La ex enculada

Era la primera vez que entraba a su casa luego de separarnos, fui a llevar a nuestro hijo con ella y no recuerdo por qué motivo estuve con mi hijo dentro de su casa por un momento. Al otro día recibí un mensaje de mi ex esposa dándome a entender que le había movido el piso verme, junto con una invitación a tomar un vino, la cual acepté al principio, desconfiando. Esa noche fui nuevamente a su casa, y ahí me esperaba con sus calzas engomadas negras, subida arriba de unos stiletos tremendos, y musculosa blanca... ella conoce mi criptonita. Quise probar mi teoría apenas llegué, la agarré de los pelos y nos fundimos en un beso intenso, interminable, como nunca antes había sido mientras habìamos estado juntos. La apreté dejándola hacia la pared, mientras ella refregaba su hermoso culo contra mi verga que iba despertando. Bajé su calza solo hasta los muslos, ahí estaba esa tanga negra de lycra ajustada que sabe que me vuelve loco, la mantuve apretada contra la pared mientras habría sus piernas y apretaba mis labios y mi lengua, frotándola por arriba de esa tanga divina. Hice a un costado la tanga y se la fui metiendo despacito, sin prisa pero sin pausa, empezó a volverse loca como nunca antes, y a jadear y hacer todo tipo de sonidos que también me enloquecen (parece que el objetivo era claro esa noche). Acabó rápidamente, y yo sin darle tiempo a nada la tiré en el sillón, abrí sus piernas y empecé a chupar esa concha caliente y deliciosa, lo cual tampoco me permitía hacer mientras estuvimos juntos. Sentí que se mojaba rápidamente, y sus movimientos se volvían orgásmicos, acabó nuevamente, después de lo que me comió la boca con mucha intensidad... sabiendo que estaba muy caliente la puse boca abajo, abrí sus piernas y su cola y la penetré por su vagina bien húmeda, y la empecé a cabalgar fuerte, mientras la tenía agarradita de los pelos, y de a ratos agarrándola del cuello mientras le besaba las orejas. Sentí cómo terminaba nuevamente por su convulsionada vagina que no dejaba de apretar mi verga como loca. Nos tomamos un relax de unos minutos donde aprovechamos a abrir el vino, en un momento ella se va, y vuelve con la botella de aceite, y se tira boca abajo en el sillón. No hizo más que recostarse que yo ya estaba untando esa cola con mucho aceite, muchos masajes, cuando la sentí muy excitada, la agarré de los pelos y la hice ponerse de rodillas; la obligué a chuparme toda la verga con mucha saliva, mientras le contaba todo lo que le iba a hacer, lo que la volvía más loca, y más ánimos tenía para seguir chupàndome la verga, sin duda una de las mejores mamadas de mi vida. Me acerqué a ella para comerle la boca cuando me dijo "me haces la cola?". Eso terminó de volverme loco, ella solita se puso culito para arriba, se abrió los cachetes, me sentí en la obligación de comerme ese culito virgen primero. Necesitábamos tiempo y preparación. Se volvió loca cuando empecé a hacerle la cola con la lengua, y a jugar con mis dedos en su cola y su concha, estaba hecha una diabla, a la cual no había conocido antes. Mucho aceite en su cola y mucho aceite en mi verga, empezamos despacio, estabamos en tal posición que ella controlaba el movimiento, hasta que se dilató completamente y le entró toda de una... fue una mezcla de suspiro con jadeo muy excitante, nos quedamos bien juntitos mientras ya empezábamos a movernos de a poco, la tomé de la cintura y empezamos a movernos más y más... hasta que empezó a pedirme más. Me encanta coger y me encanta satisfacer a mis compañeras, por lo que me tomé todo el tiempo para empezar despacito y profundo para ir apurando el trámite, hasta el punto donde mi pelvis ya chocaba violentamente contra su culo, ella estaba muy mojada, luego que acabó, la obligué a mamarme la verga una vez más hasta que acabé en su boca. Se tragó todo sin decir nada. Cosas que uno conoce de una persona luego de separados