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Perdi una apuesta y fui atado y pajeado por un amigo

Estoy completamente desnudo, en mi habitación, esposado a mi cama, y estoy amordazado con cinta.

Las cortinas están cerradas, obviamente no quiero que nadie indiscreto mire, mi cabeza reposa sobre la almohada (no la almohada con la que me masturbo, esa esta guardada en otra parte).

Mi ropa debe estar por ahí en el suelo, donde la deje cuando me la quite; Desde mi posición veo mi pene, esta a medio camino de la erección.

Estoy algo nervioso, perdí una apuesta con mi amigo y el que perdiera debe dejarse masturbar por el otro, así que aquí estoy.

La puerta de la habitación está abierta, el salió un momento a atender una llamada, antes de hacerlo se aseguro de atarme y amordazarme.

Después de unos minutos el entra, cierra la puerta, se quita los zapatos y las medias y se sube a la cama, se sienta al lado mío.

Me dice: Así que aquí estas, a mi entera disposición, tú pene es mío, tu cuerpo es mío, vamos a divertirnos.

Saco la cinta y enrollo mis tobillos, dejándome los pies pegados, y sonriendo me dijo: Antes de pajearte te torturare un poco.

Saco un cordel y ato mis dedos pulgares de los pies juntos, no podía casi moverlos, y con mas cinta aseguro mis tobillos a la cama, estaba totalmente inmovilizado.

Se acomodo a los pies de la cama y empezó a hacerme cosquillas en mis pies, yo soy muy cosquillosos así que empecé a reírme a través de mi mordaza, quería que parara esa tortura, pero el siguió haciéndolo por un minuto que me pareció eterno.

Paro un momento mientras me dejaba tomar aire, y empezó a hacerme cosquillas nuevamente, esta vez un poco mas rápido, yo trataba de moverme, pero, así como estaba no pude hacer nada, mientras el reía y me seguía torturando.

Me dejo otro rato para tomar aire, se acerco a mi cara y seco las lágrimas que habían salido de mis ojos, y después empezó a hacerme cosquillas en mis axilas, alrededor de mi cintura y mi cuello, para hacerlo se sentó encima de mí, inmovilizándome totalmente.

Después de un rato se bajó, y me dijo: Ya basta de tortura, ahora voy a pajearte; tras lo cual me quito la cinta que estaba alrededor de mis tobillos, y también el cordel con el que me ato los dedos pulgares de los pies, pude mover las piernas nuevamente.

Empezó a acariciar mi pene, despacio, ayudándolo a ponerse duro, lo cual fue rápido, y así erecto siguió acariciándolo, palpándolo,sintiéndolo.

Me decía: Siempre imagine tenerte así y siempre imagine como seria sentir tu erecto pene en mis manos, y bueno, es mejor de lo imaginado.

Empezó a masturbarme con calma, su mano derecha iba de arriba hacia abajo, mis gemidos empezaron a salir de mi boca tapada con cinta, cerraba mis ojos, movía mi cuerpo y me dejaba llevar por esa sensación tan placentera que sentía.

El seguía masturbándome, estaba acostado entre mis piernas, su cara estaba cerca de mi pene, viéndolo en detalle.

Después de un rato empezó a acariciar la cabecita de mi pene, con su dedo pasaba despacio por toda su circunferencia, mientras decía: Que sueve y húmedo se siente, que delicia.

Yo solo miraba y gemía, no quería perder detalle de esa paja que me estaba haciendo.

Abrió mis piernas y mientras me masturbaba con su mano izquierda, con los dedos de la derecha empezó a masajear mi ano, despacio, ahí mis gemidos se incrementaron.

Siguió masturbándome un buen rato, el también estaba muy excitado, en un momento acerco su pene al mío, y aunque estaba vestido se notaba su erección, yo cerré mis piernas alrededor de su cintura, y empezó a frotarse contra mí, mientras con su mano me pajeaba, que cosa tan deliciosa sentí.

Mi amigo no aguanto mas y se quito la camiseta y el pantalón, solo se dejo el bóxer y así se monto encima mío, mientras mis piernas otra vez se cerraban alrededor de su cintura, empezó a frotar su pene con el mío, solo estaban separados por la tela del bóxer, y yo gemía de placer.

Era inevitable, empezó a salir precum de mi pene, y su bóxer quedo untado del mismo, así que se lo quito y me lo puso en la cara, con la parte humedecida en mi piel, lo restregó un poco y lo arrojo a un lado.

Su pene estaba también a punto de estallar, su cabecita estaba tan roja y húmeda; Con su mano derecha me pajeo hasta que eyacule a chorros, salió semen en abundancia, yo gemía y su mano no soltaba mi pene.

Con su mano izquierda se pajeaba y no aguantando mas eyaculo, los chorros de caliente esperma cayeron en mi pene y estómago, mezclándose con mi eyaculación, mientras el también gemía de placer.

Después de un rato se limpio sus manos que estaban untadas del semen de ambos, se limpio y me limpio completamente, tras lo cual me desato y me quito la mordaza.

Fue una paja mucho mejor de lo esperado para los dos.

1 comentarios - Perdi una apuesta y fui atado y pajeado por un amigo

chateronumber +1
@CHBoy
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