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Mas cuernos

Dejo las copas y la botella sobre la mesa de luz, se acerco y apoyándome  contra la pared, me hizo sentir su erección, mientras sus manos acariciaban mis nalgas, y su boca recorría alternando besos y chuponcitos mi cuello, mis orejitas, y mis labios. 
Al correr los breteles mi solera cayo dejando mi tetas a merced de su boca,  para comenzar a chupar mis pezones, y con sus manos apretujarlas. Yo continua colgada de su cuello acariciando su nuca, y respondiendo sus besos con mis besos.
Comenzó a desvestirse, primero la camisa y luego desprendió su cinturón, bajo su cierre y me miro como pidiendo que siguiera yo, así que me senté al borde de la cama,  baje sus pantalones hasta la rodilla, vislumbre que su glande salía por el elástico de su boxer que lo baje hasta dejar su miembro, erecto, frente a mi.
Me incline hacia delante para que mi boca alcanzara esa nueva pija  que tanto placer esa noche y durante casi tres años mas me iba a causar.
Se la chupe recorriéndola, con mi lengua, para comerla. No entraba toda en mi boquita. Lo lleve hasta casi acabar dos veces, entonces me interrumpía y retenía su explosión. 
Me acostó en la cama quito mi tanguita, y se metió entre mis piernas. Que placer. Sabia donde acariciarme con su lengua, donde mordisquiarme los labios vaginales y hacerme una pajita ayudado con sus deditos y su lengua. Hasta que decidió cogerme, entonces recorrió mi pubis, subió por mi panzita, mordisqueo mis tetas, hasta ponerse sobre mi y penetrarme.
Puso mis piernas de manera que le abrace la cintura, lo que hacia que mi conchita se levantara y su penetración fuera mas profunda.
Revolcándome en la cama me puso en posición para que lo cabalgue. Acabe dos veces. Entonces me revolcó otra vez quedando sobre mi y después de un par de minutos me susurró al oído si se debía cuidar, le conteste que no que podía acabar dentro mío, eso me excito tanto que acabe por tercera vez, cuando comencé a sentir los latidos de su pija despidiendo sus chorritos de leche inundándome.
Quedamos unos minutos abrazados, en la penumbra divise que eran las  1 y 40 de la mañana, lo que me dejaba margen ya que había estimado mi regreso alrededor de las 3 , 3.30 de la mañana
Con su cabeza sobre mi pecho, sentí pequeños ronquiditos así que lo deje dormitar.
La claridad del sol me despertó, eran las 6.30 de la mañana. Desesperada salte de la cama buscando mi ropa,  "El" trataba en vano de tranquilizarme, entonces tomo el teléfono busco en la agenda, y marco.
Yo trataba de corregir la hinchazón de mis ojos frente a un espejo,  cuando escuche que hablaba con mi esposo, diciéndole que no se asustara, que estabamos saliendo de la guardia de un sanatorio, porque bailando me había esguinzado y que me atendieron de urgencia, que me esperara para ayudarme a entrar porque no podía pisar.
Corto, ya en el auto busco una venda elástica en el baul, que usaba para sus lesiones deportvas, futbol, paddle y natacion, vendo mi tobillo, y durante el viaje me instruyo, lo que debíamos decir. Llegamos y mi esposo estaba esperándome en la puerta. Se me partió el corazón porque estaba preocupado y asustado.
"EL" nos acompaño y me mando a la cama a dormir mientras el se quedo contándole lo que me “me había pasado” .
Me dormí, y el lunes fingí ir al traumatólogo.
Por suerte solo tuve que renguear un par de días y todo quedo ahí.
Con El nos veíamos diariamente por nuestro trabajo, su departamento no era muy lejos de nuestras oficinas, así que diariamente, o solo para tomar una café o para estar juntos nos encontrábamos en su casa.
Eso me  dio seguridad, era, no había duda, la única mujer que entraba a su departamento.
 "El" me subyugaba, me decía cuando, donde y que hacer, incluso mientras fue mi amante eligió mi ropa, mis zapatos, mi ropa interior sin dejar el mínimo lugar a discusión y todo era agradable, placentero, elegante por eso yo acataba sus deseos sin chistar.

2 comentarios - Mas cuernos

leloir2010
Que exitante fue para vos, siendo tu apoyo, seguridad y amandote como si fue su esposa. Van puntos