Luego de aquella vez en la tuvimos sexo los tres todo cambio, fue de a poco pero definitivamente cambio con el tiempo. Los encuentros entre los tres se volvieron cada vez mas regulares hasta que por fin en un momento hablaron entre ellos para yo poder salir a solas con el amigo de mi chico, que ya se iba convirtiendo de a poco en mi chico. Ellos tenían una muy buena relacion entre ellos, eran amigos de hacia mucho tiempo y los dos me cuidaban mucho así que no había problemas en vista. Cuando tuvimos sexo el y yo mi chico si me pregunto todo, como había sido, si me había tratado bien, si me había gustado, estaba un poco celoso pero nada del otro mundo a decir verdad, me daba gracia verlos a los dos haciendo hasta lo imposible para atenderme de la mejor manera posible. Los dos eran muy parecidos entre si, enormes en todo sentido, mas grandes que yo, masculinos, protectores, salvajes, altos, lo tenían todo.
Ya habíamos estado un tiempo, los tres y por separado, siempre uno u otro conmigo porque entre ellos no había nada, solo yo y eso me gustaba.
Nos invitaron a una fiesta privada de unos conocidos del trabajo de mi chico, habíamos quedado en que íbamos a disfrutar de la fiesta y no nos íbamos a contener de nada por lo que yo fui vestida como a mi me gusta, en esa oportunidad elegí una calza con brillos y una camisa suelta de color blanco, me había puesto un perfume que me habían regalado hacia poco y que sabia que les gusta y si, obvio, fui con tanga, no me iba a poner algo menos cómodo si íbamos a ir a bailar.
Apenas llegamos a la fiesta comenzamos a tomar alcohol, nos recibieron como si fuéramos los protagonistas de la velada y las miradas hacia mi no se demoraron en llegar, no solo de hombres sino tambien de mujeres que se me acercaban a hablar y entablar amistad pero tambien de las que destilaban envidia, supongo que tambien tenia que ver con que mis chicos estaban realmente hermosos en aquella oportunidad, literalmente eran perfectos.
Ellos me dijeron que podía hacer lo que quisiera, pero yo no quería hablar con nadie para evitar problemas, todos los hombres que se me acercaban era para hacerme un halago o alguna propuesta directamente dado que estabamos en un gran hotel y la oportunidad estaba disponible a dos pasos para encontrar intimidad pero yo no quería generar problemas. La presión de las miradas se iba disipando con el paso del alcohol que seguía entrando en mi cuerpo. Cuando mis chicos no estaban haciendo sociales estaban besándome en el sillón del lugar mientras nos seguían trayendo comida y bebida sin parar. Impresionantemente eran ellos mismos los que me traían hombres a presentarme y que querían hablar conmigo, imagino que eso elevaba mucho el ego de los dos y a mi no me molestaba.
Por momentos, sentados los tres en el sillón besándome y en donde incluso me tocaban mas allá de los limites, la necesidad de tenerme era tan grande que por turnos nos escapábamos al baño, ellos todo el tiempo tenían la necesidad de poseerme y cuando no podían aguantarse mas lo hacían, uno, dos, o los dos juntos, era igual, yo era de ellos y ellos podían hacer de mi lo que quisieran.
Justamente habíamos salí los tres del baño y yo estaba limpiando mi boca, asumo que muchos habrán pensado que estaba vomitando y no limpiando el semen de mis hombres que se escurría por mi boca.
Me llevaron al medio de la pista y nos pusimos a bailar los tres, yo estaba ya con bastante alcohol encima pero contento, feliz, con energías para cuando mi chico me susurro al oído: "Déjate llevar".
Los dos comenzaron a besarme y yo veía que la gente de la pista se iba yendo de a poco, quedamos cada vez mas solos mientras ellos me besaban, uno en la boca y otro en el cuello, por detras. Mi ropa fue aflojándose de a poco y cayendo al suelo mientras manos desconocidas las retiraban, como si se estuviera armando una escena a mi alrededor de la que nadie sabia absolutamente nada. Cercaron el lugar con la seguridad del local y nos acercaron mas y mas alcohol, creo que había otras cosas a disposición que no probé, pero que otros en la sala si adquirían. Mi tanga cayo al suelo y al segundo caí de rodillas yo tambien, los miembros de mis hombres estaban frente a mi para delirarme ya que su humedad ya estaba a flor de piel y mi aroma favorito ya llegaba a enloquecerme.
Elegí quitarme todo el pudor de encima y cuando puse mi lengua sobre el miembro erecto de mi chico el publico enloqueció, mientras el otro hombre que me dominaba en ese momento me acariciaba la cabeza como si fuese una perrita esperando a su turno, no lo hice esperar demasiado y de un momento a otro estaba jugando con el miembro de ambos en mi boca, lento, rápido, solo en la punta o profundamente hasta generarme asfixia mientras el alcohol literalmente no dejaba de llegar y en donde, ahora, era volcado principalmente sobre mi cuerpo. La lengua de mi segundo dominador recorría mi espalda lamiendo mi sudor y el champagne antes de levantarme un poco y penetrarme fuertemente.
No podía gritar pero quería hacerlo, estabamos bien lubricados pero dolía mucho de igual modo y era hermoso, si en ese momento alguien mas hubiese querido tomarme no me hubiera negado pero de seguro había un pacto para no tocarme.
Me turnaba, si, era yo el que se turnaba y elegía cual de los dos penes quería en dentro de su cuerpo y por donde, ellos disfrutaban y me bombeaban como martillos hidráulicos al suelo cada vez que tenían la oportunidad. La gente arrojaba cosas, entendi el código, comida y dinero, mientras el dinero era frotado sobre mi cuerpo como la lampara del genio yo me comía la comida que me tiraban, si, del suelo mientras me cogían.
Me senté sobre mi hombre, su pene erecto entro en mi sin problemas, profundamente, los reflectores del lugar estaban posados complemente sobre mi y yo no lograba distinguir nada, no se permitían videos o fotos en el lugar así que no eran los flashes sino los reflectores mismos del lugar, mi otro chico esperaba su turno con su pija enterrada en mi garganta.
Cuando los dos entraron en mi al mismo tiempo no pude evitar gritar de dolor, pero mis gritos fueron ahogados por el furor de la gente, los gemidos de mis hombres y la música del lugar, una lagrima cayo por mi mejilla pero no me importo, comencé a entregar mi colita al placer de los demas y sentir el calor de esos hierros dentro mío. Literalmente lo que estaban haciendo conmigo era bestial y me encantaba que así sea.
Cuando finalmente acabaron en mi boca no me permitieron tragar su miel, en cambio me ataron con una cuerda al cuello y me pasearon por el circulo central del lugar para que la gente me gritara, me tocara, me escupiera si quería hacerlo y yo sin poder decir nada, yo tenia mi boca llena de leche como una buena gatita.
Hacia ya mas de una hora y media que estabamos dando nuestro espectáculo cuando la gente se puso demasiado efusiva intentando tocarme, mis hombres me alzaron en brazos dado que yo estaba demasiado adolorida y cansada y me llevaron a un cuerpo de los pisos superiores en donde me bañaron, me acostaron y se quedaron a mi lado cuidándome y dejándome descansar mas que nada. Poco tiempo después el presentador del lugar finalizaba el evento y la gente se iba del lugar de a poco, algunos intentando verme a toda costa pero ya no había acceso a mi de ningun modo.
A la mañana siguiente mis chicos me mostraron, a modo de broma, como me habían dejado cientos de números de teléfono y contactos, en mi se había abierto una puerta que no se iba a cerrar mas, había disfrutado desde la seguridad de estar con ellos y estaba feliz...
Era la puta de dos maduros.
No te olvides de dejarme tus puntos amor...
Ya habíamos estado un tiempo, los tres y por separado, siempre uno u otro conmigo porque entre ellos no había nada, solo yo y eso me gustaba.
Nos invitaron a una fiesta privada de unos conocidos del trabajo de mi chico, habíamos quedado en que íbamos a disfrutar de la fiesta y no nos íbamos a contener de nada por lo que yo fui vestida como a mi me gusta, en esa oportunidad elegí una calza con brillos y una camisa suelta de color blanco, me había puesto un perfume que me habían regalado hacia poco y que sabia que les gusta y si, obvio, fui con tanga, no me iba a poner algo menos cómodo si íbamos a ir a bailar.
Apenas llegamos a la fiesta comenzamos a tomar alcohol, nos recibieron como si fuéramos los protagonistas de la velada y las miradas hacia mi no se demoraron en llegar, no solo de hombres sino tambien de mujeres que se me acercaban a hablar y entablar amistad pero tambien de las que destilaban envidia, supongo que tambien tenia que ver con que mis chicos estaban realmente hermosos en aquella oportunidad, literalmente eran perfectos.
Ellos me dijeron que podía hacer lo que quisiera, pero yo no quería hablar con nadie para evitar problemas, todos los hombres que se me acercaban era para hacerme un halago o alguna propuesta directamente dado que estabamos en un gran hotel y la oportunidad estaba disponible a dos pasos para encontrar intimidad pero yo no quería generar problemas. La presión de las miradas se iba disipando con el paso del alcohol que seguía entrando en mi cuerpo. Cuando mis chicos no estaban haciendo sociales estaban besándome en el sillón del lugar mientras nos seguían trayendo comida y bebida sin parar. Impresionantemente eran ellos mismos los que me traían hombres a presentarme y que querían hablar conmigo, imagino que eso elevaba mucho el ego de los dos y a mi no me molestaba.
Por momentos, sentados los tres en el sillón besándome y en donde incluso me tocaban mas allá de los limites, la necesidad de tenerme era tan grande que por turnos nos escapábamos al baño, ellos todo el tiempo tenían la necesidad de poseerme y cuando no podían aguantarse mas lo hacían, uno, dos, o los dos juntos, era igual, yo era de ellos y ellos podían hacer de mi lo que quisieran.
Justamente habíamos salí los tres del baño y yo estaba limpiando mi boca, asumo que muchos habrán pensado que estaba vomitando y no limpiando el semen de mis hombres que se escurría por mi boca.
Me llevaron al medio de la pista y nos pusimos a bailar los tres, yo estaba ya con bastante alcohol encima pero contento, feliz, con energías para cuando mi chico me susurro al oído: "Déjate llevar".
Los dos comenzaron a besarme y yo veía que la gente de la pista se iba yendo de a poco, quedamos cada vez mas solos mientras ellos me besaban, uno en la boca y otro en el cuello, por detras. Mi ropa fue aflojándose de a poco y cayendo al suelo mientras manos desconocidas las retiraban, como si se estuviera armando una escena a mi alrededor de la que nadie sabia absolutamente nada. Cercaron el lugar con la seguridad del local y nos acercaron mas y mas alcohol, creo que había otras cosas a disposición que no probé, pero que otros en la sala si adquirían. Mi tanga cayo al suelo y al segundo caí de rodillas yo tambien, los miembros de mis hombres estaban frente a mi para delirarme ya que su humedad ya estaba a flor de piel y mi aroma favorito ya llegaba a enloquecerme.
Elegí quitarme todo el pudor de encima y cuando puse mi lengua sobre el miembro erecto de mi chico el publico enloqueció, mientras el otro hombre que me dominaba en ese momento me acariciaba la cabeza como si fuese una perrita esperando a su turno, no lo hice esperar demasiado y de un momento a otro estaba jugando con el miembro de ambos en mi boca, lento, rápido, solo en la punta o profundamente hasta generarme asfixia mientras el alcohol literalmente no dejaba de llegar y en donde, ahora, era volcado principalmente sobre mi cuerpo. La lengua de mi segundo dominador recorría mi espalda lamiendo mi sudor y el champagne antes de levantarme un poco y penetrarme fuertemente.
No podía gritar pero quería hacerlo, estabamos bien lubricados pero dolía mucho de igual modo y era hermoso, si en ese momento alguien mas hubiese querido tomarme no me hubiera negado pero de seguro había un pacto para no tocarme.
Me turnaba, si, era yo el que se turnaba y elegía cual de los dos penes quería en dentro de su cuerpo y por donde, ellos disfrutaban y me bombeaban como martillos hidráulicos al suelo cada vez que tenían la oportunidad. La gente arrojaba cosas, entendi el código, comida y dinero, mientras el dinero era frotado sobre mi cuerpo como la lampara del genio yo me comía la comida que me tiraban, si, del suelo mientras me cogían.
Me senté sobre mi hombre, su pene erecto entro en mi sin problemas, profundamente, los reflectores del lugar estaban posados complemente sobre mi y yo no lograba distinguir nada, no se permitían videos o fotos en el lugar así que no eran los flashes sino los reflectores mismos del lugar, mi otro chico esperaba su turno con su pija enterrada en mi garganta.
Cuando los dos entraron en mi al mismo tiempo no pude evitar gritar de dolor, pero mis gritos fueron ahogados por el furor de la gente, los gemidos de mis hombres y la música del lugar, una lagrima cayo por mi mejilla pero no me importo, comencé a entregar mi colita al placer de los demas y sentir el calor de esos hierros dentro mío. Literalmente lo que estaban haciendo conmigo era bestial y me encantaba que así sea.
Cuando finalmente acabaron en mi boca no me permitieron tragar su miel, en cambio me ataron con una cuerda al cuello y me pasearon por el circulo central del lugar para que la gente me gritara, me tocara, me escupiera si quería hacerlo y yo sin poder decir nada, yo tenia mi boca llena de leche como una buena gatita.
Hacia ya mas de una hora y media que estabamos dando nuestro espectáculo cuando la gente se puso demasiado efusiva intentando tocarme, mis hombres me alzaron en brazos dado que yo estaba demasiado adolorida y cansada y me llevaron a un cuerpo de los pisos superiores en donde me bañaron, me acostaron y se quedaron a mi lado cuidándome y dejándome descansar mas que nada. Poco tiempo después el presentador del lugar finalizaba el evento y la gente se iba del lugar de a poco, algunos intentando verme a toda costa pero ya no había acceso a mi de ningun modo.
A la mañana siguiente mis chicos me mostraron, a modo de broma, como me habían dejado cientos de números de teléfono y contactos, en mi se había abierto una puerta que no se iba a cerrar mas, había disfrutado desde la seguridad de estar con ellos y estaba feliz...
Era la puta de dos maduros.
No te olvides de dejarme tus puntos amor...
1 comentarios - Noviazgo de a tres, la puta de dos maduros.
excelente!