Esa noche Pauli estaba radiante. No me permitió ver nada de cómo se vestía. Lo único que sé es que la esperé abajo en el auto. La vi llegar y estaba con una minifalda suelta y una musculosa. Si bien estaba normal, creo que su actitud era otra como desde hace tiempo.
En el trayecto los nervios me carcomían, no sabía cómo sucedería todo. Las manos me transpiraban aunque intentaba disimularlo.
Llegamos a la casa de Claudia, la mamá de Macarena, la saludamos entre grandes abrazos y felicidades de cumpleaños. Pasamos al living, obviamente Paula por delante. Saludamos a los primos de Maca, entre ellos Jorge el típico "jodón" que relojeó a Pauli de arriba abajo haciéndome un chiste. Cuando respondí y levanté la cabeza con una sonrisa la ví a Maca. Un frío me recorrió la espalda. Ella me miró unos instantes, yo le corrí la mirada.
-¡Amiga!- Fue directo a abrazarla Pauli, siempre expresiva.
-¡Hola, hermosa!- Respondió Maca, cerrando los ojos.
Yo me acerqué por detrás.
-Hola, ¿Todo bien?- Le dije nervioso.
- Bien, ¿Vos?- Me dio un beso en la mejilla y me hablaba muy cortante, como siempre.
Pauli la agarró del brazo y se metieron en la cocina a ayudar. Me las quedé viendo. maca estaba infartante, me la hubiese llevado a la habitación sin esperar.
-Toma.- Me dijo Jorge dándome una cerveza. - Para soportar el calor de esta noche.
Le agradecí y me senté junto a él. Hablamos de trabajo, cosas triviales. Me comentó que se había separado y todas esas cosas de personas que no se ven hace tiempo. Me preguntó por el casamiento y la famosa despedida de soltero. No tocamos mucho el tema y quedó la promesa de que lo invitaría, cómo hacemos todos con la gente que no sabemos cómo sacarnos de encima pero queremos ser cordiales.
-Hablando de despedida de solteras, tengo que preparar la tuya. - Acotó Maca, trayendo más alcohol.
-Si no me invita el primo, me voy a la de ustedes. - Replicó Jorge, bromeando.
- ¡Estás invitadísimo, Jorgito!- Contestó Pauli, riéndose.
-¡ No¡ El gordo es un peligro. - Respondió Maca.
Yo me quedé apartado, escuchando la charla. Unos minutos después, Claudia apareció para hablar con nosotros. honestamente, se nos fue la hora. Cuando empezaron a irse todos ya eran las 12:30 de la noche. Quedábamos Maca, Jorge, Pauli y yo. Claudia se había ido con un "amigo".
-Que grande la tía, se fue de joda.-
-Tuviste que ir, Jorgito.- Le gritó Maca.
Le hice gestos a Pauli de que me traiga una latita más pero estaba cansada y bastante borracha, así que me digné a ir a la cocina.
- ¡Que voy a ir, son todas viejas para mí!-
Entre a la cocina y ella estaba lavando los platos. Algo le decía Pauli a Jorge que se reían.
- ¡Ya estás pasando los cuarenta, deja de hacerte el pibe.-
-¿Te ayudo?- Le susurré.
Saltó en el lugar, insultándome.
-¿Qué haces?- Me hablaba en voz baja.
-Vine por una cerveza.-
-No, porqué viniste eso digo.-
-¿Y qué querías que haga?-
Abrí la latita y me asomé para ver qué hacía Pauli. Estaba tomando y Jorge haciéndose el gracioso.
- Tendrías que haber inventado algo, no sé.-
- Afloja, ya pasó la noche. -
- La pasé como el culo.-
- Entonces lo pasaste hermoso.- Le apreté un cachete y me reí.
-Nos puede ver.- Abrió los ojos enojada.
Volví a acercarme y Jorge estaba en la misma y Pauli más borracha. Me miró, le levanté el dedo de que si estaba todo bien, tomó un sorbo y me guiñó un ojo.
- Está todo bien.- Volví con Maca.
- Si vos decís...-
Me acerqué y la apoyé lo más rápido que podía.
- Vos me debes algo. - Le dije, volviendo a mí lugar.
- Vos mejor que vayas yendo, que hoy no es el día de pedir.-
Salí de la cocina, muy caliente. Jorge estaba más cerca, mirándola a Pauli, riéndose.
-¿Qué hacemos?- Lo miré a Jorge que se puso nervioso.
- No, nada primo. Le contaba de la tía Claudia y lo de su novio.- Se alejó, nervioso, bastante borracho.
- Jorge, creo que es mejor que te quedes a dormir. - Apareció Maca por detrás.
Jorge no dijo nada y se metió al cuarto. Pauli estaba igual o peor.
- Mucha mezcla de alcohol.- Me dijo Maca, cruzada de brazos.
- Vamos amor...-
Nos despedimos y subimos al auto. Pauli cantaba un poco, mientras tomaba algo de agua que teníamos en el auto.
- ¿Qué te decía Jorge, al final?-
- Nada, no sé, una boludez de que se me veía re bien, viste como es Jorge.-
- Estaba re nervioso, te miraba mucho, por eso.-
- No sé, ¿Será por esto?- Agarró mí mano y la metió en su concha, estaba sin ropa interior.
Tragué saliva, estacioné y la volví a mirar. Estaba muy borracha.
-¿Vos le estabas mostrando la concha al primo de tu amiga?-
No contestaba, tomaba agua sonriendo.
- Te pregunté algo.- Afirmé, un poco más firme y con algo de enojo.
Ella se reía.
-Paula, decime la verdad, ¿Qué está pasando?-
Se me acercó y me dió un beso profundo.
-¿Está mal que le haya mostrado la conchita?- Me susurró.
- Está como el orto, Paula.-
- ¿Y esto?- Me agarró la pija que estaba durísima.
- Por el beso de recién.- Le saqué la mano con enojo.
Yo miraba al frente, sin entender mucho.
- Dale...- Me susurró y me comenzó a tocar la pija.
- Estás borracha...-
- Si, ¿Y?- Me pajeaba.
Yo seguía en la misma posición, sin mirarla. Estaba enojado, ¿Estaba enojado? No sé. Por lo menos me encontraba raro. Ella continuaba pajeándome lento.
- Es que vos estabas en la cocina y yo últimamente estoy muy calentita. - Me hablaba con voz de puta.
-¿ Qué hiciste?- La miré, creo que sin enojo.
Ella me soltó la pija.
- Él estaba hablándome y yo me relajé en el asiento. - Se tiró hacía atrás y abrió las piernas. - Yo levanté un poquito la pollera, así¿Ves? ¿Lo ves, amor?- Yo afirmé, tragando saliva y mordiéndome la mano. - Bueno y cómo no se callaba pude una manito acá. - Se abría los labios de la concha. -Y ya estaba tan calentita que me mordí el labio y viste que cuando me muerdo el labio es porque estoy muy calentita. Entonces...- Frenó lo que me decía y se abalanzó a chuparme la pija.
-¿Entonces?- Ya estaba gimiendo por la chupada de pija. Lo hacía profundo y sin frenar. -¿Entonces qué?- Me pasaba la lengua por toda la cabeza de la pija.
- Entonces, viste que a Jorge le dicen el gordo...-
- ¿Qué tiene que ver?- Pregunté, ella volvía a metérsela toda adentro de la boca.
Se apartó un momento, se colocó como estaba antes con el cuerpo sobre la puerta y las piernas abiertas.
- Y entonces como no se callaba...- Automáticamente, agarró mí mano y la llevó a su concha. Me hacía tocarle el clítoris rápido, se estremecía.
-¿Qué?- Atiné a susurrar, agobiado.
- Así... Rapidito...- me miró sonriendo. Sacó mí mano, se tiró de vuelta a mí pija. Me la chupó profundo y rápido. - Y yo ya estaba mojadita...-
Dijo esto último y acabé como un caballo. Ella chupó y de tragó todo. Me la limpió toda. Nos quedamos sin hablar unos segundos.
-Necesito aire...- Me acomodé el pantalón y salí del auto.
Realmente me agarraba la cabeza, no entendía nada. Miré por la ventanilla y ella se limpiaba la boca. Respiré profundo sin saber si en realidad la perdonaba por sentirme culpable de Maca.
- ¿Estás bien?- Me miró detrás del vidrio.
Subí, respiré profundo y arranqué. Llegamos al garaje sin hablarnos. estaba bajando del auto y me tomó del brazo.
-Para...-
- ¿Que pasa?- Le contesté ofuscada.
- Mirá...-
Me di vuelta y estaba con las piernas abiertas. Tenía puesta una tanga. Me la quedé mirando.
- Había llevado ropa interior, tontito. Me la saqué en la casa de Maca, para jugarte.- Me dió un pico y bajó.
-¿Cuándo te la sacaste?-
- Nunca lo sabrás, bebé.- Se rió borracha.
-¿Le mostraste la concha?-
Ella negó con la cabeza y entró a las escaleras.
- Pero no te niego que por ahí, algo me vió.- Sonrió y me dio un beso. -Porque eso te calentó, ¿No?-
Subimos. Nos acostamos y ella se durmió. Yo no.
En el trayecto los nervios me carcomían, no sabía cómo sucedería todo. Las manos me transpiraban aunque intentaba disimularlo.
Llegamos a la casa de Claudia, la mamá de Macarena, la saludamos entre grandes abrazos y felicidades de cumpleaños. Pasamos al living, obviamente Paula por delante. Saludamos a los primos de Maca, entre ellos Jorge el típico "jodón" que relojeó a Pauli de arriba abajo haciéndome un chiste. Cuando respondí y levanté la cabeza con una sonrisa la ví a Maca. Un frío me recorrió la espalda. Ella me miró unos instantes, yo le corrí la mirada.
-¡Amiga!- Fue directo a abrazarla Pauli, siempre expresiva.
-¡Hola, hermosa!- Respondió Maca, cerrando los ojos.
Yo me acerqué por detrás.
-Hola, ¿Todo bien?- Le dije nervioso.
- Bien, ¿Vos?- Me dio un beso en la mejilla y me hablaba muy cortante, como siempre.
Pauli la agarró del brazo y se metieron en la cocina a ayudar. Me las quedé viendo. maca estaba infartante, me la hubiese llevado a la habitación sin esperar.
-Toma.- Me dijo Jorge dándome una cerveza. - Para soportar el calor de esta noche.
Le agradecí y me senté junto a él. Hablamos de trabajo, cosas triviales. Me comentó que se había separado y todas esas cosas de personas que no se ven hace tiempo. Me preguntó por el casamiento y la famosa despedida de soltero. No tocamos mucho el tema y quedó la promesa de que lo invitaría, cómo hacemos todos con la gente que no sabemos cómo sacarnos de encima pero queremos ser cordiales.
-Hablando de despedida de solteras, tengo que preparar la tuya. - Acotó Maca, trayendo más alcohol.
-Si no me invita el primo, me voy a la de ustedes. - Replicó Jorge, bromeando.
- ¡Estás invitadísimo, Jorgito!- Contestó Pauli, riéndose.
-¡ No¡ El gordo es un peligro. - Respondió Maca.
Yo me quedé apartado, escuchando la charla. Unos minutos después, Claudia apareció para hablar con nosotros. honestamente, se nos fue la hora. Cuando empezaron a irse todos ya eran las 12:30 de la noche. Quedábamos Maca, Jorge, Pauli y yo. Claudia se había ido con un "amigo".
-Que grande la tía, se fue de joda.-
-Tuviste que ir, Jorgito.- Le gritó Maca.
Le hice gestos a Pauli de que me traiga una latita más pero estaba cansada y bastante borracha, así que me digné a ir a la cocina.
- ¡Que voy a ir, son todas viejas para mí!-
Entre a la cocina y ella estaba lavando los platos. Algo le decía Pauli a Jorge que se reían.
- ¡Ya estás pasando los cuarenta, deja de hacerte el pibe.-
-¿Te ayudo?- Le susurré.
Saltó en el lugar, insultándome.
-¿Qué haces?- Me hablaba en voz baja.
-Vine por una cerveza.-
-No, porqué viniste eso digo.-
-¿Y qué querías que haga?-
Abrí la latita y me asomé para ver qué hacía Pauli. Estaba tomando y Jorge haciéndose el gracioso.
- Tendrías que haber inventado algo, no sé.-
- Afloja, ya pasó la noche. -
- La pasé como el culo.-
- Entonces lo pasaste hermoso.- Le apreté un cachete y me reí.
-Nos puede ver.- Abrió los ojos enojada.
Volví a acercarme y Jorge estaba en la misma y Pauli más borracha. Me miró, le levanté el dedo de que si estaba todo bien, tomó un sorbo y me guiñó un ojo.
- Está todo bien.- Volví con Maca.
- Si vos decís...-
Me acerqué y la apoyé lo más rápido que podía.
- Vos me debes algo. - Le dije, volviendo a mí lugar.
- Vos mejor que vayas yendo, que hoy no es el día de pedir.-
Salí de la cocina, muy caliente. Jorge estaba más cerca, mirándola a Pauli, riéndose.
-¿Qué hacemos?- Lo miré a Jorge que se puso nervioso.
- No, nada primo. Le contaba de la tía Claudia y lo de su novio.- Se alejó, nervioso, bastante borracho.
- Jorge, creo que es mejor que te quedes a dormir. - Apareció Maca por detrás.
Jorge no dijo nada y se metió al cuarto. Pauli estaba igual o peor.
- Mucha mezcla de alcohol.- Me dijo Maca, cruzada de brazos.
- Vamos amor...-
Nos despedimos y subimos al auto. Pauli cantaba un poco, mientras tomaba algo de agua que teníamos en el auto.
- ¿Qué te decía Jorge, al final?-
- Nada, no sé, una boludez de que se me veía re bien, viste como es Jorge.-
- Estaba re nervioso, te miraba mucho, por eso.-
- No sé, ¿Será por esto?- Agarró mí mano y la metió en su concha, estaba sin ropa interior.
Tragué saliva, estacioné y la volví a mirar. Estaba muy borracha.
-¿Vos le estabas mostrando la concha al primo de tu amiga?-
No contestaba, tomaba agua sonriendo.
- Te pregunté algo.- Afirmé, un poco más firme y con algo de enojo.
Ella se reía.
-Paula, decime la verdad, ¿Qué está pasando?-
Se me acercó y me dió un beso profundo.
-¿Está mal que le haya mostrado la conchita?- Me susurró.
- Está como el orto, Paula.-
- ¿Y esto?- Me agarró la pija que estaba durísima.
- Por el beso de recién.- Le saqué la mano con enojo.
Yo miraba al frente, sin entender mucho.
- Dale...- Me susurró y me comenzó a tocar la pija.
- Estás borracha...-
- Si, ¿Y?- Me pajeaba.
Yo seguía en la misma posición, sin mirarla. Estaba enojado, ¿Estaba enojado? No sé. Por lo menos me encontraba raro. Ella continuaba pajeándome lento.
- Es que vos estabas en la cocina y yo últimamente estoy muy calentita. - Me hablaba con voz de puta.
-¿ Qué hiciste?- La miré, creo que sin enojo.
Ella me soltó la pija.
- Él estaba hablándome y yo me relajé en el asiento. - Se tiró hacía atrás y abrió las piernas. - Yo levanté un poquito la pollera, así¿Ves? ¿Lo ves, amor?- Yo afirmé, tragando saliva y mordiéndome la mano. - Bueno y cómo no se callaba pude una manito acá. - Se abría los labios de la concha. -Y ya estaba tan calentita que me mordí el labio y viste que cuando me muerdo el labio es porque estoy muy calentita. Entonces...- Frenó lo que me decía y se abalanzó a chuparme la pija.
-¿Entonces?- Ya estaba gimiendo por la chupada de pija. Lo hacía profundo y sin frenar. -¿Entonces qué?- Me pasaba la lengua por toda la cabeza de la pija.
- Entonces, viste que a Jorge le dicen el gordo...-
- ¿Qué tiene que ver?- Pregunté, ella volvía a metérsela toda adentro de la boca.
Se apartó un momento, se colocó como estaba antes con el cuerpo sobre la puerta y las piernas abiertas.
- Y entonces como no se callaba...- Automáticamente, agarró mí mano y la llevó a su concha. Me hacía tocarle el clítoris rápido, se estremecía.
-¿Qué?- Atiné a susurrar, agobiado.
- Así... Rapidito...- me miró sonriendo. Sacó mí mano, se tiró de vuelta a mí pija. Me la chupó profundo y rápido. - Y yo ya estaba mojadita...-
Dijo esto último y acabé como un caballo. Ella chupó y de tragó todo. Me la limpió toda. Nos quedamos sin hablar unos segundos.
-Necesito aire...- Me acomodé el pantalón y salí del auto.
Realmente me agarraba la cabeza, no entendía nada. Miré por la ventanilla y ella se limpiaba la boca. Respiré profundo sin saber si en realidad la perdonaba por sentirme culpable de Maca.
- ¿Estás bien?- Me miró detrás del vidrio.
Subí, respiré profundo y arranqué. Llegamos al garaje sin hablarnos. estaba bajando del auto y me tomó del brazo.
-Para...-
- ¿Que pasa?- Le contesté ofuscada.
- Mirá...-
Me di vuelta y estaba con las piernas abiertas. Tenía puesta una tanga. Me la quedé mirando.
- Había llevado ropa interior, tontito. Me la saqué en la casa de Maca, para jugarte.- Me dió un pico y bajó.
-¿Cuándo te la sacaste?-
- Nunca lo sabrás, bebé.- Se rió borracha.
-¿Le mostraste la concha?-
Ella negó con la cabeza y entró a las escaleras.
- Pero no te niego que por ahí, algo me vió.- Sonrió y me dio un beso. -Porque eso te calentó, ¿No?-
Subimos. Nos acostamos y ella se durmió. Yo no.
1 comentarios - su mejor amiga. No sé el porqué pero si el cómo. XI