Mi primer año en la carrera de psicología había sido completamente en línea por lo sucedido con el covid 19, cuando ya había pasado a segundo grado volvieron las clases presenciales y asistí por primera vez al igual que todos mis compañeros de carrera a la universidad.
No conocía a nadie al principio pero no me costó hacer amigos rápidamente, con el tiempo la mayoría en clase nos fuimos conociendo y coincidiendo la mayoría en que eramos sumamente fiesteros a pesar de que algunos ya sobre pasaban los 30 años y yo apenas había cumplido los 21. Cada 15 días había una fiesta por parte de alguien del salón y yo intentaba asistir a cada una y en algunas ocasiones las fiestas fueron en mi departamento.
En todas las fiestas que hacíamos había mucho alcohol y chicas lindas en celo. Recuerdo que a la primer fiesta a la que asistí no llegué solo, conocía una mujer de nombre Jessica, tenía 27 años, estaba casada, tenía 2 hijos y el más grande apenas iba al kínder. Antes tanto ella como su esposo trabajaban pero al quedar embarazada del primer bebé le dieron incapacidad y no volvió a trabajar, su esposo le pagaba la carrera pues tenían pensado que tal vez era mejor que su esposa también tuviera una carrera, su esposa ganaría más dinero y les iría mejor a ambos.
Yo la convencí de ir a la fiesta, pues ninguno de los 2 había asistido antes a alguna de las fiestas, ella decía que no tenía con quien dejar a sus hijos porque su esposo trabajaba hasta tarde pero al final los dejó en casa de su hermana(la tía de los niños).
Yo pase por ella en un Uber, y llegamos desde las 10, unos pocos ya estaban bastante briagos, la fiesta había sido en casa de José, un compañero de 30 años soltero en ese entonces, el tenía una carrera en arquitectura y le iba bien en su trabajo,pero como su vida era muy solitaria decidió estudiar otra carrera para pasar el tiempo y por la misma razón era uno de los que más hacía fiestas, nos reunía en la sala, cocina y en el patio trasero.
Jessica y yo estuvimos tomando y bailando un rato, platicábamos con otros compañeros y conocí compañeros con los que no había causado palabra y que igual estaban en la misma carrera que yo. Pero en la fiesta no solo estábamos compañeros de la uní, había gente con la que trabajaba José y otras personas tal vez familiares o amigos cercanos.
Se fue haciendo de noche y dando las 12 seguíamos tomando, bastante briagos y con música tan fuerte que se podía escuchar en toda la cuadra. Menos de 10 personas se fueron de la fiesta y ya se estaban alzando los ánimos para tener sexo. José había estado junto a una chica chaparrita de pelo corto y lentes desde que llegamos y poco antes de la 1 se subieron a su habitación y no los volví a ver en toda la noche.
Jessica y yo seguíamos juntos y el alcohol, el frenesí de la noche y su vestido obscuro me estaba llevando a desearla. La llevé a bailar otro rato y mientras lo habíamos taba pequeños roses con mi mano de su delgada cintura hasta su trasero firme, luego la arrimaba hacia mi pegando nuestras pelvis y haciéndola sentir mi bragueta que se estaba abultado poco a poco, yo estaba tanteando el terreno y ella estaba menos ebria que y yo por lo que lo notaba pero se le veía feliz y no me ponía límites, es más casada vez que tocaba su trasero mentada la colita como para que lo tocara más y cada que la acercaba hacia mi se acercaba más por su cuenta.
Tenía un muy buen cuerpo para haber parido a 2 niños. Esa noche llevaba unas zapatillas no muy altas, un vestido negro y corto que le alzaba el busto gordo que tenía y unos aretes de aro.
Así estuvimos tocándonos y calentándonos por 2 canciones hasta que me decidí, me acerque a su oído y le pedí me siguiera. La llevé de la mano hasta dentro de la casa. En la cocina había un cuarto donde cabíamos bien, servía de almacén, había latas, frijoles, arroz, harina y varios utensilios. Cerré la puerta y al momento se lanzó sobre mi, me empezó a besar y yo le seguí, metí mano bajo su vestido buscando sus bragas para quitárselas pero para mi sorpresa solo sentí sus labios húmedos bien afeitados. Ella sabía que iba a tener sexo esta noche y por eso se vino sin bragas, la idea me encendió muchísimo y mi pene estaba poniéndose muy duro y más con cada beso.
Antes de que yo me abriera el cinturón ella ya estaba bajándome el pantalón y estaba de rodillas frente a mi chupándomela. Mi pene mide 18 cm y todo lo tenia en la boca, lo lamia con sus lengua y dejaba todo lubricado saboreando el líquido preceminal que salía de mi glande. Ya la tenía durísima y sentía que estaba por venirme así que mejor le dije que parara porque quería empotrarla. Se alzo obedeciendo y le di la vuelta, poniendo sus manos en la puerta del almacén y alzando la colita. Le alce el vestido y le di una nalgada, su culpa rebotó y soltó un gritito que casi ni escuche por la música tan fuerte que se escuchaba afuera. Primero le masturbe la vagina con la mano pero tenía tantas ganas de lamerla que me agache y metí mi lengua en su vagina, mordía su clítoris y besaba sus labios vaginales, después le seguí sobando con mi mano mientras probaba con mi boca su ano, le lamia las orillas y le metí la lengua un par de veces, estaba bastante húmeda que goteaba un poco de su fluido en la vagina.
Estaba listo para cojerla y me puse de pie, la tomé del cuello lo suficientemente fuerte para darle placer, no para ahorcarla y le dije. “Ahora si señorita, aquí esta lo que estuvo buscando toda la noche” y de una le deje ir todo mi pene. Mis testículos chocaron con las orillas de su vagina y ella alzo un grito de placer. Aunque su vagina estaba algo ajustada, no era la más apretada porque imagino que su esposo seguido la tenía en la misma posición. Así estuvimos un rato, cojiendo y cambiando el ritmo hasta que mi pene palpitaba y sentía que me iba a correr, se lo dije y la respuesta me sorprendió “córrete dentó de mi”. No necesito decirlo dos veces, me éxito demasiado que le metí el pene lo más adentro que pude y solté una carga caliente de 3 chorros fuertes. Saque mi pene y le di una fuerte nalgada que dejó una marca roja de mi mano sobe su nalga izquierda. A pesar de haber dejado tanto semen y tanta energía en el acto no estaba saciado y supongo que ella tampoco ya que lo que siguió fue otro largo beso mientras le bajaba el vestido que le cubría los pechos para masajear el par de melones que dentro se escondían. Eran gordos y un poco caídos pues después de amamantar a 2 personas no esperaba que fueran dos esferas perfectas y empecé a lamer sus pezones cosa que la éxito bastante pues se empezó a masturbar la vagina con la mano izquierda y masturbar mi pene con su mano derecha. Así estuvimos otro rato hasta que me agote de estar parado y me senté en el piso y le ordene se sentará sobre mi verga y nuevamente atendiendo indicaciones se sentó sobre mi, cabalgándome sentía como el semen que antes abra dejado dentro de ella lubricaba mi pene en cada movimiento, jugaba con sus temas mientras ella hacia todo el trabajo está vez, rebotando y meneando las caderas de arriba abajo y de atrás a enfrente. Esta vez dure menos pues ya estaba muy caliente y solté otro par de chorros dentro de ella. Ya estábamos cansados, ella se abrazo de mi y se movía lento aun con mi pene adentro con la única diferencia de que ya se estaba poniendo flácido. Nos besábamos y nos tocábamos hasta que en algún momento me quede dormido al igual que ella.
Cuando desperté ella seguía dormida, abrasada a mi, estábamos recostados en el piso y eran las 7 de la mañana, la desperté para que nos fuéramos pero por la cruda nos tenía como zombies, ella se vistió más rápido y me espero afuera. Esperamos a que dieran las 8 para pedir un Uber que tardo un par de minutos en llegar, pasamos a casa de su hermana por sus hijos, donde se cambio de ropa pues me explico que a su esposo le había dicho que se quedaría con los niños en casa de su hermana y que si llegaba con ropa de fiesta seria raro, antes de llegar a su casa se bajaron en la esquina para que no la viera su esposo y nos despedimos.
El lunes la volví a ver en clase como normalmente y 4 semanas después se supo que estaba embarazada, un día hablábamos y me dijo que efectivamente era muy posible que el bebé fuera mío pero que yo no tendría que hacerme cargo pues todos los hijos que a tenido han nacido así y su esposo cree que son de el.
No sabia que decir, pero al final de cuentas le hice caso, la volví a ver un sábado en otra fiesta y volvimos a cojer, ella me dijo que sería la última vez que lo haría pues mientras estuviera en el embarazo no estaría asistiendo a las fiestas.
La seguí viendo en clases y a la fecha nos seguimos hablando y viendo. De vez en cuando cojemos, aunque solo sea una cojida rápida o solo una mamada.
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