Escribe @x_xok un Chileno en pareja, amante del erotismo.
Hasta el momento van 4 episodios escritos de este relato, están en mi Blog.
Espero que lo disfruten.
(Relato ficticio inspirado en la novela gráfica "Swinging Island" de Andrew Tarusov) ---------------------------------------------------------------------
Episodio 1: "Extraños"
Era una noche cálida, (como todas ese verano) en Miami Beach, el bar que teníamos ubicado cerca de Lincoln Road, nos estaba dando muy buenos resultados económicos, fantástico considerando el dinero gastado para conseguir esa locación. Nuestro primer verano en aquel lugar.
Mi pareja y yo ganamos un premio millonario de la lotería de nuestro país y nos aseguramos de gastarlo en cosas que generasen más dinero. No les mentiremos, hemos ocupado y ocuparemos plata en placer y gastos "innecesarios", sino, para qué es la lotería?
Para ustedes yo seré Zesto, mi pareja, Freyja. El bar no era el negocio más redituable, pero era el que más tiempo nuestro pedía y en el que más tiempo queríamos gastar, y es que las vistas eran interesantes, la cantidad de mujeres sexies en el verano de La Florida es incontable, para Freyja la situación no era distinta, si en algún lugar se veía hombres musculosos y guapos era en Miami Beach, además nuestro bar con música especialmente seleccionada, juegos y adornos "juvenibles" los atraía, no podía ser de otra manera, yo tenía 29 años y ella 26, armamos un bar que nos gustaría a nosotros y nuestros amigos.
Freyja, solía ir al bar con vestidos, de marca, bonitos, pero no excesivamente sexies, yo iba con traje e intentaba no perder la compostura.
Esa noche cálida, nuestras pieles brillaban con la humedad, el alcohol no faltaba y el bar estaba lleno. Tres parejas llegaron al bar, notamos otra actitud, las mujeres venían básicamente con bikini y minifalda, los hombres, con traje de baño y a torso desnudo, mientras conversaban cruzaban miradas con otros asistentes, parecían disfrutar la atención y limitaban poco sus acciones por el hecho de estar en público. Dos de las chicas eran afroamericanas, y con cuerpos realmente asombrosos, pechos no muy grandes, pero unas cintura y traseros hermosos, hechos a mano. Sus rostros no se quedaban atrás, tenían una mirada luminosa, atractiva, pero misteriosa a la vez. La tercera chica, era rubia, de tez blanca, algo bronceada por el pasar del verano, muy linda de cara, ojos azules, pero lo que más resaltaba al verla eran dos bellos melones en su pecho, los cuales daban la impresión de ser naturales (sin ser un experto), y contrastaban con el resto de su cuerpo que era fibroso, muy "fit", un culito paradito, no tan grande como los de sus amigas, pero trabajado. Los chicos eran probablemente 3 modelos de revista, o deportistas de algún equipo local, no lo sé, solo sé que eran altos, musculosos y marcados. Lo sorprendente es que todos ellos eran muy amables, modestos y acojedores, lo que no sigue el clásico estereotipo de la gente así, no?
No eran los primeros que llegaban vestidos de esa manera, tampoco que incurrían en "toqueteos", pero con Freyja coincidimos en que eran distintos. Nos acercamos y nos presentamos, nos dieron las gracias por la cortesía y halagaron nuestro bar, la conversación no se alargó mucho más, luego nosotros continuamos en lo nuestro, revisando que todo continuase bien en el local y los clientes estuviesen cómodos.
Cuando comenzó a depletarse el local, las parejas tomaron sus cosas y buscaron a Freyja, le agradecieron nuevamente y le entregaron una tarjeta. Freyja la tomó, se despidió y volvió a la oficina.
En la oficina, se sentó en mis piernas y con mejor luz observó la tarjeta, "DREAMS". "Club, resort & Spa.", abajo un número telefónico y una página web: "www.dreamsresortco.com". ¿Por qué nos habrán dado esa tarjeta? Nos estarán invitando a ese resort? Y, ¿Por qué nunca habíamos escuchado acerca de ese resort?
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Continuará.
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(Relato ficticio inspirado en la novela gráfica "Swinging Island" de Andrew Tarusov) ---------------------------------------------------------------------
Episodio 1: "Extraños"
Era una noche cálida, (como todas ese verano) en Miami Beach, el bar que teníamos ubicado cerca de Lincoln Road, nos estaba dando muy buenos resultados económicos, fantástico considerando el dinero gastado para conseguir esa locación. Nuestro primer verano en aquel lugar.
Mi pareja y yo ganamos un premio millonario de la lotería de nuestro país y nos aseguramos de gastarlo en cosas que generasen más dinero. No les mentiremos, hemos ocupado y ocuparemos plata en placer y gastos "innecesarios", sino, para qué es la lotería?
Para ustedes yo seré Zesto, mi pareja, Freyja. El bar no era el negocio más redituable, pero era el que más tiempo nuestro pedía y en el que más tiempo queríamos gastar, y es que las vistas eran interesantes, la cantidad de mujeres sexies en el verano de La Florida es incontable, para Freyja la situación no era distinta, si en algún lugar se veía hombres musculosos y guapos era en Miami Beach, además nuestro bar con música especialmente seleccionada, juegos y adornos "juvenibles" los atraía, no podía ser de otra manera, yo tenía 29 años y ella 26, armamos un bar que nos gustaría a nosotros y nuestros amigos.
Freyja, solía ir al bar con vestidos, de marca, bonitos, pero no excesivamente sexies, yo iba con traje e intentaba no perder la compostura.
Esa noche cálida, nuestras pieles brillaban con la humedad, el alcohol no faltaba y el bar estaba lleno. Tres parejas llegaron al bar, notamos otra actitud, las mujeres venían básicamente con bikini y minifalda, los hombres, con traje de baño y a torso desnudo, mientras conversaban cruzaban miradas con otros asistentes, parecían disfrutar la atención y limitaban poco sus acciones por el hecho de estar en público. Dos de las chicas eran afroamericanas, y con cuerpos realmente asombrosos, pechos no muy grandes, pero unas cintura y traseros hermosos, hechos a mano. Sus rostros no se quedaban atrás, tenían una mirada luminosa, atractiva, pero misteriosa a la vez. La tercera chica, era rubia, de tez blanca, algo bronceada por el pasar del verano, muy linda de cara, ojos azules, pero lo que más resaltaba al verla eran dos bellos melones en su pecho, los cuales daban la impresión de ser naturales (sin ser un experto), y contrastaban con el resto de su cuerpo que era fibroso, muy "fit", un culito paradito, no tan grande como los de sus amigas, pero trabajado. Los chicos eran probablemente 3 modelos de revista, o deportistas de algún equipo local, no lo sé, solo sé que eran altos, musculosos y marcados. Lo sorprendente es que todos ellos eran muy amables, modestos y acojedores, lo que no sigue el clásico estereotipo de la gente así, no?
No eran los primeros que llegaban vestidos de esa manera, tampoco que incurrían en "toqueteos", pero con Freyja coincidimos en que eran distintos. Nos acercamos y nos presentamos, nos dieron las gracias por la cortesía y halagaron nuestro bar, la conversación no se alargó mucho más, luego nosotros continuamos en lo nuestro, revisando que todo continuase bien en el local y los clientes estuviesen cómodos.
Cuando comenzó a depletarse el local, las parejas tomaron sus cosas y buscaron a Freyja, le agradecieron nuevamente y le entregaron una tarjeta. Freyja la tomó, se despidió y volvió a la oficina.
En la oficina, se sentó en mis piernas y con mejor luz observó la tarjeta, "DREAMS". "Club, resort & Spa.", abajo un número telefónico y una página web: "www.dreamsresortco.com". ¿Por qué nos habrán dado esa tarjeta? Nos estarán invitando a ese resort? Y, ¿Por qué nunca habíamos escuchado acerca de ese resort?
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Continuará.
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