Me desperté un viernes por la mañana con una de las mejores vistasque pude tener, mi novia, Elisa, en ropa interior buscando algo enropero. Llevo casado 8 años con ella y la verdad es que fui muyafortunado al tenerla, ella pudo escoger a cualquier otro hombre perome escogió a mi. Ella era un mujer algo rellenita, pero con todo muybien acomodado, un busto grande y unas caderas anchas, ademas de unos ojos verdes encantadores y unos suaves labios, muchos hombres lacotejaban cuando la conocí y muchos otros intentaron tener algo conella aun después de casados, sin embargo ella siempre los rechazaba.Aquella mañana realmente no teníamos planes, ella y yodescansábamos todo el fin de semana así que solo nos quedaríamosen casa a ver películas, platicar y tener sexo.
Ese día estuvobastante bien ya que ni siquiera nos arreglamos, yo estuve en pijamatodo el día y ella se puso uno de esos vestido de cuerpo completoque son holgados para estar en casa que, ademas de ser como paraella, era fácil de subir y bajar para cuando quisiéramos tener algomas, tampoco se puso bracier ese día para estar mas cómoda.
Yaiban a dar las 6 de la tarde cuando íbamos escuchamos que estabantocando la puerta, cuando abrí me lleve una sorpresa al ver a Mario,un ex compañero de la universidad.
—!Amigo!—me dijo mientras me daba un abraso.
—!Hola!…—le conteste con una sonrisa fingida y tratando de sonar emocionado
Laverdad no estaba muy contento de verlo, el era de esas personas quefingían ser tu amigo, pero en realidad solo querían aprovecharse deti. Siempre pedía lostrabajos o se burlaba de los demás ara hacerse el gracioso, eraalguien muy carismático por lo que siempre conseguía caerle bien alas personas, eso hasta que lo conocían bien, inclusive fue elculpable de que terminara con una novia, pero esa es otra historia.
—Cuantotiempo sin vernos, no has cambiado mucho—me termino de decir
—Situ tampoco has cambiado,¿Que haces por acá?
—Vengode visita a ver unos amigos y me contaron de ti y de que vivias aca,decidi pasar a visitarte, me contaron que tienes casa y esposa y todo
—Sino me va mal— le dije cortante mente esperando que se fuera.
—¿Peroque, no me vas a invitar a pasar?—
—Sisi claro, perdón, pasa
—¿Quienes?— me pregunto Elisa un poco extrañada.
—EsMario un viejo amigo de la facu— Le conteste mientras Mario seacercaba a saludarla de beso y abraso. Ella se hizopara atrás de inmediato e hizo una cara de desagrado.
—Ungusto conocerte. Tienes una esposa muy bella—
Despuésde eso Elisa se fue a poner un brasier y un suéter para intentartaparse mas. Continuamos hablando un par de horas, me contó de lobien que le había ido y de su viaje por el mundo y de lo exitoso queera, eso si siempre hablando pestes de todas las personas con las quese había encontrado, incluso de las mujeres con las que habíaestado siendo lo mas misógino posible.
Yahabía oscurecido y mi esposa cada vez tenia una cara mas dedesagrado
—Perobueno, ¿que en esta casa no cenan?, ya hace hambre ¿no?—nosdijo
—Buenono hay nada para cenar, hoy no pensábamos hacer mucho— Le contestoElisa
—Peropodríamos comprar algo antes de que me vaya no?
—Claro,amor vamos a ver que hay de cenar en la cocina— me dijo mi esposa—Ve a comprar algo de comer rápido ya para que se vaya que no loaguanto mas—
Tomelas llaves y salí a la comprar algo de comer. Tarde unos 10 minutosen ir y venir del centro comercial. Cuando entre a mi casa Mario yElisa ya no estaban en la sala y de la cocina escuche mormullo, cuando estaba por entrar vi salir aMario.
—Vayapor fin volviste con la cena, estaba platicando con tu esposa y essúper graciosa, estamos rirsa y risa— me dijo con un tono raro.
Entrea la cocina y vi a mi esposa en el suelo limpiando algo del suelo
—Quepaso?— le pregunte.
—Nadase me cayo el agua. Tu amigo es muy simpático, meha hecho reír mucho— Se levanto y estaba sonrojada y sin aliento,como si se hubiera “reído mucho”
Desdeese momento su actitudhacia el cambio por completo, paso de ponerle caras de desprecio asonreír le y ahora parecía atenta a su conversación, incluso sereían de sus bromas. Durante la cena todo continuo norma, perollegue a notar que en momentos se lanzaban sonrisas. Dieron las 12 dela noche.
—Amortu amigo me comento que el no se estaba quedando en ningún lado, leofrecí la habitación extra para que se quedara y no tuviera que ira buscar un hotel, esta bien?—me dijo mi esposa
—Claro,si quiere que suba sus cosas—
—Nohace falta yo duermo así como dios me trajo al mundo—nos dijo Mario burlonamente y mi esposa se rio como si fuera el mejorchiste del mundo.
Despuésde eso mi esposa se dio un baño y nos fuimos a ala cama. Ya demadrugada no podía dejar de pensar en porque el cambio de actitud deElisa, pensé en lo que pudo haber pasado cuando me fui, pero alfinal solo se me ocurrió que eran cosas miás y medispuse a dormir. Sin embargo sentí que mi esposa se levantaba de lacama, al principio se me ocurrió que ella se habría ido al baño,pasaron 5… 10… 20 minutos y ella seguía sin aparecer. Decidílevantarme para ver que era lo que le había asado, la fui a buscaral baño y ella no estaba ahí, «A lo mejor fue a la cocina poralgo» pensé, me dirigí hacia hallay en el camino encontréel brasier de encajecolor azul de mi esposa,continué caminando pensando lo peor, justo antes de llegar a la salaencontré otra prenda tirada en el suelo, susbragas del mismo color.
Measome lentamente por el marco de la puerta y mis temores se volvieronrealidad. Ahí estaba mi mujer completamente desnuda, sentada sobrelas piernas de Mario, no estaban cogiendo pero si la estabamasturbando, con una mano masajeba el pecho de mi mujer y con la otraestimulaba su clítoris, le metía sus dedos, le abría la vagina—¿Tegusta?—le escuche susurrar a Mario, Elisa con un gemido le indico que si. Enme momento pude haberme ido ohaberlos confrontado, pero decidí quedarme ahí viéndolos, sinhacer nada.
Pudever con detalle como es que Mario masturbaba a Elisa, pellizcaba supezón, metía uno o varios dedos a su vagina, le besaba el cuello,la exitacion de Elisa era tal que ella misma se tapo la boca con sumano para evitar gritar de placer. En un momento vi como Mariofrotaba frenéticamente si clítoris y en un instante mi queridaesposa tuvo el orgasmo mas grande de su vida, jamas se había puestoasí y para mi sorpresa su orgasmo vino acompañado de un squirt elcual jamas le había logrado provocar. Su orgasmo duro bastante ycuando termino los dos se pusieron de pie.
—¿Tegusto?—le pregunto Mario soltando un risalla traviesa
—Shhh…mi esposo te va a escuchar.
—Soymejor que el ¿no?— mi esposa solo lo miro con un sonrisa coqueta.
—Hayque limpiar todo eso antes de irnos
Enese momento me fui con el corazón latiendo a mil y con una ereccióninvoluntaria en mi pantalón. Deje las prendas donde las recogí y mefui a acostar, cinco minutos después sentí como ella se acostaba,yo me quede dormir al final del cansancio, pero pensando en que acabade pasar.
Aldía siguiente nos levantamos y desayunamos los tres como si nadahubiera pasado, al ver la sala pude notar que el sillón seguíahúmedo y ademas mi esposa traía un vestido parecido al de ayer peromas corto y escotado, ademas no traía brasiery no parecía preocupada por taparse como cuandoMario llego. Mario nos contó que aun tenia unos pendientes y miesposa le ofreció quedarse otra noche para que no tuviera que buscarun hotel, el acepto de inmediato y mi no me quedo mas queconformarme, el resto del día no me separe de mi mujer.
Alllegar la noche nos fuimos todos a dormir, pero en esta ocasión miesposa se coloco un babydoll que solo usábamos en fechas especiales,era de color negro y casi transparente, solo se puso unas bragas porlo que sus pecho se podían ver.
—Uy,hoy habrá acción?— le dije fingiendo emoción, aun que ya sabiaque no era por mi
— jaja,no, este ya esta viejo, solo quiero dormir mas cómoda.
Nosacostamos a dormir y de nuevo no pude dormir, esperaba a que miesposa se volviera a levantar. Pasaron las horas, trate de fingir queestaba durmiendo esperando la hora en la que ella se moviera. En esoescuche como su celular vibraba y como ella respondía. Minutosdespués la puerta del cuarto se abrió.
—Seguraque esta dormido?— Era Mario el que había entrado.
—Si,el tiene el sueño pesado, solo hazlo con cuidado.
Loque ellos no sabían era que estaba despierto y no solo eso, enfrentede mi estaba el espejo de pared completa que teníamos, por lo quepodía verlos a ellos dos por el reflejo. Mario estaba totalmentedesnudo y mi esposa se incorporo un poco en la cama, su pene yaestaba erecto, procedió a tomar a Elisa por el cabello y a meter supene en su boca, lo hizo de manera brusca y rápida y mi esposa nodijo nada, solo comenzó a succionar, cada vez lo hacia mas profundoe incluso Elisa lo tomo por los glúteos y empujo la cadera de Mariohacia su cara para ayudarlo a llegar mas profundo, pudever cada penetración y escuchar la succión que hacia mi esposa consu boca.
Posteriora eso el Mario se acostó al pie de la cama comenzó a lamer lavagina de Elisa, ella solo se recargo sobre la cabecera de la cama ydisfruto del acto, su cara de placer era irreconocible, en un momentome volteo a ver y comenzóa acariciar mi pelo. No puedo explicar lo que paso, pero me provocootra erección. Unos minutos después, Mario se reincorporo y le sacolas bragas a mi esposa, las aventó y se coloco encima de Elisa,comenzo a penetrarla, cada envestida hacia que la cama se moviera unpoco y al comenzar a subir el ritmo la cama golpeaba contra la pared.
—Espera—le dijo Elisa y puso su almohada en la cabecera
Mariocontinuo penetrándola, esta vez a un ritmo mucho mayor que antes,ella solo soltaba un grito agudo y sordo —Ah! Ah! Ah!— escuchabacon cada penetrada y la cama se agitaba de un lado a otro, inclusolos resorte del colchón comenzaron a rechinar. En ese momento meexcite mas que nunca y sin pensarlo metí mi mano en mi pantalón ycomencé a masturbarme, ellos no se darían cuenta con todo elmovimiento que estaban haciendo.
—Tegusta puta?— escuche a Mario
—soytu puta— le contesto Elisa
—Soymejor que el?
—Simi semental
—Miraloy dime quien es mejor
—Tueres mejor, tu pene es mejor— comenzó a decir mientras me miraba
—¿Quees lo quieres?
—Mmm!Quiero que me penetres, quiero que me llenes de tu semen
Enese momento Mario comenzó a penetrarla mas duro que nunca, ella nopodía parar de gemir, sus piernas se estiraba y doblaban de placery con sus brazos ella solo abrazaba su cabeza, yo estaba al limite meiba a venir y justo cuando lo hice ella también lo hizo. Puse sentiry ver como le daban espamos incontrolables de placer y al igual queayer su orgasmos vino acompañado de un squirt, mojo toda la cama heincluso yo pude sentir su húmedo y caliente corrida.
—Terminaste?—le pregunto Elisa
—Noputa
Enese momento mi esposa se dio la vuelta y se pudo en 4, Mario se pusodetrás de ella, ella apoyo sus manos en la cabecera de la cama.Mario la tomo por el cabello y ella separo sus piernas y se inclinolo mas que pudo, jamas la había visto en esa posición. De un jalometió toda su verga en mi esposa «clap clap clap» comencé aescuchar, yo tuve otra erección y me masturbe de nuevo. Vi como todolas teta de mi esposa rebotaban de un lado a otro y como su culogolpeaba el vientre de Mario. Subieron la intensidad y yo igual.
—Vea tu esposito y di mi nombre— le ordeno Mario
Solopude escuchar «Mario, mario mario» durante un buen rato, escuchabael brujido de Mario y la respiración de mi esposa, mientras memiraba, mi esposa de nuevo comenzó a acariciar mi pelo con una mano.
—Yavoy a terminar— dijo Mario prácticamente gritando.
—Ventea dentro
Elsolo la invistió mas fuerte y ella gritaba «Si! Si! Si!», laexcitación que sentía era indescriptible, todo era tan morboso, sepodía sentir el calor en el aire y en un instante todo el placerllego, mi esposa gimió de placer, Mario la jalo del pelo y le diouna ultima penetrada quedándose dentro de ella mientras descargabatodo su semen y yo me corrí mas que nunca, mi esposa tuvo un segundoorgasmo tan grande que mi tomo del pelo demasiado fuerte.
Despuésde eso Mario se fue, mi esposa se volvió a acostar y yo me quededormido profundamente. Al día siguiente Mario se fue de la casa y miesposa y yo volvimos a la normalidad. No he sabido si ella ha estadocon alguien mas, pero espero que si pasa yo pueda estar ahí paraverlo.
Nota:Gracias por leer mirelato, cualquier sugerencia es bienvenida, también si te gustaríaque escribiera de otro genero.
Ese día estuvobastante bien ya que ni siquiera nos arreglamos, yo estuve en pijamatodo el día y ella se puso uno de esos vestido de cuerpo completoque son holgados para estar en casa que, ademas de ser como paraella, era fácil de subir y bajar para cuando quisiéramos tener algomas, tampoco se puso bracier ese día para estar mas cómoda.
Yaiban a dar las 6 de la tarde cuando íbamos escuchamos que estabantocando la puerta, cuando abrí me lleve una sorpresa al ver a Mario,un ex compañero de la universidad.
—!Amigo!—me dijo mientras me daba un abraso.
—!Hola!…—le conteste con una sonrisa fingida y tratando de sonar emocionado
Laverdad no estaba muy contento de verlo, el era de esas personas quefingían ser tu amigo, pero en realidad solo querían aprovecharse deti. Siempre pedía lostrabajos o se burlaba de los demás ara hacerse el gracioso, eraalguien muy carismático por lo que siempre conseguía caerle bien alas personas, eso hasta que lo conocían bien, inclusive fue elculpable de que terminara con una novia, pero esa es otra historia.
—Cuantotiempo sin vernos, no has cambiado mucho—me termino de decir
—Situ tampoco has cambiado,¿Que haces por acá?
—Vengode visita a ver unos amigos y me contaron de ti y de que vivias aca,decidi pasar a visitarte, me contaron que tienes casa y esposa y todo
—Sino me va mal— le dije cortante mente esperando que se fuera.
—¿Peroque, no me vas a invitar a pasar?—
—Sisi claro, perdón, pasa
—¿Quienes?— me pregunto Elisa un poco extrañada.
—EsMario un viejo amigo de la facu— Le conteste mientras Mario seacercaba a saludarla de beso y abraso. Ella se hizopara atrás de inmediato e hizo una cara de desagrado.
—Ungusto conocerte. Tienes una esposa muy bella—
Despuésde eso Elisa se fue a poner un brasier y un suéter para intentartaparse mas. Continuamos hablando un par de horas, me contó de lobien que le había ido y de su viaje por el mundo y de lo exitoso queera, eso si siempre hablando pestes de todas las personas con las quese había encontrado, incluso de las mujeres con las que habíaestado siendo lo mas misógino posible.
Yahabía oscurecido y mi esposa cada vez tenia una cara mas dedesagrado
—Perobueno, ¿que en esta casa no cenan?, ya hace hambre ¿no?—nosdijo
—Buenono hay nada para cenar, hoy no pensábamos hacer mucho— Le contestoElisa
—Peropodríamos comprar algo antes de que me vaya no?
—Claro,amor vamos a ver que hay de cenar en la cocina— me dijo mi esposa—Ve a comprar algo de comer rápido ya para que se vaya que no loaguanto mas—
Tomelas llaves y salí a la comprar algo de comer. Tarde unos 10 minutosen ir y venir del centro comercial. Cuando entre a mi casa Mario yElisa ya no estaban en la sala y de la cocina escuche mormullo, cuando estaba por entrar vi salir aMario.
—Vayapor fin volviste con la cena, estaba platicando con tu esposa y essúper graciosa, estamos rirsa y risa— me dijo con un tono raro.
Entrea la cocina y vi a mi esposa en el suelo limpiando algo del suelo
—Quepaso?— le pregunte.
—Nadase me cayo el agua. Tu amigo es muy simpático, meha hecho reír mucho— Se levanto y estaba sonrojada y sin aliento,como si se hubiera “reído mucho”
Desdeese momento su actitudhacia el cambio por completo, paso de ponerle caras de desprecio asonreír le y ahora parecía atenta a su conversación, incluso sereían de sus bromas. Durante la cena todo continuo norma, perollegue a notar que en momentos se lanzaban sonrisas. Dieron las 12 dela noche.
—Amortu amigo me comento que el no se estaba quedando en ningún lado, leofrecí la habitación extra para que se quedara y no tuviera que ira buscar un hotel, esta bien?—me dijo mi esposa
—Claro,si quiere que suba sus cosas—
—Nohace falta yo duermo así como dios me trajo al mundo—nos dijo Mario burlonamente y mi esposa se rio como si fuera el mejorchiste del mundo.
Despuésde eso mi esposa se dio un baño y nos fuimos a ala cama. Ya demadrugada no podía dejar de pensar en porque el cambio de actitud deElisa, pensé en lo que pudo haber pasado cuando me fui, pero alfinal solo se me ocurrió que eran cosas miás y medispuse a dormir. Sin embargo sentí que mi esposa se levantaba de lacama, al principio se me ocurrió que ella se habría ido al baño,pasaron 5… 10… 20 minutos y ella seguía sin aparecer. Decidílevantarme para ver que era lo que le había asado, la fui a buscaral baño y ella no estaba ahí, «A lo mejor fue a la cocina poralgo» pensé, me dirigí hacia hallay en el camino encontréel brasier de encajecolor azul de mi esposa,continué caminando pensando lo peor, justo antes de llegar a la salaencontré otra prenda tirada en el suelo, susbragas del mismo color.
Measome lentamente por el marco de la puerta y mis temores se volvieronrealidad. Ahí estaba mi mujer completamente desnuda, sentada sobrelas piernas de Mario, no estaban cogiendo pero si la estabamasturbando, con una mano masajeba el pecho de mi mujer y con la otraestimulaba su clítoris, le metía sus dedos, le abría la vagina—¿Tegusta?—le escuche susurrar a Mario, Elisa con un gemido le indico que si. Enme momento pude haberme ido ohaberlos confrontado, pero decidí quedarme ahí viéndolos, sinhacer nada.
Pudever con detalle como es que Mario masturbaba a Elisa, pellizcaba supezón, metía uno o varios dedos a su vagina, le besaba el cuello,la exitacion de Elisa era tal que ella misma se tapo la boca con sumano para evitar gritar de placer. En un momento vi como Mariofrotaba frenéticamente si clítoris y en un instante mi queridaesposa tuvo el orgasmo mas grande de su vida, jamas se había puestoasí y para mi sorpresa su orgasmo vino acompañado de un squirt elcual jamas le había logrado provocar. Su orgasmo duro bastante ycuando termino los dos se pusieron de pie.
—¿Tegusto?—le pregunto Mario soltando un risalla traviesa
—Shhh…mi esposo te va a escuchar.
—Soymejor que el ¿no?— mi esposa solo lo miro con un sonrisa coqueta.
—Hayque limpiar todo eso antes de irnos
Enese momento me fui con el corazón latiendo a mil y con una ereccióninvoluntaria en mi pantalón. Deje las prendas donde las recogí y mefui a acostar, cinco minutos después sentí como ella se acostaba,yo me quede dormir al final del cansancio, pero pensando en que acabade pasar.
Aldía siguiente nos levantamos y desayunamos los tres como si nadahubiera pasado, al ver la sala pude notar que el sillón seguíahúmedo y ademas mi esposa traía un vestido parecido al de ayer peromas corto y escotado, ademas no traía brasiery no parecía preocupada por taparse como cuandoMario llego. Mario nos contó que aun tenia unos pendientes y miesposa le ofreció quedarse otra noche para que no tuviera que buscarun hotel, el acepto de inmediato y mi no me quedo mas queconformarme, el resto del día no me separe de mi mujer.
Alllegar la noche nos fuimos todos a dormir, pero en esta ocasión miesposa se coloco un babydoll que solo usábamos en fechas especiales,era de color negro y casi transparente, solo se puso unas bragas porlo que sus pecho se podían ver.
—Uy,hoy habrá acción?— le dije fingiendo emoción, aun que ya sabiaque no era por mi
— jaja,no, este ya esta viejo, solo quiero dormir mas cómoda.
Nosacostamos a dormir y de nuevo no pude dormir, esperaba a que miesposa se volviera a levantar. Pasaron las horas, trate de fingir queestaba durmiendo esperando la hora en la que ella se moviera. En esoescuche como su celular vibraba y como ella respondía. Minutosdespués la puerta del cuarto se abrió.
—Seguraque esta dormido?— Era Mario el que había entrado.
—Si,el tiene el sueño pesado, solo hazlo con cuidado.
Loque ellos no sabían era que estaba despierto y no solo eso, enfrentede mi estaba el espejo de pared completa que teníamos, por lo quepodía verlos a ellos dos por el reflejo. Mario estaba totalmentedesnudo y mi esposa se incorporo un poco en la cama, su pene yaestaba erecto, procedió a tomar a Elisa por el cabello y a meter supene en su boca, lo hizo de manera brusca y rápida y mi esposa nodijo nada, solo comenzó a succionar, cada vez lo hacia mas profundoe incluso Elisa lo tomo por los glúteos y empujo la cadera de Mariohacia su cara para ayudarlo a llegar mas profundo, pudever cada penetración y escuchar la succión que hacia mi esposa consu boca.
Posteriora eso el Mario se acostó al pie de la cama comenzó a lamer lavagina de Elisa, ella solo se recargo sobre la cabecera de la cama ydisfruto del acto, su cara de placer era irreconocible, en un momentome volteo a ver y comenzóa acariciar mi pelo. No puedo explicar lo que paso, pero me provocootra erección. Unos minutos después, Mario se reincorporo y le sacolas bragas a mi esposa, las aventó y se coloco encima de Elisa,comenzo a penetrarla, cada envestida hacia que la cama se moviera unpoco y al comenzar a subir el ritmo la cama golpeaba contra la pared.
—Espera—le dijo Elisa y puso su almohada en la cabecera
Mariocontinuo penetrándola, esta vez a un ritmo mucho mayor que antes,ella solo soltaba un grito agudo y sordo —Ah! Ah! Ah!— escuchabacon cada penetrada y la cama se agitaba de un lado a otro, inclusolos resorte del colchón comenzaron a rechinar. En ese momento meexcite mas que nunca y sin pensarlo metí mi mano en mi pantalón ycomencé a masturbarme, ellos no se darían cuenta con todo elmovimiento que estaban haciendo.
—Tegusta puta?— escuche a Mario
—soytu puta— le contesto Elisa
—Soymejor que el?
—Simi semental
—Miraloy dime quien es mejor
—Tueres mejor, tu pene es mejor— comenzó a decir mientras me miraba
—¿Quees lo quieres?
—Mmm!Quiero que me penetres, quiero que me llenes de tu semen
Enese momento Mario comenzó a penetrarla mas duro que nunca, ella nopodía parar de gemir, sus piernas se estiraba y doblaban de placery con sus brazos ella solo abrazaba su cabeza, yo estaba al limite meiba a venir y justo cuando lo hice ella también lo hizo. Puse sentiry ver como le daban espamos incontrolables de placer y al igual queayer su orgasmos vino acompañado de un squirt, mojo toda la cama heincluso yo pude sentir su húmedo y caliente corrida.
—Terminaste?—le pregunto Elisa
—Noputa
Enese momento mi esposa se dio la vuelta y se pudo en 4, Mario se pusodetrás de ella, ella apoyo sus manos en la cabecera de la cama.Mario la tomo por el cabello y ella separo sus piernas y se inclinolo mas que pudo, jamas la había visto en esa posición. De un jalometió toda su verga en mi esposa «clap clap clap» comencé aescuchar, yo tuve otra erección y me masturbe de nuevo. Vi como todolas teta de mi esposa rebotaban de un lado a otro y como su culogolpeaba el vientre de Mario. Subieron la intensidad y yo igual.
—Vea tu esposito y di mi nombre— le ordeno Mario
Solopude escuchar «Mario, mario mario» durante un buen rato, escuchabael brujido de Mario y la respiración de mi esposa, mientras memiraba, mi esposa de nuevo comenzó a acariciar mi pelo con una mano.
—Yavoy a terminar— dijo Mario prácticamente gritando.
—Ventea dentro
Elsolo la invistió mas fuerte y ella gritaba «Si! Si! Si!», laexcitación que sentía era indescriptible, todo era tan morboso, sepodía sentir el calor en el aire y en un instante todo el placerllego, mi esposa gimió de placer, Mario la jalo del pelo y le diouna ultima penetrada quedándose dentro de ella mientras descargabatodo su semen y yo me corrí mas que nunca, mi esposa tuvo un segundoorgasmo tan grande que mi tomo del pelo demasiado fuerte.
Despuésde eso Mario se fue, mi esposa se volvió a acostar y yo me quededormido profundamente. Al día siguiente Mario se fue de la casa y miesposa y yo volvimos a la normalidad. No he sabido si ella ha estadocon alguien mas, pero espero que si pasa yo pueda estar ahí paraverlo.
Nota:Gracias por leer mirelato, cualquier sugerencia es bienvenida, también si te gustaríaque escribiera de otro genero.
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