Hola amigos, voy a contar un relato el cual evidentemente es ficticio, me encantaría que fuese real porque es con una chica que me gusta mucho y es un sueño para mí, esta maravillosa chica es @loveliza , una auténtica diosa entre nosotros los mortales.
La historia comienza en el aeropuerto de Madrid quise realizar un viaje a Italia, ya que quería conocer ese país tan bonito, y más después de haber tenido un año estresante de trabajo.
Después de hacer todos los asuntos pertinentes en el aeropuerto al fin entré en el avión, fui caminado por el pasillo buscando mi asiento hasta que finalmente lo encontré, me situé delante de él y con los ojos cerrados me dejé caer sobre él suspirando - por fin.
Cuando abrí los ojos de reojo vi que alguien sentada justo a mi izquierda me miraba, giré mi cabeza y ahí estaba ella, una diosa, el cabello largo, entre castaño y rubio y al final con unas ondulaciones, un vestido rojo el cual le quedaba espectacular, una carita esculpida por los mismísimos dioses del olimpo, unos preciosos ojos color café en los que me sumergía y quería perder la noción del tiempo, la deseaba, simplemente la deseaba, ella me sonrió y ahí en ese momento sí que perdí la cabeza al punto de desmallarme (metafóricamente claro está), y muy nervioso le devolví la sonrisa.
En ese momento el piloto informó de que íbamos a despegar y puse atención a toda esa información que nos estaban dando, yo para relajarme me puse un poco de música, pero no podía parar de pensar en esa chica, pero, ¿quién es? ¿Cómo es posible que exista una mujer así? Tengo que conocerla, pensaba en mis adentros, cada vez que pensaba en ella se me aceleraba el corazón y de vez en cuando la miraba porque era simplemente perfección.
En ese momento estaba debatiendo en una batalla mental en si tomar la iniciativa y hablarle, decirle algo por muy insignificante que fuera, tenía que decirle algo, no podía pasar el viaje sin decirle nada, así que decidí saludarla:
Con una sonrisa me dirijo a ella.
- Yo: Hola, me llamo Eivor, dado que vamos a pasar un rato largo en este viaje, para hacerlo más ameno podríamos hablar, si te parece bien.
Ella devolviendo su sonrisa
- @loveliza: Hola, me llamo Liza, encantada, sí, me parece muy bien, este viaje es aburrido y estaría muy bien pasar un buen rato.
Comenzamos a hablar de todo tipo de cosas, en ese rato de conversación lo estábamos pasando muy bien, y notaba en el ambiente que ambos nos gustábamos, ella me miraba con sus maravillosos ojos y yo me sumergía en ellos, me gustaba mucho, ella se levanta y me dice que tiene que ir al baño, por lo que la dejo pasar, pero en ese instante hay un movimiento del avión y ella cae sobre mí con las nalgas sobre mi bulto, y en ese momento puedo notar esas nalgas tan blanditas sobre mí, yo poniéndome malisimo notando sus nalgas y ella haciendo movimientos para levantarse, irremediablemente me puse erecto, con una erección de caballo, ella consigue levantarse, me pide disculpas y va al baño, no sé si habría notado tremenda erección, pero ella parecía un poco avergonzada, así que decidí levantarme y seguirla hacia el baño.
Llegué a la puerta del baño y decidí preguntar si se encontraba bien:
- Yo: Oye Liza, ¿te encuentras bien? Me preocupé un poco porque vi que fuiste al baño con mala cara, no te preocupes, no pasa nada.
De repente ella sale y se topa conmigo, la abrazo y la sostengo con mis brazos y nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, en ese momento decidí besarla.
Sus labios eran tan suaves y dulces, era maravilloso poder disfrutar del sabor de sus labios, en ese momento perdí los estribos y la agarre de las nalgas, ya no había vuelta atrás, mi instinto animal salió a la luz y la deseaba tanto que no podía parar, la entré en el baño, la volví a agarrar de las nalgas con fuerza y la volví a besar, notaba como ella se iba calentando y también como su respiración se aceleraba, con toda la calentura le quité la parte de arriba dejando al aire sus preciosos pechos, no llevaba bra, esos pechos eran tan firmes y perfectos que no era necesario, y los pezones rosaditos, una maravilla, agarré un pecho con una mano disfrutando al máximo del tacto, mientras que con la otra acariciaba la mejilla y la besaba con pasión, en ese mismo instante ella agarraba mi bulto, la respiración de ambos se aceleraba y estábamos ambos tan calientes que no podíamos aguantar, después de besar sus labios pasé a besar su cuello, ella seguía acariciando mi bulto y yo acariciando su pecho, pude sentir un aroma a perfume, un leve aroma a fresas, olía tan rico, después de besar su cuello no podía aguantar más, y comencé a chupar sus pechos, lamerlos y dar una leve mordida a sus pezones, chupaba y lamía sus pezones en círculos, rodeadolos levemente, pasaba la lengua por todo el pezón y otro leve mordisquito, cada vez que lo hacía, ella gemía, pero lo hacía bajito para ser discretos, mientras lo hacía se mordía el labio, y cada vez que se mordía el labio me ponía más malo todavía.
Yo, ansioso porque ella pudiera disfrutar al máximo, decidí agacharme y subir la falda de su vestido rojo dejando ver un tanga de lencería negro, procedí a bajarlo, y cuando lo bajé, pude contemplar un manjar de los dioses, depilado y perfecto, preparado para ser lamido, estaba muy mojado, que no es de extrañar, pasé el dedo un poquito y era maravilloso notar su humedad y calentura, para facilitar mejor el paso de la lengua procedí a abrirle un poco más las piernas, permitiendo que su coño se abriera, comencé a pasar la lengua lentamente disfrutando todo el sabor y su humedad, de abajo a clitoris y de clitoris a abajo, dando unas leves lamidas a su clitoris, lamiendo en círculos e introduciendo la lengua en su coño, ella estaba muy caliente, se mordía el labio y aguantaba los gemidos. Mientras yo le lamía el coño ella me agarraba del cabello, guiándome un poco por donde le gustaba que lo hiciese, entonces yo comiencé a ayudarme con los dedos, le metí los dedos mientras le lamía el coño, con los dedos conseguí llegar a su punto g, y ella se retorció de placer, yo me puse malísimo mientras lo hacía, seguí haciendolo hasta que ella finalmente se vino.
- @loveliza: Wow, ha sido increíble.
- Yo: ¿Te ha gustado? Pues ahora me toca a mí.
- @loveliza: mmmm sí
Me saqué la polla y ella comenzó a lamerlo, pasando la lengua lentamente por la punta mientras me miraba a los ojos, ella pasaba la lengua por todo mi pene de arriba a bajo, y otra vez volviendo a la punta, después se la metío en la boca, pero únicamente se metío la punta, chupándola y lamiéndola y seguidamente siguió metiéndosela en la boca, chupándomela toda, yo me retorcía de placer mientras lo hacía, era increíble sentir sus labios y su lengua sobre mi polla y yo con la calentura la agarré del cabello y la obligué a tragarsela toda, follándome su boca, entonces la saqué de su boca, la puse de pie contra la pared, la abrí un poco de piernas y orienté mi polla hacia su coño, puse la polla en su coño haciendo la intención de meterla, pero todavia no la quería meter, me agarre la polla y empecé a dar golpecitos en el coño y a pasar la polla por la rajita lubricando bien mi polla con su humedad, y la volví a orientar hacia su coño, volví a hacer un poquito de fuerza para meterla y metí la punta, ella dio un leve gemido y le tapé la boca con la mano, finalmente se la metí toda, ella abrio los ojos haciendo un gesto de placer y empecé a follármela, dándole duro, agarrandola de la cintura y empujandola fuerte hacia mí, y clavándosela toda hasta adentro, chocando mis caderas con su culo, y mientras disfrutaba de tremenda follada, azotaba ese perfecto culo.
Mientras la follaba, con una mano la agarré del cuello tirando hacia mí, y con la otra mano le agarraba un pecho, ella disfrutaba de como le daba, era tremendo estar disfrutando en plenitud de ese cuerpo, disfrutandola a ella, era maravillosa, entonces ella me dijo que la jalara del cabello mientras me la me la follaba, la agarré del cabello con una mano y del culo con la otra y la empotré contra la pared dándole duro, sintiendo como mi polla se deslizaba dentro de su coño húmedo y como ella se retorcía de placer.
Después saqué la polla, le di la vuelta y ella me abrazó entrelazando sus dedos por detrás de mi cuello, miré sus hermosos ojos y la volví a besar apasionadamente, la levanté en el aire, la apoyé en la pared y se la volví a meter sintiendo otra vez esa indescriptible sensación de placer, mientras follabamos, nos mirabamos a los ojos y mientras me perdía en su mirada también lo hacía dentro de ella, sintiéndola toda, sintiendo su piel, sintiendo su aroma, abrazándola fuerte, dándole fuerte, hasta que finalmente explotamos ambos y nos vinimos juntos, yo no pude evitar venirme dentro de ella.
Y bueno aquí acaba este relato, tenía pensado escribir mucho más, pero no quería extenderme demasiado, si es bien recibido seguiré escribiendo más, gracias amigos espero que os haya gustado.
La historia comienza en el aeropuerto de Madrid quise realizar un viaje a Italia, ya que quería conocer ese país tan bonito, y más después de haber tenido un año estresante de trabajo.
Después de hacer todos los asuntos pertinentes en el aeropuerto al fin entré en el avión, fui caminado por el pasillo buscando mi asiento hasta que finalmente lo encontré, me situé delante de él y con los ojos cerrados me dejé caer sobre él suspirando - por fin.
Cuando abrí los ojos de reojo vi que alguien sentada justo a mi izquierda me miraba, giré mi cabeza y ahí estaba ella, una diosa, el cabello largo, entre castaño y rubio y al final con unas ondulaciones, un vestido rojo el cual le quedaba espectacular, una carita esculpida por los mismísimos dioses del olimpo, unos preciosos ojos color café en los que me sumergía y quería perder la noción del tiempo, la deseaba, simplemente la deseaba, ella me sonrió y ahí en ese momento sí que perdí la cabeza al punto de desmallarme (metafóricamente claro está), y muy nervioso le devolví la sonrisa.
En ese momento el piloto informó de que íbamos a despegar y puse atención a toda esa información que nos estaban dando, yo para relajarme me puse un poco de música, pero no podía parar de pensar en esa chica, pero, ¿quién es? ¿Cómo es posible que exista una mujer así? Tengo que conocerla, pensaba en mis adentros, cada vez que pensaba en ella se me aceleraba el corazón y de vez en cuando la miraba porque era simplemente perfección.
En ese momento estaba debatiendo en una batalla mental en si tomar la iniciativa y hablarle, decirle algo por muy insignificante que fuera, tenía que decirle algo, no podía pasar el viaje sin decirle nada, así que decidí saludarla:
Con una sonrisa me dirijo a ella.
- Yo: Hola, me llamo Eivor, dado que vamos a pasar un rato largo en este viaje, para hacerlo más ameno podríamos hablar, si te parece bien.
Ella devolviendo su sonrisa
- @loveliza: Hola, me llamo Liza, encantada, sí, me parece muy bien, este viaje es aburrido y estaría muy bien pasar un buen rato.
Comenzamos a hablar de todo tipo de cosas, en ese rato de conversación lo estábamos pasando muy bien, y notaba en el ambiente que ambos nos gustábamos, ella me miraba con sus maravillosos ojos y yo me sumergía en ellos, me gustaba mucho, ella se levanta y me dice que tiene que ir al baño, por lo que la dejo pasar, pero en ese instante hay un movimiento del avión y ella cae sobre mí con las nalgas sobre mi bulto, y en ese momento puedo notar esas nalgas tan blanditas sobre mí, yo poniéndome malisimo notando sus nalgas y ella haciendo movimientos para levantarse, irremediablemente me puse erecto, con una erección de caballo, ella consigue levantarse, me pide disculpas y va al baño, no sé si habría notado tremenda erección, pero ella parecía un poco avergonzada, así que decidí levantarme y seguirla hacia el baño.
Llegué a la puerta del baño y decidí preguntar si se encontraba bien:
- Yo: Oye Liza, ¿te encuentras bien? Me preocupé un poco porque vi que fuiste al baño con mala cara, no te preocupes, no pasa nada.
De repente ella sale y se topa conmigo, la abrazo y la sostengo con mis brazos y nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, en ese momento decidí besarla.
Sus labios eran tan suaves y dulces, era maravilloso poder disfrutar del sabor de sus labios, en ese momento perdí los estribos y la agarre de las nalgas, ya no había vuelta atrás, mi instinto animal salió a la luz y la deseaba tanto que no podía parar, la entré en el baño, la volví a agarrar de las nalgas con fuerza y la volví a besar, notaba como ella se iba calentando y también como su respiración se aceleraba, con toda la calentura le quité la parte de arriba dejando al aire sus preciosos pechos, no llevaba bra, esos pechos eran tan firmes y perfectos que no era necesario, y los pezones rosaditos, una maravilla, agarré un pecho con una mano disfrutando al máximo del tacto, mientras que con la otra acariciaba la mejilla y la besaba con pasión, en ese mismo instante ella agarraba mi bulto, la respiración de ambos se aceleraba y estábamos ambos tan calientes que no podíamos aguantar, después de besar sus labios pasé a besar su cuello, ella seguía acariciando mi bulto y yo acariciando su pecho, pude sentir un aroma a perfume, un leve aroma a fresas, olía tan rico, después de besar su cuello no podía aguantar más, y comencé a chupar sus pechos, lamerlos y dar una leve mordida a sus pezones, chupaba y lamía sus pezones en círculos, rodeadolos levemente, pasaba la lengua por todo el pezón y otro leve mordisquito, cada vez que lo hacía, ella gemía, pero lo hacía bajito para ser discretos, mientras lo hacía se mordía el labio, y cada vez que se mordía el labio me ponía más malo todavía.
Yo, ansioso porque ella pudiera disfrutar al máximo, decidí agacharme y subir la falda de su vestido rojo dejando ver un tanga de lencería negro, procedí a bajarlo, y cuando lo bajé, pude contemplar un manjar de los dioses, depilado y perfecto, preparado para ser lamido, estaba muy mojado, que no es de extrañar, pasé el dedo un poquito y era maravilloso notar su humedad y calentura, para facilitar mejor el paso de la lengua procedí a abrirle un poco más las piernas, permitiendo que su coño se abriera, comencé a pasar la lengua lentamente disfrutando todo el sabor y su humedad, de abajo a clitoris y de clitoris a abajo, dando unas leves lamidas a su clitoris, lamiendo en círculos e introduciendo la lengua en su coño, ella estaba muy caliente, se mordía el labio y aguantaba los gemidos. Mientras yo le lamía el coño ella me agarraba del cabello, guiándome un poco por donde le gustaba que lo hiciese, entonces yo comiencé a ayudarme con los dedos, le metí los dedos mientras le lamía el coño, con los dedos conseguí llegar a su punto g, y ella se retorció de placer, yo me puse malísimo mientras lo hacía, seguí haciendolo hasta que ella finalmente se vino.
- @loveliza: Wow, ha sido increíble.
- Yo: ¿Te ha gustado? Pues ahora me toca a mí.
- @loveliza: mmmm sí
Me saqué la polla y ella comenzó a lamerlo, pasando la lengua lentamente por la punta mientras me miraba a los ojos, ella pasaba la lengua por todo mi pene de arriba a bajo, y otra vez volviendo a la punta, después se la metío en la boca, pero únicamente se metío la punta, chupándola y lamiéndola y seguidamente siguió metiéndosela en la boca, chupándomela toda, yo me retorcía de placer mientras lo hacía, era increíble sentir sus labios y su lengua sobre mi polla y yo con la calentura la agarré del cabello y la obligué a tragarsela toda, follándome su boca, entonces la saqué de su boca, la puse de pie contra la pared, la abrí un poco de piernas y orienté mi polla hacia su coño, puse la polla en su coño haciendo la intención de meterla, pero todavia no la quería meter, me agarre la polla y empecé a dar golpecitos en el coño y a pasar la polla por la rajita lubricando bien mi polla con su humedad, y la volví a orientar hacia su coño, volví a hacer un poquito de fuerza para meterla y metí la punta, ella dio un leve gemido y le tapé la boca con la mano, finalmente se la metí toda, ella abrio los ojos haciendo un gesto de placer y empecé a follármela, dándole duro, agarrandola de la cintura y empujandola fuerte hacia mí, y clavándosela toda hasta adentro, chocando mis caderas con su culo, y mientras disfrutaba de tremenda follada, azotaba ese perfecto culo.
Mientras la follaba, con una mano la agarré del cuello tirando hacia mí, y con la otra mano le agarraba un pecho, ella disfrutaba de como le daba, era tremendo estar disfrutando en plenitud de ese cuerpo, disfrutandola a ella, era maravillosa, entonces ella me dijo que la jalara del cabello mientras me la me la follaba, la agarré del cabello con una mano y del culo con la otra y la empotré contra la pared dándole duro, sintiendo como mi polla se deslizaba dentro de su coño húmedo y como ella se retorcía de placer.
Después saqué la polla, le di la vuelta y ella me abrazó entrelazando sus dedos por detrás de mi cuello, miré sus hermosos ojos y la volví a besar apasionadamente, la levanté en el aire, la apoyé en la pared y se la volví a meter sintiendo otra vez esa indescriptible sensación de placer, mientras follabamos, nos mirabamos a los ojos y mientras me perdía en su mirada también lo hacía dentro de ella, sintiéndola toda, sintiendo su piel, sintiendo su aroma, abrazándola fuerte, dándole fuerte, hasta que finalmente explotamos ambos y nos vinimos juntos, yo no pude evitar venirme dentro de ella.
Y bueno aquí acaba este relato, tenía pensado escribir mucho más, pero no quería extenderme demasiado, si es bien recibido seguiré escribiendo más, gracias amigos espero que os haya gustado.
2 comentarios - Un viaje sexualmente inesperado