Era una noche como cualquier otra, venía de trabajar en mi auto, cansado después de una larga jornada laboral, pensando en que iba a cocinar y en mi merecido descanso. Llovía torrencialmente, el diluvio me dificultaba la visión al manejar incluso con el limpia parabrisas activado en la máxima velocidad, mas el ruido de la lluvia y el aire acondicionado, que estaba prendido en máximo para evitar que se empañen los vidrios, hacían que mis sentidos estén enfocados en manejar sin inconvenientes. Pero fue mientras estaba detenido en un semáforo cuando la vi, bajo el toldo de una parada de colectivos, intentando resguardarse de la tormenta, aunque resignada ya que estaba completamente mojada de pies a cabeza. Yo no la conocía en persona, nunca habíamos hablado, pero eramos amigos en Facebook y la reconocí rápidamente.
En ese instante, sin pensarlo y sin perder un solo segundo bajo el vidrio, la miro y le grito "Juli!", ella me mira, intentando reconocerme pero sin éxito. "Soy Pablo, somos amigos en Facebook, vas para el barrio?"- Ella dudaba lógicamente, pero le dije que se fije en la cuenta, que somos amigos, nos cruzamos alguna vez por el barrio, tenemos amigos en común, hasta fuimos al mismo colegio. Después de corroborar esa información en su cuenta, accedió a subirse, ya que la lluvia no paraba y los colectivos no aparecían.
Ella es hermosa, 24 años, morocha, pelo largo, ojos color arena bien claritos, una sonrisa capaz de enamorar a cualquier persona y una mirada tan sensual que te hace olvidar todo lo que pasa a tu alrededor.
-"Hay gracias, hace media hora estaba esperando el colectivo, mirá como estoy, toda mojada"
Me tomé unos segundos para observarla, la imagen era impactante, ella completamente mojada, con una musculosa negra que transparentaba el corpiño, que a la vez dejaba notar sus pezones erectos por el agua fría. Sus pechos eran grandes, naturales, me hicieron sentir tantas cosas que hacía rato no sentía, tuve que respirar profundamente y volver a centrarme, porque no quería incomodarla con mi mirada, aunque ella no lo notó. Tenía una cintura hermosa y un short negro cortito que dejaba ver sus piernas.
-"Todo bien, te vi ahí y te reconocí rápido, y se que somos del mismo barrio así que..."
-"Muchas gracias, en serio"
El semáforo se pone en verde y arrancamos, comenzamos a charlar sobre nosotros, sobre la vida, a conocernos mientras dure el viaje. A los pocos minutos ya parecía que eramos amigos de toda la vida, nos reíamos, nos dábamos cuenta que teníamos muchas cosas en común, conocíamos a muchas personas, fuimos al mismo colegio, amigos en común que ni nos imaginábamos, y eso nos dio cada vez mas confianza. Ella vivía en unos edificios cerca de la autopista, pero me pidió que la deje a una cuadra para que no la vean bajarse de un auto desconocido, a lo cual accedí, advirtiéndole que se iba a volver a mojar.
-"Mas mojada de lo que estoy imposible jaja" me responde, con una risa sutil.
Apago el auto pero la lluvia no paraba, y le digo si quiere esperar a que baje un poco la intensidad, y me dice que si, que esperemos un rato arriba del auto. Pongo música bajita y continuamos nuestra charla, hasta que interiormente me dije a mi mismo "es ahora o nunca", tomé valor y la besé. Mi corazón palpitaba como nunca, con los nervios de no saber como iba a reaccionar, si me iba a seguir el beso, o si me iba a pegar una cachetada. Para mi sorpresa me siguió el beso, y mas aun, sentí su lengua intentando entrar en mi boca, lo que me calentó muchísimo y me dio a entender que estábamos en la misma sintonía. Los besos empezaron a subir la intensidad, nuestras bocas rebalsaban de saliva, nuestra respiración se agitaba cada vez mas, mis manos recorrieron primero su nuca, la parte trasera de sus orejas, fueron bajando por su cuello, sus hombros, su espalda, su cintura, sus piernas, agarrando firmemente cada parte de su cuerpo. El auto estaba apagado, así que los vidrios se empañaron rápidamente, la noche y la tormenta mantenían a la gente en sus casas, la calle estaba vacía. Mis manos volvieron a subir y le agarré la cintura y luego seguí subiendo hasta uno de sus pechos, lo tomé firmemente haciendo que ella emita un gemido sutil, que mostraba toda su excitación. Seguíamos besándonos apasionadamente mientras yo con una mano la tomaba de la nuca y con la otra le recorría las tetas por dentro del corpiño, sintiendo esos pezones duros, pero ya no por el frío. Le bajo una tira de la musculosa, mientras con mi boca empiezo a recorrer su cuello y sigo bajando, hasta llegar a esa teta, a ese pezón que me volvía loco, se la chupé como hacía tiempo no lo hacía, le pasaba la lengua, la succionada, le mordía el pezón, después le bajo la otra tira de la musculosa y me quedo con esas dos tetas, disfrutándolas, mientras ella también disfrutaba. Después de un rato de ese manjar, empiezo a bajar mi mano hasta su entre pierna pero me frena, me saca la mano y me dice que no puede, que está en sus días. Obviamente acepto el límite pero sigo besándola y acariciando sus pechos y ella empieza a pasar su mano por mi bulto, primero acariciando (o tanteando) y al notar el tamaño y la dureza de mi pene, lo agarra con fuerza por arriba del pantalón y me mira sorprendida unos segundos, para después continuar con los besos. Empieza a buscar abrir mi cinturón hasta lograrlo, desabrocha los botones y rápidamente saca mi verga del pantalón comenzando inmediatamente a pajearme, mientras yo respiraba profundamente y disfrutaba la suavidad de sus manos. EL placer era infinito, sus manos iban desde la base de mi pene hasta la cabeza, subiendo y bajando suavemente, por momentos se detenía a frotar solamente la cabeza mientras yo deliraba de placer.
-"Que pija tan grande y gorda, me encanta" Me dice, con voz suave
-"El tamaño perfecto para esas tetas"
Sin perder tiempo se agacha y me agarra la pija con las tetas, empezando a pajearla como una profesional, me estaba haciendo la mejor turca que me hicieron en la vida.
-"Está muy seca" y le deja caer saliva a mi pija, pero sin chupármela, e inmediatamente la vuelve a poner entre sus tetas, esta vez la paja era mas lubricada. Mi verga estaba que explotaba, necesitaba que me la chupe, sentir esa boca, esa lengua, toda esa saliva, pero ella me estaba haciendo desear, ella sabía que yo quería que me la chupe y estaba jugando con eso. Vuelve a subir y nos seguimos besando mientras ella me pajea con una mano y me agarra los huevos con la otra. Noté su sonrisa pícara, ella sabía lo que yo quería, pero yo no sabía si íbamos a llegar hasta el final, ya que ella no podía recibir lo que yo estaba recibiendo. Intenté meter mi mano en su short, aunque sea para acariciar su clítoris pero ella me volvió a detener. "Tranquila, no te voy a meter nada, solo quiero acariciar arriba" refiriéndome a su clítoris, y metí mi mano esperando no mancharme (para que ella no se incomode), llego y empiezo a masajear suavemente, estaba completamente mojada y larga un gemido contenido que me hace saber que lo está disfrutando. Mientras mas frotaba su clítoris mas me apretaba la verga, y noté que su respiración se acelera cada vez mas, me apretaba la verga cada vez mas y pajeaba mas rápido, yo estaba chupándole las tetas mientras la pajeaba hasta que sus gemidos se intensificaron y noto que se contraen todos sus músculos, mientras para de pajearme pero me apretaba la verga al punto que pensaba que iba a explotar, ella con los ojos apretados y yo seguía frotando hasta que logro hacerla acabar, dejó salir un grito cortito pero fuerte y estaba completamente agitada, yo seguí frotando a pesar de las contracciones y ella me quiere sacar la mano pero la sostuve unos segundos, haciéndole sentir mis dedos ahi abajo. Finalmente saco mi mano, la observo agitada y asombrada.
-"No puedo creer lo rápido que me hiciste acabar"
-"No sabes lo que daría por tenerte en una cama y hacerte todo lo que se me viene a la cabeza"
-"Ah si? que me harías?"
No les voy a decir todo lo que le dije porque eso va a ser parte del próximo relato.
Después de unos segundos de besos, y que ella recupere el aliento me mira fijamente a los ojos, sin decir una sola palabra pero me transmitió lo que yo esperaba, un "te lo ganaste" y me vuelve a agarrar la pija, que ya estaba tan dura que me dolía, la pajea unos segundos, se agacha y se la mete en la boca. En ese momento sentí que toqué el cielo con las manos, el placer era indescriptible, como se movía, como movía la cabeza, la lengua, los labios, como desbordaba de saliva, que caía por el tronco hasta pasar por mis huevos que ella me estaba masajeando mientras me la chupaba. Mi calentura estaba llegando al punto mas alto y le levanto la cabeza, sacandole la pija de la boca y le digo:
-"Esperá, no puedo mas, si seguís así voy a acabar"
Me mira a los ojos, con la boca toda mojada
-"Acabá, llename toda la boca de leche, te lo ganaste"
En ese momento me relajé y disfruté el momento mas que nunca, sin estar alerta de no acabar, ella me la chupaba mientras yo le acariciaba la espalda, parecía una profesional.
Llegó el momento, estaba por acabar, ella lo notó y me agarró con las firmeza los huevos y empezó a mover la cabeza tal cual yo lo necesitaba y pasó, dejé salir toda mi leche dentro de su boca, mientras le agarré la cabeza para guiarla en los movimientos justos para el máximo placer. Me había hecho acabar como hacía tiempo nadie lo hace, y dejé quieta la verga y ella dejó quieta la cabeza pero aun con mi miembro dentro de su boca, sintiendo las palpitaciones y luego como se hacía mas flácida y se comenzaba a achicar lentamente hasta que levantó la cabeza. Me la dejó completamente limpia y ella se tragó hasta la ultima gota, y me la empezó a masajear, como si ella tuviera una adicción a estar en contacto con mi pene.
Yo: -"Fue increíble"
Ella:-"me encantas"
-Nos tenemos que seguir viendo
-Estoy de acuerdo, anotá mi número.
Y pensar que yo estaba yendo a casa después de trabajar y terminé recibiendo el mejor pete de mi vida con semejante minón y nos quedamos en contacto porque todavía teníamos pendiente una (o unas) buena cogida.
La lluvia ya había parado así que se pone un chicle de menta en la boca, me da un beso y se va caminando a su departamento.
Como se pueden imaginar continuamos hablando por teléfono pero eso es para otro relato, en caso de que quieran saber como continúa esta historia.
En ese instante, sin pensarlo y sin perder un solo segundo bajo el vidrio, la miro y le grito "Juli!", ella me mira, intentando reconocerme pero sin éxito. "Soy Pablo, somos amigos en Facebook, vas para el barrio?"- Ella dudaba lógicamente, pero le dije que se fije en la cuenta, que somos amigos, nos cruzamos alguna vez por el barrio, tenemos amigos en común, hasta fuimos al mismo colegio. Después de corroborar esa información en su cuenta, accedió a subirse, ya que la lluvia no paraba y los colectivos no aparecían.
Ella es hermosa, 24 años, morocha, pelo largo, ojos color arena bien claritos, una sonrisa capaz de enamorar a cualquier persona y una mirada tan sensual que te hace olvidar todo lo que pasa a tu alrededor.
-"Hay gracias, hace media hora estaba esperando el colectivo, mirá como estoy, toda mojada"
Me tomé unos segundos para observarla, la imagen era impactante, ella completamente mojada, con una musculosa negra que transparentaba el corpiño, que a la vez dejaba notar sus pezones erectos por el agua fría. Sus pechos eran grandes, naturales, me hicieron sentir tantas cosas que hacía rato no sentía, tuve que respirar profundamente y volver a centrarme, porque no quería incomodarla con mi mirada, aunque ella no lo notó. Tenía una cintura hermosa y un short negro cortito que dejaba ver sus piernas.
-"Todo bien, te vi ahí y te reconocí rápido, y se que somos del mismo barrio así que..."
-"Muchas gracias, en serio"
El semáforo se pone en verde y arrancamos, comenzamos a charlar sobre nosotros, sobre la vida, a conocernos mientras dure el viaje. A los pocos minutos ya parecía que eramos amigos de toda la vida, nos reíamos, nos dábamos cuenta que teníamos muchas cosas en común, conocíamos a muchas personas, fuimos al mismo colegio, amigos en común que ni nos imaginábamos, y eso nos dio cada vez mas confianza. Ella vivía en unos edificios cerca de la autopista, pero me pidió que la deje a una cuadra para que no la vean bajarse de un auto desconocido, a lo cual accedí, advirtiéndole que se iba a volver a mojar.
-"Mas mojada de lo que estoy imposible jaja" me responde, con una risa sutil.
Apago el auto pero la lluvia no paraba, y le digo si quiere esperar a que baje un poco la intensidad, y me dice que si, que esperemos un rato arriba del auto. Pongo música bajita y continuamos nuestra charla, hasta que interiormente me dije a mi mismo "es ahora o nunca", tomé valor y la besé. Mi corazón palpitaba como nunca, con los nervios de no saber como iba a reaccionar, si me iba a seguir el beso, o si me iba a pegar una cachetada. Para mi sorpresa me siguió el beso, y mas aun, sentí su lengua intentando entrar en mi boca, lo que me calentó muchísimo y me dio a entender que estábamos en la misma sintonía. Los besos empezaron a subir la intensidad, nuestras bocas rebalsaban de saliva, nuestra respiración se agitaba cada vez mas, mis manos recorrieron primero su nuca, la parte trasera de sus orejas, fueron bajando por su cuello, sus hombros, su espalda, su cintura, sus piernas, agarrando firmemente cada parte de su cuerpo. El auto estaba apagado, así que los vidrios se empañaron rápidamente, la noche y la tormenta mantenían a la gente en sus casas, la calle estaba vacía. Mis manos volvieron a subir y le agarré la cintura y luego seguí subiendo hasta uno de sus pechos, lo tomé firmemente haciendo que ella emita un gemido sutil, que mostraba toda su excitación. Seguíamos besándonos apasionadamente mientras yo con una mano la tomaba de la nuca y con la otra le recorría las tetas por dentro del corpiño, sintiendo esos pezones duros, pero ya no por el frío. Le bajo una tira de la musculosa, mientras con mi boca empiezo a recorrer su cuello y sigo bajando, hasta llegar a esa teta, a ese pezón que me volvía loco, se la chupé como hacía tiempo no lo hacía, le pasaba la lengua, la succionada, le mordía el pezón, después le bajo la otra tira de la musculosa y me quedo con esas dos tetas, disfrutándolas, mientras ella también disfrutaba. Después de un rato de ese manjar, empiezo a bajar mi mano hasta su entre pierna pero me frena, me saca la mano y me dice que no puede, que está en sus días. Obviamente acepto el límite pero sigo besándola y acariciando sus pechos y ella empieza a pasar su mano por mi bulto, primero acariciando (o tanteando) y al notar el tamaño y la dureza de mi pene, lo agarra con fuerza por arriba del pantalón y me mira sorprendida unos segundos, para después continuar con los besos. Empieza a buscar abrir mi cinturón hasta lograrlo, desabrocha los botones y rápidamente saca mi verga del pantalón comenzando inmediatamente a pajearme, mientras yo respiraba profundamente y disfrutaba la suavidad de sus manos. EL placer era infinito, sus manos iban desde la base de mi pene hasta la cabeza, subiendo y bajando suavemente, por momentos se detenía a frotar solamente la cabeza mientras yo deliraba de placer.
-"Que pija tan grande y gorda, me encanta" Me dice, con voz suave
-"El tamaño perfecto para esas tetas"
Sin perder tiempo se agacha y me agarra la pija con las tetas, empezando a pajearla como una profesional, me estaba haciendo la mejor turca que me hicieron en la vida.
-"Está muy seca" y le deja caer saliva a mi pija, pero sin chupármela, e inmediatamente la vuelve a poner entre sus tetas, esta vez la paja era mas lubricada. Mi verga estaba que explotaba, necesitaba que me la chupe, sentir esa boca, esa lengua, toda esa saliva, pero ella me estaba haciendo desear, ella sabía que yo quería que me la chupe y estaba jugando con eso. Vuelve a subir y nos seguimos besando mientras ella me pajea con una mano y me agarra los huevos con la otra. Noté su sonrisa pícara, ella sabía lo que yo quería, pero yo no sabía si íbamos a llegar hasta el final, ya que ella no podía recibir lo que yo estaba recibiendo. Intenté meter mi mano en su short, aunque sea para acariciar su clítoris pero ella me volvió a detener. "Tranquila, no te voy a meter nada, solo quiero acariciar arriba" refiriéndome a su clítoris, y metí mi mano esperando no mancharme (para que ella no se incomode), llego y empiezo a masajear suavemente, estaba completamente mojada y larga un gemido contenido que me hace saber que lo está disfrutando. Mientras mas frotaba su clítoris mas me apretaba la verga, y noté que su respiración se acelera cada vez mas, me apretaba la verga cada vez mas y pajeaba mas rápido, yo estaba chupándole las tetas mientras la pajeaba hasta que sus gemidos se intensificaron y noto que se contraen todos sus músculos, mientras para de pajearme pero me apretaba la verga al punto que pensaba que iba a explotar, ella con los ojos apretados y yo seguía frotando hasta que logro hacerla acabar, dejó salir un grito cortito pero fuerte y estaba completamente agitada, yo seguí frotando a pesar de las contracciones y ella me quiere sacar la mano pero la sostuve unos segundos, haciéndole sentir mis dedos ahi abajo. Finalmente saco mi mano, la observo agitada y asombrada.
-"No puedo creer lo rápido que me hiciste acabar"
-"No sabes lo que daría por tenerte en una cama y hacerte todo lo que se me viene a la cabeza"
-"Ah si? que me harías?"
No les voy a decir todo lo que le dije porque eso va a ser parte del próximo relato.
Después de unos segundos de besos, y que ella recupere el aliento me mira fijamente a los ojos, sin decir una sola palabra pero me transmitió lo que yo esperaba, un "te lo ganaste" y me vuelve a agarrar la pija, que ya estaba tan dura que me dolía, la pajea unos segundos, se agacha y se la mete en la boca. En ese momento sentí que toqué el cielo con las manos, el placer era indescriptible, como se movía, como movía la cabeza, la lengua, los labios, como desbordaba de saliva, que caía por el tronco hasta pasar por mis huevos que ella me estaba masajeando mientras me la chupaba. Mi calentura estaba llegando al punto mas alto y le levanto la cabeza, sacandole la pija de la boca y le digo:
-"Esperá, no puedo mas, si seguís así voy a acabar"
Me mira a los ojos, con la boca toda mojada
-"Acabá, llename toda la boca de leche, te lo ganaste"
En ese momento me relajé y disfruté el momento mas que nunca, sin estar alerta de no acabar, ella me la chupaba mientras yo le acariciaba la espalda, parecía una profesional.
Llegó el momento, estaba por acabar, ella lo notó y me agarró con las firmeza los huevos y empezó a mover la cabeza tal cual yo lo necesitaba y pasó, dejé salir toda mi leche dentro de su boca, mientras le agarré la cabeza para guiarla en los movimientos justos para el máximo placer. Me había hecho acabar como hacía tiempo nadie lo hace, y dejé quieta la verga y ella dejó quieta la cabeza pero aun con mi miembro dentro de su boca, sintiendo las palpitaciones y luego como se hacía mas flácida y se comenzaba a achicar lentamente hasta que levantó la cabeza. Me la dejó completamente limpia y ella se tragó hasta la ultima gota, y me la empezó a masajear, como si ella tuviera una adicción a estar en contacto con mi pene.
Yo: -"Fue increíble"
Ella:-"me encantas"
-Nos tenemos que seguir viendo
-Estoy de acuerdo, anotá mi número.
Y pensar que yo estaba yendo a casa después de trabajar y terminé recibiendo el mejor pete de mi vida con semejante minón y nos quedamos en contacto porque todavía teníamos pendiente una (o unas) buena cogida.
La lluvia ya había parado así que se pone un chicle de menta en la boca, me da un beso y se va caminando a su departamento.
Como se pueden imaginar continuamos hablando por teléfono pero eso es para otro relato, en caso de que quieran saber como continúa esta historia.
7 comentarios - Me la encontré bajo la lluvia