una vez más salía tarde para el trabajo, un café y un pan fue el desayuno de campeones aquella mañana, el afán de llegar a la oficina era habitual a esa hora, aunque ya no tenía sentido ir, sentarme en un escritorio escuchar los problemas de los demás, cumplir 8 aburridas horas en un escritorio para tardar una hora en volver, pues si, esa era mi rutina diaria.
Aquella mañana desperté con ganas de algo, así que en mi móvil abro el youtube naranja y comencé a buscar videos de mujeres con grandes senos, mientras iba eligiendo con cual me iba a satisfacer encontré uno dónde la protagonista le rasgan la ropa y toman del cabello para cogersela por detrás, ese ritmo hipnótico de tetas tambaleantes y llanto me pone a mil.
estaba a punto de venirme cuando de reojo miro la hora y no lo podía creer, estaba sobre el tiempo para salir inmediatamente y llegar al trabajo, pausé la ardua labor y tuve que arreglarme, un baño rápido, vestirme, desayuno y pido el ascensor al primer piso.
lo bueno de salir tarde es que todos los niños del edificio ya están en la escuela por lo que no hay tráfico en el ascensor, la pantalla del ascensor muestra finalmente que ha subido al piso 11, así que abre la puerta e inmediatamente entro, presiono apuradamente el botón >< para que no demore en ir al sótano, de allí buscaré mi carro y directo a la oficina. es tanto el afán que ya tengo listas las llaves del auto en mi mano.
miro el celular para comprobar la hora y esperando que el tiempo no corriese pero igual sigo igual de tarde, (alguna excusa tendré que decirle a mi jefa), mientras miro el móvil acomodo el pene que aún está a reventar y siento que el ascensor se ha detenido y abre la puerta, pongo un pie afuera y observo que este no es el sótano, es el piso 7 y no hay nadie, así que vuelvo a ese pequeño aparato para luego oprimir aceleradamente con las llaves del carro el botón >< pero cerrando la puerta la detiene una mano, casi de inmediato aprieto el botón contrario <>, se abre la puerta lentamente y veo que mi vecina también va tarde, la blusa está medio puesta y uno de sus zapatos de tacón aún no se lo ha apuntado bien por lo que tiene que inclinarse para ponerlo en su sitio.
medias negras hasta el muslo, una pequeña falda del mismo color, una blusa blanca con rayas negras mal puesta, puedo ver que lleva varios botones sin ponerlos en su sitio así que veo un sostén de encaje adornando el contorno de sus enormes tetas; una diosa de cabello rojo que iba tarde a su trabajo igual que yo, quien lo diría.
mientras paso saliva, aprieto nuevamente el botón para cerrar y saludo con un “Buenos días”, ella hace lo suyo y responde mientras se recompone y posa de pie en frente mío ya con los tacones bien puestos, arregla su falda y quita unos pocos pelos de lo que puede adivinar es un gato. Las puertas van cerrando poco a poco y le señalo que su camisa aún está mal puesta en la parte de su cuello pero ella piensa que me refiero a unos pelos de su gato así que ella intenta mirar sobre su hombro para no ver nada, estiro mi mano y con la llave del carro se la acomodo y con la otra mano disimulo mi paquete (hoy priapo me ha bendecido de una gran erección).
La puerta está tardando más de lo normal en cerrar, cuando por fin lo hace esperamos unos segundos pero no siento que ese carro de metal haga lo suyo para bajarnos unos cuantos pisos a tierra, ella intenta romper el hielo diciendo: - “y con este afán algo tiene que malir sal?”, yo, recordando un diálogo de los simpson sonrío y digo “calma tom y daly” y nos reímos cómplices de ese vicio culposo, (por lo menos tiene buen gusto dije). miro la hora nuevamente y nada que se mueve el ascensor. me presento “soy Mike”, - “yo Laura”, dijo, “un gusto”, respondí lanzando mi mano para apretar la suya.
Liberando mi paquete que ella ve inmediatamente y se ruboriza, aprieta mi mano sutilmente y sin dejar de verme la entrepierna me pregunta - “y que se hace en estos casos?”, - “no sé”, respondí, “es mi primera vez con una peliroja en un ascensor” y soltamos nuevamente una carcajada. a estas alturas ya no me importaba llegar al trabajo, sólo hacerla reír e intentar bajar para salir de ese lugar.
Recordé en una película que los ascensores tienen un sistema de frenos de emergencia así que ese pequeño lugar de metal no lo va a mover nadie, le comento y ella instintivamente salta y siento que se mueve un poco, le dije que no hiciera eso ya que podríamos averiar los frenos y llegar al sótano en un instante, ella no le importó y saltó nuevamente, me puse nervioso y la detuve con mis manos, le grité: “QUÉDATE QUIETA MALDITA!” y ahora el que ruborizó fuí yo, me disculpe inmediatamente ya que no es mi costumbre tener ese comportamiento y más que cuando la detuve posé una mano sobre uno de sus senos, “disculpa”, dije, me pones nervioso al sentir el ascensor moverse así, ella nuevamente intentó saltar pero la detuve nuevamente y sonrió, me pegué a su cuerpo y al oído le dije “quédate quieta, no me obligues por favor”, da la vuelta pegando su cara en mi y me dice “que no te obligue a que?” y se inclina una vez más para saltar cuando, tomo con mi mano su cuello, y ella disimuladamente toma mi pene sobre mi pantalón, “no te atrevas” me dice, agitando mi pene como recordando que ella ahora tiene el control, inmediatamente suelto su su cuello pero ahora la tomo de la nuca y acerco su cara a la mía, “vas a seguir fastidiando?” le pregunté, pero ella concentrada en calcular el tamaño de mi verga con su mano no responde, le muerdo su labio inferior y nuevamente la increpo “que piensas hacer con esa mano?” pregunto a lo que ella responde “que piensas TU hacerme?” diciendo esto con una tierna voz y terminando buscando su boca a la mía.
ya en este punto me valía madres mi trabajo y no pensaba con claridad, le dí un beso y mi lengua buscaba la suya insaciable, bajé mi mano a sus enormes tetas y halé esa camisa de un tirón, saliendo los botones por todo ese lugar, tomo uno de sus senos y lo jalo para poder sentir su perfecta circunferencia, ella frenética con su mano intenta abrir mi pantalón, guardo las llaves del auto en mi blazer y abro mi pantalón, ella introduce su mano y saca la verga de su prisión, pienso “tanto el apuro que no me puse boxers jajaja” ella me da nuevamente un beso y deja caer su saliva, esta recorre un poco su seno libre y vuelve a caer sobre mi verga, la fricción la era poca y su mano hacía lo suyo para describir ese glande de su capuchón, mordiendose el labio me dice: “que piensas hacerme con ESTO?” tomando fuertemente mi verga, yo tomé de su brazo y la tiré de espaldas a mi, subí su falda y ella tomó sus nalgas abriendolas de par en par, una de ellas hizo a un lado su diminuta tanga; “No me vas a castigar?” nuevamente con esa voz de puta tierna y sin más comencé a frotar mi glande a su clítoris, ella gritaba con un agudo “ahhhhhhhhhh” y en susurro dice “ni mi marido me hace esto y ya lo quiero adentro”, le digo ahora a su oído “ahora dime quien tiene el control?” pasando mi pene por su concha y dejando una estela con nuestros jugos de placer, ella solo atina a gemir, introduzco un poco la cabeza en su concha y le pregunto nuevamente: “quien tiene el control?, dilo que esta vez te oiga tu marido!” y me grita “tu maldito” y es cuando con mi verga mojada se unde en su concha, mis huevos tomando la puerta del placer da por entendido que no cabe más nada allí.
Sigo con ese frenético mete y saca, ella por su lado no atina más que gemir casi sin aliento, mis manos ahora posan sobre sus enormes tetas que ya se han salido de su sostén, esclavos de mis manos sigo dando duro a esa peliroja ardiente, me detengo y digo “ayúdame a contar de 1 a 5”, ella sin entender comienza a contar lentamente y cuando llega a 5 le meto la cabeza en su agujerito pequeño que ya había lubricado previamente, se detiene y trata de mirarme sobre su hombro diciendo: “Es verdad, ni mi marido ha tenido el placer” le digo “pues que pendejo es tu marido”, la tomè por el cuello y le digo al oído, “no oigo que sigas contando”, nuevamente comienza con el conteo y al 5 meto un poco más de carne, bajo una mano y estimulo su clítoris, comienza nuevamente su conteo pero ahora meto toda la verga cuando llega al 4, pone sus ojos en blanco y tiemblan sus piernas, sin dejar de estimular su clítoris siento su orgasmo.
sin sacarle la verga de su culito ha terminado su orgasmo, ella sin fuerzas comienzo nuevamente ese mete y saca, con una mano tomo su cabello como trayendo su cabeza hacia mi pecho y le digo: “no te oigo contar PUTA!”, nuevamente de 1 a 5 algunas veces dando una estocada a los 5 y otras a los 4, ella ya no puede más y nuevamente sus piernas tiemblan.
le digo que ahora me toca el turno de venirme pero ella se arrodilla inmediatamente y comienza a sacudir ese pedazo de carne frenéticamente diciendo que lo quiere en su boca, esa imagen perfecta de sus enormes tetas, ella arrodillada abriendo su boca era más que una invitación a darle su cuota láctea de hoy, sin más comencé con esos chorros de leche en su boquita, uno de ellos se fue directo a sus tetas y ella sin más comenzó a tragar y a limpiarme la verga con su lengua.
cuando escuchamos ruido afuera del ascensor nos arreglamos, le pongo su camisa y arreglo su cuello, le digo “a ver si ahora si te vistes bien, ¿no?” ella me mira complacida y con una sonrisa me dice: “para ti no me visto”, tomo los botones que se habían caído y los guardo en mi bolsillo.
El señor de mantenimiento hace lo suyo y finalmente abre la puerta de ese aparato, pero si estamos en el sótano?, parece que de tanta sacudida hemos bajado manualmente ese cuarto metálico hasta allí, “bueno ya sabiendo cómo podemos bajar a ver si lo repetimos” y se ríe complice, me pica el ojo y su mordida de labio fascinante nuevamente me cautiva, la invito a llevarla al trabajo y de paso reponer esa blusa a lo que contesta “y si más bien me llevas a un lugar para continuar con lo nuestro?” con ese puti tierno tono de voz, no queda de otra que salir del edificio y buscar el hotel más próximo.
espero les haya gustado un pedacito de esta experiencia, hay unas partes que voló mi imaginación y otras que por ser tan explícitas omití, sin embargo espero que lo disfrutaras como yo al recordarlo.
Aquella mañana desperté con ganas de algo, así que en mi móvil abro el youtube naranja y comencé a buscar videos de mujeres con grandes senos, mientras iba eligiendo con cual me iba a satisfacer encontré uno dónde la protagonista le rasgan la ropa y toman del cabello para cogersela por detrás, ese ritmo hipnótico de tetas tambaleantes y llanto me pone a mil.
estaba a punto de venirme cuando de reojo miro la hora y no lo podía creer, estaba sobre el tiempo para salir inmediatamente y llegar al trabajo, pausé la ardua labor y tuve que arreglarme, un baño rápido, vestirme, desayuno y pido el ascensor al primer piso.
lo bueno de salir tarde es que todos los niños del edificio ya están en la escuela por lo que no hay tráfico en el ascensor, la pantalla del ascensor muestra finalmente que ha subido al piso 11, así que abre la puerta e inmediatamente entro, presiono apuradamente el botón >< para que no demore en ir al sótano, de allí buscaré mi carro y directo a la oficina. es tanto el afán que ya tengo listas las llaves del auto en mi mano.
miro el celular para comprobar la hora y esperando que el tiempo no corriese pero igual sigo igual de tarde, (alguna excusa tendré que decirle a mi jefa), mientras miro el móvil acomodo el pene que aún está a reventar y siento que el ascensor se ha detenido y abre la puerta, pongo un pie afuera y observo que este no es el sótano, es el piso 7 y no hay nadie, así que vuelvo a ese pequeño aparato para luego oprimir aceleradamente con las llaves del carro el botón >< pero cerrando la puerta la detiene una mano, casi de inmediato aprieto el botón contrario <>, se abre la puerta lentamente y veo que mi vecina también va tarde, la blusa está medio puesta y uno de sus zapatos de tacón aún no se lo ha apuntado bien por lo que tiene que inclinarse para ponerlo en su sitio.
medias negras hasta el muslo, una pequeña falda del mismo color, una blusa blanca con rayas negras mal puesta, puedo ver que lleva varios botones sin ponerlos en su sitio así que veo un sostén de encaje adornando el contorno de sus enormes tetas; una diosa de cabello rojo que iba tarde a su trabajo igual que yo, quien lo diría.
mientras paso saliva, aprieto nuevamente el botón para cerrar y saludo con un “Buenos días”, ella hace lo suyo y responde mientras se recompone y posa de pie en frente mío ya con los tacones bien puestos, arregla su falda y quita unos pocos pelos de lo que puede adivinar es un gato. Las puertas van cerrando poco a poco y le señalo que su camisa aún está mal puesta en la parte de su cuello pero ella piensa que me refiero a unos pelos de su gato así que ella intenta mirar sobre su hombro para no ver nada, estiro mi mano y con la llave del carro se la acomodo y con la otra mano disimulo mi paquete (hoy priapo me ha bendecido de una gran erección).
La puerta está tardando más de lo normal en cerrar, cuando por fin lo hace esperamos unos segundos pero no siento que ese carro de metal haga lo suyo para bajarnos unos cuantos pisos a tierra, ella intenta romper el hielo diciendo: - “y con este afán algo tiene que malir sal?”, yo, recordando un diálogo de los simpson sonrío y digo “calma tom y daly” y nos reímos cómplices de ese vicio culposo, (por lo menos tiene buen gusto dije). miro la hora nuevamente y nada que se mueve el ascensor. me presento “soy Mike”, - “yo Laura”, dijo, “un gusto”, respondí lanzando mi mano para apretar la suya.
Liberando mi paquete que ella ve inmediatamente y se ruboriza, aprieta mi mano sutilmente y sin dejar de verme la entrepierna me pregunta - “y que se hace en estos casos?”, - “no sé”, respondí, “es mi primera vez con una peliroja en un ascensor” y soltamos nuevamente una carcajada. a estas alturas ya no me importaba llegar al trabajo, sólo hacerla reír e intentar bajar para salir de ese lugar.
Recordé en una película que los ascensores tienen un sistema de frenos de emergencia así que ese pequeño lugar de metal no lo va a mover nadie, le comento y ella instintivamente salta y siento que se mueve un poco, le dije que no hiciera eso ya que podríamos averiar los frenos y llegar al sótano en un instante, ella no le importó y saltó nuevamente, me puse nervioso y la detuve con mis manos, le grité: “QUÉDATE QUIETA MALDITA!” y ahora el que ruborizó fuí yo, me disculpe inmediatamente ya que no es mi costumbre tener ese comportamiento y más que cuando la detuve posé una mano sobre uno de sus senos, “disculpa”, dije, me pones nervioso al sentir el ascensor moverse así, ella nuevamente intentó saltar pero la detuve nuevamente y sonrió, me pegué a su cuerpo y al oído le dije “quédate quieta, no me obligues por favor”, da la vuelta pegando su cara en mi y me dice “que no te obligue a que?” y se inclina una vez más para saltar cuando, tomo con mi mano su cuello, y ella disimuladamente toma mi pene sobre mi pantalón, “no te atrevas” me dice, agitando mi pene como recordando que ella ahora tiene el control, inmediatamente suelto su su cuello pero ahora la tomo de la nuca y acerco su cara a la mía, “vas a seguir fastidiando?” le pregunté, pero ella concentrada en calcular el tamaño de mi verga con su mano no responde, le muerdo su labio inferior y nuevamente la increpo “que piensas hacer con esa mano?” pregunto a lo que ella responde “que piensas TU hacerme?” diciendo esto con una tierna voz y terminando buscando su boca a la mía.
ya en este punto me valía madres mi trabajo y no pensaba con claridad, le dí un beso y mi lengua buscaba la suya insaciable, bajé mi mano a sus enormes tetas y halé esa camisa de un tirón, saliendo los botones por todo ese lugar, tomo uno de sus senos y lo jalo para poder sentir su perfecta circunferencia, ella frenética con su mano intenta abrir mi pantalón, guardo las llaves del auto en mi blazer y abro mi pantalón, ella introduce su mano y saca la verga de su prisión, pienso “tanto el apuro que no me puse boxers jajaja” ella me da nuevamente un beso y deja caer su saliva, esta recorre un poco su seno libre y vuelve a caer sobre mi verga, la fricción la era poca y su mano hacía lo suyo para describir ese glande de su capuchón, mordiendose el labio me dice: “que piensas hacerme con ESTO?” tomando fuertemente mi verga, yo tomé de su brazo y la tiré de espaldas a mi, subí su falda y ella tomó sus nalgas abriendolas de par en par, una de ellas hizo a un lado su diminuta tanga; “No me vas a castigar?” nuevamente con esa voz de puta tierna y sin más comencé a frotar mi glande a su clítoris, ella gritaba con un agudo “ahhhhhhhhhh” y en susurro dice “ni mi marido me hace esto y ya lo quiero adentro”, le digo ahora a su oído “ahora dime quien tiene el control?” pasando mi pene por su concha y dejando una estela con nuestros jugos de placer, ella solo atina a gemir, introduzco un poco la cabeza en su concha y le pregunto nuevamente: “quien tiene el control?, dilo que esta vez te oiga tu marido!” y me grita “tu maldito” y es cuando con mi verga mojada se unde en su concha, mis huevos tomando la puerta del placer da por entendido que no cabe más nada allí.
Sigo con ese frenético mete y saca, ella por su lado no atina más que gemir casi sin aliento, mis manos ahora posan sobre sus enormes tetas que ya se han salido de su sostén, esclavos de mis manos sigo dando duro a esa peliroja ardiente, me detengo y digo “ayúdame a contar de 1 a 5”, ella sin entender comienza a contar lentamente y cuando llega a 5 le meto la cabeza en su agujerito pequeño que ya había lubricado previamente, se detiene y trata de mirarme sobre su hombro diciendo: “Es verdad, ni mi marido ha tenido el placer” le digo “pues que pendejo es tu marido”, la tomè por el cuello y le digo al oído, “no oigo que sigas contando”, nuevamente comienza con el conteo y al 5 meto un poco más de carne, bajo una mano y estimulo su clítoris, comienza nuevamente su conteo pero ahora meto toda la verga cuando llega al 4, pone sus ojos en blanco y tiemblan sus piernas, sin dejar de estimular su clítoris siento su orgasmo.
sin sacarle la verga de su culito ha terminado su orgasmo, ella sin fuerzas comienzo nuevamente ese mete y saca, con una mano tomo su cabello como trayendo su cabeza hacia mi pecho y le digo: “no te oigo contar PUTA!”, nuevamente de 1 a 5 algunas veces dando una estocada a los 5 y otras a los 4, ella ya no puede más y nuevamente sus piernas tiemblan.
le digo que ahora me toca el turno de venirme pero ella se arrodilla inmediatamente y comienza a sacudir ese pedazo de carne frenéticamente diciendo que lo quiere en su boca, esa imagen perfecta de sus enormes tetas, ella arrodillada abriendo su boca era más que una invitación a darle su cuota láctea de hoy, sin más comencé con esos chorros de leche en su boquita, uno de ellos se fue directo a sus tetas y ella sin más comenzó a tragar y a limpiarme la verga con su lengua.
cuando escuchamos ruido afuera del ascensor nos arreglamos, le pongo su camisa y arreglo su cuello, le digo “a ver si ahora si te vistes bien, ¿no?” ella me mira complacida y con una sonrisa me dice: “para ti no me visto”, tomo los botones que se habían caído y los guardo en mi bolsillo.
El señor de mantenimiento hace lo suyo y finalmente abre la puerta de ese aparato, pero si estamos en el sótano?, parece que de tanta sacudida hemos bajado manualmente ese cuarto metálico hasta allí, “bueno ya sabiendo cómo podemos bajar a ver si lo repetimos” y se ríe complice, me pica el ojo y su mordida de labio fascinante nuevamente me cautiva, la invito a llevarla al trabajo y de paso reponer esa blusa a lo que contesta “y si más bien me llevas a un lugar para continuar con lo nuestro?” con ese puti tierno tono de voz, no queda de otra que salir del edificio y buscar el hotel más próximo.
espero les haya gustado un pedacito de esta experiencia, hay unas partes que voló mi imaginación y otras que por ser tan explícitas omití, sin embargo espero que lo disfrutaras como yo al recordarlo.
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