Les cuento como fue mí primera paja grupal.
A decir verdad, no sería técnicamente la primera, porque ya había hecho alguna con mí primo y un amigo en común, pero no recuerdo como arrancaron.
Estaba en primer año de secundaria, con las hormonas a pleno, venía tocandome como un loco. Se lo comentó a un par de compañeros del salón y Leandro dice que el también lo hace, pero otros niegan hacerlo.
Un día nos juntamos cuatro en la casa de Andrés. Éramos Leandro, Andrés, yo y mí mejor amigo Toto. Estuvimos haciendo un trabajo práctico de la escuela y terminó surgiendo el tema de las minas y la paja. Leandro, que había contado que se la hacía, dice que ya eyaculaba. Yo todavía tenía esos orgasmos que son como cosquillas pero no me salía nada. Le decimos que nos muestre.
Vamos todos a la pieza. Cada uno se pone en un rincón de la habitación y empezamos a pajearnos contra la pared. Así, sin porno, sin nada, pura calentura por hablar. Andrés medio que no se animaba y no hacía nada (nadie le insistió ni nada por el estilo, el más tarde sería alto amigo de pajas, pero esa es otra historia). Yo no me aguante y me senté en la cama a pajearme, no me importaba que me vean. Al final Andrés dice que no puede eyacular porque estaba nervioso (nunca le creí, era medio versero). La verdad que yo quería que comparemos tamaños y ver como eran ellos, sobre todo Toto, pero nada de eso paso, nadie se dió vuelta. Eso se corta ahí y nos vamos cada uno a su casa.
Toto me dice que me acompaña hasta mí casa. Cuando llegamos, me dice de hablar algo. Vamos a la pieza. En esa, totalmente inesperado, Toto me dice, "¿querés que te muestre la pija?", yo respondí que bueno. Ahí se pone de espalda, se baja el cierre, la pela y se da vuelta. Ya la tenía parada. Era más grande que la mía, tenía pelos, los huevos parecían enormes (él era un año más grande que yo, ya se había desarrollado). No podía creer que Toto me estuviera mostrando la pija y menos así, porque siempre fue como muy medido y reservado. Yo, con una erección pesada, saque mí pija a medio desarrollar y nos hicimos la primera de muchas, muchas, pajas. Estábamos sentados en una cama cada uno (había dos en mí pieza). Cada uno en la suya, pero mirandonos. Estuvo increíble. Ahí descubrí que la paja podía ser más divertida de a dos.
Si quieren que cuente más historias comenten, tengo muchísimas.
Si te copa la paja grupal y sos de Necochea, hablame!!
A decir verdad, no sería técnicamente la primera, porque ya había hecho alguna con mí primo y un amigo en común, pero no recuerdo como arrancaron.
Estaba en primer año de secundaria, con las hormonas a pleno, venía tocandome como un loco. Se lo comentó a un par de compañeros del salón y Leandro dice que el también lo hace, pero otros niegan hacerlo.
Un día nos juntamos cuatro en la casa de Andrés. Éramos Leandro, Andrés, yo y mí mejor amigo Toto. Estuvimos haciendo un trabajo práctico de la escuela y terminó surgiendo el tema de las minas y la paja. Leandro, que había contado que se la hacía, dice que ya eyaculaba. Yo todavía tenía esos orgasmos que son como cosquillas pero no me salía nada. Le decimos que nos muestre.
Vamos todos a la pieza. Cada uno se pone en un rincón de la habitación y empezamos a pajearnos contra la pared. Así, sin porno, sin nada, pura calentura por hablar. Andrés medio que no se animaba y no hacía nada (nadie le insistió ni nada por el estilo, el más tarde sería alto amigo de pajas, pero esa es otra historia). Yo no me aguante y me senté en la cama a pajearme, no me importaba que me vean. Al final Andrés dice que no puede eyacular porque estaba nervioso (nunca le creí, era medio versero). La verdad que yo quería que comparemos tamaños y ver como eran ellos, sobre todo Toto, pero nada de eso paso, nadie se dió vuelta. Eso se corta ahí y nos vamos cada uno a su casa.
Toto me dice que me acompaña hasta mí casa. Cuando llegamos, me dice de hablar algo. Vamos a la pieza. En esa, totalmente inesperado, Toto me dice, "¿querés que te muestre la pija?", yo respondí que bueno. Ahí se pone de espalda, se baja el cierre, la pela y se da vuelta. Ya la tenía parada. Era más grande que la mía, tenía pelos, los huevos parecían enormes (él era un año más grande que yo, ya se había desarrollado). No podía creer que Toto me estuviera mostrando la pija y menos así, porque siempre fue como muy medido y reservado. Yo, con una erección pesada, saque mí pija a medio desarrollar y nos hicimos la primera de muchas, muchas, pajas. Estábamos sentados en una cama cada uno (había dos en mí pieza). Cada uno en la suya, pero mirandonos. Estuvo increíble. Ahí descubrí que la paja podía ser más divertida de a dos.
Si quieren que cuente más historias comenten, tengo muchísimas.
Si te copa la paja grupal y sos de Necochea, hablame!!
3 comentarios - Historia de mí primera paja grupal