Tengo una amiga que no me gusta, pero con quien puedo hablar de todo. De esas chicas que se te hacen lindas, pero no atractivas. Como esas que te tirarías apenas las conoces. Sin embargo, llevo más de un año solo y cada vez más necesito mucho sexo para estar tranquilo cuando le veo.
Me la follaré.
No, no. Mejor aún.
La haré mi cornuda (Cuckquean). Incluso si no llego a estar con ella.
***
Se llama F, nos conocemos del instituto y no nos vinculamos al menos un poco hasta que nos cruzamos en un trabajo de Call center. Aún así, ella fue novia de un colega. Pero no duraron ni dos meses. Tardé años en hablarle seguido y bueno, teníamos cosas en común.
Ella es delgada, tiene cabellos negros y tiene unas tetas 38B. Le resaltan un poco. Usa ropa medio cerrada siempre. Sus ojos son marrón claro y su voz, uffff. Es excitante. A veces la llamo para pajearme mientras la escucho. Pero obvio, lo hago en silencio.
Otro dato más, ella vive cerca de mi casa.
Hace una semana salimos a tomar un café y me contó sobre el trabajo. Anda mal y el humor de su jefe con ella, mucho peor. Es un viejo infiel, que pasó del tinder al grindr y casi nunca está en la oficina. Pero estalla cuando algo no sale bien. F es una mujer que no socializa demasiado y no le gusta viajar. Pero los fans se le declaran cada que pueden. Es guapa y misteriosa. Supongo que por eso puedo ser su amigo cercano, no me gusta. Al menos, eso digo yo, pero el de abajo…no perdona.
***
-¡¡Está riquísima!! No te vayas a correr todavía, ¡¡por favor!!
-No, aún no. Pero este culazo ya pide leche.
-Sí, sí. ¡Dame más duro, dame más!¡¡No pares!! Quiero que te corras adentro…Ay…
-Ese lunarcito que tienes me pone más duro cada vez que lo veo.
-Lo siento, palpita tu pene como un corazón. ¡¿De verdad te gusta mucho?!
-Estoy cerca de llegar, pero antes de correrme quiero que hagas algo para tu macho.
-¡Dime, papi! Quiero todito adentro… ¡¿Qué hago?!
Esta hembra gemía muy fuerte. Quizá los otros cuartos la oían. Ella estaba en 4, yo estaba en cuclillas dándole y sintiendo cada vez más calor en mis huevos. Amo esta pose y eyacular todito dentro. Al momento de llegar y por el esfuerzo siempre junto los hombros. Toda mi fuerza se va ahí. Aplasto su espalda con mis manos, me muevo más duro y el placer recorre desde mis testículos hasta mi cerebro. No hay forma más rica de venirse, a menos que te hagan el beso negro mientras…
Pero aún faltaban segundos para ello. Primero, le ordené que agarre mi celular y me lo alcance. Ella no entendía y solo seguía mis órdenes. Le jalé el cabello y le mostré la pantalla. Las gotas de sudor caían por mi frente y ella estando cerca de mi cara, me lamió.
-¡Escúchame, perra! Vas a mandar un mensaje de voz.
-¡¿Luego me darás mi lechita?!¿Quién es F?
-Sí, pero primero quiero que gimas todo lo que mi pene te hace sentir. ¡Hazlo fuerte y te la doy!
Me la follaré.
No, no. Mejor aún.
La haré mi cornuda (Cuckquean). Incluso si no llego a estar con ella.
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Se llama F, nos conocemos del instituto y no nos vinculamos al menos un poco hasta que nos cruzamos en un trabajo de Call center. Aún así, ella fue novia de un colega. Pero no duraron ni dos meses. Tardé años en hablarle seguido y bueno, teníamos cosas en común.
Ella es delgada, tiene cabellos negros y tiene unas tetas 38B. Le resaltan un poco. Usa ropa medio cerrada siempre. Sus ojos son marrón claro y su voz, uffff. Es excitante. A veces la llamo para pajearme mientras la escucho. Pero obvio, lo hago en silencio.
Otro dato más, ella vive cerca de mi casa.
Hace una semana salimos a tomar un café y me contó sobre el trabajo. Anda mal y el humor de su jefe con ella, mucho peor. Es un viejo infiel, que pasó del tinder al grindr y casi nunca está en la oficina. Pero estalla cuando algo no sale bien. F es una mujer que no socializa demasiado y no le gusta viajar. Pero los fans se le declaran cada que pueden. Es guapa y misteriosa. Supongo que por eso puedo ser su amigo cercano, no me gusta. Al menos, eso digo yo, pero el de abajo…no perdona.
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-¡¡Está riquísima!! No te vayas a correr todavía, ¡¡por favor!!
-No, aún no. Pero este culazo ya pide leche.
-Sí, sí. ¡Dame más duro, dame más!¡¡No pares!! Quiero que te corras adentro…Ay…
-Ese lunarcito que tienes me pone más duro cada vez que lo veo.
-Lo siento, palpita tu pene como un corazón. ¡¿De verdad te gusta mucho?!
-Estoy cerca de llegar, pero antes de correrme quiero que hagas algo para tu macho.
-¡Dime, papi! Quiero todito adentro… ¡¿Qué hago?!
Esta hembra gemía muy fuerte. Quizá los otros cuartos la oían. Ella estaba en 4, yo estaba en cuclillas dándole y sintiendo cada vez más calor en mis huevos. Amo esta pose y eyacular todito dentro. Al momento de llegar y por el esfuerzo siempre junto los hombros. Toda mi fuerza se va ahí. Aplasto su espalda con mis manos, me muevo más duro y el placer recorre desde mis testículos hasta mi cerebro. No hay forma más rica de venirse, a menos que te hagan el beso negro mientras…
Pero aún faltaban segundos para ello. Primero, le ordené que agarre mi celular y me lo alcance. Ella no entendía y solo seguía mis órdenes. Le jalé el cabello y le mostré la pantalla. Las gotas de sudor caían por mi frente y ella estando cerca de mi cara, me lamió.
-¡Escúchame, perra! Vas a mandar un mensaje de voz.
-¡¿Luego me darás mi lechita?!¿Quién es F?
-Sí, pero primero quiero que gimas todo lo que mi pene te hace sentir. ¡Hazlo fuerte y te la doy!
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