Esto ocurrió una ocasión que fui con mi papá y mí mamá de vacaciones a una zona de casas en la playa, son casas de interés social pequeñas de 2 habitaciones con su respectivo baño, una sala, una pequeña cocina y un comedor para pasar de vacaciones y fuimos para un puente!
Me llamo Monse y tengo actualmente 21 años, mido 1.52 metros, complexión mediana de tez apiñonada.
Era una zona cerrada, las casas eran pequeñas y en la cerrada donde estaba mí casa la mayoría de casas estaban abandonadas o no habitadas por el momento, sólo en ese momento nos encontrábamos nosotros y enfrente una pareja de señores de la tercera edad y toda la cerrada de 20 casas más vacías, pero al ser una sola zona las albercas se compartían, eran 3 muy bonitas, por cierto, ¡pero se tenían que compartir con los vecinos!
Después de instalarnos, decidí dar un paseo para reconocer el lugar, ya que la última vez que había ido a esa casa tenía 10 años y estaba súper cambiado, iba yo en un mini short y brasear del bikini, me encanta vestirme si cuando voy a esos lugares, mi papá y mi mamá se quedaron ordenando la casa.
Estaba en la zona de alberca viendo como estaba en condiciones la alberca cuando lo vi entrar a el a la zona dónde estaba la alberca a él, un moreno alto, de 1.90 aproximadamente, cabello corto, sonrisa enorme y muy musculoso, no pude evitar perderme en él, cuando de pronto me miro y se me acerco!
R: Bienvenida, soy Ramón, ¡el encargado de la zona de albercas!
M: Hola, me llamo Monse, ¡estoy por darme chapuzón por el calor, pero no sé todavía en qué parte de la alberca quedarme!
R: Monse, si gustas podrías estar aquí en donde sale el agua de la tubería , aquí es donde más tiempo paso, ¡claro por mi trabajo, aunque sí está profundo!
M: Jajá, ¡no te preocupes yo sé nadar!
El me miro y me sonrió, su sonrisa era perfecta, me tenía idiotizada, ¡me tomo del brazo y solo me dijo que cualquier cosa estaba para mí!
Regresé a la casa, mis papás se irían a conseguir que comer, en cambio yo decidí meterme a la alberca, los que me conocen saben que me veo muy bien en bikini y ese día escogí un bikini negro, súper pegado que parecía un cachetero, ¡me lo puse y salí a la alberca !
Como buena alborotadora, camine por la orilla de la alberca hasta estar cerca de donde estaba sentado Ramón, lo salude y sin decir más me quite la toalla mostrando mi cuerpo, él se quedó pasmado mirándome, yo lo mire y le sonreí, ¡después me avente al agua! Para eso éramos los únicos en la alberca.
R: ¡Así que decidiste el lugar donde te dije!
M: Claro, se nadar, ¡pero más vale estar cerca de alguien por cualquier cosa!
R: Disculpa mi atrevimiento, ¡pero que espectacular te ves con tu bikini!
M: Gracias, ¡me gusta usarlo para nadar!
R: ¡Disfruta tu día!
Regreso a su silla un poco tenso, ahí comencé mi show, me ponía a nadar de espalda, sacando mis tetas que se veían fenomenales cubiertas de agua, luego me hundía levantando mi trasero de tal forma que el me viera, el estaba pasmado, observando el show, por suerte no había gente, en la alberca¡estaba tranquilo!
M: ¿Te quedarás ahí todo el día?
R: Es mi trabajo, ¡De por sí no debería estar aquí, debería de estar arreglando otras cosas de la cerrada!
M: ¡Deberías entrar al agua y enseñarme a nadar mejor!
R: Eres una excelente nadadora, ¡vaya que lindas piruetas haces!
Salí del agua y me senté en la orilla de la alberca, él no podía de dejar de verme, me miraba las tetas, las nalgas, las ingles, lo traía loco, yo como buena provocadora, le sonreía, cruzaba la pierna, la alzaba marcando mi coño, en fin, ¡ese día traía ganas de más!
M: Mira ven, ¡nademos!
R: Uhm, ok, pero será un tiempo corto, ¡no tienen que verme aquí y menos con una residente!
M: ¡Tranquilo, ven!
Ambos nos sumergimos al agua, él era muy buen nadador, recorría la alberca en instantes, yo lo seguía, me encantaba la forma de su espalda, luego hicimos el juego de atraparnos, el me perseguía y me tomaba por la cintura, yo lo abrazaba, juntaba mi cuerpo para sentirlo junto al mío, ¡eso empezó a excitarme!
Aprovechaba cada ocasión para arrimarme a él, sentía su abdomen cerca, sus fuertes brazos, el, ¡aunque trataba de tomar distancia se dejaba llevar por mis movimientos!
R: Que bien me la estoy pasando, jajá, ¡seguro tu novio es feliz contigo!
M: Tiene 5 meses que terminamos y vengo solo con mi familia, ¡estoy libre!
R: ¡No deberías tentarme al decir que estas libre!
M: ¿En serio? ¿Que pasara?
Lo mire fijamente, estaba esperando su reacción y entonces Ramón comenzó a besarme, me besaba muy rico, su lengua entraba a mi boca, ¡yo lo abrace por el cuello mientras nuestros cuerpos sumergidos se rosaban! Nunca me había imaginado atreverme a tanto, pero estaba tan cachonda que no podía pensar en otra cosa que no fuera tener su verga adentro.
Nos hicimos a la orilla de la alberca, ahí donde apenas se veían nuestras cabezas, estaba todo solo, continuábamos en el faje. ¡Comencé a acariciar su duro torso y me emociono al bajar mi mano y tocar su pene, el cual era duro y largo, estaba toda cachonda!
R: ¡Dios, vamos a mi cabina!
M: Y porque esperar ahí, siéntate en la orilla, ¡déjame comerte!
R: Aquí?
M: sí quiero que me hagas tuya aquí
Empezó a meter sus manos dentro de mí bikini, acariciaba mi vagina con una mano y con la otra sobaba mis tetas mientras me besaba, justo cuando le iba a sacar el pene del traje de baño se escuchó la chapa de la alberca, eran mis padres, rápidamente nos separamos y fingimos estar platicando.
Continuará......
Me llamo Monse y tengo actualmente 21 años, mido 1.52 metros, complexión mediana de tez apiñonada.
Era una zona cerrada, las casas eran pequeñas y en la cerrada donde estaba mí casa la mayoría de casas estaban abandonadas o no habitadas por el momento, sólo en ese momento nos encontrábamos nosotros y enfrente una pareja de señores de la tercera edad y toda la cerrada de 20 casas más vacías, pero al ser una sola zona las albercas se compartían, eran 3 muy bonitas, por cierto, ¡pero se tenían que compartir con los vecinos!
Después de instalarnos, decidí dar un paseo para reconocer el lugar, ya que la última vez que había ido a esa casa tenía 10 años y estaba súper cambiado, iba yo en un mini short y brasear del bikini, me encanta vestirme si cuando voy a esos lugares, mi papá y mi mamá se quedaron ordenando la casa.
Estaba en la zona de alberca viendo como estaba en condiciones la alberca cuando lo vi entrar a el a la zona dónde estaba la alberca a él, un moreno alto, de 1.90 aproximadamente, cabello corto, sonrisa enorme y muy musculoso, no pude evitar perderme en él, cuando de pronto me miro y se me acerco!
R: Bienvenida, soy Ramón, ¡el encargado de la zona de albercas!
M: Hola, me llamo Monse, ¡estoy por darme chapuzón por el calor, pero no sé todavía en qué parte de la alberca quedarme!
R: Monse, si gustas podrías estar aquí en donde sale el agua de la tubería , aquí es donde más tiempo paso, ¡claro por mi trabajo, aunque sí está profundo!
M: Jajá, ¡no te preocupes yo sé nadar!
El me miro y me sonrió, su sonrisa era perfecta, me tenía idiotizada, ¡me tomo del brazo y solo me dijo que cualquier cosa estaba para mí!
Regresé a la casa, mis papás se irían a conseguir que comer, en cambio yo decidí meterme a la alberca, los que me conocen saben que me veo muy bien en bikini y ese día escogí un bikini negro, súper pegado que parecía un cachetero, ¡me lo puse y salí a la alberca !
Como buena alborotadora, camine por la orilla de la alberca hasta estar cerca de donde estaba sentado Ramón, lo salude y sin decir más me quite la toalla mostrando mi cuerpo, él se quedó pasmado mirándome, yo lo mire y le sonreí, ¡después me avente al agua! Para eso éramos los únicos en la alberca.
R: ¡Así que decidiste el lugar donde te dije!
M: Claro, se nadar, ¡pero más vale estar cerca de alguien por cualquier cosa!
R: Disculpa mi atrevimiento, ¡pero que espectacular te ves con tu bikini!
M: Gracias, ¡me gusta usarlo para nadar!
R: ¡Disfruta tu día!
Regreso a su silla un poco tenso, ahí comencé mi show, me ponía a nadar de espalda, sacando mis tetas que se veían fenomenales cubiertas de agua, luego me hundía levantando mi trasero de tal forma que el me viera, el estaba pasmado, observando el show, por suerte no había gente, en la alberca¡estaba tranquilo!
M: ¿Te quedarás ahí todo el día?
R: Es mi trabajo, ¡De por sí no debería estar aquí, debería de estar arreglando otras cosas de la cerrada!
M: ¡Deberías entrar al agua y enseñarme a nadar mejor!
R: Eres una excelente nadadora, ¡vaya que lindas piruetas haces!
Salí del agua y me senté en la orilla de la alberca, él no podía de dejar de verme, me miraba las tetas, las nalgas, las ingles, lo traía loco, yo como buena provocadora, le sonreía, cruzaba la pierna, la alzaba marcando mi coño, en fin, ¡ese día traía ganas de más!
M: Mira ven, ¡nademos!
R: Uhm, ok, pero será un tiempo corto, ¡no tienen que verme aquí y menos con una residente!
M: ¡Tranquilo, ven!
Ambos nos sumergimos al agua, él era muy buen nadador, recorría la alberca en instantes, yo lo seguía, me encantaba la forma de su espalda, luego hicimos el juego de atraparnos, el me perseguía y me tomaba por la cintura, yo lo abrazaba, juntaba mi cuerpo para sentirlo junto al mío, ¡eso empezó a excitarme!
Aprovechaba cada ocasión para arrimarme a él, sentía su abdomen cerca, sus fuertes brazos, el, ¡aunque trataba de tomar distancia se dejaba llevar por mis movimientos!
R: Que bien me la estoy pasando, jajá, ¡seguro tu novio es feliz contigo!
M: Tiene 5 meses que terminamos y vengo solo con mi familia, ¡estoy libre!
R: ¡No deberías tentarme al decir que estas libre!
M: ¿En serio? ¿Que pasara?
Lo mire fijamente, estaba esperando su reacción y entonces Ramón comenzó a besarme, me besaba muy rico, su lengua entraba a mi boca, ¡yo lo abrace por el cuello mientras nuestros cuerpos sumergidos se rosaban! Nunca me había imaginado atreverme a tanto, pero estaba tan cachonda que no podía pensar en otra cosa que no fuera tener su verga adentro.
Nos hicimos a la orilla de la alberca, ahí donde apenas se veían nuestras cabezas, estaba todo solo, continuábamos en el faje. ¡Comencé a acariciar su duro torso y me emociono al bajar mi mano y tocar su pene, el cual era duro y largo, estaba toda cachonda!
R: ¡Dios, vamos a mi cabina!
M: Y porque esperar ahí, siéntate en la orilla, ¡déjame comerte!
R: Aquí?
M: sí quiero que me hagas tuya aquí
Empezó a meter sus manos dentro de mí bikini, acariciaba mi vagina con una mano y con la otra sobaba mis tetas mientras me besaba, justo cuando le iba a sacar el pene del traje de baño se escuchó la chapa de la alberca, eran mis padres, rápidamente nos separamos y fingimos estar platicando.
Continuará......
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