El siguiente tramo del viaje fue bastante tranquilo. Todos estábamos en silencio. Me dormí un rato. Después me puse a boludear con mi celu y vi un mensaje de Diego en mi WhatsApp.
"Esa cola es virgen? Porque mi dedo entró muy fácil"
Que atrevido! Le contesté siguiendo el juego
"Que desubicadito nene! Nunca entró ningún pito, si eso pensás"
"Y otra cosa?"
Decidí hacerme la gata.
"Otras cosas puede ser..."
" Como qué cosas?"
"Ay, no sé! Mi novio tiene manos muy hábiles y dedos muy largos"
"Interesante"
Esa fue más o menos la conversación. Las horas pasaron y llegamos a la última parada antes de nuestro destino final. Ni idea de donde estábamos, pero esta vez llegamos a un hotel bastante decente. Hasta tenía una habitación para mí sola.
Entramos, nos instalamos y duchamos todos. Estaba envuelta en una toalla mirabdo nada en la tele cuando golpearon a mi puerta. Abrí y solo había una bolsita de papel en el piso. Tenía una nota que decía "ponete esto" y andá al bar del hotel. Abrí el paquetito y había una tanga de encaje blanca y un corpiño casi transparente haciendo juego. Una chispa de excitación se prendió en alguna parte de mi cuerpo. Ellos querían jugar conmigo, yo jugaría con ellos.
Me vestí con un top que dejaba ver parte del corpiño y un pantalón tipo palazzo, que me iba suelto de piernas pero me ajustaba el culo. La tanga era tan fina y chiquita que parecía que no tenía nada bajo el pantalón.
Bajé al bar y los encontré jugando al pool. Cuando me vieron se quedaron boquiabiertos. Yo sonreía como diva. Nos sentamos en una mesa y me invitaron a tomar lo que quisiera. Aunque siempre fueron buenos conmigo, nunca me habían tratado con tanta atención como en ese viaje. Solo tuve que cogérmelos.
Estuvimos bebiendo y hablando un buen rato contando anécdotas sexuales. Las más divertidas fueron las de Salva, locuras por ponerla. En cambio, Diego se puso serio y contó una breve y caliente historia
"Estaba yo con Camila, antes que fuera mi novia, caminando hasta su casa de noche tarde. Íbamos besándonos, tocándonos y jodiendo. Los dos estábamos calientes. Llegamos a una cuadra oscura cerca de su casa. Me metió en un porche y me tocó la pija, la sacó y empezó a chupármela. Yo la levanté, la besé, le abrí el pantalón y se lo bajé con bombacha y todo. Me mojé unos dedos y la pajeé duro. Estaba mojada. La di vuelta y se la clavé toda contra la pared. Fue brusco, yo la tenía de un pecho y de la boca para que no grite. Se la metía sin piedad y cuando sentí que me faltaba poco, la incliné un poco para llegar más adentro y le acabé adentro. No la saqué hasta que sentí que todas mis descargas habían terminado. La saqué y le subí rápido la ropa. Caminó la última cuadra estremeciéndose por el semen saliendo de su concha. Al día siguiente me dijo que quería ser mi novia. Nunca antes me había dejado llevar así y corrido un riesgo tan grande. Lo peor es que acabé como nunca".
S- Jaja... y yo soy el terrible después!
Yo- guau... la llenaste y la hiciste caminar... que cruel... y sexy!
D- Después de eso que acabara adentro se convirtió en un juego peligroso. Es su vicio.
De repente sentí un mano bajo la mesa tocándome una pierna. Era Salva que tanteaba hasta llegar a mi concha.
S- Te pusiste nuestro regalito?
Yo- Ajá...
D- Podríamos ver como te queda?
Yo- Podrían... pero con una condición.
S- Cuál?
Yo- Pueden ver todo lo que quieran, pero sin tocar. El primero que toca se va de la habitación!
Subimos a mi habitación y los hice sentarse en la cama. Iba a divertirme torturándolos. Sus ganas de saltarme encima se olían en el aire.
Yo- Que me saco primero?
S- El top!
Me saqué el top de un tirón y les mostré como me quedaba el corpiño. Me acerqué a ellos para que vieran la transparencia y mis pezones.
Yo- Ven mis pezones? Recuerden, sin tocar!
S- Ah pero que... bien que te queda!
D- Ahora el pantalón por favor!
Yo- Si me lo pedís por favor...
Me puse de espaldas a ellos y me bajé el pantalón despacio, dándoles una panorámica de mi culo. Ellos babeaban. Me sentía muy sexy y perra al tener a dos machos deseando cogerme.
Seguí por el corpiño. Lo tiré por los aires y jugué con mis tetas. Sus caras ardían en deseo e impaciencia. Los provoqué seductoramente.
Yo- Necesito ayuda con la tanga. Quién me la saca?
Diego empujó a Salva y se tiró de cabeza. Me bajó la tanga con delicadeza. Cuando mi concha quedó descubierta a pocos centímetros de su cara no pudo más y me clavó su lengua, agarrándome del culo.
Yo- Aah... Die...
Me llevó con fuerza hasta la cama y me abrió de piernas. Siguió comiéndome con una hambre voraz.
Acabé en su boca en un orgasmo liberador. Justo cuando se estaba bajando los pantalones, me levanté y lo echéde la habitación.
Yo- Era sin tocar! Perdiste!
D- Eh pero...
Yo- Pero nada! Afuera!
Cerré la puerta a sus espaldas y miré a Salva a los ojos. Él ya estaba con la pija afuera y parada, toda para mí...
Me tiré en la cama y me estiré como una gatita.
Yo- Bueno. Ganaste. Haceme lo que quieras!
S- Lo que quiera? Date vuelta!
Me puse boca abajo y levanté la cola, adivinando lo que venía. Salva me metió la lengua directo en mi agujerito. Mojó, lamió y penetró con esa lengua hasta que se cansó y metió un dedo. Se sorprendió con lo fácil que entró.
S- Epa Meli! Segura que esta cola es virgen?
Yo- Sí, y si no te portás bien conmigo va a seguir siéndolo!
S- Mmm... me voy a portar muuuy buen entonces!
Me puso en cuatro y empezó a meter dos dedos en mi culo mientras jugaba con la punta de la pija en mi concha empapada.
Yo- Ahh... ayy... meteme...
S- Que decís hermanita?
Yo- Cogeme por favorrrr!
S- Si vos lo pedís, vos lo tenés!
Me metió su larga pija hasta el fondo. Mi calentura ayudó a que no doliera nada. Cambió de dedos en mi culo y pude notar que estaba metiendo sus dos pulgares, abriéndome de a poco pero sin darme descanso. Me clavaba su pija sin piedad y sin bajar el ritmo. Unos minutos y dos orgasmos mios después me dijo que quería acabar.
Yo- Adentro no por favor!
La sacó y la apoyó en mi culo dilatado. El glande ya quería entrar. Sentí más calentura que antes.
S- Quiero acabar en tu otro agujerito...
Yo- Me querés hacer la cola? Vas a tratarla suave?
S- Voy a ser lo más suave que pueda...
Dicho eso empujó un poquito.
Yo- Ay... entró la cabeza?
S- No... pero casi!
Otro empujón. Una tirantez y un calor extraños me llegaron desde atrás.
S- Ahiiii...
Yo- Ah! Salva por favor! Despacito!
S- Sí, mi princesa!
Unos empujones después media pija me partía al medio. Me dolía y me gustaba. Era una sensación totalmente nueva. Salva se movia lento en una ida y vuelta tolerable.
S- Que culito que tenés hermanita! Podría estar toda la noche así!
Yo- Nooo! Por favor, andá terminando! No sé cuanto más pueda aguantar!
S- Es que tan despacio no puedo acabar!
Yo- Ah... bueno... acelerá un poco!
Me agarró fuerte de las nalgas y aumentó el ritmo de su cadera. De a poco me la metía también más adentro. Descubrí que mientras más adentro más me gustaba y menos dolía.
Yo- Ay sí... dame así... me gusta!
S- Uuhh... mirá que putita resultaste hermanita! Me estás calentando mucho!
Yo- Ahh... dale... dale hijo de puta!
S- Ahhh... no aguannntooo...
Yo- Acabá puto! Llename el culooo!
S-Aaaaaaahhh!
Una oleada de leche muy caliente inundó mi culo. Parecía que no terminaba más. Yo temblaba en un orgasmo diferente y la pija se enterraba más y más.
S- Aaah... porrr diosss!
Finalmente me la sacó y yo quedé ahí, con el culo en pompa que empezaba a soltar el semen que había entrado. Salva rebuscó algo y sentí un flash. Protesté débil aún por la terrible culeada.
Yo- Por qué me sacás una foto así? Borrá eso!
S- Es para Diego. Quiero que sufra por lo que se perdió.
Yo- Que malo que sos!
S- Soy el peor! Y vos sos la mejor hermana del mundo! Jajaja
Yo- Lo sé! Jajaja
Fin de la parte 5
"Esa cola es virgen? Porque mi dedo entró muy fácil"
Que atrevido! Le contesté siguiendo el juego
"Que desubicadito nene! Nunca entró ningún pito, si eso pensás"
"Y otra cosa?"
Decidí hacerme la gata.
"Otras cosas puede ser..."
" Como qué cosas?"
"Ay, no sé! Mi novio tiene manos muy hábiles y dedos muy largos"
"Interesante"
Esa fue más o menos la conversación. Las horas pasaron y llegamos a la última parada antes de nuestro destino final. Ni idea de donde estábamos, pero esta vez llegamos a un hotel bastante decente. Hasta tenía una habitación para mí sola.
Entramos, nos instalamos y duchamos todos. Estaba envuelta en una toalla mirabdo nada en la tele cuando golpearon a mi puerta. Abrí y solo había una bolsita de papel en el piso. Tenía una nota que decía "ponete esto" y andá al bar del hotel. Abrí el paquetito y había una tanga de encaje blanca y un corpiño casi transparente haciendo juego. Una chispa de excitación se prendió en alguna parte de mi cuerpo. Ellos querían jugar conmigo, yo jugaría con ellos.
Me vestí con un top que dejaba ver parte del corpiño y un pantalón tipo palazzo, que me iba suelto de piernas pero me ajustaba el culo. La tanga era tan fina y chiquita que parecía que no tenía nada bajo el pantalón.
Bajé al bar y los encontré jugando al pool. Cuando me vieron se quedaron boquiabiertos. Yo sonreía como diva. Nos sentamos en una mesa y me invitaron a tomar lo que quisiera. Aunque siempre fueron buenos conmigo, nunca me habían tratado con tanta atención como en ese viaje. Solo tuve que cogérmelos.
Estuvimos bebiendo y hablando un buen rato contando anécdotas sexuales. Las más divertidas fueron las de Salva, locuras por ponerla. En cambio, Diego se puso serio y contó una breve y caliente historia
"Estaba yo con Camila, antes que fuera mi novia, caminando hasta su casa de noche tarde. Íbamos besándonos, tocándonos y jodiendo. Los dos estábamos calientes. Llegamos a una cuadra oscura cerca de su casa. Me metió en un porche y me tocó la pija, la sacó y empezó a chupármela. Yo la levanté, la besé, le abrí el pantalón y se lo bajé con bombacha y todo. Me mojé unos dedos y la pajeé duro. Estaba mojada. La di vuelta y se la clavé toda contra la pared. Fue brusco, yo la tenía de un pecho y de la boca para que no grite. Se la metía sin piedad y cuando sentí que me faltaba poco, la incliné un poco para llegar más adentro y le acabé adentro. No la saqué hasta que sentí que todas mis descargas habían terminado. La saqué y le subí rápido la ropa. Caminó la última cuadra estremeciéndose por el semen saliendo de su concha. Al día siguiente me dijo que quería ser mi novia. Nunca antes me había dejado llevar así y corrido un riesgo tan grande. Lo peor es que acabé como nunca".
S- Jaja... y yo soy el terrible después!
Yo- guau... la llenaste y la hiciste caminar... que cruel... y sexy!
D- Después de eso que acabara adentro se convirtió en un juego peligroso. Es su vicio.
De repente sentí un mano bajo la mesa tocándome una pierna. Era Salva que tanteaba hasta llegar a mi concha.
S- Te pusiste nuestro regalito?
Yo- Ajá...
D- Podríamos ver como te queda?
Yo- Podrían... pero con una condición.
S- Cuál?
Yo- Pueden ver todo lo que quieran, pero sin tocar. El primero que toca se va de la habitación!
Subimos a mi habitación y los hice sentarse en la cama. Iba a divertirme torturándolos. Sus ganas de saltarme encima se olían en el aire.
Yo- Que me saco primero?
S- El top!
Me saqué el top de un tirón y les mostré como me quedaba el corpiño. Me acerqué a ellos para que vieran la transparencia y mis pezones.
Yo- Ven mis pezones? Recuerden, sin tocar!
S- Ah pero que... bien que te queda!
D- Ahora el pantalón por favor!
Yo- Si me lo pedís por favor...
Me puse de espaldas a ellos y me bajé el pantalón despacio, dándoles una panorámica de mi culo. Ellos babeaban. Me sentía muy sexy y perra al tener a dos machos deseando cogerme.
Seguí por el corpiño. Lo tiré por los aires y jugué con mis tetas. Sus caras ardían en deseo e impaciencia. Los provoqué seductoramente.
Yo- Necesito ayuda con la tanga. Quién me la saca?
Diego empujó a Salva y se tiró de cabeza. Me bajó la tanga con delicadeza. Cuando mi concha quedó descubierta a pocos centímetros de su cara no pudo más y me clavó su lengua, agarrándome del culo.
Yo- Aah... Die...
Me llevó con fuerza hasta la cama y me abrió de piernas. Siguió comiéndome con una hambre voraz.
Acabé en su boca en un orgasmo liberador. Justo cuando se estaba bajando los pantalones, me levanté y lo echéde la habitación.
Yo- Era sin tocar! Perdiste!
D- Eh pero...
Yo- Pero nada! Afuera!
Cerré la puerta a sus espaldas y miré a Salva a los ojos. Él ya estaba con la pija afuera y parada, toda para mí...
Me tiré en la cama y me estiré como una gatita.
Yo- Bueno. Ganaste. Haceme lo que quieras!
S- Lo que quiera? Date vuelta!
Me puse boca abajo y levanté la cola, adivinando lo que venía. Salva me metió la lengua directo en mi agujerito. Mojó, lamió y penetró con esa lengua hasta que se cansó y metió un dedo. Se sorprendió con lo fácil que entró.
S- Epa Meli! Segura que esta cola es virgen?
Yo- Sí, y si no te portás bien conmigo va a seguir siéndolo!
S- Mmm... me voy a portar muuuy buen entonces!
Me puso en cuatro y empezó a meter dos dedos en mi culo mientras jugaba con la punta de la pija en mi concha empapada.
Yo- Ahh... ayy... meteme...
S- Que decís hermanita?
Yo- Cogeme por favorrrr!
S- Si vos lo pedís, vos lo tenés!
Me metió su larga pija hasta el fondo. Mi calentura ayudó a que no doliera nada. Cambió de dedos en mi culo y pude notar que estaba metiendo sus dos pulgares, abriéndome de a poco pero sin darme descanso. Me clavaba su pija sin piedad y sin bajar el ritmo. Unos minutos y dos orgasmos mios después me dijo que quería acabar.
Yo- Adentro no por favor!
La sacó y la apoyó en mi culo dilatado. El glande ya quería entrar. Sentí más calentura que antes.
S- Quiero acabar en tu otro agujerito...
Yo- Me querés hacer la cola? Vas a tratarla suave?
S- Voy a ser lo más suave que pueda...
Dicho eso empujó un poquito.
Yo- Ay... entró la cabeza?
S- No... pero casi!
Otro empujón. Una tirantez y un calor extraños me llegaron desde atrás.
S- Ahiiii...
Yo- Ah! Salva por favor! Despacito!
S- Sí, mi princesa!
Unos empujones después media pija me partía al medio. Me dolía y me gustaba. Era una sensación totalmente nueva. Salva se movia lento en una ida y vuelta tolerable.
S- Que culito que tenés hermanita! Podría estar toda la noche así!
Yo- Nooo! Por favor, andá terminando! No sé cuanto más pueda aguantar!
S- Es que tan despacio no puedo acabar!
Yo- Ah... bueno... acelerá un poco!
Me agarró fuerte de las nalgas y aumentó el ritmo de su cadera. De a poco me la metía también más adentro. Descubrí que mientras más adentro más me gustaba y menos dolía.
Yo- Ay sí... dame así... me gusta!
S- Uuhh... mirá que putita resultaste hermanita! Me estás calentando mucho!
Yo- Ahh... dale... dale hijo de puta!
S- Ahhh... no aguannntooo...
Yo- Acabá puto! Llename el culooo!
S-Aaaaaaahhh!
Una oleada de leche muy caliente inundó mi culo. Parecía que no terminaba más. Yo temblaba en un orgasmo diferente y la pija se enterraba más y más.
S- Aaah... porrr diosss!
Finalmente me la sacó y yo quedé ahí, con el culo en pompa que empezaba a soltar el semen que había entrado. Salva rebuscó algo y sentí un flash. Protesté débil aún por la terrible culeada.
Yo- Por qué me sacás una foto así? Borrá eso!
S- Es para Diego. Quiero que sufra por lo que se perdió.
Yo- Que malo que sos!
S- Soy el peor! Y vos sos la mejor hermana del mundo! Jajaja
Yo- Lo sé! Jajaja
Fin de la parte 5
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