Mi madre siempre se dedicó con especial esmero y atención a mi, su primogénito, de manera indeterminada, de forma indistinta, buscando siempre el mismo fin, mi bienestar.
Ella tenía muy en claro que la aparición de mi hermana y su nuevo repentino alejamiento, me había afectado de manera dramática. Como una forma de resguardarme del dolor, tormento y sufrimiento, me abrigó en su regazo, yo también, como de costumbre, me cobijé en ella.
Luego del nuevo abandono propiciado por mi hermana, me había ido a la antigua habitación que compartimos juntos en la casa de nuestros padres mi @felina y yo, sólo para sufrir, de manera masoquista. Entonces apareció ella, mi ángel de la guarda, mi mamá, para consolarme.
No voy a negar que en un primer momento aquello me molestó, ya no soy un adolescente que necesita del cuidado maternal, se lo dije a mi progenitora, y ella minimizando eso, bromeó y me beso en la mejilla para que aflojara con mi pena, en verdad, logró sacarme una sonrisa por su empeño.
Me hablaba de manera afable, como quien intenta convencer a un niño de ir a la escuela. Me hizo gracia, esa imagen.
¿Tan patético me estaría comportando para que se preocupara, y me tratara como a un incapaz? Me pregunté para mis adentros, y para modificar eso, bromee con una chanza subida de tono, de índole sexual, ¡Mirá, qué si me tratás como un bebe, voy a querer amamantarme como cuando era lactante! De hecho, eso había sido todo un tema en mi infancia, no quería dejar la teta, ya tenía dientes y la mordía, mi madre se untaba los pezones con distintos ungüentos, para que yo los rechazara.
Ella no se, si realmente estaba tan preocupada de lo mal que me veía, si le pareció halagador mis dichos, (los que pensé podía tomarlos a mal), o su abnegación para conmigo, la llevó a inclinarse sobre mi entreabrir su blusa y dejar entrever la ausencia de sostén, nunca usaba corpiños, aunque estaba convencido que a determinada edad, eran indispensables, por una ley física, de la naturaleza, todo tiende a caer, cuestiones de la gravedad
Quede desconcertado por su accionar, tras ello, manteniendo la iniciativa, se arrimo para besarme en los labios. Yo, que acababa de estar en una sesión de fotos con @felina mi hermana, desnuda, y a punto de tener sexo con ella, mantenía en estado de latencia mi excitación, y aquello, el beso, la disparó notoriamente.
¡Para mama! Alcance a exclamar, mientras me incorporaba en la cama tratando de evitar un confuso deseo y su desenlace desconocido por ambos, en otras palabras tuve miedo. Mi madre al notar mi expresión de espanto en mi rostro y seguramente para que no entrara en pánico e hiciera algún alboroto, (su marido, mi padre, dormía en la habitación contigua) se retiro hacia atrás permaneciendo inmóvil.
Nuevamente me tome un lapso mínimo de tiempo, la circunstancia, la coyuntura y volví a la situación con otra chanza, manteniendo mi intriga sobre aquel extraño suceso que se estaba produciendo entre los dos. ¡Madre estás consiguiendo excitarme! Mencioné eso, a la vez que introduje mi mano bajo las cobijas comprobando mi erección
Ella entonces redobló su apuesta, exhibe sus fabulosos senos sacándolos de la blusa y confirma con su mano mi excitante erección.
Me aprieta el miembro viril erecto masturbándolo de forma lenta pero firme. A esas alturas, no quedaba lugar para convenciones sociales ni éticas o morales y yo chupé su pezón izquierdo,que crecía y se endurecía entre mis dientes, como antaño pero sin ungüentos.
Tras ello, mamá quita las ropas de cama que me cubrían y tapaban mi cuerpo, sube al lecho,a la vez que yo abro mis piernas propiciando lugar para que se pusiera cómoda y manteniendo su mano aferrada a mi pene, me brinda una mamada alucinante-
En ese preciso momento pierdo los pocos frenos inhibitorios que me intimidaban, y comienzo a tratarla como a cualquier mujer que me calienta. Como cualquier macho con su hembra teniendo actividad sexual, buscando obtener el máximo placer genital, el goce de extasiarse en un orgasmo compartido y sincronizado, juntos, a la par, a la misma vez.
Bajo de la litera, quito su blusa y sus faldas. Mi madre sólo queda con sus medias de seda negra con ligas y puedo observar detenidamente su escultural cuerpo cuidado, consagrado como un templo oculto y misterioso para mi.
La hago poner en cuatro,estilo "perrito" y yo a sus espaldas la penetro dulcemente
Luego de cabalgar y próximo al orgasmo, me detengo y me retiro de su vagina húmeda prendida fuego, arde de pasión ella, al igual que yo.
La acuesto de espaldas en la cama, le abro las piernas y vuelvo a introducirme en ella, intento no parecer tan inexperto y vuelvo a bombear en esa caldera
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Mentiría si dijera que pensaba en otra cosa como para abstraerme de ese momento, estaba absolutamente conciente, pero tal vez los nervios jugaban a mi favor e impedían mi eyaculación
Tal vez sentir su mirada de hecho su presencia me conmovía, a pesar que ella se mantuvo en segundo plano, nunca tomó la iniciativa, me dejó hacer a mi, mas tarde supe de su pericia en las lides amatorias
En conclusión y luego de que mi progenitora tuviera varios orgasmos simultáneos, tantos y tan frenéticos que nunca supimos donde quedaron, ni como se quedó sin ambas medias, me hizo terminar en su boca y se tragó toda mi acabada. Eso me impresionó y me dio algo de asquito, de hecho le esquive sus besos hasta que se lavó. Está de mas decir que me hizo salir de la profunda depresión por lo de mi hermanita.
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