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Sometiendo a mi prima: una caja de sorpresas [Parte 3]

Paré a pensar un momento. No parecía real lo que estaba pasando. Mi prima, aquella que todos mis amigos se morían por culiar, estaba completamente desnuda, obedeciendo a mis órdenes y eso no era todo, era virgen.
Volvió con el sándwich que le pedí, trataba de cubrir su desnudez como podía. Era realmente hermosa, y su sumisión la hacia aun más deseable, una mujer dócil y obediente, es sin duda unos de los mejores atributos que puede tener.
Mientras comía aun no decidía cuál seria mi siguiente paso, pero mi proceso de decisión fue interrumpido por un llamado en el celular de ella. Su hermano. Su universidad iba a retomar las clases en dos días mas, por lo que el viajaría esa misma noche. Esto fue un gatillador para tomar la decisión de finalmente desvirgar a mi prima.
Me la follaría como un animal, sin piedad alguna con esa virgen vagina. Quería tener tranquilidad para hacerlo según mis términos y condiciones. Eso no seria posible con mi primo en casa.

- Arrodíllate -le dije apenas terminó de hablar por teléfono, mientras me ponía de pie.
Ella tenia ganas de mí, estaba respondiendo a mis comandos, por las ganas de pene que tenía.

Sometiendo a mi prima: una caja de sorpresas [Parte 3]
Foto referencial

Me acerco hacia ella, acaricio su rostro, le pasó mi pulgar por sus labios gruesos y luego lo introduzco en su boca. Ella comienza a lamerlo, mientras lo entro y lo saco de su boca. Que ganas de pene que tenía esta putita.
- Tantas ganas tienes de comerme el pene?
- Sii, te lo quiero chupar -me contestó
Saco mi mano de su boca y la abofeteo.
- Como se pide?
- Por favor, amo -esto me lo dijo sin yo esperarlo y la verdad me subió la calentura a mil.

Me desabroché el cinturón, lo deje a un costado y luego lentamente me fui bajando el pantalón para dejar salir mi pene que ya estaba erecto como nunca antes. Saltaron frente a la vista de ella 19 cm de carne, los cuales estaban preparados para someter a esa virgen y ser los primeros en recorrer las profundidades de su cuerpo.

La tomé de la nuca, agarrándole con firmeza el cabello para introducirle el pene en la boca, con esto su inocencia se empezó a desvanecer y comenzó a liberar esa puta interior que toda mujer lleva dentro.

Iba cambiando el ritmo al cual le follaba la boca, fui de a poco metiéndole más y más. Trataba de forzarla para que se la tragara toda, pero aún no llegaba.

- ¿Esto querías? -le pregunté mientras retiraba mi pene de su boca.
- Pásale la lengua -le ordené
Ella lo trata de tomar con las manos, por lo cual yo la abofeteo.
- ¿Te dije que con las manos? -le recriminé
- Lo siento, amo -dijo
Y comenzó a recorrer mi pene con su lengua desde los huevos hasta la punta, donde se detenía para hacer círculos con su lengua. Que bien lo estaba haciendo esta perra. De vez en cuando mientras me lamia la verga, la azotaba con la misma. Le dejaba caer mi pene en su cara, le pegaba de un lado a otro. Como lo estaba disfrutando la muy puta.
Me acosté en la cama y le hice un gesto con mis manos para que siguiera con su trabajo.
Se incorporó sobre la cama y siguió subiendo y bajando por mi pene. Esta vez con más libertad de acción. El calor y humedad de su boca recorriendo mi pene por completo, incluidos los huevos, era un espectáculo, seguramente un par de pijas había chupado antes, por que así como la hacia no es de inexperta.
La interrumpo tomándola del pelo, dándola vuelta y poniéndome sobre ella, jugando con la idea de que la penetraría. Sin embargo, comienzo a metérselo en la boca, yo encima de ella.

- Uff que rica puta -le dije mientras mi pene entraba y salía de su boca.
A medida que fui aumentando la intensidad, el sonido de mi pene entrando mezclado con su saliva, se fue mezclando con algunas arcadas.
- Qué pasa putita, no aguantas una follada por la boca-le dije mientras aumentaba el ritmo y la profundidad.
- Si veo una sola gota de semen fuera de tu boca te prometo que te arrepentirás -le dije en un instante en el que baje el ritmo de las embestidas.
Pude notar en sus ojos las sorpresa y algo de miedo por lo que le acababa de advertir.
Empecé a aumentar el ritmo pero ha disminuir el recorrido de mi pene, preparando lo que seria uno de los mejores orgasmos que recuerde. Sigo aumentando el ritmo, y continuo follándomela por la boca, el climax estaba cada vez cerca.
- Toma perra, trágatelo todo -exclame con vigor mientras bombea chorros de semen al interior de su boca. Mezclado con mis gemidos.
Veo como sus ojos están llorosos y el semen recorre sus mejillas...

[Continuará]

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