Todavía estaba intentando que mi rendimiento académicosea bueno y me esforzaba para que eso sucediera, aunque había un profesor que teníaen varias asignaturas que yo creía sinceramente que me odiaba porque no medejaba pasar el más mínimo detalle en nada, me trataba mal en las clases y mecalificaba por debajo siempre en cada evaluación que tenía con él. A mí me parecíaextraño porque yo me esforzaba por llegar al límite en cada examen que teníacon él y nada alcanzaba, el problema era solo con él porque en todo lo demas meiba a bien y eso era lo que más me llamaba la atención, era muy raro no podercumplir con las expectativas de aquel hombre, para colmo de males era el jefede varias asignaturas que tenía y eso complicaba más las cosas, realmente laestaba pasando mal para cuando ya había probado de todo con él. En mi desesperaciónya había intentado incluso hablar varias veces con él, en clase y por privado,pero nada servía, además nadie me ayuda con mi problema por el mismo motivo,todo el mundo le tenía miedo y claro, un hombre de 59 años y de unos 1,87metros de altura mete miedo a cualquiera y si a eso le sumamos el poder que teníapara adentro de la institución era el combo completo, su aspecto rudo y sucuerpo fortalecido por el cuidado cotidiano eran también condicionantes para quenadie se animara a acercarse, incluso los ayudantes de la catedra le teníantemor.
Yo de igual modo me acercaba, él siempre memiraba de abajo hacia arriba porque como ya he contado a mi desde siempre megusto vestirme de un modo dentro de todo femenino o delicado, suelto de ropapero que también se vieran mis atributos, nunca tuve problemas con mi cuerpo,pero él me miraba como si fuera un bicho raro, lo cual sinceramente no meimportaba demasiado. Esta historia tiene muchos detalles, pero la estoycontando lo mejor que puedo para no comprometer a nadie, sorry.
Nada funcionaba entonces, no me podía acercar alhasta que un día lo esperé temprano en el estacionamiento de los profesores ycuando lo vi llegar en un deportivo nuevo me subí a su automóvil sin preguntar,él se sorprendió y casi inmediatamente se enfureció conmigo, levanto su manopara pegarme quizás y cuando yo quise soltar unas palabras con mi boca no mesalieron y en cambio comencé a llorar, misteriosamente eso hizo que el bajarala guardia y se quedara un rato mirándome, bajando sus pulsaciones, su mano,incluso quitándose el enojo de encima simplemente para contemplarme sin hacernada, estuvimos un rato más ahí en silencio en donde ninguno de los dos hacianada hasta que de repente pude hablar:
¿Porque me trata así profesor? Nunca cubro susexpectativas y me duele, porque me esfuerzo mucho. Necesito que me lo expliquey deje de ignorarme.
A lo que él me contesto:
Siento mucho deseo de tenerte y cuando te tengocerca eso se vuelve incontrolable, cada vez que te veo me muero por vos y no melo permito, sinceramente pienso en vos todo el tiempo y sé que está mal, perono puedo evitar y por eso te trato como te trato en público.
Yo no podía creer lo que me estaba contando y másme confundió cuando con su mano seco mis lágrimas, las que aun corrían por mirostro.
Luego de un momento más en silencio le respondía lo que él había dicho, aun sorprendido, pero con otro sentimiento en micuerpo:
¿Porque no podemos hacer lo que sentimos quedebemos hacer?
Lo mire y me acerque más hacia él, hacia suboca y deje que él, luego de unos minutos mirándome inexpresivo, me besara. Fueuno de los besos más ricos que recibí en mucho tiempo, su boca sabia a tabaco ychocolate con algún toque de whisky.
Sinceramente en ese momento ya no sé si actuabapor sentimiento, para resolver el problema o simplemente era porque cada vez esmi vida era más puta en general, pero ya no me importaba, estaba en el automóvildel profesor con el que peor me llevaba en toda la facultad, nos estábamos besandoy él ya jugaba con mi cuerpo desnudándome de a poco, él estaba vestido eleganteasí que deje que él se desvistiera, pidió tratarme todo el tiempo como mujer,mientras él se desvestía solo de la cintura para abajo yo ya estaba casicompletamente desnuda y la ropa que aun traía puesta estaba completamentedesordenada sobre mí.
Acomodo el asiento delantero del vehículo y me recostésobre su cuerpo, comencé a besarlo apasionadamente mientras él seguía tomándomedel culo ahora ya desnudo por completo, como ya mencione su torso todavía estabacubierto por su hermosa ropa pero de la cintura para abajo estaba desnudo conel pantalón en los suelos, su pene ya erecto rosaba todo mi cuerpo hasta debajodel pecho y estaba caliente, fuerte, venoso, tenía muchas ganas de comérmelo paracuando me acomode de nuevo en el asiento del acompañante y se lo devore, solotardo unos segundos en pasar de la timidez al dominio casi absoluto de la situacióncuando me tomo de la cabeza y me guio para comérmelo a su gusto, primero muydespacio desde la punta hacia abajo con la lengua y luego de saborearlo bienmeterlo por completo en mi boca que ya salivaba a mas no poder del sabor quecomenzaba a invadirme. Su semen apareció bastante más rápido de lo que acostumbro,pero no me importo, su miembro en mi boca derramando su miel mientras yo lomiraba desde mi lugar de sumisa dominada claramente le fascinaba, en esemomento se sentía el más macho del mundo y cuando su pene no entraba en mi bocay había que forzarlo con sus manos más aún.
Me dijo que ya quería cogerme y al momento subípara volver a besarlo, creí que no iba a querer porque ya su semen había estadoen mi boca, pero no tuvo problemas con eso, lo mire de frente ya a la mismaaltura y tome su pene con mi mano antes de guiarlo para que entrara dentro mío,tener al profesor por el que más llore y más odio en ese tiempo fue una sensaciónextraña que con el tiempo acepte. Su dominancia cada vez era mayor y ya me cogíacomo a su puta de toda la vida tomándome del culo y rompiendo mis caderas encontra de su cuerpo, su pene entraba y salía de mi cuerpo cada vez con másnaturalidad y nuestros fluidos ya caían sobre el vehículo, pero parecía que nole importaba nada y a mi menos. Me tomo del cuello y me giro sobre mi propiocuerpo quedando de espaldas a él, sentado en su falta, araño mi espalda con susfuertes dedos y me recostó de nuevo sobre su pecho, su pene nunca salió de micuerpo solo que ahora me cogía mientras yo con mi cabeza hacia un costado lobesaba mientras el con una mano guiaba mis caderas y con la otra presionabafuertemente mis tetas.
Acabo nuevamente, esta vez en mi cola, quería seguiry yo lo notaba porque su respiración estaba descontrolada, pero para cuando nosquisimos dar cuenta ya el estacionamiento estaba lleno de automóviles, másgente y el horario de clases ya se acercaba. Nos quedamos un rato ahí,descansando, tomando aire, limpiándonos, vistiéndonos y acomodándonos la ropaporque quedamos de acuerdo en que no íbamos a decir nada a nadie para nometernos en problemas, cuando en realidad el mayor de los problemas los iba atener el sin dudas, le pregunte si iba a tratarme mejor de ahora en más y medijo que si, que lo iba a intentar al menos, pero también me dijo que él queríaseguir teniéndome para él, no estaba dispuesto a negociar con eso por lo queacepte sin problemas, todo sea por ir mejor en clases.
Yo de igual modo me acercaba, él siempre memiraba de abajo hacia arriba porque como ya he contado a mi desde siempre megusto vestirme de un modo dentro de todo femenino o delicado, suelto de ropapero que también se vieran mis atributos, nunca tuve problemas con mi cuerpo,pero él me miraba como si fuera un bicho raro, lo cual sinceramente no meimportaba demasiado. Esta historia tiene muchos detalles, pero la estoycontando lo mejor que puedo para no comprometer a nadie, sorry.
Nada funcionaba entonces, no me podía acercar alhasta que un día lo esperé temprano en el estacionamiento de los profesores ycuando lo vi llegar en un deportivo nuevo me subí a su automóvil sin preguntar,él se sorprendió y casi inmediatamente se enfureció conmigo, levanto su manopara pegarme quizás y cuando yo quise soltar unas palabras con mi boca no mesalieron y en cambio comencé a llorar, misteriosamente eso hizo que el bajarala guardia y se quedara un rato mirándome, bajando sus pulsaciones, su mano,incluso quitándose el enojo de encima simplemente para contemplarme sin hacernada, estuvimos un rato más ahí en silencio en donde ninguno de los dos hacianada hasta que de repente pude hablar:
¿Porque me trata así profesor? Nunca cubro susexpectativas y me duele, porque me esfuerzo mucho. Necesito que me lo expliquey deje de ignorarme.
A lo que él me contesto:
Siento mucho deseo de tenerte y cuando te tengocerca eso se vuelve incontrolable, cada vez que te veo me muero por vos y no melo permito, sinceramente pienso en vos todo el tiempo y sé que está mal, perono puedo evitar y por eso te trato como te trato en público.
Yo no podía creer lo que me estaba contando y másme confundió cuando con su mano seco mis lágrimas, las que aun corrían por mirostro.
Luego de un momento más en silencio le respondía lo que él había dicho, aun sorprendido, pero con otro sentimiento en micuerpo:
¿Porque no podemos hacer lo que sentimos quedebemos hacer?
Lo mire y me acerque más hacia él, hacia suboca y deje que él, luego de unos minutos mirándome inexpresivo, me besara. Fueuno de los besos más ricos que recibí en mucho tiempo, su boca sabia a tabaco ychocolate con algún toque de whisky.
Sinceramente en ese momento ya no sé si actuabapor sentimiento, para resolver el problema o simplemente era porque cada vez esmi vida era más puta en general, pero ya no me importaba, estaba en el automóvildel profesor con el que peor me llevaba en toda la facultad, nos estábamos besandoy él ya jugaba con mi cuerpo desnudándome de a poco, él estaba vestido eleganteasí que deje que él se desvistiera, pidió tratarme todo el tiempo como mujer,mientras él se desvestía solo de la cintura para abajo yo ya estaba casicompletamente desnuda y la ropa que aun traía puesta estaba completamentedesordenada sobre mí.
Acomodo el asiento delantero del vehículo y me recostésobre su cuerpo, comencé a besarlo apasionadamente mientras él seguía tomándomedel culo ahora ya desnudo por completo, como ya mencione su torso todavía estabacubierto por su hermosa ropa pero de la cintura para abajo estaba desnudo conel pantalón en los suelos, su pene ya erecto rosaba todo mi cuerpo hasta debajodel pecho y estaba caliente, fuerte, venoso, tenía muchas ganas de comérmelo paracuando me acomode de nuevo en el asiento del acompañante y se lo devore, solotardo unos segundos en pasar de la timidez al dominio casi absoluto de la situacióncuando me tomo de la cabeza y me guio para comérmelo a su gusto, primero muydespacio desde la punta hacia abajo con la lengua y luego de saborearlo bienmeterlo por completo en mi boca que ya salivaba a mas no poder del sabor quecomenzaba a invadirme. Su semen apareció bastante más rápido de lo que acostumbro,pero no me importo, su miembro en mi boca derramando su miel mientras yo lomiraba desde mi lugar de sumisa dominada claramente le fascinaba, en esemomento se sentía el más macho del mundo y cuando su pene no entraba en mi bocay había que forzarlo con sus manos más aún.
Me dijo que ya quería cogerme y al momento subípara volver a besarlo, creí que no iba a querer porque ya su semen había estadoen mi boca, pero no tuvo problemas con eso, lo mire de frente ya a la mismaaltura y tome su pene con mi mano antes de guiarlo para que entrara dentro mío,tener al profesor por el que más llore y más odio en ese tiempo fue una sensaciónextraña que con el tiempo acepte. Su dominancia cada vez era mayor y ya me cogíacomo a su puta de toda la vida tomándome del culo y rompiendo mis caderas encontra de su cuerpo, su pene entraba y salía de mi cuerpo cada vez con másnaturalidad y nuestros fluidos ya caían sobre el vehículo, pero parecía que nole importaba nada y a mi menos. Me tomo del cuello y me giro sobre mi propiocuerpo quedando de espaldas a él, sentado en su falta, araño mi espalda con susfuertes dedos y me recostó de nuevo sobre su pecho, su pene nunca salió de micuerpo solo que ahora me cogía mientras yo con mi cabeza hacia un costado lobesaba mientras el con una mano guiaba mis caderas y con la otra presionabafuertemente mis tetas.
Acabo nuevamente, esta vez en mi cola, quería seguiry yo lo notaba porque su respiración estaba descontrolada, pero para cuando nosquisimos dar cuenta ya el estacionamiento estaba lleno de automóviles, másgente y el horario de clases ya se acercaba. Nos quedamos un rato ahí,descansando, tomando aire, limpiándonos, vistiéndonos y acomodándonos la ropaporque quedamos de acuerdo en que no íbamos a decir nada a nadie para nometernos en problemas, cuando en realidad el mayor de los problemas los iba atener el sin dudas, le pregunte si iba a tratarme mejor de ahora en más y medijo que si, que lo iba a intentar al menos, pero también me dijo que él queríaseguir teniéndome para él, no estaba dispuesto a negociar con eso por lo queacepte sin problemas, todo sea por ir mejor en clases.
2 comentarios - Tuve serios problemas con un profesor de la facultad