Soy Ana y llevo casi 15 años casada con Eduardo, un camionero de 47 años que a pesar de la rutina matrimonial aún me vuelve loca cuando hacemos el amor.
Eduardo es rudo, grande, de manos ásperas y así y todo cuando lo veo que sale de la ducha con su slip ajustado me dan unas ganas... cómo tenemos dos hijos que siempre rondan por la casa no se puede cuantas veces se quiere así que lo hacemos poco.
Aún hoy no sé porqué me gusta tanto que mi marido me coja, reconozco que no es lo más común en parejas de tantos años, sin embargo, a mi me encanta, me vuelve loca cuando me domina, me fuerza y me coje con una rabia que no me puedo resistir ni una vez, siempre que él quiere yo acepto porque en realidad, no logro negarme a tan preciado tesoro.
El baño es nuestro lugar favorito ya que nuestra casa al ser antigua tiene un baño grande y nos permite usar todos los artefactos para entretenernos... si bien a mi lo que más me gusta es que me ponga contra la pared.
Siempre fui una mujer sumisa a él, no reniego de eso, disfruto la parte que puedo, trato de darle todos los gustos y disfruto de tenerlo cuando me toca.
Ah... es importante comentar que Eduardo no es fiel, no sé si alguna vez lo fue.
No le exijo que lo sea, solo le pido que se haga un lugar para mí, que me permita meterme a la ducha con él al menos un ratito cada semana.
Digamos que a esta altura los comentarios que me llegan de mis amigas sobre mi esposo no me llaman la atención, ya sé que se ve con otras, que se coje cuanta puta puede pero lo que pasó ayer fue distinto y realmente no me lo esperaba.
Creo que ninguna de las mujeres que hemos sido sometidas por él y mucho menos yo que lo tengo en mi cama la mayoría de las noches podía imaginar que al entrar a mi casa a una hora que no acostumbro lo iba a encontrar a él cabalgando la pija del esposo de mi amiga Claudia.
No les puedo explicar esa cara de felicidad y placer que tenía sentado encima de ese tipo y gimiendo tan parecido a mí cuando el me coje.
Imagino ahora, sentada escribiendo este texto que tendré que comprarme un juguete para complacer a mi esposo para que no vaya a dejar de cojerme.
Besos!
Eduardo es rudo, grande, de manos ásperas y así y todo cuando lo veo que sale de la ducha con su slip ajustado me dan unas ganas... cómo tenemos dos hijos que siempre rondan por la casa no se puede cuantas veces se quiere así que lo hacemos poco.
Aún hoy no sé porqué me gusta tanto que mi marido me coja, reconozco que no es lo más común en parejas de tantos años, sin embargo, a mi me encanta, me vuelve loca cuando me domina, me fuerza y me coje con una rabia que no me puedo resistir ni una vez, siempre que él quiere yo acepto porque en realidad, no logro negarme a tan preciado tesoro.
El baño es nuestro lugar favorito ya que nuestra casa al ser antigua tiene un baño grande y nos permite usar todos los artefactos para entretenernos... si bien a mi lo que más me gusta es que me ponga contra la pared.
Siempre fui una mujer sumisa a él, no reniego de eso, disfruto la parte que puedo, trato de darle todos los gustos y disfruto de tenerlo cuando me toca.
Ah... es importante comentar que Eduardo no es fiel, no sé si alguna vez lo fue.
No le exijo que lo sea, solo le pido que se haga un lugar para mí, que me permita meterme a la ducha con él al menos un ratito cada semana.
Digamos que a esta altura los comentarios que me llegan de mis amigas sobre mi esposo no me llaman la atención, ya sé que se ve con otras, que se coje cuanta puta puede pero lo que pasó ayer fue distinto y realmente no me lo esperaba.
Creo que ninguna de las mujeres que hemos sido sometidas por él y mucho menos yo que lo tengo en mi cama la mayoría de las noches podía imaginar que al entrar a mi casa a una hora que no acostumbro lo iba a encontrar a él cabalgando la pija del esposo de mi amiga Claudia.
No les puedo explicar esa cara de felicidad y placer que tenía sentado encima de ese tipo y gimiendo tan parecido a mí cuando el me coje.
Imagino ahora, sentada escribiendo este texto que tendré que comprarme un juguete para complacer a mi esposo para que no vaya a dejar de cojerme.
Besos!
2 comentarios - Secretos de mi esposo