Me desperté medio tonto y abombado, sentía que la pija adolmecida se excitaba sola. A un lado E, mí prima, totalmente dormida y desnuda. Con sus tetas paradas y sus pezones rosas. Miré sorprendido hacía mí entrepierna y tenía a Daniel, su amigo, agarrado con ambas manos a mí pija y la boca succionando el glande suavemente. Pensé que todo lo anterior había sido un sueño, pero no.
La situación me parecía rara y hasta incómoda, pero no del todo. Daniel, me agarraba la mano y se metía mis dedos en la boca, excitándose cada vez mas. Mí pija estaba dura, muy dura.
Mi prima se despertó y no pude ocultar mí cara de sorpresa. O de vergüenza. Era como que me había atrapado haciendo algo prohibido. Pero ella sin timidez ni pudor me dio un beso en la boca, y me dijo con complicidad: "que bien que la estás pasando pendejo, este chupa como nadie". Se levantó y se fue al baño poniéndose una sábana alrededor de su cuerpo voluptuoso.
Mientras, Dani ni lento ni perezoso aprovechó. Se metió un dedo a la boca, me escupió el culo y me metió el dedo empapado en el culo húmedo. Yo me estremecí, haciendo fuerza con el ano. "Para, quédate tranquilo papito" me dijo. "Relaja que es solo un dedo" repitió. La cabeza me estalló de locura y placer. No podía aguantar el suspiro y la agitación. Sentí la mirada de mí prima y pronto sentí sus labios y lengua por mí pecho. Habíamos comenzado de nuevo.
Daniel se paró, me miró, abrió un preservativo, me lo puso y se sentó de a poco en mí pija, mirándome de frente mientras se acomodaba encima mío. "Hijo de puta, es una piedra, no puede estar tan dura" me dijo en voz alta. Mí prima se puso como loca y comenzó a humedecerse y a meterse los dedos en la concha. La vulva roja, el clítoris inflamado y toda chorreada de jugos me llenaban los ojos.
Daniel comenzó a saltarme en la pija, hasta que me encendí y comencé a levantarlo con mí fuerza, a perforarlo mientras su pija gorda me rebotaba en el abdomen. Sentía mí pija resbalar por todo el culo de Dani, húmedo, todo depilado y transpirado. No pude parar de cogerlo, lo agarraba de sus cachetes levantándolo y subiéndolo, apretándolo contra mí, sosteniéndolo y soltándolo.
Mi prima no pudo contenerse y agarró la pija de Dani. La amaso suavemente y comenzó a pajearlo. Hasta que el me frenó, se puso un preservativo, agarró a mí prima y la puso encima de él, sin sacar mí pija de su culo. Entonces, yo tenía a Dani encima. Y ella encima de Dani, con la pija gruesa en entrando en su concha. La cara de placer de mí prima me volvió a hacer estallar de placer. Sentís una suerte de envidia y de celos, algo raro. Pero me encantó.
Dani comenzó a gemir, sus ojos se cerraron y comenzó a gemir. Yo tenía a ambos encima. Las tetas de mí prima encima y el culo de él chorreando encima.
El ritmo era imparable, sentía el peso de ambos y no podía controlar entre ambos me estaban cogiendo. Ella gritaba y le decía "que pija que tenés puto de mierda" y se agarraba el clítoris. El no paraba de gritarme y pedirme "cógeme con esa pija, te siento todo papi".
Hasta que sentí los gemidos de ella que ya iba por su segundo o tercer orgasmo, sus tetas más duras y su mano tratando de apretar esos pezones firmes. Mí prima E estaba encendida y ya había acabado más que nosotros juntos. El comenzó a acabar dentro de ella, llenando el preservativo y comenzando a chorrear. Mientras ella le gritaba "lléname, llenamela". Ella acabó, una vez más.
Mientras ambos quedaron derribados mí pija seguía dura. Lo agarré derribado, le levanté las piernas contra mis hombros, le puse la pija en su cola abierta y comencé a bombearlo hasta que volvió a acabar una y otra vez. Mí prima me pedía a gritos, ponerla, acabarme. Así que cambié de preservativo y la cogí hasta dejarle toda la leche. Ella solo gritaba y me decía "llename, pendejo de mierda". Así seguí hasta que deje todo y mí pija fue muriendo de a poco en su concha.
Para ser sincero, la noche no termino ahí. Cuando salimos de la habitación mí otra prima J, nos sorprendió enojada cuando salíamos ambos de la habitación de Dani:" ¿Donde estaban ustedes? ¿Y vos nena que hiciste?". Ella intuía algo y estaba horrorizada con la idea de que algo prohibido habíamos hecho. J estaba indignada y no dejaba de indagar a E, que negaba todo. Yo estaba más excitado todavía.
No fue la última vez que me cruce a mí prima E, no a Dani, pero esa noche fue inmemorable.
La situación me parecía rara y hasta incómoda, pero no del todo. Daniel, me agarraba la mano y se metía mis dedos en la boca, excitándose cada vez mas. Mí pija estaba dura, muy dura.
Mi prima se despertó y no pude ocultar mí cara de sorpresa. O de vergüenza. Era como que me había atrapado haciendo algo prohibido. Pero ella sin timidez ni pudor me dio un beso en la boca, y me dijo con complicidad: "que bien que la estás pasando pendejo, este chupa como nadie". Se levantó y se fue al baño poniéndose una sábana alrededor de su cuerpo voluptuoso.
Mientras, Dani ni lento ni perezoso aprovechó. Se metió un dedo a la boca, me escupió el culo y me metió el dedo empapado en el culo húmedo. Yo me estremecí, haciendo fuerza con el ano. "Para, quédate tranquilo papito" me dijo. "Relaja que es solo un dedo" repitió. La cabeza me estalló de locura y placer. No podía aguantar el suspiro y la agitación. Sentí la mirada de mí prima y pronto sentí sus labios y lengua por mí pecho. Habíamos comenzado de nuevo.
Daniel se paró, me miró, abrió un preservativo, me lo puso y se sentó de a poco en mí pija, mirándome de frente mientras se acomodaba encima mío. "Hijo de puta, es una piedra, no puede estar tan dura" me dijo en voz alta. Mí prima se puso como loca y comenzó a humedecerse y a meterse los dedos en la concha. La vulva roja, el clítoris inflamado y toda chorreada de jugos me llenaban los ojos.
Daniel comenzó a saltarme en la pija, hasta que me encendí y comencé a levantarlo con mí fuerza, a perforarlo mientras su pija gorda me rebotaba en el abdomen. Sentía mí pija resbalar por todo el culo de Dani, húmedo, todo depilado y transpirado. No pude parar de cogerlo, lo agarraba de sus cachetes levantándolo y subiéndolo, apretándolo contra mí, sosteniéndolo y soltándolo.
Mi prima no pudo contenerse y agarró la pija de Dani. La amaso suavemente y comenzó a pajearlo. Hasta que el me frenó, se puso un preservativo, agarró a mí prima y la puso encima de él, sin sacar mí pija de su culo. Entonces, yo tenía a Dani encima. Y ella encima de Dani, con la pija gruesa en entrando en su concha. La cara de placer de mí prima me volvió a hacer estallar de placer. Sentís una suerte de envidia y de celos, algo raro. Pero me encantó.
Dani comenzó a gemir, sus ojos se cerraron y comenzó a gemir. Yo tenía a ambos encima. Las tetas de mí prima encima y el culo de él chorreando encima.
El ritmo era imparable, sentía el peso de ambos y no podía controlar entre ambos me estaban cogiendo. Ella gritaba y le decía "que pija que tenés puto de mierda" y se agarraba el clítoris. El no paraba de gritarme y pedirme "cógeme con esa pija, te siento todo papi".
Hasta que sentí los gemidos de ella que ya iba por su segundo o tercer orgasmo, sus tetas más duras y su mano tratando de apretar esos pezones firmes. Mí prima E estaba encendida y ya había acabado más que nosotros juntos. El comenzó a acabar dentro de ella, llenando el preservativo y comenzando a chorrear. Mientras ella le gritaba "lléname, llenamela". Ella acabó, una vez más.
Mientras ambos quedaron derribados mí pija seguía dura. Lo agarré derribado, le levanté las piernas contra mis hombros, le puse la pija en su cola abierta y comencé a bombearlo hasta que volvió a acabar una y otra vez. Mí prima me pedía a gritos, ponerla, acabarme. Así que cambié de preservativo y la cogí hasta dejarle toda la leche. Ella solo gritaba y me decía "llename, pendejo de mierda". Así seguí hasta que deje todo y mí pija fue muriendo de a poco en su concha.
Para ser sincero, la noche no termino ahí. Cuando salimos de la habitación mí otra prima J, nos sorprendió enojada cuando salíamos ambos de la habitación de Dani:" ¿Donde estaban ustedes? ¿Y vos nena que hiciste?". Ella intuía algo y estaba horrorizada con la idea de que algo prohibido habíamos hecho. J estaba indignada y no dejaba de indagar a E, que negaba todo. Yo estaba más excitado todavía.
No fue la última vez que me cruce a mí prima E, no a Dani, pero esa noche fue inmemorable.
1 comentarios - La noche en la que me cogí a mí prima y a su mejor amigo 3