Llegaron las fiestas y, pasado elfin de semana, me levanté sabiendo que iba a ir a casa de mi hermana parafestejar la nochebuena. Eso me alegraba, siempre había tenido una muy buenarelación con ella. Ahora se sumaba la complicidad de saber que no estaba bienatendida por su marido y pensaba contarle de mi aventura con Lucía. Ellaestando embarazada también iba a saber entenderme.
Como la casa de mi hermana esgrande, habíamos decidido quedarnos a dormir en su casa. A mi hijo y a mi mujerles gustaba la idea, así que no tuvimos problema. Teníamos un cuarto paranosotros tres.
El fin de semana anterior habíarecibido los vinos que quería llevar, unos malbec de buena calidad para acompañarla comida y unos champagnes para brindar. No me olvidé de un champagne confrutillas para mi hermana que la volvía loca y que esta vez, por ser navidad seiba a permitir consumir en moderadas cantidades.
Llegamos a casa de mi hermanatemprano. Ni bien entré no pude dejar de observar lo hermosa que estaba mihermana. Esa panza me recordaba a la de Lucía y, si bien no me provocó unaerección inmediata, pude sentir cierta excitación observándola. Tanto fue asíque en un momento estaba hablando con mi cuñado y no dejaba de mirar a mihermana. Él lo notó y me lo hizo saber.
- Viste la panza que tiene, parece que va aexplotar
- Si, tremendo, reconocí fingiendo que ese era elmotivo de mis miradas
- Me impresiona como está, me dice mi cuñado
- Si, pero te acostumbras, le dije
- No sé, a mí me da miedo por la noche moverme ygolpearla o hacerle daño
- No pasa nada, le decía yo
Mi hermana y mi mujer iban yvenían por la casa y yo las miraba ocasionalmente. Más a mi hermana que a mimujer, debo reconocer. En un momento paso por detrás de mi mujer y le toco lacola descaradamente. Mi hermana lo observa y me mira. Mi mujer no se da cuentade eso. Cuando paso cerca de mi hermana, me dice:
- No cuentes plata delante de los pobres
- Jajaja, seguís sin atención
- Si, no se más que hacer
- Sí, me dijo que tenía miedo de lastimarte
- Hablaste de eso?
- No no, en general lo dijo, le aclaré
- Ah, menos mal
- Queres que hable con él
- No, dejá… se resignaba mi hermana
- Yo sé que no te puede hacer ningún daño, alcontrario
- Si, ya sé, pero dice que le da impresión
- Pensar que a mí todo lo contrario…
- Como todo lo contrario?, quiso saber mi hermana
No sabía si decirle o no, perotome valor y se lo tiré con todo
- A mí me excitan los embarazos
- Ah, bueno dijo ella ruborizada
- Y si te cuento una cosa…
- ¿Qué cosa? Contame.
- Después te cuento, dije cuando aparecía mi mujer
Cenamos tranquilos con nuestrospadres divorciados y sus parejas y dos hijos de la pareja de mi papá quejugaban con mi hijo con el cual se llevaban muy bien. Sólo hubo un poco detensión cuando la política y el fútbol, como siempre, fueron parte de laconversación
Fueron muy elogiados los vinosque llevé y hasta mi hermana, que decía que no iba a tomar, se tomó una copa.
Llegaron las 12 y con eso losregalos en el arbolito y los chicos re felices. Fue un momento muy lindo comotodos los años. Brindamos con besos y champagne. Nos quedamos hasta muy tardeya que veníamos descansados del fin de semana.
A eso de las 3 de la mañana sefueron nuestros padres y mi mujer, que había tomado más de la cuenta también,llevó a mi hijo hasta la cama y se quedó planchada. Yo por mi parte, le dije ami hermana que la ayudaba a lavar las cosas que quedaba y mi cuñado me dijo quese iba a dormir también.
Mi hermana, intrigada como habíaquedado, me dijo que por favor le contara lo que tenía para contarle. Le dijeque prefería afuera así que terminamos todo rápido y me fui con el resto delchampagne con frutillas afuera para terminar de contarle. Ella vino rápida yansiosa. Con su panza a cuestas, la miré y me pareció hermosa
- Contame me dijo sirviéndose una copa más de suroja bebida
- Me tenés que prometer que no vas a decir nada
- Te estas cogiendo a alguien…me dijo ella
- Si, pero eso no es todo
- Ufff, que mas
- Creo que vos me vas a saber entender
- Por qué yo?
- Porque es una embarazada que no coge con sumarido
- …
Pude ver el rubor en la cara demi hermana. Los colores se le subían y no podía disimular la excitación. Tomóde un sorbo toda la copa y me miró como escrutándome y queriendo saber mas
- Contame más, me dijo
- No sé, ¿que queres que te cuente?
- ¿Cómo fue?
- La conocí en el parque Centenario
- Pero, ¿cómo te animaste a encararla?
- Ese es el tema
- No la encaré, se fue dando y terminamos en midepartamento
- ¡¿En tu departamento?!!!! ¡¿Estás loco?!
- Si, le dije, una locura
- ¿Y se le notaba mucho la panza?
- Como a vos, le dije
- ¿Queeeee? ¿De cuento estaba?
- Está, esto fue el viernes
- Ah bueno, decía mi hermana cada vez más sorprendida
- Está de 8 meses, como vos
- ¿Y qué hicieron?
- Que queres que te cuente?
- Lo que quieras contarme
- Pero vos decís… con detalles íntimos
Mi hermana volvió a beber y se lanotaba totalmente achispada y excitada por la conversación
- Dale, Contame bien
- Bueno, vino al departamento y en el balcón arrancótodo
- Ufff,
- La primera vez, solo fue sexo oral, le aclaré
- ¿Como “la primera vez”? ¿Hubo más de una vez?
- Si, es que la primera fue hace 1 semana y la últimael viernes
- Ah, que loco
- Si,
- ¿Y? Contame mas
- ¿Qué más queres que te cuente nena?
- No sé, como empezó todo en el balcón
Le contaba cómo había empezadotodo con Lucía y veía como de a poco mi hermana se iba excitando cada vez más.En un momento de mi relato mis ojos se fueron a sus tetas porque sus pezonesestaban súper parados. Cabe aclarar que las tetas de mi hermana siempre fueronmuy lindas, pero con el embarazo estaban aún mejor. Eran tremendas. Ella memiró cuando le miré las tetas y su mirada bajó a mi bulto totalmente parado.Juro que no me había percatado de la exposición a la que yo mismo me habíasometido
- Te está calentando esto, ¿no? Me dijo ella
- ¿Esto qué?
- Lo que me estas contando, ¿no?
- Ah si si, pensé que mi hermana se refería a queme calentaba ella
- Yo también, nene, que bueno, yo necesitaríaalguien así
- Ufff,
- Seguí contándome, me dijo ella
- Bueno, después de chuparle las tetas como locoen el balcón nos fuimos a mi dormitorio
- Aghhh que hijo de puta, en tu cama?
- SI, no me importaba nada en ese momento
En ese momento me acomodé elbulto y ella lo notó claramente. No hizo ningún gesto, pero no dejó de mirar mipaquete ni por un segundo. Ella, por su parte se acarició la panza y subió consu manos a sus tetas recorriéndolas. Yo la miré también
- Es muy visible que estamos calientes, le dije
- Si, muy, reconoció ella
- Bueno termino de contarte
- Dale y después nos vamos a dormir
- Antes voy a hacer una pasadita por el baño, ledigo a mi hermana
- Yo también, un bidet refrescante, jaja
Se notaba que mi hermana estabaachispada por el alcohol consumido. Yo no quería que todo termine ahí y hacermeuna paja en el baño.
Estábamosmuy calientes los dos, yo con la pija totalmente parada y mi embarazada hermanacon los pezones a pleno. Para colmo de males se levantó la remera dejando a lavista toda su enorme panza desnuda. Yo la miré y mi pija dio un respingo.
- ¿Qué pasa? Mepreguntó ella notando mi reacción
- Tu panza, me haceacordar a la de ella
- Y te calienta,no?
- Mucho, le dije
- Bueno, no tienenada de malo que la mires, me dijo ella
- Si, einstintivamente me toqué el bulto mirándola
- Seguí contándome,decía ella y se acariciaba la panza
Seguícon el relato y llegado ese punto de chuparle las tetas a Lucía empecé a ser másexplícito con el lenguaje, utilizando palabras muy directas y fuertes
- Ella tenía unospezones hermosos y le encantaba que se los chupe
- Mmmmm, decía mihermana acariciándose ya las tetas sin ningún tipo de pudor
- Me encantamirarte, me sinceré
- A mí también,estoy muy caliente, reconoció ella también
- No doy mas
- Seguí contándome,dijo ella y una mano bajó a su entrepierna rodeando su panza y acariciándola
- Mmmmm, me vuelveloco mirarte, hermanita
- Y a mí que memires y me cuentes, seguí
- Le chupé lospezones mucho tiempo
- Aghhh me encanta
- Que te loschupen? Le pregunté directamente
- Mmmmm, siiiii,dijo ella y una mano se metió dentro de su pantalón
- Mmmmm, si tocate,le dije
- Vos también mepidió ella
Eralo que necesitaba para poder liberar mi pija del pantalón. Con esfuerzo lologré y me senté de costado en el sillón para que ambos pudiéramos vernos. Mipija estaba hinchada y expectante. Mi mano subía y bajaba y con ella los ojosde mi hermana la recorrían.
- Siiii, pajeateasí Juli, me decía ella
- Vos tambiéntocate, quiero verte acabar
- Mmmmm, como mecalentás, me lancé
- Seguí contándome
- Le chupé lastetas hasta que salió un poco de líquido
- Mmmmm, me encanta
- Ella se apretabalos pezones y yo me tomaba lo que salía
- Aghhhh, quecaliente, decía mi hermana con su mano dentro del pantalón y al borde delorgasmo
- Mmmmm, megustaría verte los pezones, me lancé sin red
- Aghhhhh, dijo mihermana
Sindudarlo, tal era la calentura que teníamos, que ella se terminó de levantar laremera, se desabrochó el corpiño y con una gracia total sacó sus tetas afuera.La imagen que veía era perfecta: dos globos blancos y con unos pezones rosaintenso enormes, muy duros y desafiantes.
- Tocate las tetas,Gabi, le pedí mirándola a los ojos
- Asiiii? Ysosteniéndome la mirada empezó a masajearse las tetas mientras miraba como yome pajeaba
- Mmmmm, siii, meencantan tus tetas
- Seguí contándomeque más le hiciste
- La desnudécompletamente
- Aghhhhh, ella seseguía moviendo en el sillón
Gabriela,mi hermana, se sentó en el borde del sillón tirándose para atrás para podertrabajar mejor en su concha mientras abría las piernas. Juro que estuve a puntode pedirle que se saque el pantalón que llevaba puesto, pero imaginé que nospondría muy en riesgo y que iba a ser imposible recomponernos inmediatamente sialguien llegaba. Sus tetas eran enormes, el globo que formaba su vientre meparecía de una belleza perturbadora.
Enun punto, quería acabar, porque estaba muy caliente, pero era tanto lo que disfrutabalo que estaba viviendo en ese instante que quería prolongar esto por muchotiempo. Aunque debía tener cuidado de no dar un paso en falso y que se enoje mihermana.
Decididocomo estaba, continué con mi relato de las cosas que le hacía a Lucía
- Me encantaacariciarla toda
- Mmmmm, gemía mihermana
- Pasarlesuavemente la mano por las tetas
- Aggghhhh siiiii,decía mi hermana y se acariciaba las tetas
- Pero tambiénpellizcarle un poco los pezones
- Mmmmm, así? Decíaella y se los pellizcaba suavemente
- Mmmmm, si así
- ¿O más fuerte,así? Y se los pellizcó con más fuerza
Losojos de mi hermana se posaron nuevamente en los míos y nuestras miradascargadas de deseo confirmaban que estábamos para cualquier cosa. Solo nosreprimían dos situaciones. El tabú del incesto y también que nuestra familiaestaba durmiendo a escasos metros y alguien podía sorprendernos en cualquiermomento.
- Me encantamirarte cómo te tocas, le dije
- Y a mí me gustamucho que me mires y ver cómo te tocas vos también
- Me re calentasasí embarazada
- Y a mi me encantaver tu pija
- Siiiii? Le dijeyo pajeándome mientras veía como sus ojos se posaban en mi miembro
- Siiiii, decíaella y se masajeaba las tetas ahora con las dos manos
- Mmmmm, decía yo
- Te gustan mistetas?
- Me encantan, sonperfectas
- ¿Más que las detu amiga del parque?
- Mucho mas
- Y le harías lomismo que le hiciste a sus tetas?
Mihermana se deba cuenta de que estaba subiendo mucho la apuesta pero no leimportaba. Estábamos en el sillón del jardín, cada uno sentado en una punta ymirándonos de manera desafiante. Gabriela se paró y se bajó el pantalón pordebajo de las rodillas para poder tocarse con más comodidad. Los bajó hasta lostobillos y se sentó abriendo las piernas y tirándose para atrás para quepudiera ver claramente cómo se masturbaba. Su concha era hermosa, rosada y conmuy pocos pelitos
- Estoy tancaliente que no me importa, me soltó
- Yo también, lereconocí
- Necesito acabar,seguí contándome que acabo
- Ella se acostóboca arriba, casi como estas vos
- Asiiii? y sedeslizó un poco hacia adelante
- Siiiii
- Mmmmm, y que lehiciste?
- Me arrodillé enel piso y metí mi cabeza entre sus piernas
Llegadoeste momento solo quería darle un poco más de suspenso porque estaba a punto deacabar. Ver a mi hermana totalmente expuesta, al igual que Lucía, me llevaba auna excitación que apenas podía dominar
- Mmmmm, y que lehiciste? Gabriela se frotaba la concha con vehemencia
- Le besé loscostados de la concha, primero, le dije
- Mmmmm, estoy poracabar, Juli, me dijo en un susurro
- Yo también, leconfesé
- Mmmmm, acabemosjuntos
- Siiiii
- ¿Que más lehiciste?
- Le chupé laconcha toda mojada….
- Aghhh ah ah ah ahah ah acabo, decía mi hermana entre sollozos
- Ahhhh ah ah ahaghhh yo también
Apuntémi eyaculación hacia el pasto y unos chorros gruesos y potentes empezaron asalir disparados por el aire, impactando en el suelo
- Me encanta verteacabar, decía mi hermana que no dejaba de frotarse
- A mí me gustaverte a vos, también
- Como acabé porDios!
- Siiii, yotambién, le confesé
- Se notó, te salióun montón
- Siiiii, viste? Ledecía yo
Mihermana, no con poca dificultad, se puso de pie acomodándose el pantalón yvolviendo las tetas a su sitio. Me llamo mucho la atención con la naturalidadque tomamos todo, tanto ella como yo.
Novoy a negar que estaba conmocionado con todo esto, pero no sobrevino la culpaen mí y me sentí totalmente relajado.
Gabrielavolvió a sentarse en el sillón y yo hice lo mismo. Muy suelta ella me miró alos ojos nuevamente y me dijo
- Gracias, tengoque agradecerte
- Nena! El quetiene que agradecerte soy yo
- No, de ningunamanera
- No entiendo, ental caso los dos
- Si, pero a vos teagradezco dos cosas, una, que me hayas hecho acabar como hace mucho tiempo no ohacía. Y la otra, es por abrirte a contarme tu experiencia con tu amiga
- Ah, sí, siempreconfié mucho en vos
- Y yo en vos, medijo
- Me encantó estoque hicimos, le dije
- A mí también,vamos a dormir, me dijo
Ypara mi sorpresa, me dio un piquito en la boca. Yo me quedé duro en el momento,pero reaccioné y me levanté hacia el dormitorio donde dormían mi mujer y mihijo
- Mañana nos vemos,me dijo mi hermana mientras se levantaba la remera para acariciarse la panzadesnuda.
- Hasta mañana,decía yo embobado mientras miraba ese globo perfecto que sobresalía del cuerpode Gabriela
(continuará...)
Espero que les haya gustado, pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com
o en Telegram @reybaco2005
Como la casa de mi hermana esgrande, habíamos decidido quedarnos a dormir en su casa. A mi hijo y a mi mujerles gustaba la idea, así que no tuvimos problema. Teníamos un cuarto paranosotros tres.
El fin de semana anterior habíarecibido los vinos que quería llevar, unos malbec de buena calidad para acompañarla comida y unos champagnes para brindar. No me olvidé de un champagne confrutillas para mi hermana que la volvía loca y que esta vez, por ser navidad seiba a permitir consumir en moderadas cantidades.
Llegamos a casa de mi hermanatemprano. Ni bien entré no pude dejar de observar lo hermosa que estaba mihermana. Esa panza me recordaba a la de Lucía y, si bien no me provocó unaerección inmediata, pude sentir cierta excitación observándola. Tanto fue asíque en un momento estaba hablando con mi cuñado y no dejaba de mirar a mihermana. Él lo notó y me lo hizo saber.
- Viste la panza que tiene, parece que va aexplotar
- Si, tremendo, reconocí fingiendo que ese era elmotivo de mis miradas
- Me impresiona como está, me dice mi cuñado
- Si, pero te acostumbras, le dije
- No sé, a mí me da miedo por la noche moverme ygolpearla o hacerle daño
- No pasa nada, le decía yo
Mi hermana y mi mujer iban yvenían por la casa y yo las miraba ocasionalmente. Más a mi hermana que a mimujer, debo reconocer. En un momento paso por detrás de mi mujer y le toco lacola descaradamente. Mi hermana lo observa y me mira. Mi mujer no se da cuentade eso. Cuando paso cerca de mi hermana, me dice:
- No cuentes plata delante de los pobres
- Jajaja, seguís sin atención
- Si, no se más que hacer
- Sí, me dijo que tenía miedo de lastimarte
- Hablaste de eso?
- No no, en general lo dijo, le aclaré
- Ah, menos mal
- Queres que hable con él
- No, dejá… se resignaba mi hermana
- Yo sé que no te puede hacer ningún daño, alcontrario
- Si, ya sé, pero dice que le da impresión
- Pensar que a mí todo lo contrario…
- Como todo lo contrario?, quiso saber mi hermana
No sabía si decirle o no, perotome valor y se lo tiré con todo
- A mí me excitan los embarazos
- Ah, bueno dijo ella ruborizada
- Y si te cuento una cosa…
- ¿Qué cosa? Contame.
- Después te cuento, dije cuando aparecía mi mujer
Cenamos tranquilos con nuestrospadres divorciados y sus parejas y dos hijos de la pareja de mi papá quejugaban con mi hijo con el cual se llevaban muy bien. Sólo hubo un poco detensión cuando la política y el fútbol, como siempre, fueron parte de laconversación
Fueron muy elogiados los vinosque llevé y hasta mi hermana, que decía que no iba a tomar, se tomó una copa.
Llegaron las 12 y con eso losregalos en el arbolito y los chicos re felices. Fue un momento muy lindo comotodos los años. Brindamos con besos y champagne. Nos quedamos hasta muy tardeya que veníamos descansados del fin de semana.
A eso de las 3 de la mañana sefueron nuestros padres y mi mujer, que había tomado más de la cuenta también,llevó a mi hijo hasta la cama y se quedó planchada. Yo por mi parte, le dije ami hermana que la ayudaba a lavar las cosas que quedaba y mi cuñado me dijo quese iba a dormir también.
Mi hermana, intrigada como habíaquedado, me dijo que por favor le contara lo que tenía para contarle. Le dijeque prefería afuera así que terminamos todo rápido y me fui con el resto delchampagne con frutillas afuera para terminar de contarle. Ella vino rápida yansiosa. Con su panza a cuestas, la miré y me pareció hermosa
- Contame me dijo sirviéndose una copa más de suroja bebida
- Me tenés que prometer que no vas a decir nada
- Te estas cogiendo a alguien…me dijo ella
- Si, pero eso no es todo
- Ufff, que mas
- Creo que vos me vas a saber entender
- Por qué yo?
- Porque es una embarazada que no coge con sumarido
- …
Pude ver el rubor en la cara demi hermana. Los colores se le subían y no podía disimular la excitación. Tomóde un sorbo toda la copa y me miró como escrutándome y queriendo saber mas
- Contame más, me dijo
- No sé, ¿que queres que te cuente?
- ¿Cómo fue?
- La conocí en el parque Centenario
- Pero, ¿cómo te animaste a encararla?
- Ese es el tema
- No la encaré, se fue dando y terminamos en midepartamento
- ¡¿En tu departamento?!!!! ¡¿Estás loco?!
- Si, le dije, una locura
- ¿Y se le notaba mucho la panza?
- Como a vos, le dije
- ¿Queeeee? ¿De cuento estaba?
- Está, esto fue el viernes
- Ah bueno, decía mi hermana cada vez más sorprendida
- Está de 8 meses, como vos
- ¿Y qué hicieron?
- Que queres que te cuente?
- Lo que quieras contarme
- Pero vos decís… con detalles íntimos
Mi hermana volvió a beber y se lanotaba totalmente achispada y excitada por la conversación
- Dale, Contame bien
- Bueno, vino al departamento y en el balcón arrancótodo
- Ufff,
- La primera vez, solo fue sexo oral, le aclaré
- ¿Como “la primera vez”? ¿Hubo más de una vez?
- Si, es que la primera fue hace 1 semana y la últimael viernes
- Ah, que loco
- Si,
- ¿Y? Contame mas
- ¿Qué más queres que te cuente nena?
- No sé, como empezó todo en el balcón
Le contaba cómo había empezadotodo con Lucía y veía como de a poco mi hermana se iba excitando cada vez más.En un momento de mi relato mis ojos se fueron a sus tetas porque sus pezonesestaban súper parados. Cabe aclarar que las tetas de mi hermana siempre fueronmuy lindas, pero con el embarazo estaban aún mejor. Eran tremendas. Ella memiró cuando le miré las tetas y su mirada bajó a mi bulto totalmente parado.Juro que no me había percatado de la exposición a la que yo mismo me habíasometido
- Te está calentando esto, ¿no? Me dijo ella
- ¿Esto qué?
- Lo que me estas contando, ¿no?
- Ah si si, pensé que mi hermana se refería a queme calentaba ella
- Yo también, nene, que bueno, yo necesitaríaalguien así
- Ufff,
- Seguí contándome, me dijo ella
- Bueno, después de chuparle las tetas como locoen el balcón nos fuimos a mi dormitorio
- Aghhh que hijo de puta, en tu cama?
- SI, no me importaba nada en ese momento
En ese momento me acomodé elbulto y ella lo notó claramente. No hizo ningún gesto, pero no dejó de mirar mipaquete ni por un segundo. Ella, por su parte se acarició la panza y subió consu manos a sus tetas recorriéndolas. Yo la miré también
- Es muy visible que estamos calientes, le dije
- Si, muy, reconoció ella
- Bueno termino de contarte
- Dale y después nos vamos a dormir
- Antes voy a hacer una pasadita por el baño, ledigo a mi hermana
- Yo también, un bidet refrescante, jaja
Se notaba que mi hermana estabaachispada por el alcohol consumido. Yo no quería que todo termine ahí y hacermeuna paja en el baño.
Estábamosmuy calientes los dos, yo con la pija totalmente parada y mi embarazada hermanacon los pezones a pleno. Para colmo de males se levantó la remera dejando a lavista toda su enorme panza desnuda. Yo la miré y mi pija dio un respingo.
- ¿Qué pasa? Mepreguntó ella notando mi reacción
- Tu panza, me haceacordar a la de ella
- Y te calienta,no?
- Mucho, le dije
- Bueno, no tienenada de malo que la mires, me dijo ella
- Si, einstintivamente me toqué el bulto mirándola
- Seguí contándome,decía ella y se acariciaba la panza
Seguícon el relato y llegado ese punto de chuparle las tetas a Lucía empecé a ser másexplícito con el lenguaje, utilizando palabras muy directas y fuertes
- Ella tenía unospezones hermosos y le encantaba que se los chupe
- Mmmmm, decía mihermana acariciándose ya las tetas sin ningún tipo de pudor
- Me encantamirarte, me sinceré
- A mí también,estoy muy caliente, reconoció ella también
- No doy mas
- Seguí contándome,dijo ella y una mano bajó a su entrepierna rodeando su panza y acariciándola
- Mmmmm, me vuelveloco mirarte, hermanita
- Y a mí que memires y me cuentes, seguí
- Le chupé lospezones mucho tiempo
- Aghhh me encanta
- Que te loschupen? Le pregunté directamente
- Mmmmm, siiiii,dijo ella y una mano se metió dentro de su pantalón
- Mmmmm, si tocate,le dije
- Vos también mepidió ella
Eralo que necesitaba para poder liberar mi pija del pantalón. Con esfuerzo lologré y me senté de costado en el sillón para que ambos pudiéramos vernos. Mipija estaba hinchada y expectante. Mi mano subía y bajaba y con ella los ojosde mi hermana la recorrían.
- Siiii, pajeateasí Juli, me decía ella
- Vos tambiéntocate, quiero verte acabar
- Mmmmm, como mecalentás, me lancé
- Seguí contándome
- Le chupé lastetas hasta que salió un poco de líquido
- Mmmmm, me encanta
- Ella se apretabalos pezones y yo me tomaba lo que salía
- Aghhhh, quecaliente, decía mi hermana con su mano dentro del pantalón y al borde delorgasmo
- Mmmmm, megustaría verte los pezones, me lancé sin red
- Aghhhhh, dijo mihermana
Sindudarlo, tal era la calentura que teníamos, que ella se terminó de levantar laremera, se desabrochó el corpiño y con una gracia total sacó sus tetas afuera.La imagen que veía era perfecta: dos globos blancos y con unos pezones rosaintenso enormes, muy duros y desafiantes.
- Tocate las tetas,Gabi, le pedí mirándola a los ojos
- Asiiii? Ysosteniéndome la mirada empezó a masajearse las tetas mientras miraba como yome pajeaba
- Mmmmm, siii, meencantan tus tetas
- Seguí contándomeque más le hiciste
- La desnudécompletamente
- Aghhhhh, ella seseguía moviendo en el sillón
Gabriela,mi hermana, se sentó en el borde del sillón tirándose para atrás para podertrabajar mejor en su concha mientras abría las piernas. Juro que estuve a puntode pedirle que se saque el pantalón que llevaba puesto, pero imaginé que nospondría muy en riesgo y que iba a ser imposible recomponernos inmediatamente sialguien llegaba. Sus tetas eran enormes, el globo que formaba su vientre meparecía de una belleza perturbadora.
Enun punto, quería acabar, porque estaba muy caliente, pero era tanto lo que disfrutabalo que estaba viviendo en ese instante que quería prolongar esto por muchotiempo. Aunque debía tener cuidado de no dar un paso en falso y que se enoje mihermana.
Decididocomo estaba, continué con mi relato de las cosas que le hacía a Lucía
- Me encantaacariciarla toda
- Mmmmm, gemía mihermana
- Pasarlesuavemente la mano por las tetas
- Aggghhhh siiiii,decía mi hermana y se acariciaba las tetas
- Pero tambiénpellizcarle un poco los pezones
- Mmmmm, así? Decíaella y se los pellizcaba suavemente
- Mmmmm, si así
- ¿O más fuerte,así? Y se los pellizcó con más fuerza
Losojos de mi hermana se posaron nuevamente en los míos y nuestras miradascargadas de deseo confirmaban que estábamos para cualquier cosa. Solo nosreprimían dos situaciones. El tabú del incesto y también que nuestra familiaestaba durmiendo a escasos metros y alguien podía sorprendernos en cualquiermomento.
- Me encantamirarte cómo te tocas, le dije
- Y a mí me gustamucho que me mires y ver cómo te tocas vos también
- Me re calentasasí embarazada
- Y a mi me encantaver tu pija
- Siiiii? Le dijeyo pajeándome mientras veía como sus ojos se posaban en mi miembro
- Siiiii, decíaella y se masajeaba las tetas ahora con las dos manos
- Mmmmm, decía yo
- Te gustan mistetas?
- Me encantan, sonperfectas
- ¿Más que las detu amiga del parque?
- Mucho mas
- Y le harías lomismo que le hiciste a sus tetas?
Mihermana se deba cuenta de que estaba subiendo mucho la apuesta pero no leimportaba. Estábamos en el sillón del jardín, cada uno sentado en una punta ymirándonos de manera desafiante. Gabriela se paró y se bajó el pantalón pordebajo de las rodillas para poder tocarse con más comodidad. Los bajó hasta lostobillos y se sentó abriendo las piernas y tirándose para atrás para quepudiera ver claramente cómo se masturbaba. Su concha era hermosa, rosada y conmuy pocos pelitos
- Estoy tancaliente que no me importa, me soltó
- Yo también, lereconocí
- Necesito acabar,seguí contándome que acabo
- Ella se acostóboca arriba, casi como estas vos
- Asiiii? y sedeslizó un poco hacia adelante
- Siiiii
- Mmmmm, y que lehiciste?
- Me arrodillé enel piso y metí mi cabeza entre sus piernas
Llegadoeste momento solo quería darle un poco más de suspenso porque estaba a punto deacabar. Ver a mi hermana totalmente expuesta, al igual que Lucía, me llevaba auna excitación que apenas podía dominar
- Mmmmm, y que lehiciste? Gabriela se frotaba la concha con vehemencia
- Le besé loscostados de la concha, primero, le dije
- Mmmmm, estoy poracabar, Juli, me dijo en un susurro
- Yo también, leconfesé
- Mmmmm, acabemosjuntos
- Siiiii
- ¿Que más lehiciste?
- Le chupé laconcha toda mojada….
- Aghhh ah ah ah ahah ah acabo, decía mi hermana entre sollozos
- Ahhhh ah ah ahaghhh yo también
Apuntémi eyaculación hacia el pasto y unos chorros gruesos y potentes empezaron asalir disparados por el aire, impactando en el suelo
- Me encanta verteacabar, decía mi hermana que no dejaba de frotarse
- A mí me gustaverte a vos, también
- Como acabé porDios!
- Siiii, yotambién, le confesé
- Se notó, te salióun montón
- Siiiii, viste? Ledecía yo
Mihermana, no con poca dificultad, se puso de pie acomodándose el pantalón yvolviendo las tetas a su sitio. Me llamo mucho la atención con la naturalidadque tomamos todo, tanto ella como yo.
Novoy a negar que estaba conmocionado con todo esto, pero no sobrevino la culpaen mí y me sentí totalmente relajado.
Gabrielavolvió a sentarse en el sillón y yo hice lo mismo. Muy suelta ella me miró alos ojos nuevamente y me dijo
- Gracias, tengoque agradecerte
- Nena! El quetiene que agradecerte soy yo
- No, de ningunamanera
- No entiendo, ental caso los dos
- Si, pero a vos teagradezco dos cosas, una, que me hayas hecho acabar como hace mucho tiempo no ohacía. Y la otra, es por abrirte a contarme tu experiencia con tu amiga
- Ah, sí, siempreconfié mucho en vos
- Y yo en vos, medijo
- Me encantó estoque hicimos, le dije
- A mí también,vamos a dormir, me dijo
Ypara mi sorpresa, me dio un piquito en la boca. Yo me quedé duro en el momento,pero reaccioné y me levanté hacia el dormitorio donde dormían mi mujer y mihijo
- Mañana nos vemos,me dijo mi hermana mientras se levantaba la remera para acariciarse la panzadesnuda.
- Hasta mañana,decía yo embobado mientras miraba ese globo perfecto que sobresalía del cuerpode Gabriela
, mi hermana
(continuará...)
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3 comentarios - Embarazo deseado (parte 3) Incesto