A la mañana siguiente me desperté sola en mi habitación. Me vestí y salí al encuentro con mis hermanos para desayunar. Ambos me trataron bien pero secos. Todo parecía haber vuelto a la normalidad.
Era nuestro último día de vacaciones y mamá quiso que hiciéramos una excursión en familia. Así que partimos los 5 después del desayuno a hacer senderismo. La verdad que disfruté mucho del aire fresco y puro, la naturaleza y la compañía familiar.
A la hora del almuerzo, hicimos un asado al aire libre, en una zona de parrillas pegada al hotel. Salva abrió un vino y les sirvió a todos. Cuando se acercó para servirme, me susurró "no tomes el vino. Ni un poco". Como mo entendí el motivo lo probé apenas. El almuerzo transcurrió con buen humor de parte de todos. Una hora después me sentí un poco mareada. Miré a mis padres. Papá se dormía en la mesa y mamá estaba borracha y muy cariñosa con Diego y Salva.
M- Mis nenes hermosos... Que digo nenes... hombres! Dos machos divinos parí! Miren a su viejo, no aguanta nada... Mmmm... Y ustedes dos... mis machos lindos... me van a llevar a mi habitación? Jijiji... No piensen cualquier cosa eeeh... Que soy su madre! Jajaja Pero estoy mareada y me quiero acostar...
Yo me acerqué a Diego mientras Salva levantaba a mamá y le pregunté que había en el vino.
D- Tranquila. No es peligroso. Es algo que combinado con el vino produce mareo, baja las resistencias, aumenta la libido y algo de sueño.
Y- Los drogaron?
D- Se van a dormir una siesta de 3 horas y levantar frescos. Y nosotros tendremos 3 horas para divertirnos los 3 antes de volver a casa. Te gusta la idea?
Yo sonreí como una boba pensando en los planes de mis hermanos y deseé sus pijas en ese instante. Por que seré tan puta?
Lo siguiente que vi fue como se llevaban a mi madre abrazada entre los dos. La manoseaban toda y ella reía. Le apretaban el culo, le acariciaban la cintura y le agarraban las tetas de tanto en tanto. Ella los besaba en los labios como muestra de agradecimiento y luego reía a carcajadas.
Pasamos rápido por la entrada del hotel y llevamos a mamá a su habitación. Yo abrí la puerta. La sentaron en su cama. Ella casi no podía abrir los ojos. Sus mejillas estaban muy coloradas y de su escote se veían unas gotas de sudor.
M- Uuff... Que calor me dio!
Se sacó la remera. Su corpiño no podía contener ni la mitad de sus tetotas. Sus manos frotaban las piernas de ellos.
M- Vieron que buena está mamá?
S- Sí mami. Sos una diosa!
D- Y tenés unas tetas hermosas! Me gustaría ser bebé para probarlas de nuevo!
M- Ay, pero que calentones me salieron! Y eso que no me saqué el corpiño!
S- Sacátelo mami. Mostranos tus tetas como cuando éramos bebés!
Yo me quedé pegada a la puerta con la boca abierta, viendo como mis hermanos tocaban y besaban a mi madre. La escena me daba... celos... y morbo. Mucho morbo!
D- Que hermosas tetas tenés mamá!
M- Son para ustedes, mis... hombres!
Me quedé pasmada cuando vi que mamá ya frotaba sus bultos por sobre los pantalones y ellos acariciaban y besaban una teta cada uno. Salva la recostó y Diego le sacó sus zapatillas y luego le abrió el pantalón.
M- Epaa... me están desnudando!
D- Para que te acuestes cómoda y el jean no te moleste.
M- Ahmm... si...
Ahora la tenían tirada en la cama, solo con su bombacha, los ojos cerrados y con las piernas separadas. Salva se había sacado el pantalón y estaba arrodillado al lado de su cara y Diego parado del otro lado. Mi mente adivinaba la siguiente imagen.
Salva sacó la pija parada y dirigió la mano de mamá hacia ella. Instintivamente empezó a pajearlo mientras Diego le metía mano en la concha. Salva le puso la punta en la boca. Diego sacó su teléfono y tomó una foto en el momento que ella abría la boca para recibirlo. Puso su pija en la otra mano y sacó otra foto.
D- Listo. Dejemosla descansar.
S- Esperá... no puedo...
Mamá succionaba la pija de Salva como un chupete.
D- Ya sé. Acabale en la cara, pero apurate.
Salva se pajeó y en un minuto llenó la cara de mamá de semen. Ella ni se movió. Diego sacó una última foto y nos fuimos rápido a buscar a papá. Lo dejamos en la habitación y nos metimos en la mía.
Yo no podía más de la calentura. Me saqué toda la ropa y me tiré en la cama. Salva fue más rápido y me la metió enseguida. Diego se puso a besarme y chuparme las tetas. Yo le pedí que me la metiera en la boca. Estuve cogiendo y chupando un buen rato hasta que Diego me llenó la boca de leche sin previo aviso. Estábamos los 3 muy calientes. Me la tomé sin chistar y volví a gemir.
S- Ponete en cuatro hermanita!
Me acomodé y esperé las salvajes embestidas de Salva que no me decepcionó. Me hizo acabar fuerte con su pija hasta el fondo de mi ser. La sacó y me dio tiempo para recuperarme.
S- Ahora tomate mi leche... putita!
Me encantaba su carácter dominante. Me comí su garrote con ansia. Su leche más suave que la de Diego llenó mi boca enseguida. Tragué y le saqué la lengua para mostrarle que no había nada.
S- Muy bien. Buena putita!
Descansamos unos minutos y tomamos unas gaseosas. Un ratito después, me paré al lado de la cama y levantando una pierna le dije a Diego.
Y- Chupame la concha!
Él se tiró al piso y metió su boca de lleno a comerme. Para no caerme, Salva me agarró de atrás. Apretaba mis tetas y apoyaba la punta en mis nalgas. Luego sentí un dedo húmedo hurgando para entrar. Me estaba lubricando!
Un minuto después, sin que me diera cuenta, Diego metió dos dedos en mi concha y me empezó a pajear. Salva no se quedó atrás y imitó a su hermano pero en mi culo. Sentí que me caía, mis piernas se habían aflojado. Me atajaron y me llevaron a la cama. Me pusieron encima de Diego y Salva ayudó a que me penetrara.
Me movía suave pero profundo, cabalgando la pija de Diego. Salva empujaba mi culo hacia abajo para aumentar la profundidad de la penetración sin dejar de meterme dedos en mi agujero.
Yo me entregué al placer y cerré los ojos. Pude sentir como Salva se acomodaba y apuntaba la punta a mi ojete. Como su glande presionaba y como mi culo se abría para recibir esa pija. Fue un momento que me costó admitir que estaba pasando, me iban a meter dos pijas juntas. Dudé un segundo. En cuanto la cabeza de Salva entró, perdí el miedo y me dejé hacer. Solo podía gemir y gritar. Se movían a un ritmo enloquecedor. Nunca me había sentido tan llena.
Y- Aaahh ahh ajj... me están volviendo loca! No voy a pider aguantar muchooo!
S- Sos increíble hermanita! Ni creí que te fueras a bancar dos pijas!
Si no hacía algo pronto me iban a romper. Decidí lamer la oreja y cuello de Diego. Eso lo excitó más.
Y- Quiero tu leche bien adentro Dieguito!
D- Aaaaaahh!
Un calor inundó mi concha. La pija de Diego estaba muy adentro mío. Rápidamente perdió dureza y fue saliendo.
S- Aaah... Yo también voy a acabaarr!
Salva sacó su pija de mi culo y me la clavó en la concha. Tres disparos de leche llenaron aún más mi útero. Rebalsaba semen.
Me salí y me tiré boca arriba con las piernas abiertas. El semen salía sin parar.
Y- Dieguito... Ya sabés que hacer!
Se acercó y empezó a lamer mi clítoris y labios sin quejarse ni hacer asco. Su cara estaba toda manchada de leche. Eso me calentó mucho por alguna razón. Lo agarré del pelo y hundí su cara en mi entrepierna.
Y- Aaaayy siiii!
S- Te estás tomando mi leche bolu...
Miré a Salvador con odio para que se callara. Se quedó mudoy siguió mirando mientras se masturbaba lentamente.
Y- Acabooo! Aaaaayyyy!
Me quedé jadeando satisfecha. No podía más.
Y- Basta para mí. No quiero más.
Eso fue todo para las mejores vacaciones de mi vida!
Era nuestro último día de vacaciones y mamá quiso que hiciéramos una excursión en familia. Así que partimos los 5 después del desayuno a hacer senderismo. La verdad que disfruté mucho del aire fresco y puro, la naturaleza y la compañía familiar.
A la hora del almuerzo, hicimos un asado al aire libre, en una zona de parrillas pegada al hotel. Salva abrió un vino y les sirvió a todos. Cuando se acercó para servirme, me susurró "no tomes el vino. Ni un poco". Como mo entendí el motivo lo probé apenas. El almuerzo transcurrió con buen humor de parte de todos. Una hora después me sentí un poco mareada. Miré a mis padres. Papá se dormía en la mesa y mamá estaba borracha y muy cariñosa con Diego y Salva.
M- Mis nenes hermosos... Que digo nenes... hombres! Dos machos divinos parí! Miren a su viejo, no aguanta nada... Mmmm... Y ustedes dos... mis machos lindos... me van a llevar a mi habitación? Jijiji... No piensen cualquier cosa eeeh... Que soy su madre! Jajaja Pero estoy mareada y me quiero acostar...
Yo me acerqué a Diego mientras Salva levantaba a mamá y le pregunté que había en el vino.
D- Tranquila. No es peligroso. Es algo que combinado con el vino produce mareo, baja las resistencias, aumenta la libido y algo de sueño.
Y- Los drogaron?
D- Se van a dormir una siesta de 3 horas y levantar frescos. Y nosotros tendremos 3 horas para divertirnos los 3 antes de volver a casa. Te gusta la idea?
Yo sonreí como una boba pensando en los planes de mis hermanos y deseé sus pijas en ese instante. Por que seré tan puta?
Lo siguiente que vi fue como se llevaban a mi madre abrazada entre los dos. La manoseaban toda y ella reía. Le apretaban el culo, le acariciaban la cintura y le agarraban las tetas de tanto en tanto. Ella los besaba en los labios como muestra de agradecimiento y luego reía a carcajadas.
Pasamos rápido por la entrada del hotel y llevamos a mamá a su habitación. Yo abrí la puerta. La sentaron en su cama. Ella casi no podía abrir los ojos. Sus mejillas estaban muy coloradas y de su escote se veían unas gotas de sudor.
M- Uuff... Que calor me dio!
Se sacó la remera. Su corpiño no podía contener ni la mitad de sus tetotas. Sus manos frotaban las piernas de ellos.
M- Vieron que buena está mamá?
S- Sí mami. Sos una diosa!
D- Y tenés unas tetas hermosas! Me gustaría ser bebé para probarlas de nuevo!
M- Ay, pero que calentones me salieron! Y eso que no me saqué el corpiño!
S- Sacátelo mami. Mostranos tus tetas como cuando éramos bebés!
Yo me quedé pegada a la puerta con la boca abierta, viendo como mis hermanos tocaban y besaban a mi madre. La escena me daba... celos... y morbo. Mucho morbo!
D- Que hermosas tetas tenés mamá!
M- Son para ustedes, mis... hombres!
Me quedé pasmada cuando vi que mamá ya frotaba sus bultos por sobre los pantalones y ellos acariciaban y besaban una teta cada uno. Salva la recostó y Diego le sacó sus zapatillas y luego le abrió el pantalón.
M- Epaa... me están desnudando!
D- Para que te acuestes cómoda y el jean no te moleste.
M- Ahmm... si...
Ahora la tenían tirada en la cama, solo con su bombacha, los ojos cerrados y con las piernas separadas. Salva se había sacado el pantalón y estaba arrodillado al lado de su cara y Diego parado del otro lado. Mi mente adivinaba la siguiente imagen.
Salva sacó la pija parada y dirigió la mano de mamá hacia ella. Instintivamente empezó a pajearlo mientras Diego le metía mano en la concha. Salva le puso la punta en la boca. Diego sacó su teléfono y tomó una foto en el momento que ella abría la boca para recibirlo. Puso su pija en la otra mano y sacó otra foto.
D- Listo. Dejemosla descansar.
S- Esperá... no puedo...
Mamá succionaba la pija de Salva como un chupete.
D- Ya sé. Acabale en la cara, pero apurate.
Salva se pajeó y en un minuto llenó la cara de mamá de semen. Ella ni se movió. Diego sacó una última foto y nos fuimos rápido a buscar a papá. Lo dejamos en la habitación y nos metimos en la mía.
Yo no podía más de la calentura. Me saqué toda la ropa y me tiré en la cama. Salva fue más rápido y me la metió enseguida. Diego se puso a besarme y chuparme las tetas. Yo le pedí que me la metiera en la boca. Estuve cogiendo y chupando un buen rato hasta que Diego me llenó la boca de leche sin previo aviso. Estábamos los 3 muy calientes. Me la tomé sin chistar y volví a gemir.
S- Ponete en cuatro hermanita!
Me acomodé y esperé las salvajes embestidas de Salva que no me decepcionó. Me hizo acabar fuerte con su pija hasta el fondo de mi ser. La sacó y me dio tiempo para recuperarme.
S- Ahora tomate mi leche... putita!
Me encantaba su carácter dominante. Me comí su garrote con ansia. Su leche más suave que la de Diego llenó mi boca enseguida. Tragué y le saqué la lengua para mostrarle que no había nada.
S- Muy bien. Buena putita!
Descansamos unos minutos y tomamos unas gaseosas. Un ratito después, me paré al lado de la cama y levantando una pierna le dije a Diego.
Y- Chupame la concha!
Él se tiró al piso y metió su boca de lleno a comerme. Para no caerme, Salva me agarró de atrás. Apretaba mis tetas y apoyaba la punta en mis nalgas. Luego sentí un dedo húmedo hurgando para entrar. Me estaba lubricando!
Un minuto después, sin que me diera cuenta, Diego metió dos dedos en mi concha y me empezó a pajear. Salva no se quedó atrás y imitó a su hermano pero en mi culo. Sentí que me caía, mis piernas se habían aflojado. Me atajaron y me llevaron a la cama. Me pusieron encima de Diego y Salva ayudó a que me penetrara.
Me movía suave pero profundo, cabalgando la pija de Diego. Salva empujaba mi culo hacia abajo para aumentar la profundidad de la penetración sin dejar de meterme dedos en mi agujero.
Yo me entregué al placer y cerré los ojos. Pude sentir como Salva se acomodaba y apuntaba la punta a mi ojete. Como su glande presionaba y como mi culo se abría para recibir esa pija. Fue un momento que me costó admitir que estaba pasando, me iban a meter dos pijas juntas. Dudé un segundo. En cuanto la cabeza de Salva entró, perdí el miedo y me dejé hacer. Solo podía gemir y gritar. Se movían a un ritmo enloquecedor. Nunca me había sentido tan llena.
Y- Aaahh ahh ajj... me están volviendo loca! No voy a pider aguantar muchooo!
S- Sos increíble hermanita! Ni creí que te fueras a bancar dos pijas!
Si no hacía algo pronto me iban a romper. Decidí lamer la oreja y cuello de Diego. Eso lo excitó más.
Y- Quiero tu leche bien adentro Dieguito!
D- Aaaaaahh!
Un calor inundó mi concha. La pija de Diego estaba muy adentro mío. Rápidamente perdió dureza y fue saliendo.
S- Aaah... Yo también voy a acabaarr!
Salva sacó su pija de mi culo y me la clavó en la concha. Tres disparos de leche llenaron aún más mi útero. Rebalsaba semen.
Me salí y me tiré boca arriba con las piernas abiertas. El semen salía sin parar.
Y- Dieguito... Ya sabés que hacer!
Se acercó y empezó a lamer mi clítoris y labios sin quejarse ni hacer asco. Su cara estaba toda manchada de leche. Eso me calentó mucho por alguna razón. Lo agarré del pelo y hundí su cara en mi entrepierna.
Y- Aaaayy siiii!
S- Te estás tomando mi leche bolu...
Miré a Salvador con odio para que se callara. Se quedó mudoy siguió mirando mientras se masturbaba lentamente.
Y- Acabooo! Aaaaayyyy!
Me quedé jadeando satisfecha. No podía más.
Y- Basta para mí. No quiero más.
Eso fue todo para las mejores vacaciones de mi vida!
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