Su novia, su tía y yo fuimos suyas, nuestro amo.

El pasaba a verme por el gimnasio casi todos los dias, no sabia nada de mi pero si notaba que eran los chicos los que me comían con la mirada todo el tiempo, era la realidad, las mujeres me veían como siempre me han visto sin encontrar explicación, como su competencia.
El era mas chico que yo, pero estaba decidido a lo que deseaba, ese día después de tantos otros en donde simplemente se limito a comerme con la mirada se acerco a mi y me dijo en pocas palabras que yo le parecía super lindo y que si no podía invitarme a salir, a lo cual respondí que si porque realmente valoraba que se hubiese animado y porque realmente se lo veía muy nervioso en ese momento.


Llego el día de la cita y yo me vestí como me quedaba cómodo a mi, una remera suelta y una calza negra, no sabia cual era el mood de la reunión pero por las dudas y como siempre iba dispuesto a todo.


Tengo que confesarte algo - dijo con algo de vergüenza en su voz.


Que paso bombón? - conteste con amabilidad, intentando entender lo que pasaba por su cuerpo en ese momento.


Tengo novia - confeso.


Y que pasa con eso? - pregunte yo.


Se quedo un tiempo callado pero luego sonrió y seguimos hablando como si nada, pasaron unas pocas copas de vino para que se soltara y comenzara a hablar mas sobre sus deseos mas profundos.


Hace un tiempo con mi novia deseamos hacer un trio y estamos buscando quien quiera acompañarnos en la aventura porque somos muy inexpertos, la verdad es que tengo ganas de muchas cosas pero siento que primero debo hacer esto con ella - comento y luego siguió - me gustas hace mucho y siento que es mi oportunidad de poder estar con vos, sin ningun tipo de prejuicio.


Seguimos hablando, le pedí mas detalles sobre lo que quería hacer y le dije que me gustaría que nos viéramos con su novia antes, en modo relajado, para conversar y ver si realmente eran intensiones de ella llegar a mas. Ese día pago las cuentas, me llevo a mi casa y concertamos una nueva cita, ahora de a tres y en su casa.


Esa noche nos encontramos en mi casa, igual que antes yo fui listo para todo y bien que hice, porque cuando entramos en la casa (el había ido a abrirme la puerta) su novia estaba esperando en la cama, semi desnuda. 


Sorpresa! Dijo ella, en un tono que ya daba la impresión de estar excitada.


El joven dominante me beso y me llevo a la cama mientras me despojaba de mi ropa, había llevado incluso una tanga puesta porque hice cierta lectura de la situación, al poco tiempo termine aun mas rendida que su propia novia besándonos con ella mientras el se masturbaba mientras nos veía, yo la tocaba a ella en sus partes intimas y le practicaba sexo oral antes de que ella hiciera lo mismo conmigo, el disfrute era máximo.


El ya había adoptado otra actitud para cuando nos dijo que fuéramos hacia el, quien ya estaba desnudo y esperándonos abierto de piernas para que se la chupáramos. Siempre era ella la que daba el primer paso con el porque me parecía lo indicado.


Primero lento y luego un poco mas rápido, sus fluidos pre seminales alcanzaban para sus dos perras en ese momento, yo no quería desperdiciar nada pero, en rigor de la verdad la boca de la mujer era una delicia, angelical con sus ojos celestes y su pelo rubio rizado. Sus pechos tambien eran increíbles, hermosos, perfectos, discretos y detras de una imagen dulce e ingenua se escondía alguien que se desenvolvía super bien en la intimidad. 
Cuando la llamo para empotrarla ella me pidió que vaya primero yo y obedecí, entro despacio en mi mientras yo me sentaba sobre su verga y la novia me besaba por momentos, cuando no estaba chupando mi propio pene o besándome. La verga del joven era grande, considerable en verdad, no me esperaba sentirlo tan dentro mío cada vez que arremetía contra mi y cuando recién habían comenzado a coger entre ellos, contra la pared mientras yo los miraba tocándome desde la cama se escucho un golpe en la puerta. 



El joven dejo a su novia apoyada en contra de la pared, a ella le temblaban las piernas y a mi todo el cuerpo por completo, hacia ya aproximadamente una hora que habíamos estado cogiendo y el hombre ni cerca de cansarse la verdad, todo lo contrario.


Quien entro a la casa era su tía, un poco mas grande que nosotros, nos doblaba en edad en realidad. Supe que era su tía porque el se refería a ella de esa manera y porque la novia la saludo con una extraña naturalidad y por el nombre, la tía daba la impresión de estar sorprendida por la situación pero se dejo besar con demasiada facilidad por el joven, luego por la novia del mismo que salió al encuentro de ella, no solo a besarla sino que tambien a comenzar a desnudarla, la mujer estaba algo anulada y al verme su timidez se elevo un poco, pero al rato se la paso al tiempo de que yo tambien fui a su encuentro a besarle todo su cuerpo que poco a poco comenzaba tambien a quedar desnudo por completo. Ella tambien era hermosa, de un cuerpo mas discreto pero de un rostro perfecto.

Ya éramos tres sus perras y las tres nos peleábamos por su verga, todas la queríamos adentro nuestro, profundamente, pedíamos a gritos su leche y que nos cogiera a su antojo. Por tus nos cogió a las tres, en cuatro, contra la pared, de costado incluso, nadie quedaba sin nada que hacer, mientras el nos cogía nosotras nos tocábamos, nos besábamos y nos practicamos sexo oral o aunque solo sea nos limpiábamos el sudor de nuestros cuerpos con la lengua.
Para esas alturas las tres éramos muy putas, todas queríamos mas pero el pidió que la novia se arrodillara en frente suyo, le cogió la boca y acabo en ella, pero ella nos repartió un poco de su leche a cada una. 

Luego nos quedamos un tiempo mas jugando los cuatro, los cuerpos de las tres nos dolían un montón y el joven era el rey de la escena, todas sobre el besándolo. 

Nos quedamos conociéndonos mas, si bien la tía era la que mas limites ponía el pene del joven la dominaba y habíamos quedado en que íbamos a ser sus esclavas sexuales desde ese momentos, entre nosotras nos hicimos amigas pero a el lo respetábamos como si de nuestro dueño se tratara.


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