Ella llegó a mi consultorio muy agobiada por el estres. La situacion del pais ( Argentina 2022!), el trabajo, los chicos, su marido.... debía tomarse un descanso de todo eso.
- Necesito de un buen masaje de los tuyos -me dijo- y creo que esta vez necesito reforzar el relax con algo de lo que habíamos hablado la otra vez. Necesito un buen y profundo orgasmo para quedar verdaderamente relajada.
- Eh... tu marido no te los da? - le dije, tengo confianza con ella como para decirle algo asi, medio en broma y medio enserio...
- Vos sabes que al gordo lo amo - me dijo- pero hace rato que no tengo un orgasmo muy profundo y es lo que necesito hoy. Ademas no sería cuernos, es solo un masaje y lo necesito.
Les cuento como es ella (omitiendo nombre por razones obvias). Ella es una bonita mujer de unos 45 años, dos hijos adolescentes, profesional con oficina propia y marido Arquitecto. Clase media alta, muy acomodada a costa de estar muy prisioneros de su trabajo.
Viven en un barrio cerrado, no en Nordelta pero por ahi.
Piel clara, pelo castaño lacio a la altura de los hombros, un buen par de tetas no operadas (raro!) Y un hermoso y llamativo culo con muy poquita celulitis, bien natural, que me vuelve loco cada vez que viene... (como les dije, siempre fueron masajes normales).
Ella quedo con una vedettina puesta y no se tapo con la sabanita como solía hacer.
Comencé a darle un buen masaje en su espalda, recorrer cada músculo, disolver cada tensión, darle ese placer que ella ya conocía y prepararla para el otro placer que aún nunca le había dado.
Bajé el elastico de su bombacha hasta el comienzo de su cola, dejando a la vista unos pocos centímetros del nacimiento de sus nalgas. De ese maravilloso canal que siempre soñé seguir con mi lengua y que seguro hoy me daría el gran gusto.
Siempre le acomodé asi la bombacha y siempre fué un movimiento normal para ella, pero hoy sentí como se estremecía entre mis manos, ella estaba expectante y caliente, no sabía como iba a comenzar el juego, esa situación me puso la pija dura como una roca. Yo tambien estaba caliente.
Masajeé la cola desde la cintura hasta donde llegaban mis dedos, eso le daba placer, siempre supe que eso le gustaba pero hoy estaba más demostrativa y no ahorraba suspiros.
Termine la espalda y pasé a las piernas. Siempre me gustaron esas firmes piernas y fui subiendo por ellas hasta toparme con ese hermoso objeto de mis deseos.
Siempre le masajeé la cola sin zarparme, pero esta vez le dediqué más tiempo, me cuidé menos, pasé mis manos por debajo de su bombacha, relajé bien sus nalgas, me acerque a su entrepierna, sentí el calor que emanaba, llegué bien hasta el borde, abrió un poco sus piernas para dejarme trabajar cómodo....
Deslicé mis dedos por los bordes, subí, roce el agujerito de su culo sobre la fina tela de su bombacha que ya chorreaba de sus jugos. Volvi a su espalda pero solo como pretexto para ir bajando lentamente mis manos por los costados, llegue a su bombacha y la fui deslizando hacia abajo hasta dejarla totalmente desnuda.
Mientras que con una mano volvia a su concha, con la otra seguí en su culo, esta vez llegando hasta su apretado agujerito masajeandolo en circulos, por afuera, sin entrar...
No tardó en llegar a su primer orgasmo, la dejé unos instantes a que se reponga y le pedí que se ponga boca arriba.
Allí surgieron en esplendor esas hermosas tetas, pezones oscuros, de aureola chica pero bien duros.
Ya había tenido la oportunidad de verlos, siempre hay descuidos y sabanas corridas, pero ahora los tenía para mi.
Con mis manos llenas de aceite los fuí masajeando, apretando... una mano en cada teta, luego las dos manos en una, las dos en la otra... vuelta una con cada mano... un deleite!
Luego baje por su panza con movimientos circulares, acercandome cada vez mas a su concha, llegue a sus labios, los acaricié con las yemas de mis dedos, roce su clítoris, volvi a los labios, introduje un dedo en su muy caliente conchita, con un dedo masajeaba su interior mientras que con la otra mano masajeaba sus tetas, jugaba en toda su concha, rosaba su clítoris, rocé mi pija ya muy dura por su brazo, se la dejé a mano dandole via libre a que la agarre, pero no me tocó. Volvió a acabar, esta vez mas fuerte. La dejé descansar unos instantes, por ahi pensó que la cosa terminaba ahi.
Pero le empecé a lamer los pezones, se los chupaba, se los mordisqueaba, bajé con mi boca hasta su concha y me entregué al placer de comersela.
Ella se agarraba de los bordes de la camilla y gemia, sus piernas bien abiertas me daban la comodidad para chupar a gusto, se ve que se venía un orgasmo muy grande, le metí 2 dedos buscando el punto G mientras seguia lamiendo su clítoris. Se tensó y con un grito sordo comenzó un muy profundo orgasmo, me bañó con un squirt... uno, dos, tres chorros... me baño!
Ella, en un principio, no se dió cuenta, cuando volvió en si de tremendo orgasmo me vió sacandome la chaqueta que habia quedado empapada.
-Yo te mojé asi? - me dijo como chico que hace una travesura- hace mil años que no me pasaba....
- y te sacas la chaqueta porque te empapé?
- Si! - le dije entre risas- me bañaste!
- ah - me contestó haciendose la desepcionada- pense que te estabas sacando la ropa para cogerme...
Me le acerqué a centimetros de su cara y le susurré - No eran solo masajes?
- si... -me dijo- pero ahora quiero que me cojas
En un segundo voló tambien mi pantalón y ella aprovechó la cercanía y se metió mi pija en su boca, me dió una buena chupada y me dijo - cogeme!
Siempre hay preservativos a mano y en un segundo ya estaba enfundado. La agarré de las piernas y la arrastre un poco hacia el borde, puse sus piernas sobre mis hombros y ahi nomas, parado como estaba la penetré y comencé un lindo garche que le sacó otro orgasmo, un poco mas tranqui hasta que yo también acabé.
Hermosa experiencia!
Quedamos en que volveríamos a los masajes normales como si nada hubiese pasado, pero cuando necesitase desahogarse como hoy me avisaría... me encanta complacer a mis pacientes....
- Necesito de un buen masaje de los tuyos -me dijo- y creo que esta vez necesito reforzar el relax con algo de lo que habíamos hablado la otra vez. Necesito un buen y profundo orgasmo para quedar verdaderamente relajada.
- Eh... tu marido no te los da? - le dije, tengo confianza con ella como para decirle algo asi, medio en broma y medio enserio...
- Vos sabes que al gordo lo amo - me dijo- pero hace rato que no tengo un orgasmo muy profundo y es lo que necesito hoy. Ademas no sería cuernos, es solo un masaje y lo necesito.
Les cuento como es ella (omitiendo nombre por razones obvias). Ella es una bonita mujer de unos 45 años, dos hijos adolescentes, profesional con oficina propia y marido Arquitecto. Clase media alta, muy acomodada a costa de estar muy prisioneros de su trabajo.
Viven en un barrio cerrado, no en Nordelta pero por ahi.
Piel clara, pelo castaño lacio a la altura de los hombros, un buen par de tetas no operadas (raro!) Y un hermoso y llamativo culo con muy poquita celulitis, bien natural, que me vuelve loco cada vez que viene... (como les dije, siempre fueron masajes normales).
Ella quedo con una vedettina puesta y no se tapo con la sabanita como solía hacer.
Comencé a darle un buen masaje en su espalda, recorrer cada músculo, disolver cada tensión, darle ese placer que ella ya conocía y prepararla para el otro placer que aún nunca le había dado.
Bajé el elastico de su bombacha hasta el comienzo de su cola, dejando a la vista unos pocos centímetros del nacimiento de sus nalgas. De ese maravilloso canal que siempre soñé seguir con mi lengua y que seguro hoy me daría el gran gusto.
Siempre le acomodé asi la bombacha y siempre fué un movimiento normal para ella, pero hoy sentí como se estremecía entre mis manos, ella estaba expectante y caliente, no sabía como iba a comenzar el juego, esa situación me puso la pija dura como una roca. Yo tambien estaba caliente.
Masajeé la cola desde la cintura hasta donde llegaban mis dedos, eso le daba placer, siempre supe que eso le gustaba pero hoy estaba más demostrativa y no ahorraba suspiros.
Termine la espalda y pasé a las piernas. Siempre me gustaron esas firmes piernas y fui subiendo por ellas hasta toparme con ese hermoso objeto de mis deseos.
Siempre le masajeé la cola sin zarparme, pero esta vez le dediqué más tiempo, me cuidé menos, pasé mis manos por debajo de su bombacha, relajé bien sus nalgas, me acerque a su entrepierna, sentí el calor que emanaba, llegué bien hasta el borde, abrió un poco sus piernas para dejarme trabajar cómodo....
Deslicé mis dedos por los bordes, subí, roce el agujerito de su culo sobre la fina tela de su bombacha que ya chorreaba de sus jugos. Volvi a su espalda pero solo como pretexto para ir bajando lentamente mis manos por los costados, llegue a su bombacha y la fui deslizando hacia abajo hasta dejarla totalmente desnuda.
Mientras que con una mano volvia a su concha, con la otra seguí en su culo, esta vez llegando hasta su apretado agujerito masajeandolo en circulos, por afuera, sin entrar...
No tardó en llegar a su primer orgasmo, la dejé unos instantes a que se reponga y le pedí que se ponga boca arriba.
Allí surgieron en esplendor esas hermosas tetas, pezones oscuros, de aureola chica pero bien duros.
Ya había tenido la oportunidad de verlos, siempre hay descuidos y sabanas corridas, pero ahora los tenía para mi.
Con mis manos llenas de aceite los fuí masajeando, apretando... una mano en cada teta, luego las dos manos en una, las dos en la otra... vuelta una con cada mano... un deleite!
Luego baje por su panza con movimientos circulares, acercandome cada vez mas a su concha, llegue a sus labios, los acaricié con las yemas de mis dedos, roce su clítoris, volvi a los labios, introduje un dedo en su muy caliente conchita, con un dedo masajeaba su interior mientras que con la otra mano masajeaba sus tetas, jugaba en toda su concha, rosaba su clítoris, rocé mi pija ya muy dura por su brazo, se la dejé a mano dandole via libre a que la agarre, pero no me tocó. Volvió a acabar, esta vez mas fuerte. La dejé descansar unos instantes, por ahi pensó que la cosa terminaba ahi.
Pero le empecé a lamer los pezones, se los chupaba, se los mordisqueaba, bajé con mi boca hasta su concha y me entregué al placer de comersela.
Ella se agarraba de los bordes de la camilla y gemia, sus piernas bien abiertas me daban la comodidad para chupar a gusto, se ve que se venía un orgasmo muy grande, le metí 2 dedos buscando el punto G mientras seguia lamiendo su clítoris. Se tensó y con un grito sordo comenzó un muy profundo orgasmo, me bañó con un squirt... uno, dos, tres chorros... me baño!
Ella, en un principio, no se dió cuenta, cuando volvió en si de tremendo orgasmo me vió sacandome la chaqueta que habia quedado empapada.
-Yo te mojé asi? - me dijo como chico que hace una travesura- hace mil años que no me pasaba....
- y te sacas la chaqueta porque te empapé?
- Si! - le dije entre risas- me bañaste!
- ah - me contestó haciendose la desepcionada- pense que te estabas sacando la ropa para cogerme...
Me le acerqué a centimetros de su cara y le susurré - No eran solo masajes?
- si... -me dijo- pero ahora quiero que me cojas
En un segundo voló tambien mi pantalón y ella aprovechó la cercanía y se metió mi pija en su boca, me dió una buena chupada y me dijo - cogeme!
Siempre hay preservativos a mano y en un segundo ya estaba enfundado. La agarré de las piernas y la arrastre un poco hacia el borde, puse sus piernas sobre mis hombros y ahi nomas, parado como estaba la penetré y comencé un lindo garche que le sacó otro orgasmo, un poco mas tranqui hasta que yo también acabé.
Hermosa experiencia!
Quedamos en que volveríamos a los masajes normales como si nada hubiese pasado, pero cuando necesitase desahogarse como hoy me avisaría... me encanta complacer a mis pacientes....
6 comentarios - Historias de masajes: Ella quería sacarse el estrés.
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