Un viaje accidentado
En mi familia somos 5, mamá, papá, Diego (mi hermano mayor), Salvador (el del medio) y yo Melina (la más chica, favorita de papá y la más zarpada según mis hermanos).
Esta historia empieza hace poco más de un año. Mi familia planeaba un viaje a Bariloche para compensar el hecho de haberme perdido mi viaje de egresados por culpa de la pandemia. No me emocionaba la idea del viaje con todos ellos, pero siempre fuimos una familia muy unida a pesar de ser todos tan distintos.
Mi hermano Diego es el inteligente. Siempre buenas notas, educado, alto, de voz profunda y calmada y con una mirada azul que derrite a más de una (mamá incluida).
Salva es el deportista. Siempre en clubes y gimnasios, delgado, fibroso y siempre bronceado. Mis amigas mueren por verlo salir de la ducha algún dia.
Yo siempre fui de pensamiento independiente y la rebelde. No me esfuerzo mucho en el colegio y odio hacer deporte. Sin embargo soy inteligente y tengo tetas grandes y culo firme.
Cuando empezó el viaje, cada uno iba en la suya. Tenemos una suv grande cómoda que mi papá compró para que recorramos el país. Este era recién la primera salida.
Todo fue charlas y risas hasta que mis hermanos se pusieron a mirar fotos en sus teléfonos y comentarlas. Estaban mirando chicas que conocían y hablaban de ellas como si fueran jugadoras de fútbol... versión porno. Yo me enojé y les grité
Yo- Pueden dejar de ser tan pajeros?
S- Epa nena!
D- Por qué la agresión hermana?
Yo- Se creen que no me doy cuenta que están hablando de minas?
S- Y por qué te molesta?
D- Nada más estamos compartiendo fotos de... amigas de instagram.
Yo- Ah si? Puedo ver?
D- Claro!
Eran fotos de chicas muy lindas en poses provocativas pero vestidas... más o menos. Sentí una punzada de celos. Esas trolas calentaban a mis hermanos, que siempre consideré varones castos.
S- Yo me comí a un par de ellas... jeje.
D- No le digas eso a nuestra hermanita!
Yo- Saben que? Son dos pelotudos!
El resto del viaje casi no hablamos hasta que llegó la hora de una parada.
P- Bueno chicos, vamos a tener que pasar la noche en esta ciudad.
Yo- Ciudad? Esto es un pueblo.
M- Bueno, la cosa es que hay un hotel de cabañas muy lindo donde su padre y yo paramos una vez...
S- Naaa. No sean asquerosos!
Fuimos hasta ese lugar. Era una larga hilera de cabañas un poco alejadas de la ruta.
P- Bueno. Hay dos noticias, una buena y una mala.
S- La mala?
P- Es que quedan 2 cabañas así que uds tres van a tener que compartir.
Yo- Eso es una mierda papá!
D- Y la buena?
P- Es que están bien separadas. No voy a escucharlos matarse! Buenas noches! Su mamá y yo necesitamos una noche de privacidad!
M- Carlooos! Jajaja
Estaba cansada y sucia. Pero tener que compartir habitación con mis hermanos me parecía lo peor.
En mi familia somos 5, mamá, papá, Diego (mi hermano mayor), Salvador (el del medio) y yo Melina (la más chica, favorita de papá y la más zarpada según mis hermanos).
Esta historia empieza hace poco más de un año. Mi familia planeaba un viaje a Bariloche para compensar el hecho de haberme perdido mi viaje de egresados por culpa de la pandemia. No me emocionaba la idea del viaje con todos ellos, pero siempre fuimos una familia muy unida a pesar de ser todos tan distintos.
Mi hermano Diego es el inteligente. Siempre buenas notas, educado, alto, de voz profunda y calmada y con una mirada azul que derrite a más de una (mamá incluida).
Salva es el deportista. Siempre en clubes y gimnasios, delgado, fibroso y siempre bronceado. Mis amigas mueren por verlo salir de la ducha algún dia.
Yo siempre fui de pensamiento independiente y la rebelde. No me esfuerzo mucho en el colegio y odio hacer deporte. Sin embargo soy inteligente y tengo tetas grandes y culo firme.
Cuando empezó el viaje, cada uno iba en la suya. Tenemos una suv grande cómoda que mi papá compró para que recorramos el país. Este era recién la primera salida.
Todo fue charlas y risas hasta que mis hermanos se pusieron a mirar fotos en sus teléfonos y comentarlas. Estaban mirando chicas que conocían y hablaban de ellas como si fueran jugadoras de fútbol... versión porno. Yo me enojé y les grité
Yo- Pueden dejar de ser tan pajeros?
S- Epa nena!
D- Por qué la agresión hermana?
Yo- Se creen que no me doy cuenta que están hablando de minas?
S- Y por qué te molesta?
D- Nada más estamos compartiendo fotos de... amigas de instagram.
Yo- Ah si? Puedo ver?
D- Claro!
Eran fotos de chicas muy lindas en poses provocativas pero vestidas... más o menos. Sentí una punzada de celos. Esas trolas calentaban a mis hermanos, que siempre consideré varones castos.
S- Yo me comí a un par de ellas... jeje.
D- No le digas eso a nuestra hermanita!
Yo- Saben que? Son dos pelotudos!
El resto del viaje casi no hablamos hasta que llegó la hora de una parada.
P- Bueno chicos, vamos a tener que pasar la noche en esta ciudad.
Yo- Ciudad? Esto es un pueblo.
M- Bueno, la cosa es que hay un hotel de cabañas muy lindo donde su padre y yo paramos una vez...
S- Naaa. No sean asquerosos!
Fuimos hasta ese lugar. Era una larga hilera de cabañas un poco alejadas de la ruta.
P- Bueno. Hay dos noticias, una buena y una mala.
S- La mala?
P- Es que quedan 2 cabañas así que uds tres van a tener que compartir.
Yo- Eso es una mierda papá!
D- Y la buena?
P- Es que están bien separadas. No voy a escucharlos matarse! Buenas noches! Su mamá y yo necesitamos una noche de privacidad!
M- Carlooos! Jajaja
Estaba cansada y sucia. Pero tener que compartir habitación con mis hermanos me parecía lo peor.
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