Buenos días mis amigas y amigos, les traigo otro relato, este es de hace año y medio, pero el comienzo fue junto con la pandemia, en México suspendidos labores en el mes de marzo de 2020, por lo tanto tenía mucho tiempo libre, comencé a pasar más tiempo en redes sociales y a retomar contacto con amigas, una de ellas, que llamaremos Cristina, 1.58, muy delgada, con senos bien formados, nalgas paraditas y abdomen plano, si bien no hacía mucho ejercicio tenía muy buena figura pero resaltaba más sus pechos, que al ser tan delgada se notaban más grandes. Hace algunos años atrás fuimos novios en tres ocasiones pero a pesar de llevarnos muy bien como amigos, los celos extremos y lo posesiva que era nos separó.
Ella recién un año antes de la pandemia se había mudado a un departamento de roomies, vivía con una chica y un chico, los tres compañeros de trabajo, al momento de la pandemia ella ya tenía una relación con su compañero al que llamaremos Miguel, el con 34 años y ella con 30. Miguel consiguió un nuevo empleo online y comenzó a buscar un departamento para comprar, pero su trabajo le quitaba demasiado tiempo, Cristina estaba emocionada por irse a vivir con el, pero frustrada por el poco tiempo que tenían para pasar el rato e incluso para intimar, el cansancio tampoco lo ayudaba así que de coger diario, pasaron a tener sexo una o dos veces por quincena.
Ahí es donde ella al retomar comunicación conmigo, me cuenta sus problemas y al conocernos tan bien, me empieza a contar lo caliente que estaba y el poco sexo que tenía, llegó el momento en que ya no se quitaba bien las ganas al masturbarse y tener un hombre en su cama, dormido y sin energía para el sexo la orillo a tirarme la onda, no era algo nuevo, nosotros a pesar de haber terminado, cada que salíamos terminábamos con nuestras sesiones de sexo, muy rico por cierto, ella al ser tan delgada y flexible podíamos intentar muchas posiciones y en fin, lo disfrutábamos mucho, siempre lo hacíamos sin protección, pero salvo un par de ocasiones que pidió terminará dentro, siempre se los daba en sus hermosos pechos, en su boca y carita de niña buena o en su pubis peludito pero bien arreglado o en su apretado ano.
El sex chat pronto se dio y así estuvimos por los primeros tres o cuatro meses de la pandemia, cuando el gobierno dio luz verde a reuniones pequeñas, nosotros decidimos hacer la reunión de mi verga y su vagina, eal principio lo hacíamos una o dos veces por semana, pero fueron incrementando en tiempo y a su vez, en repeticiones, apenas recuperaba la erección se lo volvía a meter y si empezaba a tardar en ponerse duro, ella me lo mamaba hasta tener la rigidez para meterlo de nuevo.
Fue entonces cuando me dijo que su novio, tenía ya aprobado el crédito para su departamento y ya estaba en trámites para que le entregaran uno, el problema era que estaba aún más lejos de mi departamento, pensé entonces que nuestros encuentros ose reducirían o peor, cesarian por completo, pero no fue así, el seguía con mucho trabajo y aún menos tiempo libre para ella pero le pidió tener un hijo, el primer trimestre nos vimos poco porque lo estaban intentando y ella aprovechaba nuestros chats calientes para estar húmeda y lista para el sexo rápido que tenía con el, pero no sucedía, no podía embarazarse y ella empezó a pensar que el no podía tener hijos o que el mal sexo era la razón, fue cuando me dijo que necesitaba que la ayudara, si bien no estaba enterado el novio, debió sospechar cuando su chica tenía menos ganas o incluso creo que se llegó a dar cuenta, al final la dejaba siempre bien llena de mi semen, así fue como comenzó la competencia.
Cristina cada vez pedía menos sexo con el pero seguía recibiendo su semilla en cada ocasión que lo hacían y al menos dos veces a la semana, yo la llenaba de mi primer carga en su vagina, la segunda y tercera ya las repartía entre su boca y su ano. No se bien como era cuando cogía con el, pero al menos conmigo cada vez era más desatada, gritaba que la cogiera duro, que le diera más leche y que la dejara embarazada, lo que me hacía estallar era cuando gritaba dame un bebé y que mi wey lo mantenga.
Un par de meses paso, me mandó una foto de la primer prueba positiva de embarazo y ese mismo día nos vimos, fuimos a un laboratorio y se hizo la prueba de sangre. El resultado final lo entregarían al otro día, ella feliz como recién casada y yo preocupado, no por tener un hijo sino porque ya no íbamos a tener sexo porque ya tenía lo que quería, entonces le sugerí ir a un hotel a reafirmar ese embarazó, ella feliz y emocionada me dijo que si, inmediatamente nos dirigimos al hotel y lo que pasó ahí, se los cuento en el próximo relato.
Ella recién un año antes de la pandemia se había mudado a un departamento de roomies, vivía con una chica y un chico, los tres compañeros de trabajo, al momento de la pandemia ella ya tenía una relación con su compañero al que llamaremos Miguel, el con 34 años y ella con 30. Miguel consiguió un nuevo empleo online y comenzó a buscar un departamento para comprar, pero su trabajo le quitaba demasiado tiempo, Cristina estaba emocionada por irse a vivir con el, pero frustrada por el poco tiempo que tenían para pasar el rato e incluso para intimar, el cansancio tampoco lo ayudaba así que de coger diario, pasaron a tener sexo una o dos veces por quincena.
Ahí es donde ella al retomar comunicación conmigo, me cuenta sus problemas y al conocernos tan bien, me empieza a contar lo caliente que estaba y el poco sexo que tenía, llegó el momento en que ya no se quitaba bien las ganas al masturbarse y tener un hombre en su cama, dormido y sin energía para el sexo la orillo a tirarme la onda, no era algo nuevo, nosotros a pesar de haber terminado, cada que salíamos terminábamos con nuestras sesiones de sexo, muy rico por cierto, ella al ser tan delgada y flexible podíamos intentar muchas posiciones y en fin, lo disfrutábamos mucho, siempre lo hacíamos sin protección, pero salvo un par de ocasiones que pidió terminará dentro, siempre se los daba en sus hermosos pechos, en su boca y carita de niña buena o en su pubis peludito pero bien arreglado o en su apretado ano.
El sex chat pronto se dio y así estuvimos por los primeros tres o cuatro meses de la pandemia, cuando el gobierno dio luz verde a reuniones pequeñas, nosotros decidimos hacer la reunión de mi verga y su vagina, eal principio lo hacíamos una o dos veces por semana, pero fueron incrementando en tiempo y a su vez, en repeticiones, apenas recuperaba la erección se lo volvía a meter y si empezaba a tardar en ponerse duro, ella me lo mamaba hasta tener la rigidez para meterlo de nuevo.
Fue entonces cuando me dijo que su novio, tenía ya aprobado el crédito para su departamento y ya estaba en trámites para que le entregaran uno, el problema era que estaba aún más lejos de mi departamento, pensé entonces que nuestros encuentros ose reducirían o peor, cesarian por completo, pero no fue así, el seguía con mucho trabajo y aún menos tiempo libre para ella pero le pidió tener un hijo, el primer trimestre nos vimos poco porque lo estaban intentando y ella aprovechaba nuestros chats calientes para estar húmeda y lista para el sexo rápido que tenía con el, pero no sucedía, no podía embarazarse y ella empezó a pensar que el no podía tener hijos o que el mal sexo era la razón, fue cuando me dijo que necesitaba que la ayudara, si bien no estaba enterado el novio, debió sospechar cuando su chica tenía menos ganas o incluso creo que se llegó a dar cuenta, al final la dejaba siempre bien llena de mi semen, así fue como comenzó la competencia.
Cristina cada vez pedía menos sexo con el pero seguía recibiendo su semilla en cada ocasión que lo hacían y al menos dos veces a la semana, yo la llenaba de mi primer carga en su vagina, la segunda y tercera ya las repartía entre su boca y su ano. No se bien como era cuando cogía con el, pero al menos conmigo cada vez era más desatada, gritaba que la cogiera duro, que le diera más leche y que la dejara embarazada, lo que me hacía estallar era cuando gritaba dame un bebé y que mi wey lo mantenga.
Un par de meses paso, me mandó una foto de la primer prueba positiva de embarazo y ese mismo día nos vimos, fuimos a un laboratorio y se hizo la prueba de sangre. El resultado final lo entregarían al otro día, ella feliz como recién casada y yo preocupado, no por tener un hijo sino porque ya no íbamos a tener sexo porque ya tenía lo que quería, entonces le sugerí ir a un hotel a reafirmar ese embarazó, ella feliz y emocionada me dijo que si, inmediatamente nos dirigimos al hotel y lo que pasó ahí, se los cuento en el próximo relato.
0 comentarios - Quién la embaraza primero?