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Fran chupando afuera del boliche

Hola! Les comento que estos días no estoy trabajando y me tomé un tiempito, con ayuda de Fran, para acomodar un poco todo el material que ella me manda y compartirlo con ustedes de a poco. Están siendo unos días muy calientes para ambos, a mi me encanta ver como otros hombres (y mujeres, por qué no?)  se calientan con ella y a ella la pone loca saber las cosas que hacen mirando sus fotos y leyendo sus historias.
Como bien conté en otro post, Fran es muy buena con su boca, y lo sabe. Disfruta dando placer, es lasciva y se enciende viendo la cara de placer del hombre al que está tomando. Como se imaginaran, hace uso extenso de su capacidad.
Por mi parte descubrí que, además de cogerla de todas las formas imaginables, me pone mucho escucharla contar sus experiencias sexuales. Me enloquece cuando ella me cabalga y pone sus pequeñas tetas en mi cara para que yo me llene la boca con ellas. Sabe lo mucho que me gustan sus historias, por eso mientras cogemos se me arrima al oído y me relata hechos que sucedieron antes de que empezáramos a vernos y también del tiempo entre nuestra primera vez y nuestra formalización. Verán que a Fran no le gusta salir y terminar la noche sin haber acabado a un hombre.








En uno de esos polvos lujuriosos, en que su cola salta sobre mi verga y mi boca succiona y muerde sus pechos, su lengua recorría mi cuello hasta llegar a mi oreja cuando sus labios me susurraron al oído la siguiente pregunta: ¿Querés que te cuente a cuantos pibes se la chupé saliendo del boliche?
En la cama nunca tuve problema para controlar mis impulsos, puedo administrar bien el tiempo y “domar” a mi pija para que no eyacule antes de tiempo, pero ante semejante pregunta todos mis métodos se fueron a la basura.
Le pedí por favor que me cuente mientras mi pija no solo era embestida por su enorme cola sino que también daba saltitos de felicidad adentro de su concha. Lo que viene a continuación es una transcripción de su relato:
Una vez me levanté un flaco adentro del boliche, empezamos a chapar contra la pared y a los dos minutos de chape el pibe me prendió del culo. Yo ya estaba un poco tomada y eso me calentó bastante. El pibe me agarraba la cara con ternura y me chapaba, mientras con su otra mano me apretaba el culo y apretaba mi cadera contra la suya. Yo sentía como la pija le iba creciendo y a medida que se endurecía el roce más me calentaba. Pase de tener mis manos en su cintura a tocarle el culo. Luego la panza. Era flaquito y tenía buen físico así que quise tocar más, fui subiendo para acariciarle el pecho por debajo de la remera. Él seguía embobado con mi culo y el franeleo se hacía más intenso. No me aguanté más y bajé una mano para desabrocharle el jean y bajarle el cierre. Por encima del boxer le agarré los huevos y después le recorrí el tronco para sentir que tan grande la tenía. Ahí me di cuenta que quería comerme esa pija.
Lo agarré de la mano y lo llevé afuera del boliche y buscamos un rincón donde no nos vea nadie. Ahí nos pusimos a chapar pero ya sin control, y sus manos fueron directo hacia abajo de mi pollera. A esa altura yo ya estaba empapada así que cuando quiso meterme un dedo por la concha se deslizó fácilmente. Le pedí que me pajee y para calentarlo mas no le saqué la pija del boxer sino que le franeleaba la cabeza en círculos. No era muy hábil con los dedos así que para ayudarlo un poco humedecí mi mano y me llevé babita a mi clítoris. Los gemidos no se hicieron esperar y los fui soltando en su oído para que sepa cuánto me gustaba lo que hacía. Acabé normal y vi que se estaba haciendo tarde así que me decidí a sacarle la leche sin mucho preámbulo. Me arrodillé frente a él y le bajé el boxer. Su pija salió de un salto, ya super mojada por el líquido preseminal que había largado por tanto manoseo. Le descubrí el glande que brillaba, le pasé la lengua para juntar todo ese lubricante, lo mezclé con mi saliva y lo volví a escupir sobre su pija. Empecé a pajearlo en un sube y baja, despacito, con una mano mientras la otra le hacía canastita a los huevos. Luego se la empecé a comer mientras juntaba más y más saliva, que succionaba hasta el final y volvía a largar, haciendo que corran hilos de baba hasta sus huevos y desparramándolos con mi otra mano, cuyos dedos también llevaban saliva hasta el aro de su culo.
Cuando empecé a incrementar el ritmo de mi chupada el no aguantó mucho y me pidió acabarme en la cara. Le dije que no porque tenía que volver al boliche y no podía estar toda enchastrada (más enchastrada), así que cuando sentí que estaba por venirse la saqué de mi boca e hice que me acabe en la mano. Le exprimí la pija para que salga hasta la última gota y luego se la limpie con la lengua. Para terminar de calentarlo le di un lenguetazo a mi mano llena de leche y le mostré mi boca. Él quedó atónito, yo no pude hacer más que reírme ante semejante cara. Luego, con un poco de leche en la boca todavía, lo chapé un toque, me acomodé la ropa y me fui a buscar a mis amigas.





Como se imaginaran, acabé dentro suyo al principio del relato. Luego siguió contándome intercambiando palabras con lenguetazos a mi verga exhausta y sobre el final del relato me la chupaba mientras hablaba y yo estaba tan caliente que acabé y mi pija ni siquiera llegó a ponerse dura.

Espero que les guste y dejen comentarios diciendo qué cosas les gustaría que haga y también poses para sus fotos. Si se calienta leyéndolos seguramente saldrán cosas buenas.
Por último pueden pasarse por nuestros otros posts:

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http://www.poringa.net/posts/relatos/4707377/Como-mi-amiga-y-su-boca-me-conquistaron.html RELATO


Saludos!

2 comentarios - Fran chupando afuera del boliche

Frangomez375 -1
Que ganas de comprobar si es tan buena chupando