Durante ya un tiempo considerable he sido criticada por mis amigas. Mi forma de vestir jovial no es bien vista. Y es que ya estoy grande por así decirlo. Tengo 58 años. Mi cuerpo es delgado y normal como de una joven. Unas tetas normales como de manzanas y malvas Bueno ya no tan bien pero en su lugar. Lo qué pasa es que siempre he cuidado mi piel y he hecho ejercicio por eso estoy algo conservada. Sin embargo mis amigas de mi misma edad no. No las culpo la verdad la genética no es buena para todos. Por eso yo me sigo sintiendo bien conmigo y me decido vestir más bien jovial.
Esta vez no fue la excepción. Acompañe a un amigo a un torneo. Es un juego raro que no entiendo pero él me explicaba cosas. Fui vestida de falda algo rota y encima de la rodilla. Una blusa blanca y mi sostén blanco. Mi cabello corto y mi piel blanca deben hacerme ver a primera vista más joven. Mis piernas blancas aún se conservan algo fuertes por el ejercicio pero con un poco de estrías.
Noté que había muchos jóvenes. La mayoría de esos como nerds. Pero también había gente grande y las varias categorías estaban mezcladas. Cuando llegamos me empezó a explicar muchas cosas y de pronto entre las varias vueltas vi a un joven negro que no me quitaba la vista de encima. Bueno si, disimulaba. Pero ya una mujer como yo sabía lo que significaba.
Pasaron unas tres rondas y notaba como desde lejos el joven casi me comía la vista. De inmediato me sentí muy halaga que un joven me mirara. En eso me di cuenta de que no había estado nunca con negro decidí darme una vuelta por el resto el enorme salón para quitarme esos pensamientos. Fui inútil
Después de varios minutos me encontré mirando las partidas de los principiantes y a mi lado se acerco. Me dijo con su gran sonrisa que se llamaba Marco y me dijo que si acompañaba a su esposo. Yo le dije que si algo nerviosa. Una nunca sabe con quien se mete. En ese momento sin esperar me dijo que le parecería muy linda y guapa. Yo le respondí que también el a mi. Me dijo que no esperara que me ofendiera y que si me negaba no había problema. Me da una hoja en blanco con algo dentro. Yo la intento abrir y de inmediato me doy cuenta de que es un condon. Debió ver mi sorpresa pero actúo con normalidad y me corta mis pensamientos. Hay una sala de gimnasia detrás y no hay nadie.
Lo mire varios segundos y debí ponerlo nervioso, estaba apunto de decirme algo. Le pregunté cuanto faltaba para terminar la ronda. Me dijo que media hora. Acepte y lo fui siguiendo bastante de lejos. Mire cómo se metía por una puerta de mantenimiento y en el pasillo me aseguraré que no hubiera nadie. Tontamente fingí estar hablando por teléfono. Tarde algunos minutos y fui detrás de él.
Al llegar me empezó a besar. Pude sentir su cuerpo firme y fuerte. No era musculoso pero estaba en forma. Sus manos empezaron a tocar mis senos y después mis nalgas. Yo hacía lo mismo con el lo tocaba todo, sus hombros, su espalda, su rostro, sus nalgas y después empecé a bajar mi mano y sentí su miembro. Di un respingo me sorprendí y lo mire. Sentí como si tocara un tubo de desodorante el se rio y me tomo del cabello y me arrodillo, me sorprendió después que no pusiera resistencia.
Desabroche sus jeans y lo baje con todo y bóxer. Madre mía ahí vi la verga más grande de toda mi vida y no estaba toda parada. Negra, venosa medió parada. La tome con mis dos manos y empecé a mamar. Olía fuerte y así sabía. A hombre. Iba creciendo otro poco más hasta que un trozo más salió de mis dos manos y las abrió, no podía rodearla y mi boca apenas alcanzaba a comer su gran cabeza. Estaba toda húmeda y solo chupaba y chupaba por todos lados, por su cabeza, por los lados, sus huevos ese olor a macho me hacía perder la consciencia. El gemía y me decía que no esperaba una mamada como esa.
Me tomo el cabello y empezó a follarme la boca. Qué delicia nunca me habían hecho eso en toda mi vida. Me sentí tan usada. Ese trozo de carne entraba y salía de mi boca y yo tenía sus nalgas en mis manos y por un momento no sabía si era el quien empujaba o yo. Saque el condón de mi bolsa y se lo puse. Dios que verga tan rica se veía.
Me levanto sin esfuerzo, me inclino contra una mesa y me bajo las bragas. Sentí como coloco su gran cabeza y entró sin dificultad su cabeza pero inevitable solté un grito. El me tapo la boca y empezó a deslizar poco a poco el resto de su verga. Años de no follar ! Sentía como me abría poco a poco. Tuve un orgasmos. Me corrí ahí. El me sostuvo y me puso encima de la mes. Mis piernas aún no respondían. Las abrió temblorosas y se puso en medio y ahí vi ese gran mástil entrando. El condón lleno de mi corrida. Esa verga entrando poco a poco y y su cara de placer me mataban. Empezó a entrar y salir más rápido más fuerte. Sus huevos mojados chocaban contra mis nalgas. El seguía embistiendo tuve que decirle que más despacio o me iba a romper. Solo repondió dio que eso quería.
Empezó más rápido con la misma virilidad y el gruñía y me vine de nuevo solo que esta vez no se detuvo. Se me nubló la vista y mi cuerpo estaba siendo empujado por ese animal pero yo sentía tanto placer. Cuando me recupere unos dos minutos o más quizá lo empuje.
Me arrodillé y le quite el condón y le empecé a hacer una mamada sin despegarme de es fuente de leche. Se la jalaba delicioso, apreté un poco mi mano a la vez que sentía sus venas
Y mi boca rodé a su glande y mi lengua jugaba con los bordes de su gran cabeza. Chupaba y hacía sonidos, no dejaba de gemir y se me salió decirle cosas. Qué vergota, que delicia de carne me carne. En eso sentí abundantes chorros de leche llenar mi boca y se ma cayeron un par. El resto lo trague.
Tomo su verga y la golpeó contra mi cara aún con residuos de su néctar de macho. Se guardo la verga me dio algo de papel que tenía en su bolsa. Nos vestimos de nuevo. Cómplices salió el primero y después yo. No sin antes limpiarme y remover una mancha de mi falda negra. Ahí me di cuenta que no podía caminar bien. Me temblaban y sentía muy débiles mis piernas. Ya no tengo la edad para coger de esa forma. Pero fui delicioso.
El resto del torneo me la pase casi sentada recuperándome. Iba a verlo y sonreiría. Mi amigo me pregunto qué si lo conocía y le dije que si. Qué era un nieto de una amiga jajaja.
Después de nuevo me sorprendí porque una señora se acerco a mi. Vaya no hubiera pensando que a su edad aguantara tanto. Me dijo una señora de buen ver.
— perdón ?
— si que vi entro al salón de gimnasia con ese joven negro y vaya como la hizo a usted.
— pues no se a qué se refiere señora. =
— vamos señora si la veo caminar se ve que la atendieron bien. Pero no se preocupe no diré nada solo quiero saber cómo es.
— pues , en ese caso algo que debes probar
— y ahí abajo ?
— necesitarás mas que tus manos y dar tragos grandes hija.
Me levante como pude y me fui al auto a descansar. No dejaba de pensar en lo de hace rato. Ahí estaba atestiguando La Mancha blanca.
Decidí dejar todo por La Paz. Pero todo el tiempo me dieron ganas de pedirle su teléfono. Yo creo que a él también pero cuando se iba acercar le hacía la seña de que no. Entendió y ya no insistió.
Esta vez no fue la excepción. Acompañe a un amigo a un torneo. Es un juego raro que no entiendo pero él me explicaba cosas. Fui vestida de falda algo rota y encima de la rodilla. Una blusa blanca y mi sostén blanco. Mi cabello corto y mi piel blanca deben hacerme ver a primera vista más joven. Mis piernas blancas aún se conservan algo fuertes por el ejercicio pero con un poco de estrías.
Noté que había muchos jóvenes. La mayoría de esos como nerds. Pero también había gente grande y las varias categorías estaban mezcladas. Cuando llegamos me empezó a explicar muchas cosas y de pronto entre las varias vueltas vi a un joven negro que no me quitaba la vista de encima. Bueno si, disimulaba. Pero ya una mujer como yo sabía lo que significaba.
Pasaron unas tres rondas y notaba como desde lejos el joven casi me comía la vista. De inmediato me sentí muy halaga que un joven me mirara. En eso me di cuenta de que no había estado nunca con negro decidí darme una vuelta por el resto el enorme salón para quitarme esos pensamientos. Fui inútil
Después de varios minutos me encontré mirando las partidas de los principiantes y a mi lado se acerco. Me dijo con su gran sonrisa que se llamaba Marco y me dijo que si acompañaba a su esposo. Yo le dije que si algo nerviosa. Una nunca sabe con quien se mete. En ese momento sin esperar me dijo que le parecería muy linda y guapa. Yo le respondí que también el a mi. Me dijo que no esperara que me ofendiera y que si me negaba no había problema. Me da una hoja en blanco con algo dentro. Yo la intento abrir y de inmediato me doy cuenta de que es un condon. Debió ver mi sorpresa pero actúo con normalidad y me corta mis pensamientos. Hay una sala de gimnasia detrás y no hay nadie.
Lo mire varios segundos y debí ponerlo nervioso, estaba apunto de decirme algo. Le pregunté cuanto faltaba para terminar la ronda. Me dijo que media hora. Acepte y lo fui siguiendo bastante de lejos. Mire cómo se metía por una puerta de mantenimiento y en el pasillo me aseguraré que no hubiera nadie. Tontamente fingí estar hablando por teléfono. Tarde algunos minutos y fui detrás de él.
Al llegar me empezó a besar. Pude sentir su cuerpo firme y fuerte. No era musculoso pero estaba en forma. Sus manos empezaron a tocar mis senos y después mis nalgas. Yo hacía lo mismo con el lo tocaba todo, sus hombros, su espalda, su rostro, sus nalgas y después empecé a bajar mi mano y sentí su miembro. Di un respingo me sorprendí y lo mire. Sentí como si tocara un tubo de desodorante el se rio y me tomo del cabello y me arrodillo, me sorprendió después que no pusiera resistencia.
Desabroche sus jeans y lo baje con todo y bóxer. Madre mía ahí vi la verga más grande de toda mi vida y no estaba toda parada. Negra, venosa medió parada. La tome con mis dos manos y empecé a mamar. Olía fuerte y así sabía. A hombre. Iba creciendo otro poco más hasta que un trozo más salió de mis dos manos y las abrió, no podía rodearla y mi boca apenas alcanzaba a comer su gran cabeza. Estaba toda húmeda y solo chupaba y chupaba por todos lados, por su cabeza, por los lados, sus huevos ese olor a macho me hacía perder la consciencia. El gemía y me decía que no esperaba una mamada como esa.
Me tomo el cabello y empezó a follarme la boca. Qué delicia nunca me habían hecho eso en toda mi vida. Me sentí tan usada. Ese trozo de carne entraba y salía de mi boca y yo tenía sus nalgas en mis manos y por un momento no sabía si era el quien empujaba o yo. Saque el condón de mi bolsa y se lo puse. Dios que verga tan rica se veía.
Me levanto sin esfuerzo, me inclino contra una mesa y me bajo las bragas. Sentí como coloco su gran cabeza y entró sin dificultad su cabeza pero inevitable solté un grito. El me tapo la boca y empezó a deslizar poco a poco el resto de su verga. Años de no follar ! Sentía como me abría poco a poco. Tuve un orgasmos. Me corrí ahí. El me sostuvo y me puso encima de la mes. Mis piernas aún no respondían. Las abrió temblorosas y se puso en medio y ahí vi ese gran mástil entrando. El condón lleno de mi corrida. Esa verga entrando poco a poco y y su cara de placer me mataban. Empezó a entrar y salir más rápido más fuerte. Sus huevos mojados chocaban contra mis nalgas. El seguía embistiendo tuve que decirle que más despacio o me iba a romper. Solo repondió dio que eso quería.
Empezó más rápido con la misma virilidad y el gruñía y me vine de nuevo solo que esta vez no se detuvo. Se me nubló la vista y mi cuerpo estaba siendo empujado por ese animal pero yo sentía tanto placer. Cuando me recupere unos dos minutos o más quizá lo empuje.
Me arrodillé y le quite el condón y le empecé a hacer una mamada sin despegarme de es fuente de leche. Se la jalaba delicioso, apreté un poco mi mano a la vez que sentía sus venas
Y mi boca rodé a su glande y mi lengua jugaba con los bordes de su gran cabeza. Chupaba y hacía sonidos, no dejaba de gemir y se me salió decirle cosas. Qué vergota, que delicia de carne me carne. En eso sentí abundantes chorros de leche llenar mi boca y se ma cayeron un par. El resto lo trague.
Tomo su verga y la golpeó contra mi cara aún con residuos de su néctar de macho. Se guardo la verga me dio algo de papel que tenía en su bolsa. Nos vestimos de nuevo. Cómplices salió el primero y después yo. No sin antes limpiarme y remover una mancha de mi falda negra. Ahí me di cuenta que no podía caminar bien. Me temblaban y sentía muy débiles mis piernas. Ya no tengo la edad para coger de esa forma. Pero fui delicioso.
El resto del torneo me la pase casi sentada recuperándome. Iba a verlo y sonreiría. Mi amigo me pregunto qué si lo conocía y le dije que si. Qué era un nieto de una amiga jajaja.
Después de nuevo me sorprendí porque una señora se acerco a mi. Vaya no hubiera pensando que a su edad aguantara tanto. Me dijo una señora de buen ver.
— perdón ?
— si que vi entro al salón de gimnasia con ese joven negro y vaya como la hizo a usted.
— pues no se a qué se refiere señora. =
— vamos señora si la veo caminar se ve que la atendieron bien. Pero no se preocupe no diré nada solo quiero saber cómo es.
— pues , en ese caso algo que debes probar
— y ahí abajo ?
— necesitarás mas que tus manos y dar tragos grandes hija.
Me levante como pude y me fui al auto a descansar. No dejaba de pensar en lo de hace rato. Ahí estaba atestiguando La Mancha blanca.
Decidí dejar todo por La Paz. Pero todo el tiempo me dieron ganas de pedirle su teléfono. Yo creo que a él también pero cuando se iba acercar le hacía la seña de que no. Entendió y ya no insistió.
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