Recuerdo que la primera vez que vi a mi padre cogiendo fue 3 años antes, llevaba tan solo 27 días viviendo con el. Iba a la escuela un poco lejos, viajaba en transporte público; me hacia casi una hora en el viaje.
Estaba cursando el primer año de preparatoria, tenía una maestra de inglés muy bonita, se llamaba Beatriz; 28 años, de pelo chino que en ocasiones se recoja en una colita y en otras se hacía dos chonguitos, cuando tenía que leer se ponía unos lentes que le hacían ver más atractiva, tenía una sonrisa muy bonita y cada que entraba al salón podía oler el champú que había usado para el pelo esa mañana. Su cuerpo también era de buen ver, nunca la vi vestir provocativamente, pero los vestidos y camisas formales no podían ocultar su figura. Tenía piernas delgadas y aún que en días festivos se le podía ver con tacones casi siempre usaba un zapato más cómodo, su complexión era delgada, pero sus caderas bien formaban un trasero redondo, su busto era pequeño y sus manos delicadas, solo en 2 ocasiones se las vi con acrílico.
La maestra Beatriz tenía una hermana estudiando el último año en la misma preparatoria. Una chica de 18 años, de nombre Karime, su piel era blanca realmente era atractiva pero no del mismo modo que su hermana, su complexión era un tanto más bustosa, su cabello era lacio y café obscuro pero le gustaba pintarlo de colores extraños, durante varios meses fue morado, después azul, después se puso unos rayos amarillos que le centraban bien pero no le duró el gusto y los cambio por un verde claro. Tenía tatuajes en el abdomen, la espalda, el brazo izquierdo, ambas piernas y un tobillo.
Aunque ya estábamos bastante grandes, para entregar boleta cada semestre pedían que fueran los padres a firmar. Yo le dije a mi padre que si me podía hacer el favor, como hasta entonces el año pasado, mi madre era la que lo hacía y desde que me dejó en casa de mi padre no la volví a ver.
Mi padre aceptó y el resto de la semana corrió de manera normal.
Llego el miércoles y teníamos clase de inglés, la maestra no había asistido y tampoco su hermana, un profesor dijo que se habían informado enfermas. Las clases acabaron y llegué a casa de mi padre, ya habían pasado 27 días por lo que ya tenía mis llaves propias. Al entrar, lo que estaba por ver me dejó impactado.
Mi padre lamia un pecho de Karime y masajeaba el otro, de ella descubrí en ese momento tenía un 7º tatuaje en medio de los pechos. Debajo de ellos estaba la maestra Beatriz, mi padre movía su cadera penetrándola por la vagina mientras lamia el coño de su hermana Karime.
Los de más en la escuela nunca lo supieron y me costaba mirar a mi maestra de la misma forma; ahora me parecía vulgar y un tanto grotesca y ella me trataba como siempre, como si lo que había pasado no lo recordará de ninguna manera. El día que los vi teniendo sexo solo me prestaron atención un par de segundo y después siguieron follando, gimiendo y sudando mientras yo subía a mi habitación. No recuerdo cuánto tiempo más estuvieron en la casa pero si recuerdo que antes de irse subieron al segundo piso, donde habían dejado su ropa. Mi maestra tenía semen en la cola y en las mejillas al igual que su hermana solo que su hermana tenía también en los pechos.
Volviendo al primer mes de las vecinas que vivían frente la casa de papá; los últimos días del mes. 26 de julio mi padre se había acostado con la madre. 27 de julio mi papá había salido con Mariano a la fiesta de uno de sus amigos de la que no regresó hasta el lunes 28, día en el que no salió de casa, pidió pizza a domicilio y estuvo la tarde viendo una serie de netflix.
29 de julio, mi padre no había ido a visitar a Cinthia pues ya eran las 3 de la tarde y aún llevaba la ropa con la que había dormido la noche anterior; en su lugar llamó a su amigo Mariano.
- ¿Recuerdas lo que te propuse hace unos días?... - Hablaba mi padre desde el teléfono de la casa-. Exacto… Hoy por la tarde… No lo sé, tal vez a las 3… Aquí te veo…
5 minutos antes de que dieran las 3:00 pm tocaron a la puerta, Era Mariano. Tenía 54 años, era calvo y robusto, algo bajo de estatura. Tenía una pulquería de la que vivían el y su esposa con la que había criado 3 hijos y todos mayores de edad ya casados, su esposa era 10 años menor que el, era una mujer delgada, su rostro era débil y demacrado, había dedicado su vida a su familia y al hogar.
Mi padre no estaba en casa pero me había dicho que si llegaba Mariano antes que el, le ofreciera una cerveza y que lo esperara en la sala, así lo hice.
15 minutos habían pasado desde que Mariano prendió la televisión cuando llegó mi padre, yo estaba en la sala mirando el televisor con Mariano cuando entró por la puerta, agarrando de la cintura a la mas joven de las vecinas que vivían enfrente.
Su piel era clara, sus pechos más redondos y pequeños que los de sus hermanas y madre, tenía un rostro más joven y lindo, tenía 18 años y poca experiencia sexual y muchas ansias por mejorar sus habilidades. Estábamos todos en la sala; avergonzada nos contó que solo había tenido sexo 2 veces hace un par de meses, había sido con el mismo hombre que le llevaba 16 años de diferencia debido a que siempre le habían gustado los hombres mayores; también dijo que en ambas ocasiones había sido solo vaginal y usando condón.
Mi padre dijo que le iban a enseñar a usar ambos hoyos y que también le enseñarían a dar mamadas, le pidió que se desvistiera mientras el salía de la sala a la cocina por unas cosas.
Nadie me había pedido que me fuera y el morbo me mataba, quería verla desnuda y si era posible meter mi pene en alguno de sus huecos.
Se empezó a quitar la ropa, traía una tanga anaranjada pero no llevaba brassier, tenía la colita alzada y los pechos bien firmes, sin una sola estría su figura era perfecta, tenía unos pezones riquísimos, tenía varios tatuajes en la espalda uno decía “cumpliendo metas y sueños”, otro ocupaba la mitad de su espalda alta y constaba de varias fechas de calendario “4 de septiembre, 1 de mayo, 22 de agosto, 1 de marzo”, en la espalda baja tenía otro que parecían flores y en la pelvis otro pequeño que decía “crazy”, su vagina estaba depilada. Cuando ya no traía nada puesto Mariano y yo sacamos nuestras vergas y nos masturbábamos frente a ella.
Mi padre regresó de la cocina, traía una grande caja de cartón, la puso en el piso y se sacó la verga para masturbarse junto a nosotros, cuando me vine por primera vez solo de masturbarte y ver el cuerpo de aquella putita, fui a conseguir papel higiénico y limpiarme la mano para seguir jalandomela frente a la chica.
- Muy bien-le dijo mi padre a la chica-. Te voy a enseñar a dar una mamada.
Y tomándola del pelo la arrodilló frente su verga que no estaba parada del todo aún, ella empezó a lamer la punta y se la metía a la boca pero era muy grande y no le cabía del todo, mi padre le explicó que tenia que quedar todo bien lubricado para poderla coger y que entre más fácil, pasaba su lengua por todos lados y la saliva goteaba del pene de mi padre. Mariano se levantó y arrimo su verga a la cara de la chica que sin pensarlo siguió lamiendo ambos penes, por un rato chupaba el de mi padre, luego succionaba los testículos de Mariano, volvía y pasaba su lenguita por los huevos de mi padre y volvía para tragarse el pene de Mariano y viceversa. Yo veía todo desde el sillón agitando suavemente mi pene, el de mi padre ya estaba del todo erecto y le resultaba mas difícil a la chica tragarlo, el de Mariano era más pequeño y cabía todo en la boca inexperta de la chica pero en ocasiones la ahogaba.
- Bien vamos a usar esa vagina- dijo mi padre y casi al instante ya tenía a la chica recostada en el piso con las tetas mirando al techo. Con su pene le daba pequeños golpecitos en la vagina, ella seguía mamando el pene de Mariano y yo seguía masturbándome.
Mi padre la empujaba con suavidad provocándole jadeos y fuertes gritos, le expandía la vagina apretadita con la que había entrado pero ella lo disfrutaba y se masajeaba los pechos, la verga no le entraba hasta dentro y así le provocó el primer orgasmo. Mariano y mi papá intercambiaron de lugar.
Pasaron 10 minutos más y mi padre se sentó en el sofá, ordenó a la chica que se se sentará sobre su verga y así lo hizo, en menos de un minuto ya estaba cabalgando sobre mi padre y Mariano lamia su vagina mientras se masturbaba yo en segunda ocasión eyacule en mi mano.
- Quiero que usen mi ano-dijo la chica con su voz jadeante y agitada.
Mi padre intervino
- Mi verga te rompería el culo y no tendrás ganas de volver a hacerlo-hizo una pausa para pensar-. Mariano ven acá.
Mariano se sentó en el sofá y ella lentamente se metía la verga en el ano mientras mi padre la alzaba de la cintura y la bajaba para que se frotara su culo con el pene de Mariano, tardó 5 minutos en acostumbrarse a un movimiento tranquilo y ahora solita se meneaba la cola de arriba abajo la muy puta. Mi padre la abrazo y logró meterle la verga por la vagina de frente, de modo que ahora tenía un par vergas, una en cada hoyo y de un momento a otro con solo 2 empujones de mi padre la chica se vino empapando la verga de mi padre que solo dijo.
- ¿Te gusta, puta?... ¿Eh?... También quiero usar ese culo pero será otro día que lo tengas mas acostumbrado, ahora sigue sintiendo como te cojemos… ¿Eres nuestra perrita?
Ella asintió con la cabeza y mi padre le soltó una cachetada.
- ¿Te preguntó que si eres nuestra puta? Responde pendeja.
- Si soy su putita, su depósito de semen-dijo ella.
- Así me gusta putiperra- dijo Mariano que le dio una fuerte nalgada y la agarro de la cintura envistiéndola con más fuerza.
- Mi padre también la empezó a coger con más fuerza hasta que la dejaron aprisionada entre ambos cuerpos y moviendo sus caderas rápidamente la hacían gritar más fuerte que antes, la chica se vino nuevamente pero no se detuvieron hasta que ella soltó un fuerte grito y dio un salto intentando sacarse la verga de Mariano del año.
Mariano la soltó al instante pues a la chica le estaba empezando a doler mucho.
- Ahora nos toca a nosotros corrernos- dijo mi padre masturbándome rápidamente y agarrando a la chica por la nuca-. Te lo vas a tragar.
Ella estaba con la boca abierta esperando el semen que en menos de tres minutos ya salía de su pene, fue un chorro largo y le dejó la boca llena de esperma caliente y le dio otra abofeteada.
- Trágatelo pendejita- ordenó y ella obedeció sin desperdiciar una sola gota.
- Quiero mas-dijo ella gateando hasta las piernas de Mariano y empezó a lamer la puta de su pene.
Mariano sonrió y unos minutos después ya estaba corriéndose en la boca dela chica que nuevamente se trago el semen que aunque no era tanto como el de mi papá era bastante, caliente y espeso.
Yo aun seguía masturbándome viendo su cuerpo desnudo, esas nalgas rojas de tanto azote esas tetas sudadas.
Sentí que yo también estaba por venirme por tercera vez y no lo pensé 2 veces, camine hacía ella la tomé del pelo y mientras me corría le metía mi pene lo mas adentro que pude. Mi pene mide 13 centímetros parado por lo que era fácil meterlo todo y le solté una carga similar a la de Mariano que también se trago.
Mi padre sacó un pepino de la caja de cartón y le dijo que jugará con su ano a la chica y así lo hizo. Después le dijo que en la caja había varios, dildos, vibradores, consoladores y plugs anales pues el cumpleaños de la chica había sido hace una semana y ese era su regalo. Le dijo que usará los plugs seguido pues un día de estos le iba a dar por el culo.
Después todos se ducharon excepto yo, Mariano fue el primero en irse, la chica se quedó a comer algo, estábamos hambrientos y mi padre pidió comida china a domicilio.
Continuará...
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