You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Dos Amantes

A Cami la conocí en la facultad, en seguida pegamos onda, una morochita hermosa con mucho carácter, pero de esas mujeres que saben lo que quieren y eso me gustaba mucho, tenia muchísima actitud. Tenia pechos chiquitos que a veces la acomplejan pero que a mi me encantaban y mas cuando conocí sus hermosos pezones, y una cola hermosa de esa que es imposible no querer apretar y pegarle un buen chirlo. Con el tiempo pasaron cosas entre nosotros, pero la jugué mal y la lastimé y nos distanciamos. Si bien seguimos compartiendo la facultad la relación no fue la misma. Tiempo después tuvimos un reencuentro, pero al toque se puso de novia y ahí si definitivamente nos distanciamos, hasta el año pasado.
 
Yo estaba convencido que me tenia bloqueado de las redes, pero hablando con una amiga en común me di cuenta de que no, así que decidir agregarla, acepto mi solicitud y empezamos a hablar. Al principio hablábamos poco y generalmente comentarios que surgían a raíz de publicaciones, y la realidad es que tampoco buscaba que pasara algo ya que ambos estábamos en pareja y no creía que ella tuviera interés en volver a estar conmigo. Pero todo cambio una noche, ella había tenido una pelea con su pareja y había tomado un poco y digamos que se soltó, poco a poco la conversación empezó a subir de tono comenzamos a recordar momentos que habíamos vivido y me confeso que algo que recordaba mucho de mi era como se la había chupado un día en mi casa, que yo tuviera ese recuerdo tan vivido en mi memoria también ayudo a que subiera mi temperatura y empezamos a tirarnos palos. Desde ese día nuestras conversaciones eran muy sexuales, contándonos las cosas que nos haríamos o directamente como nos estábamos tocando en ese momento, sabíamos que iba a haber un reencuentro, pero no sabíamos cuando ni donde.
 
El primer encuentro fue fugaz, en el auto la pase a buscar para llevarla a una consulta y nos quedamos besándonos en el auto bajo una lluvia torrencial lo que nos permitía tocarnos sin miedo a ser vistos, así se repitieron un par de encuentros fortuitos hasta que llego finalmente el momento de poder estar juntos y disfrutarnos.
 
Ese encuentro se dio en mi oficina, ella puso la excusa de ir a visitar a una amiga, venia a la hora que ya no quedaba nadie en la oficina, la espere con dos cervezas frías, pero ni bien entro a la oficina no le dije ni hola simplemente nos besamos y tocarnos recién después de unos 10 minutos frenamos riéndonos, destapamos las cervezas pero al segundo trago ya estábamos otra vez a los besos, necesitaba tenerla desnuda extrañaba su cuerpo, fue hermoso cuando después de sacarle la remera y el corpiño me encontré con sus pechos no pude evitar llevarlos a mi boca dejando escapar un gemido, estuve un rato largo besándolos mientras ella desabrochaba mi pantalón y metía su mano dentro del bóxer para empezar a tocarme. Volví a subir a sus labios la puse contra el escritorio mientras comenzaba a quitarle el pantalón, al pasar la mano por su bombachita pude sentir lo mojada que estaba ya y eso me volvió loco, mas aun cuando sentía como gemía entre besos. La di vuelta y sin sacarle la bombacha y yo con solo el bóxer puesto empecé a tocarla, mi boca besaba su cuello, una de mis manos apretaba esos hermosos pechos y la otra jugaba dentro de sus bombacha sintiéndola cada vez mas mojada con cada roce de mis dedos. Poco a poco su cuerpo comenzó a alterarse movía su cola tratando de sentir mas la dureza de mi pija entre sus nalgas, hasta que finalmente llego el orgasmo y su cuerpo se relajo sobre el escritorio.
 
Pero ella no se relajo, se dio vuelta y comenzó a besarme de nuevo muy apasionada, a esta altura yo ya había logrado bajarle la tanga y mis dedos recorrían sus labios libremente sus labios. Ella poco a poco comenzó a bajar hasta que quedo en cuclillas frente a mi, bajo mi bóxer y mientras me miraba con una carita de deseo tremenda comenzó a jugar con su boca, sabia lo que hacia y como hacerme disfrutar y me llevo al placer absoluto, tan solo se detenía para preguntarme si me gustaba, pero lo preguntaba mas que nada para reafirmarlo porque ella sabia que me estaba haciendo disfrutar y mucho. Tuve que pedirle por favor que parara porque me iba a hacer acabar. Y recién después de que la obligue a pararse se detuvo.
 
Ya los dos desnudos fuimos hasta la silla de mi escritorio, me senté y ella lentamente se sentó sobre mi, estaba tan mojada que se deslizo en su interior sin ninguna resistencia, se quedo unos segundos así quietita mientras nos besábamos y recién cuando mis labios bajaron a sus pechos de nuevo empezó a moverse, al principio lento pero a medida que mis lamidas se convirtieron en mordiscones comenzó a moverse cada vez mas rápido hasta que finalmente llego de nuevo al orgasmo mojando mis piernas y ahogando en mis labios un gemido que se hubiera escuchado en todo el edificio. Se quedo unos instantes recuperando el aire con su cabeza apoyada en mi hombro, pero sin que yo saliera de su interior.
 
Cuando note que ya había recuperado el aire la hice levantarse, entendió en seguida, apoyo sus manos en el escritorio y lentamente empecé a penetrarla, cuando estuvo completamente dentro le di un pequeño chirlo (no había que dejar marcas que pudiera ver su pareja) la tome por la cintura y empecé a cogerla muy fuerte, mientras ella pedía mas y gemía cada vez mas fuerte hasta que llego un momento que no aguante mas y acabe llenándola con mi orgasmo y provocándole un ultimo orgasmo a ella.
 
Caímos rendidos al piso, desnudos, sudados. Entre besos fuimos recuperando la energía, no nos habíamos dado cuenta de que ya era de noche y debíamos volver a nuestras realidades, nos despedimos entre besos prometiendo que ese no seria el ultimo encuentro, y por suerte no lo fue…

2 comentarios - Dos Amantes

dotadosanfer +1
Hermoso relato, lo leei como si fuese mi novia la que te cojiste