Pasaron seis días desde que había estado con Lucía y no había tenido la oportunidad de volver a verla. Obsesionado como estaba, el martes siguiente había ido al parque a dar una vuelta caminando, después de mentirle a mi mujer y decir que me iba un poco más tarde al trabajo. Eran las 9.30, di una vuelta completa y no la pude ver por ningún lado. Un poco derrotado volví a mi departamento y me fui a la oficina
Era jueves y en eso recibo un WhatsApp de mi hermana Gabriela (la que estaba embarazada de 8 meses) pidiéndome que le confirme si iba a pasar las fiestas a su casa y si nos íbamos a quedar a dormir los tres (mi mujer, mi hijo y yo)
- ¡Hola Nena!
- ¡Hola hermanito!
- Si si, vamos los tres y nos quedamos a dormir
- ¡Bueno perfecto!
- ¿Que llevo?
- Nada
- Dale boluda! ¿Que llevo?
- Lo que quieras, con mamá ya tenemos toda la comida y el postre
- Ok llevo helado por las dudas y algo bueno para tomar
- Que vas a traer de rico para tomar
- Vos estas embarazada así que no podés tomar, le escribí
- Bueno, pero dejame disfrutar, aunque sea en las fiestas
- SI si, pero con moderación
- Siempre fui moderada
- ¿Te recuerdo?
Eso se lo dije en alusión a una vez que se emborrachó mal y terminó en tetas en la pileta de la bañera de la casa de una amiga. En un momento, se desmayó del pedo que tenía y una amiga me llamó preocupada. Cuando fui la encontré en tetas en el piso y me la llevé a casa. En el camino reaccionó y la tuve en el auto hasta que se le pasara un poco y entramos en casa sigilosamente
Al otro día nos sonreíamos cómplices, ya que mis padres nunca se enteraron de nada. Ella me lo agradeció muchísimo y se mostró muy avergonzada de que le viera las tetas. Yo la tranquilicé diciéndole que no era para tanto, pero que era verdad lo que decían mis amigos de que tenía muy buenas tetas
- No me hagas acordar, te portaste muy bien ese día
- Si, estabas desmayada y te levanté y te llevé al auto
- Menos mal que ahora no tenés que hacerlo, me dijo
- ¿Porque?
- Soy pura panza y tetas, me dijo
Eso me re calentó y me hizo recordar a Lucía. Sabía que estaba mal calentarme con mi hermana, pero no lo pude evitar en el momento. Pensé en Lucía y fue peor
- Bueno, tu marido debe estar contento
- ¡Ojalá! Es un nabo
- ¿Porque?
- Tiene esa cosa de miedo de hacerme daño y no me toca hace meses
- Bueno, dije
- No sé porque te estoy contando esto
- Es normal que les pase esto a los hombres
- ¿A vos te paso?
- No, pero a una amiga le pasa con el marido
- ¿Qué amiga tenés vos con tanta confianza que esté embarazada?
- Es largo, otro día te cuento, pero me tenés que prometer guardar el secreto
- Mmmmm, que raro que estas
- Si no me lo prometes, nunca te lo voy a contar
- Bueno, nos vemos el 24 a la noche y me contás
- Prometido, le dije
Corté con una semi erección tremenda. Por un lado, pensaba pobre mi hermana y, por otro lado, necesitaba encontrarme a Lucía para intentar cogérmela
Decidido como estaba el viernes 21 por la mañana salí a correr y a buscar a Lucía. Primero troté un poco, ese día estaba en mejor forma y después caminé una vuelta al parque. Pasé dos veces por el banco en donde me la encontré y miré por todo alrededor sin poder encontrarla. Estaba volviéndome tipo 10 y me suena el celular. Me detengo a hablar con un compañero de trabajo. Me siento en un banco y hablo por diez minutos. Estaba a punto de cortar cuando la veo venir con su panza enorme, unas colitas. Vestía un short y una remera que mostraba un escote tremendo
- Hola Julián, me dice y me da un beso en la mejilla
- Hola Lucía, ¿cómo estás?
- Muy bien, me dice y se sienta
- Me alegro de verte, le digo
- Queres caminar un rato? Me pregunta
- Claro, le dije y empezamos a caminar por el interior del parque
- Qué lindo que es este parque, me dice
- Si, le digo y miro sus pechos
- Epa, que pasa? ¿Los extrañabas? Me dice riéndose divertida
- La verdad que sí. Le confieso
- Jaja, sos tremendo eh!
En un momento nos metemos por un camino y pasamos debajo de unos árboles. Nuestras manos se rozaron y nos las tomamos mutuamente. Nos miramos a los ojos sonriendo y caminamos unos metros de la mano como unos novios adolescentes. Nos soltamos cuando nos acercamos a un grupo de personas
- Queres desayunar? le pregunto
- ¿En tu departamento? Me pregunta
- SI queres…
- ¿Porque sos tan cagón?
- Perdón… le digo
- Si queres invitarme a tu departamento y tenés ganas, hacete cargo!, pero no seas cagón
- Bueno, quiero invitarte a mi departamento
- Ahora está mejor
- ¿Y? ¿Venís?
- No, me contestó secamente
- Ok, le dije
- Vamos al mío. Me dijo ella
- Ah bueno
- Me parece justo, esta vez en mi departamento
La sonrisa volvió a mi rostro, la apreté junto a mi abrazándola y besándola en la mejilla. Ella ni se inmutó por mi movimiento.
- Vamos que está acá a tres cuadras, me dijo
- Vamos, le dije
- Pasá, vení, justo no está el portero
- Mejor, dije y me metí en el ascensor con ella
- Mmmmm, se me colgó del cuello y empezó a besarme en el ascensor mismo
- Mmmmm, correspondí el beso mientras sentía como su dura panza me chocaba
- Mmmmm, una mano de ella me manoteó el paquete
- Ups, me sobresalté porque no me lo esperaba
- Epa!, te asustaste! Me dijo ella
- Si, un poco
El ascensor se abrió en el 7mo piso y me tomó de la mano llevándome a la puerta de su departamento. Abrió, pasé y nos volvimos a besar con mucha pasión. Ella, por su parte abría muchísimo la boca. Yo también y aprovechaba para meter mi lengua bien profunda dentro de su cavidad.
La ropa empezó a volar por el aire y cayendo donde estábamos nosotros. Sus tetas me parecieron aún más grande de la vez anterior. Me detuve un segundo para contemplarlas y ella también se las miró y luego su mirada se detuvo en mis ojos
- ¿Me vas a chupar las tetas?
- Claro, le dije y ahí nomás, de pie como estaba me zambullí en esos pechos turgentes, duros y pesados
- Mmmmm, se revolvía ella mientras me acariciaba la cabeza
- Mmmmm, chupaba yo con vehemencia
Sus pezones estaban muy duros. Con mi mano levanté su pecho para chupar mejor y la teta me pareció muy pesada. Eso me calentó aún más. Ella agachó la cabeza y volvimos a chupar juntos el pezón izquierdo mientras un poco de líquido comenzaba a salir.
- Mira como me sale lechita, decía ella divertida
- Tomémosla, decía yo siguiéndole el juego
- Mmmmm, chupaba ella su pezón y con la leche en su boca me besaba pasándomela
- Aghhh, que rica que está!
- Te gusta? Me preguntaba ella
- Si, te las chuparía todo el día
- Aghhhh, me encanta que me chupes las tetas, Juli! Me dijo
- Bueno, entonces prepárate porque te voy a chupar mucho
- Mmmmm, siiiiiii
Habíamos quedado en bombacha ella y en bóxer yo. Lucía se separó un momento y me tomó de la mano para llevarme a su cuarto. Al pasar por una puerta pude ver el cuarto ya armado para la bebé que venía en camino y eso me dio ternura, pero la excitación que tenía era tal que mi pija no se bajó ni un poco.
Entramos al cuarto y ella sin dudar ni un segundo me sacó mi última prenda dejándome completamente desnudo y con una erección de caballo. Yo hice lo propio y le saqué la minúscula bombachita que se enroscaba y complicaba mi maniobra. Cuando quedamos completamente desnudos, fue ella la que tomó la iniciativa y acostándose en la cama abrió sus piernas pidiéndome
- Chupame la concha, Juli
- Mmmmm, claro hermosa, no me lo tenés que pedir
- Mmmmm, siiiii
- Mmmmm, me dediqué mucho tiempo a chuparla
Al principio le pasé la lengua por todo el largo después le lamí la parte superior para terminar chupándole con fuerza el clítoris. Su orgasmo no se hizo esperar.
- Aghhhh ah ah ah ah
- Mmmmm, acabame y lléname la boca con tus jugos, le dije sin dejar de chuparla
- Aghh ah ah ah si si si siiiiiiiiiiiii
- Mmmmm, si acabá así que me gusta
- Ahhhhh, mmmmmm, seeeeee, se revolvía ella
- Me encanta chuparte, le decía y volvía a chupar
- Aghhhh, si, pero pará, dejame descansar un poco
- Mmmmm, si, dije y me acosté a su lado besándola nuevamente en la boca.
Esta vez con el sabor de su concha. Ella se relajó mucho. Se notaba que necesitaba acabar. Me besó con mucha calma, pero con pasión. Le dedicó tiempo al beso y eso me gustó mucho, Su lengua se movía con lentitud, como saboreando mi boca. De a poco fue pasando por mi cara, mi cuello y bajó a mis tetillas para chuparlas. Me daba cosquillas y me reí. Ella también rio y continuó su descenso hasta mi pija
A principio, solo fueron besos y más besos por toda la zona mientras con su pequeña mano me pajeaba lentamente. De a poco los besos se fueron convirtiendo en lamidas que se transformaron luego en chupadas y después en una chupada de pija a toda orquesta. Se la metía toda en la boca y la sacaba para chuparme los huevos y volver a la pija. Siempre usando mucha saliva. En un momento observo que una de sus manos rodea su propia panza para intentar tocarse mientras me chupa. Eso me hizo pensar en que no quería quedarme solo con una chupada
- Quiero cogerte, le dije
- Aggggg, tenía miedo de que no me lo pidieras, dijo ella
- Desde la vez anterior que quiero hacerlo, me sinceré
- Es que pensé que te daba impresión
- Para nada, me calienta más esa panza, le dije
- ¿En serio?
- Por supuesto
- ¡Entonces cogeme ya! Me ordenó
- Claro, le dije
- Vení, arrodíllate en el piso y cogeme así, dijo ella acostándose boca arriba en el filo de la cama y abriendo las piernas
- Dale, le dije disponiéndome a cogerla, esperá que me quedó un preservativo en el pantalón
- ¡¿Que?! No! ¿Para qué preservativo? No voy a quedar embarazada
- Segura? Le pregunté un poco en risa y un poco en serio
- Cogeme ya. Lo necesito
- Mmmmm, seeeee, le dije y me acomodé entre sus piernas
Coloqué la cabeza de mi verga en la entrada mientras la miraba a los ojos, a las tetas y a esa panza enorme y hermosa que tenía.
- Cogeme por favor! Suplicaba ella
- Si, te voy a coger, pero quiero mirarte mientras lo hago
- Mmmmm, te gusta?
- Me encanta la forma de tu cuerpo
- ¿Te calienta que esté embarazada?
- Me re calienta, reconocí
- Metémela por favor
- Ahí va, le dije como relatando ese precioso momento
Mirándola a los ojos fui empujando lentamente y metiendo mi pija. Me retiré y volví a meterme con más velocidad. Ella cerró los ojos y entendí la señal de que le estaba gustando. Con mis manos acaricié sus enormes tetas. Lucía puso sus manos sobre las mías y me ayudó a amasar sus tetas. Mirándome siempre a los ojos las sacó mis manos y las puso sobre su panza, mientras ella volvió a sus tetas acariciándose los pezones con mucho empeño. Unas pequeñas gotitas salían y con ellas se lubricaba las dilatadas areolas para acariciarlas más a gusto
Yo me agarraba de su vientre y bombeaba, ahora con mucha fuerza mientras la miraba y le decía
- ¿Te gusta que te coja así?!
- ¡Si cogeme! Así cogeme
- Mmmmm, me encanta cogerte así, y le agarraba la panza para ayudarme a moverme
- Mmmmm, cogeme así, agarrame de la panza sin miedo
- Mmmmm, me gusta que estés embarazada y caliente
- Siiii, estoy re caliente y el boludo de mi marido no me quiere coger
- Mmmmm, si, yo te voy a coger siempre
- Siempre? Si? ¿Aunque esté por parir?
- ¡Siempre! Me encanta tu concha calentita y dilatada
- Aghhhh, siiii, cogeme, cogeme así
- Mmmmm, sos hermosa con esa panza
- Cogeme como no lo hace el cornudo de mi marido, dice ella mientras mira la foto de un portarretrato en la mesa de luz
- Aggghhh si! Que boludo, lo que se pierde, ya casi gritaba yo
- Agggg aghhhh aghhhh voy a acabar, me anunció ella
- Mmmmm, yo también estoy a punto, le dije
- Aggggh lleguemos juntos y acabame adentro!!!!
Eso fue mucho y me fui en un orgasmo muy intenso. Empecé a acabar a chorros dentro de la concha de esta hermosa futura mamá
- Aggghhhh acabooooooo, le dije
- Aghhhh ahhhh ah ah ah yo también, dijo ella
- Me encanta acabarte adentro, hermosa, dije entre gemidos
- Aghh ah ah ah que placer!!! Cogeme así si si si
- Aghhhh
- Llename de leche la concha! Seeeeee
- Ahhhh Mmmmm, acababa yo
Me desplomé a su lado y nos besamos como novios. Lucía me agarraba de la cara y me metía la lengua bien profunda y jugaba con la mía. Yo correspondía y en ese momento, aunque mi verga empezaba a adormecerse, sentía que quería más.
Con muy poco esfuerzo, Lucía se puse de pie muy lentamente y desnuda como estaba salió de la habitación. Se colocó una mano en su concha mientras le chorreaba el semen. Verla caminar con esa panza era hermoso. Su vientre describía una curva perfecta.
- Me voy a lavar, dijo mientras entraba en el baño
- Estas bien? Le pregunté mientras entraba desnudo en el baño.
- Muy bien, me encanta lavarme y sentir el agua tibia
- Me encantó lo que hicimos
- A mí también, lo… Lucía hizo una pausa
- Que? ¿Que ibas a decir?
- Lo necesitaba y creo que con nadie lo hubiese pasado mejor
Lucía seguía sentada en el bidet mientras yo de pie la miraba por completo. Me excitaba mucho ese cuerpo curvilíneo y esa piel tersa. Sin dudarlo me agaché a besarla y ella me besó también
Después de un rato me despedí de ella y me fui a mi casa. De camino se me dio por escribirle a mi hermana.
- Hola hermanita, ¿cómo estás?
- Muy bien, ¿y vos?
- Muy bien, el lunes nos vemos, ¿no?
- Si, ¡por supuesto!
- ¿Queres que lleve algo?
- No, nada
- En serio, llevo helado o vinos al menos
- Lo que quieras
- Perfecto, ¿cuantos somos?
- Somos 12 en total contando a los chicos
- Y vos no tomas nada, ¿no?
- Mmmmm, por lo menos algo voy a brindar
- Bueno, perfecto
- Dale, traé algo rico para mí
- SI si, ¿cómo anda el embarazo?
- El embarazo bien
- Hoy estuve con mi amiga embarazada
- ¿Qué amiga?
- La que te conté que le pasaba eso con el marido
- ¿Qué cosa?
- Que no cogían con el marido, le dije y me estremecí de solo escribirlo
- Ah! Como a mí
- ¿Y tanta confianza tenés con tu amiga?
- Mucha, le dije
- Mmmmm, en que andas, Juli?
- El lunes te cuento…
- ¡No me digas que dejaste embarazada a una mina!
- No, no es mío
- Uf no me digas que estas cogiendo con una embarazada…
Pese a que volaba de calentura en ese momento, preferí cortar el tema
- Chauuu, hasta el lunes, y le envié un emoji de beso
- Uh, me dejás con la intriga
- Chauuuuu, y guardé el teléfono en el bolsillo
Una sonrisa iluminaba mi rostro mientras caminaba
Continuará….
Espero que les haya gustado, pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com
o en Telegram @reybaco2005
Era jueves y en eso recibo un WhatsApp de mi hermana Gabriela (la que estaba embarazada de 8 meses) pidiéndome que le confirme si iba a pasar las fiestas a su casa y si nos íbamos a quedar a dormir los tres (mi mujer, mi hijo y yo)
- ¡Hola Nena!
- ¡Hola hermanito!
- Si si, vamos los tres y nos quedamos a dormir
- ¡Bueno perfecto!
- ¿Que llevo?
- Nada
- Dale boluda! ¿Que llevo?
- Lo que quieras, con mamá ya tenemos toda la comida y el postre
- Ok llevo helado por las dudas y algo bueno para tomar
- Que vas a traer de rico para tomar
- Vos estas embarazada así que no podés tomar, le escribí
- Bueno, pero dejame disfrutar, aunque sea en las fiestas
- SI si, pero con moderación
- Siempre fui moderada
- ¿Te recuerdo?
Eso se lo dije en alusión a una vez que se emborrachó mal y terminó en tetas en la pileta de la bañera de la casa de una amiga. En un momento, se desmayó del pedo que tenía y una amiga me llamó preocupada. Cuando fui la encontré en tetas en el piso y me la llevé a casa. En el camino reaccionó y la tuve en el auto hasta que se le pasara un poco y entramos en casa sigilosamente
Al otro día nos sonreíamos cómplices, ya que mis padres nunca se enteraron de nada. Ella me lo agradeció muchísimo y se mostró muy avergonzada de que le viera las tetas. Yo la tranquilicé diciéndole que no era para tanto, pero que era verdad lo que decían mis amigos de que tenía muy buenas tetas
- No me hagas acordar, te portaste muy bien ese día
- Si, estabas desmayada y te levanté y te llevé al auto
- Menos mal que ahora no tenés que hacerlo, me dijo
- ¿Porque?
- Soy pura panza y tetas, me dijo
Eso me re calentó y me hizo recordar a Lucía. Sabía que estaba mal calentarme con mi hermana, pero no lo pude evitar en el momento. Pensé en Lucía y fue peor
- Bueno, tu marido debe estar contento
- ¡Ojalá! Es un nabo
- ¿Porque?
- Tiene esa cosa de miedo de hacerme daño y no me toca hace meses
- Bueno, dije
- No sé porque te estoy contando esto
- Es normal que les pase esto a los hombres
- ¿A vos te paso?
- No, pero a una amiga le pasa con el marido
- ¿Qué amiga tenés vos con tanta confianza que esté embarazada?
- Es largo, otro día te cuento, pero me tenés que prometer guardar el secreto
- Mmmmm, que raro que estas
- Si no me lo prometes, nunca te lo voy a contar
- Bueno, nos vemos el 24 a la noche y me contás
- Prometido, le dije
Corté con una semi erección tremenda. Por un lado, pensaba pobre mi hermana y, por otro lado, necesitaba encontrarme a Lucía para intentar cogérmela
Decidido como estaba el viernes 21 por la mañana salí a correr y a buscar a Lucía. Primero troté un poco, ese día estaba en mejor forma y después caminé una vuelta al parque. Pasé dos veces por el banco en donde me la encontré y miré por todo alrededor sin poder encontrarla. Estaba volviéndome tipo 10 y me suena el celular. Me detengo a hablar con un compañero de trabajo. Me siento en un banco y hablo por diez minutos. Estaba a punto de cortar cuando la veo venir con su panza enorme, unas colitas. Vestía un short y una remera que mostraba un escote tremendo
- Hola Julián, me dice y me da un beso en la mejilla
- Hola Lucía, ¿cómo estás?
- Muy bien, me dice y se sienta
- Me alegro de verte, le digo
- Queres caminar un rato? Me pregunta
- Claro, le dije y empezamos a caminar por el interior del parque
- Qué lindo que es este parque, me dice
- Si, le digo y miro sus pechos
- Epa, que pasa? ¿Los extrañabas? Me dice riéndose divertida
- La verdad que sí. Le confieso
- Jaja, sos tremendo eh!
En un momento nos metemos por un camino y pasamos debajo de unos árboles. Nuestras manos se rozaron y nos las tomamos mutuamente. Nos miramos a los ojos sonriendo y caminamos unos metros de la mano como unos novios adolescentes. Nos soltamos cuando nos acercamos a un grupo de personas
- Queres desayunar? le pregunto
- ¿En tu departamento? Me pregunta
- SI queres…
- ¿Porque sos tan cagón?
- Perdón… le digo
- Si queres invitarme a tu departamento y tenés ganas, hacete cargo!, pero no seas cagón
- Bueno, quiero invitarte a mi departamento
- Ahora está mejor
- ¿Y? ¿Venís?
- No, me contestó secamente
- Ok, le dije
- Vamos al mío. Me dijo ella
- Ah bueno
- Me parece justo, esta vez en mi departamento
La sonrisa volvió a mi rostro, la apreté junto a mi abrazándola y besándola en la mejilla. Ella ni se inmutó por mi movimiento.
- Vamos que está acá a tres cuadras, me dijo
- Vamos, le dije
- Pasá, vení, justo no está el portero
- Mejor, dije y me metí en el ascensor con ella
- Mmmmm, se me colgó del cuello y empezó a besarme en el ascensor mismo
- Mmmmm, correspondí el beso mientras sentía como su dura panza me chocaba
- Mmmmm, una mano de ella me manoteó el paquete
- Ups, me sobresalté porque no me lo esperaba
- Epa!, te asustaste! Me dijo ella
- Si, un poco
El ascensor se abrió en el 7mo piso y me tomó de la mano llevándome a la puerta de su departamento. Abrió, pasé y nos volvimos a besar con mucha pasión. Ella, por su parte abría muchísimo la boca. Yo también y aprovechaba para meter mi lengua bien profunda dentro de su cavidad.
La ropa empezó a volar por el aire y cayendo donde estábamos nosotros. Sus tetas me parecieron aún más grande de la vez anterior. Me detuve un segundo para contemplarlas y ella también se las miró y luego su mirada se detuvo en mis ojos
- ¿Me vas a chupar las tetas?
- Claro, le dije y ahí nomás, de pie como estaba me zambullí en esos pechos turgentes, duros y pesados
- Mmmmm, se revolvía ella mientras me acariciaba la cabeza
- Mmmmm, chupaba yo con vehemencia
Sus pezones estaban muy duros. Con mi mano levanté su pecho para chupar mejor y la teta me pareció muy pesada. Eso me calentó aún más. Ella agachó la cabeza y volvimos a chupar juntos el pezón izquierdo mientras un poco de líquido comenzaba a salir.
- Mira como me sale lechita, decía ella divertida
- Tomémosla, decía yo siguiéndole el juego
- Mmmmm, chupaba ella su pezón y con la leche en su boca me besaba pasándomela
- Aghhh, que rica que está!
- Te gusta? Me preguntaba ella
- Si, te las chuparía todo el día
- Aghhhh, me encanta que me chupes las tetas, Juli! Me dijo
- Bueno, entonces prepárate porque te voy a chupar mucho
- Mmmmm, siiiiiii
Habíamos quedado en bombacha ella y en bóxer yo. Lucía se separó un momento y me tomó de la mano para llevarme a su cuarto. Al pasar por una puerta pude ver el cuarto ya armado para la bebé que venía en camino y eso me dio ternura, pero la excitación que tenía era tal que mi pija no se bajó ni un poco.
Entramos al cuarto y ella sin dudar ni un segundo me sacó mi última prenda dejándome completamente desnudo y con una erección de caballo. Yo hice lo propio y le saqué la minúscula bombachita que se enroscaba y complicaba mi maniobra. Cuando quedamos completamente desnudos, fue ella la que tomó la iniciativa y acostándose en la cama abrió sus piernas pidiéndome
- Chupame la concha, Juli
- Mmmmm, claro hermosa, no me lo tenés que pedir
- Mmmmm, siiiii
- Mmmmm, me dediqué mucho tiempo a chuparla
Al principio le pasé la lengua por todo el largo después le lamí la parte superior para terminar chupándole con fuerza el clítoris. Su orgasmo no se hizo esperar.
- Aghhhh ah ah ah ah
- Mmmmm, acabame y lléname la boca con tus jugos, le dije sin dejar de chuparla
- Aghh ah ah ah si si si siiiiiiiiiiiii
- Mmmmm, si acabá así que me gusta
- Ahhhhh, mmmmmm, seeeeee, se revolvía ella
- Me encanta chuparte, le decía y volvía a chupar
- Aghhhh, si, pero pará, dejame descansar un poco
- Mmmmm, si, dije y me acosté a su lado besándola nuevamente en la boca.
Esta vez con el sabor de su concha. Ella se relajó mucho. Se notaba que necesitaba acabar. Me besó con mucha calma, pero con pasión. Le dedicó tiempo al beso y eso me gustó mucho, Su lengua se movía con lentitud, como saboreando mi boca. De a poco fue pasando por mi cara, mi cuello y bajó a mis tetillas para chuparlas. Me daba cosquillas y me reí. Ella también rio y continuó su descenso hasta mi pija
A principio, solo fueron besos y más besos por toda la zona mientras con su pequeña mano me pajeaba lentamente. De a poco los besos se fueron convirtiendo en lamidas que se transformaron luego en chupadas y después en una chupada de pija a toda orquesta. Se la metía toda en la boca y la sacaba para chuparme los huevos y volver a la pija. Siempre usando mucha saliva. En un momento observo que una de sus manos rodea su propia panza para intentar tocarse mientras me chupa. Eso me hizo pensar en que no quería quedarme solo con una chupada
- Quiero cogerte, le dije
- Aggggg, tenía miedo de que no me lo pidieras, dijo ella
- Desde la vez anterior que quiero hacerlo, me sinceré
- Es que pensé que te daba impresión
- Para nada, me calienta más esa panza, le dije
- ¿En serio?
- Por supuesto
- ¡Entonces cogeme ya! Me ordenó
- Claro, le dije
- Vení, arrodíllate en el piso y cogeme así, dijo ella acostándose boca arriba en el filo de la cama y abriendo las piernas
- Dale, le dije disponiéndome a cogerla, esperá que me quedó un preservativo en el pantalón
- ¡¿Que?! No! ¿Para qué preservativo? No voy a quedar embarazada
- Segura? Le pregunté un poco en risa y un poco en serio
- Cogeme ya. Lo necesito
- Mmmmm, seeeee, le dije y me acomodé entre sus piernas
Coloqué la cabeza de mi verga en la entrada mientras la miraba a los ojos, a las tetas y a esa panza enorme y hermosa que tenía.
- Cogeme por favor! Suplicaba ella
- Si, te voy a coger, pero quiero mirarte mientras lo hago
- Mmmmm, te gusta?
- Me encanta la forma de tu cuerpo
- ¿Te calienta que esté embarazada?
- Me re calienta, reconocí
- Metémela por favor
- Ahí va, le dije como relatando ese precioso momento
Mirándola a los ojos fui empujando lentamente y metiendo mi pija. Me retiré y volví a meterme con más velocidad. Ella cerró los ojos y entendí la señal de que le estaba gustando. Con mis manos acaricié sus enormes tetas. Lucía puso sus manos sobre las mías y me ayudó a amasar sus tetas. Mirándome siempre a los ojos las sacó mis manos y las puso sobre su panza, mientras ella volvió a sus tetas acariciándose los pezones con mucho empeño. Unas pequeñas gotitas salían y con ellas se lubricaba las dilatadas areolas para acariciarlas más a gusto
Yo me agarraba de su vientre y bombeaba, ahora con mucha fuerza mientras la miraba y le decía
- ¿Te gusta que te coja así?!
- ¡Si cogeme! Así cogeme
- Mmmmm, me encanta cogerte así, y le agarraba la panza para ayudarme a moverme
- Mmmmm, cogeme así, agarrame de la panza sin miedo
- Mmmmm, me gusta que estés embarazada y caliente
- Siiii, estoy re caliente y el boludo de mi marido no me quiere coger
- Mmmmm, si, yo te voy a coger siempre
- Siempre? Si? ¿Aunque esté por parir?
- ¡Siempre! Me encanta tu concha calentita y dilatada
- Aghhhh, siiii, cogeme, cogeme así
- Mmmmm, sos hermosa con esa panza
- Cogeme como no lo hace el cornudo de mi marido, dice ella mientras mira la foto de un portarretrato en la mesa de luz
- Aggghhh si! Que boludo, lo que se pierde, ya casi gritaba yo
- Agggg aghhhh aghhhh voy a acabar, me anunció ella
- Mmmmm, yo también estoy a punto, le dije
- Aggggh lleguemos juntos y acabame adentro!!!!
Eso fue mucho y me fui en un orgasmo muy intenso. Empecé a acabar a chorros dentro de la concha de esta hermosa futura mamá
- Aggghhhh acabooooooo, le dije
- Aghhhh ahhhh ah ah ah yo también, dijo ella
- Me encanta acabarte adentro, hermosa, dije entre gemidos
- Aghh ah ah ah que placer!!! Cogeme así si si si
- Aghhhh
- Llename de leche la concha! Seeeeee
- Ahhhh Mmmmm, acababa yo
Me desplomé a su lado y nos besamos como novios. Lucía me agarraba de la cara y me metía la lengua bien profunda y jugaba con la mía. Yo correspondía y en ese momento, aunque mi verga empezaba a adormecerse, sentía que quería más.
Con muy poco esfuerzo, Lucía se puse de pie muy lentamente y desnuda como estaba salió de la habitación. Se colocó una mano en su concha mientras le chorreaba el semen. Verla caminar con esa panza era hermoso. Su vientre describía una curva perfecta.
- Me voy a lavar, dijo mientras entraba en el baño
- Estas bien? Le pregunté mientras entraba desnudo en el baño.
- Muy bien, me encanta lavarme y sentir el agua tibia
- Me encantó lo que hicimos
- A mí también, lo… Lucía hizo una pausa
- Que? ¿Que ibas a decir?
- Lo necesitaba y creo que con nadie lo hubiese pasado mejor
Lucía seguía sentada en el bidet mientras yo de pie la miraba por completo. Me excitaba mucho ese cuerpo curvilíneo y esa piel tersa. Sin dudarlo me agaché a besarla y ella me besó también
Después de un rato me despedí de ella y me fui a mi casa. De camino se me dio por escribirle a mi hermana.
- Hola hermanita, ¿cómo estás?
- Muy bien, ¿y vos?
- Muy bien, el lunes nos vemos, ¿no?
- Si, ¡por supuesto!
- ¿Queres que lleve algo?
- No, nada
- En serio, llevo helado o vinos al menos
- Lo que quieras
- Perfecto, ¿cuantos somos?
- Somos 12 en total contando a los chicos
- Y vos no tomas nada, ¿no?
- Mmmmm, por lo menos algo voy a brindar
- Bueno, perfecto
- Dale, traé algo rico para mí
- SI si, ¿cómo anda el embarazo?
- El embarazo bien
- Hoy estuve con mi amiga embarazada
- ¿Qué amiga?
- La que te conté que le pasaba eso con el marido
- ¿Qué cosa?
- Que no cogían con el marido, le dije y me estremecí de solo escribirlo
- Ah! Como a mí
- ¿Y tanta confianza tenés con tu amiga?
- Mucha, le dije
- Mmmmm, en que andas, Juli?
- El lunes te cuento…
- ¡No me digas que dejaste embarazada a una mina!
- No, no es mío
- Uf no me digas que estas cogiendo con una embarazada…
Pese a que volaba de calentura en ese momento, preferí cortar el tema
- Chauuu, hasta el lunes, y le envié un emoji de beso
- Uh, me dejás con la intriga
- Chauuuuu, y guardé el teléfono en el bolsillo
Una sonrisa iluminaba mi rostro mientras caminaba
Continuará….
Espero que les haya gustado, pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com
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7 comentarios - Embarazo deseado (parte 2) Incesto
Pronto la tercera parte
Abrazo