y que luego me soltó.
Me hizo acordar a la parálisis del sueño por un momento. Sobre todo, cuando permaneces quieto y después de un largo rato te podes mover.
Pero claro, este no era el caso.
Yo me desperté y pude moverme normalmente por unos instantes, hasta que me empecé a sentir así. Raro…
Nos acostamos nuevamente.
Ella se pegó a mi de costado, abrazándome.
Seguía muy cariñosa conmigo.
Me dio un beso en la boca y me empezó a preguntar cómo me sentía.
MAR: ¿Pero cómo fue que te pasó?
Yo no quería decirle mucho, pero algo tenía que contestarle.
YO: No sé, me desperté y a los minutos me empecé a sentir mal… Se me aceleró la respiración, comencé a transpirarme todo..
Ella me miraba.
Claro, no entendía las razones por las cuales me podría pasar algo como eso.
YO: No podía moverme demasiado… No podía abrir la boca, je…
Abrió los ojos como platos.
MAR: ¿Pero, solo así, de la nada?
YO: Te estaba acariciando y…- Me vendí con la cara.
Enseguida se dio cuenta que había algo que no le decía.
MAR: ¿Qué pasó? Contame…
Estábamos acostados, juntos.
Se veía muy linda delante mío.
Y esa mirada…
¿Cómo mentirle así?
YO: No tenemos que hablar de eso… No ahora
MAR: ¿Por qué?
YO: Porque la pasamos bien… Estuvo lindo lo de hoy…
Comprendió perfectamente por donde venía la mano.
MAR: ¿Empezaste a recordar cosas, no?.- Dijo con algo de resignación.
No quería que se sintiera mal o responsable por eso.
YO: Ya está, ya pasó…- La traje hasta mí, apoyandole la palma en la mejilla.
Tenía el rostro algo triste.
La besé, muy despacio.
YO: Olvidate… Ya pasó…
Nos besamos unos instantes.
A pesar de que ya recordaba todo el tiempo algunas cosas, intenté no pensar en ellas.
Ella se apoyó nuevamente en mi pecho.
MAR: Creo que sé qué te pasó…- Dijo acariciándome la panza.
YO: ¿Qué?.- Le pregunté intrigado.
MAR: Por lo que me contas… Pareció un ataque de pánico…
YO: Jajaja no, no creo.- Me reía.
MAR: ¿Por qué no? Tiene todas las características…
YO: Jaja linda… No, quedate tranquila que no…
Yo pensaba “¿Un ataque de pánico, yo? Ni loco”.
MAR: Claro, el Sr. Fuerte no puede…- Expresó entre risas.
YO: Jaja…
Yo intentaba hacer como que no había ocurrido nada, pero lo cierto es que eso que pasó, no era normal en mí.
¿Y si empezaba a pasarme seguido?
Otro problema más…
Mara me daba besitos. La verdad es que estaba muy amorosa.
Me gustó.
Pero no podía enfocarme del todo en ella.
Supongo que era normal.
Antes de intentar dormir otra vez, me hizo una última pregunta. Algo inesperada para mí.
Sin mirarme y mientras me hacía unos mimos me dijo:
MAR: ¿Estás despierto?
YO: ¡Sí, hermosa!
MAR: ¿Te puedo preguntar algo?
Me resultó extraño la forma en que me hablaba.
El tono de su voz. Como si fuera muy importante para ella lo que me iba a decir.
YO: Sí, decime.- Contesté con algo de sorpresa.
MAR: Hoy, estando conmigo ¿pensaste en Sabrina?
Su pregunta impactó contra mis sentidos de manera brutal.
Totalmente descolocado quedé.
Inmediatamente le contesté.
YO: ¡No!.- Simple y seguro.
Y era cierto. La verdad es que no había pensado en ningún momento de la noche en ella.
Qué loco…
Y ahora que la mencionaba, quizá me venía alguna imagen. Pero antes, no.
MAR: ¿De verdad? No quiero que me mientas… Aunque sea doloroso para mí.
YO: ¿Pensas que te mentiría?
MAR: No sé… Quizá para no lastimarme…
Seguía sin mirarme, acariciándome.
Yo también lo hacía.
YO: No, no pensé en ella…
Me apretó fuerte y me dio un beso “chuik” que sonó fuerte.
MAR: Hasta mañana.- Dijo
YO: Hasta hoy, jeje…
Ella asintió y nos quedamos así como estábamos.
Yo me quedé pensando un rato. Me sentía a gusto en ese momento, pero no olvidaba todo lo que pasó. Por supuesto que no.
En cuanto a Sabrina.
Me pregunto qué era de su vida…
¿Era necesario que me cortara el rostro de esa manera?
Es inentendible…
Me sentía mal con eso. Como “abandonado”.
Y ahora estaba Mara durmiendo sobre mí.
A veces pienso que la vida se vuelve un poco retorcida.
Por suerte, sentía el cansancio y me pude volver a dormir antes de empezar a amargarme nuevamente.
Y lo hice hasta cerca del mediodía.
Tenía el brazo arriba, cerca de la cabeza, todo entumecido.
Pero estaba solo en la cama.
Por un momento, pensé que había soñado todo. Luego ví sobre una silla el vestido negro de Mara, apoyado. Y sentí que un olorcito rico venía de la cocina.
Me senté para estirarme un poco.
Había dormido bastante bien, la verdad.
Me puse un short y bostezando, seguí el rico aroma.
Al llegar, me encontré con una sexy imagen.
Allí estaba Mara, preparando algo rico, en ropa interior y con una camisa mía puesta.
Indudablemente era para arrancar el día con una sonrisa.


pete


Qué hermosa se veía.
Muy perra, je.
Preparaba unos panqueques.
Me quedé viéndola, como bailoteaba mientras lo hacía.
Me sonreí.
Qué linda… Posta.
Estaba tarareando una canción que me resultaba conocida. Me pareció que era de Marcela Morelo, pero no sé.
YO: ¡Buen día!
Se puso azul cuando me vio ahí parado mirándola.
MAR: ¡Ay, hola!.- Expresó dejando de hacer lo que hacía, algo cohibida.
YO: Seguí bailando… No pasa nada jaja ¿Qué cantabas?
Me acerqué a ella.
Me salió ir a darle un beso.
Estaba algo ruborizada.
MAR: ¿No la sabes? jeje
YO: Jaja ¿cuál es?
MAR: No… No importa jeje ¡Buen día!.- Me contestó con vergüenza.
Estaba demasiado linda...
YO: Estás divina…- Le dije sonriendo.
Eso no hizo más que empeorar la situación para ella.
Toda roja estaba.
YO: ¿Qué estás haciendo? Parece que algo rico…
MAR: Unos panqueques con dulce de leche…
Ella sabía que me encantaban, pero bueno, no tenía demasiadas cosas en la heladera aún.
YO: Sí, obvio jaja. Tuviste que improvisar, no hay nada…
MAR: Jaja está bien… Recién te mudaste.
Me puse a hacer unos cafés con leche, para los dos.
Por momentos la miraba, no podía no hacerlo.
Esa congoja que tanto me había impactado en las semanas anteriores, ya no la llevaba consigo.
Se reía cuando se daba cuenta de que la miraba.
Cuánto quería olvidar esas obscenas noches que nos arruinaron.
Esos recuerdos venían a mí para instalarse. Querían hacerme sufrir.
Aún así, procuré dejarlos a un lado.
MAR: Sé que esto no significa nada, pero tenía muchas ganas de estar con vos.- Me dijo tiernamente, con algo de vergüenza.
¿No significa nada?
Yo no pensaba tan así. Aunque era cierto, en parte, lo que decía.
La miré.
Iba a decir algo pero me detuve.
MAR: Decime…
Tenía que pensar bien cómo decirlo.
YO: Sí, significa… Lo sabes, pero eso no quiere decir que toda la mierda que arrastramos, se haya limpiado… ¿entendes, hermosa?
Me sonrió de costadito.
MAR: Me conformo con que haya significado algo…- Caminó hacia mí.
Como se le abría la camisa…
Esas tetas, apretadas por el corpiño, explotaban.
Muy hermosa…
Con rostro de timidez, me dio un pico.
Yo la tomé de la cintura, antes de que se fuera.
Le di otro.
Ya no sentía ese rechazo que tiempo atrás me salía al verla.
Todavía no me daban esas ganas atroces de tirarme encima de ella, como siempre me había pasado, pero al menos no sentí esa negación interna.
Pero sí me daban ganas de besarla, sentir su piel…
Mientras preparábamos el desayuno, conversábamos.
MAR: ¿Y al final te habló Sofía?.- Me preguntó como haciéndose la sota.
Yo la conocía muy bien…
La miré.
MAR: De chusma nomás…- Exclamó mientras acomodaba unos panqueques en un plato.
YO: Sí, media colgada igual jaja
Sabía que se moría porque le dijera más.
MAR: ¿Y qué onda? Va, si se puede saber…
Me reí.
Me salió de adentro.
MAR: ¿Qué?
YO: No, nada jaja
MAR: Tenes razón… No tengo por qué preguntarte.- Dijo
YO: Todo bien… Igual si seguís pensando lo de la otra vez… Nada que ver…
Hizo un gesto con los ojos, como diciendo “sí, claro”.
Estaba celosa, me la jugaba que sí.
YO: Y te mandó saludos…
Se quedó cuando le dije eso.
MAR: ¿A mí?
YO: Sí
MAR: Mirá… ¡Bueno, ya está esto!.- Como cambiando de tema.
YO: Tiene pinta…
Agarramos una bandeja para poner todo.
Ella seguía con la camisa desabrochada y se hizo un rodete en el pelo.
Juntó las tetas de tal manera que mis ojos se fueron hacia ellas.
Uff..
Mi amigo comenzaba ya a despertarse. Y no era para menos.
Nos sentamos juntos a desayunar a la vez que hablábamos de todo un poco.
Nada sobre nosotros. Trabajo, pandemia, etc…
La miraba mientras comía.
Tan sexy…
Se devoraba el panqueque en una posición muy sugestiva.
Demasiado, diría.
Yo ya tenía ganas de cogerla otra vez.
Ella se reía, me hacía gestos.
Hasta que pasó algo previsible.
Un poco de dulce de leche le cayó justo en el pleigue de sus tetas.
Dios…
¿Será posible?
MAR: Era obvio… jaja
Se inclinó a agarrar una servilleta.
YO: ¡Dejá, yo te limpio!.- Me salió decirle.
Agarré el papel y la miré.
MAR: ¿Qué? jaja.- Dijo con vergüenza.
Hice la maniobra de que se lo iba a limpiar con la mano, pero de forma intempestiva, llevé mi cara hacia sus pechos.
MAR: ¡Eii! jaja
Apoyé mis labios sobre la canaleta de sus ricas tetas y saqué la lengua.
Noté que ella apoyó el panqueque en la mesa.
Luego puso sus manos sobre mi cabeza, sin decirme nada.
Qué deliciosas estaban.
MAR: Mmm… jeje
Se las limpié, mal.
Mara se reía, mordiéndose.
YO: Listo jaja
MAR: Chancho…- Y me agarró la boca con la suya.
Se veía tan diosa así como estaba que no podía resistirme demasiado.
Había logrado calentarme como en tiempos pasados.
“Muaakk cchuil mmm” se oía.
Yo suspiraba de lo rico de sus besos.
La agarré de la cintura y la traje hacia mí.
Quería más de su piel.
Le pasé la palma de mi mano por todo el cuerpo. Comenzando en las piernas y subiendo lentamente por su cintura.
Era único agarrar sus grandes gomas.
Ella también me tocaba a mí, por encima del short.
Sentí muchas ganas de que me la chupara. Pero unas ganas terribles.
No entendía esa sensación imparable que me dominaba.
Llevé su mano por detrás de ella para desabrocharle el corpiño.
MAR: Jaja ¿qué haces, loquito?
YO: Mmm ya sabes…
MAR: Me tengo que ir a comer con mi vieja…- Expresaba mientras disfrutaba de mis besos en su cuello.
Abría la boca y suspiraba del placer.
YO: Decile que no tenes hambre jaja
MAR: Me gustaría, pero no puedo…
YO: ¿Seguro?.- Saqué mi verga bien dura afuera del short.
Me miró como sorprendida.
La agarré de una mejilla y la traje hacia mi boca.
Hizo una mueca, besándome.
Luego, le llevé la mano a mi pija.
MAR: Nene jaja… ¡Me tengo que ir!
YO: Bueno… Si no te interesa jaja
MAR: No seas malo… A la noche nos vemos si queres…
¿Verla otra vez?
No estaba mal pero no sé si era buena idea.
Lo cierto es que mi calentura siempre terminaba ganando.
YO: Bueno, dale…
Me extrañó que no me la haya agarrado como siempre, pero bueno teniendo en cuenta que se tenía que ir, podría ser.
O quizá no esperaba esa confianza repentina de mi parte.
MAR: Guardá eso, no seas malo...- Decía mientras apoyaba sus gomas sobre mi pecho y me daba unos besos con dulzura.
Pude percibir que intentaba resistirse a seguirme la corriente.
Raro que lo hiciera conmigo.
Sin más, me la guardé y ella me dio unos besos “chuik” más.
MAR: Te quiero…- Exclamó con ternura.
YO: Yo también…- Me limité a decirle.
Me sonrió mirándome a los ojos.
Esas pecas…
Cuando me fijaba la vista de esa manera tan profunda, me hacía verla de forma única.
Me pasaba durante unos instantes.
Esa cara de vergüenza mezclada con timidez y nervios…
Se levantó rápidamente para cambiarse.
MAR: ¿No te toca la medicación ya?
YO: ¡Uh, tenes razón!… Menos mal que me hiciste acordar jaja
MAR: ¡Qué cabeza, eh!
Se sacó la camisa y la dejó en el sillón.
Caminó de espaldas hacia la habitación para ponerse su ropa.
Qué hembra…
Lo hermosa y pulposa que era esa cola…
Bueno, lo sigue siendo al día de hoy. Pero sentí unas ganas de levantarme corriendo y masticarla toda.
Luego, yo también me cambié y me dispuse a llevarla a su casa.
Había ido en uber a la fiesta ella.
MAR: ¿Entonces la pasaste bien?.- Me dijo cuando ya íbamos en el auto.
YO: Obvio… ¿vos?
Me hizo gesto con la cabeza de “sí”.
Me miraba como si quisiera decirme algo.
YO: ¿Qué pasa? jaja
MAR: No, nada…- Exclamó mirando para afuera
YO: Te conozco, decime..
MAR: No, una boludes… Posta ¿nos vemos hoy a la noche?
YO: Sí, dale.- Le dije sonriendo de costado.
MAR: Bueno.- Me contestó y me dio un pico.
Luego puso su mano sobre la mía cuando pasé un cambio.
Sin mirarla, se la agarré con mis dedos.
No sé si estaba bien lo que hacía, porque ni bien ella se ponía tierna conmigo, mi inconsciente entraba en acción trayendo tristes recuerdos.
Pero tampoco quería quedar despreciativo.
No dijimos demasiado en el viaje. Yo trataba de no pensar en esas cosas que me venían a la mente.
Me cambiaron el humor, totalmente.
Ella vio mi cara pero su mano se mantuvo ahí por un largo rato.
Yo le movía los dedos en una suerte de mimos y Mara me asentía con una sonrisa. Estaba a gusto con mi actitud.
Sabía que hacía lo posible por comenzar a mirar hacia adelante.
Cuando llegamos a la puerta de su casa me dio un tierno beso casi cruzándose de asiento.
YO: Jmm… Linda…- Me salió de adentro. Involuntario.
MAR: Vos… Te veo a la noche ¿sí? “muacjk”.
La mirada le brillaba y las pecas contrastaban con el reflejo del sol de forma celestial.
YO: Dale…
Sentía muchas ganas de decirle que me parecía que estaba muy hermosa, más que de costumbre, pero algo no me dejaba exteriorizarlo.
No podía terminar de soltarme. Y cuando sentía que estaba a punto de hacerlo, algo me retenía.
Se bajó del auto y yo aguardé que entrara a la casa.
Me tiró un beso y yo le toqué bocina.
Cuando bajó sentí una sensación extraña, como de vacío.
Fue por un instante, pero así lo percibí.
Obvio que en el camino de vuelta pensé y pensé si estaba haciendo lo correcto.
Yo no quería que se ilusionara.
Siempre la iba a querer, sí. Pero después de lo que ocurrió con Sabrina, estaba jugando con fuego.
Yo le dije a su amiga que la amaba y me sentí como nunca cuando lo hice. Y ella me correspondió toda esa noche.
Ahora, después de dos meses, había vuelto a estar con Mara.
Físicamente, me iba a gustar toda la vida pero eso no era todo. Obviamente que no.
Sabrina…
Lo que sí era cierto es que la última vez que me sentí 100% pleno, fue con ella.
Eso no podría decírselo a Mara. La destruiría.
Pero también sé que esa noche con ella, algo en mí se había despertado. Algo que se encontraba dormido. Cuando la vi en esa fiesta, ahí parada, el sentimiento de querer estar con ella fue genuino. No una simple calentura.
Ahora, no sé si fuera lo suficientemente grande como para empezar a pensar a futuro.
Por lo pronto, me había gustado estar con ella y no había pensado en otra cosa, ni en otra persona en toda esa noche.
Y eso algo debiera significar.
Y de otra cosa, no había dudas.
Si Mara iba a volver a casa, iba a tener que llenar la heladera y comprar varias cosas. Fue una vergüenza recibirla sin tener casi nada para ofrecerle.
Decidí pasar a abastecerme un poco.
Entonces, así fue que me metí en el hipermercado.
Al bajar, miré el celu para ver la hora.
Mara me había enviado un mensaje.
Un solo emoji, que hablaba por sí solo.
“😊”.
Yo le contesté también.
Quise hacerlo de forma tierna.
“😚”
Me costó enviar ese simple emoji.
Pero lo hice. Ella sabía lo que significaba.
Luego, me dispuse a entrar al establecimiento.
Tomé un chango y empecé a hacer memoria de todo lo que tenía que comprar.
Cuando a lo lejos, veo una silueta conocida que se me acercaba.
Na, no puede ser, me dije.
“¡Hola, nene, tanto tiempo! ¿Cómo estás, John?” me dijo sonriendo.
Esa silueta era de Fernanda.

Comentarios Destacados

Nemocabezon +5
@hiphop911 tené en cuenta q si ganamos mañana ( cosa q estoy 100%seguro).. una publicación antes de cada partido de Argentina será la cábala..💪💪🤣🤣🤣
hiphop911 +6
Malditos manipuladores… 🤣
Nemocabezon +2
@hiphop911 jajaja te tire la diez porque sabes jugar bajo presión....🤣🤣🤣
Nemocabezon +2
@hiphop911 martes a más tardar miércoles a la mañana próximo relato.... No nos falles que con mara - Jonas de cábala llegamos a la final..💪💪🇦🇷🇦🇷

10 comentarios - Capítulo 12 Mi prima, Mara 3

Nemocabezon +1
Excelenteeeeeeeeee!!! Nada me gusta más que mara y jonas juntos, !!! Creo q Jonas debe aclarar su mente y decirle lo q sintió al recordar lo pasado a mara. lo malo es la aparición de Fernanda, esa mina es mala espina..
ariel3417
Apareció Fernanda de nuevo. Ahora sí se va todo al carajo. Más cuando Fernanda le cuente que mara sigue viendo a franco
KenayTp +1
No!! Como Fernanda y termina?? Esto me trae malas sensaciones. Yo que pensaba que Jonas se iba a dar la cabeza contra la pared porque Mara tenía la panza llena de huesos. Que bien viene todo. Espero el próximo!!
playerg6
Que viva el amor y la scaloneta!!!
AironReka
buenassss.... que bien todo chabon!!! no pusiste la nota de aviso al inicio jaja... che ya sos boga? y cuando largas todo? siempre a tu web a ver si ya esta completo para bajar. gracias
hiphop911 +2
See… 🎓
JukUik
Vuelvo a repetirlo, todo está demasiado "familyfriendly"... Algo tieneque pasar que haga explotar todo de nuevo, puede que Fernanda le tire algún comentario a Jonás insinuando que Mara sigue viendo a Franco como otro lector comentó acá y eso genere un discusión entre Jonás y Mara cuando vuelva a verse a la noche.

Todos creiamos que Sofia o Lorena eran las que iban a prender todo otra vez, y resulta que @hiphop911 no trae a Fernanda como la chispa que hace explotar todo, yo por lo menos no me esperaba esta aparición de Fernanda en este capítulo.
hiphop911
Family friendly jaja
VIDENTE1979 +2
Fernanda me da mala espina,para mí ella es gran responsable de todo lo que pasó,se quedó caliente porque Jonas prefirio cojerse a Sabrina abres que a ella
garcheskikpo
fuaaa tremendo!!!

muy bueno como siempre!

me hiso acordar a los fantasmas de mundiales pasados, estabamos bien y aparecio Islandia, Croacia, y el golpe final con Francia, representado en Franco.

quería celebrar a pleno el gol de Fernandez pero volvió a aparecer Al Dasawri y ese golazo en mi cabeza, si tan solo alguno de los defensores se le plantaba enfrente no ibamos a estar haciendo numeritos.

y ahora que estamos mas o menos encaminados se aparece Fernanda, encarnada en Lewandowski!!!
con esa persona hay que tener cuidado, porque sabemos de lo que es capáz, ya la conocemos!! ojo!!
hiphop911
Jajajajajaja
Tasmuerto15
Lpm jajaja todo le pasa a John. Excelente relato van10