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Secreto que nadie sabe.

Esto que contare es mas sobre la locura y el deseo por mi tia y son cosas que a nadie eh contado y necesito sacarlas.
Bueno esto ocurrió hace tiempo, cuando tenía 18 años, en plena excitación sexual me empezó a surgir el deseo y la necesidad de estar en contacto permanente con quien se había convertido en mi sueño húmedo y a quien le dedicaba mis primeras pajas, ya se imagina mi tia.
Yo vivía con mis padres y cerca de mi casa vivía mi Tia con su esposo y hijos, ella tendría en ese tiempo 45 años, muy guapa, pelo largo castaño, ojos grandes negros, mediría por ahí de 1,72, nariz recta su boca tenía unos labios carnosos, de pechos según yo no muy grandes pero hermosos y lo que más me encantaba de ella es que estaba bien nalgona, un hermoso culo.
Mi tia usaba casi a diario jeans, por demás está decir, que le quedaban bien pegaditos, y así cada que caminaba se le veían unas nalgas bastante incitadoras.
Una tarde que había una fiesta en casa de unos primos, yo estaba arrinconado apartardo de todos, el baile había comenzado, y el que parecía un trompo para bailar era mi tío, cosa contraria a mi tía que era más seria, la vi que estaba sentada, lo mejor que al ser fiesta ella vestía de manera distinta, tenía puesto un saco y pantalón de vestir negros, y una blusa de tirantes roja, bien escotada, obvio el pantalón bien pegadito, se veía maravillosa.
Anochecia y comenzaba a sentirse frio, mientras mi tío bailaba con otra persona, que no me intereso quien era, de pronto siento que alguien se me acerca y me abraza por la cintura, que maravilla, cuando volteo y veo que mi amor platónico, me abrazaba y decía hace mucho frio, que bárbaro tu estas bien calientito, me tenía totalmente abrazado, me sentí excitado al tener su pecho pegado a mi espalda, su rostro lo recargo en mi hombro, y lo mejor olía bien rico; tontamente, le pregunte, no va a ir a bailar tía, pero ella continuo cautivándome al decirme, no prefiero quedarme aquí contigo, ni creas que te me vas a escapar.
Yo me sentía soñando, pasaron varias canciones, ella seguía abrazada a mí, rato después dijo, se me hace que me voy a ir, y viéndome siguió, si, es que cuando esta así el clima, prefiero irme mucho frio, pero tu tío está bien entretenido, míralo, no se va a querer ir, le puedes avisar que ya me fui, y se despidió de mi dándome un beso en la mejilla con esos labios carnosos que tanto apetecía, y checando que nadie la viera, se acercó y me volvió a susurrar al oído ah, por cierto, gracias por calentarme, y mandándome un beso se fue.
Yo, entendiendo que esa frase pudo tener doble intención, viendo que todo mundo estaba entretenido y distraído con la fiesta, espere unos instantes, y así, sin darme a notar salí detrás de mí tía, como la fiesta estaba a solo unas cuadras de la casa habíamos ido caminando, metros adelante la alcance, y le dije, tía como se va a ir sola, déjeme acompañarla, ella como respuesta solo movió la cabeza sonriendo.
Así llegamos a su casa, y ya en la puerta, ella dijo, gracias, oye y tu ¿no tienes novia? yo solo dije, no tía y mintiéndole dije, en eso ando, pero todavía no, ella volteo y dijo, ah sí pues me voy a poner celosa eh, yo no supe que decirle me puse totalmente rojo, y ella sonriendo dijo ay, cuando ya iba a cerrar, se me acerco me abrazo y como siempre susurrándome al oído, me dijo, espero no verte pronto con novia eh, porque tú, eres mío.
Mi maravillosa tía, me había de dejado a punto de ebullición, ella ya había entrado a su casa, yo me quede un rato en su patio sin saber qué hacer, hasta que de pronto, actuando más por instinto que con razón, decidí entrar a la casa, no podía más, sabía que ya para ese momento ella ya se estaría bañando o algo de eso (ya que ella acostumbraba despues de cada fiesta a bañarse, dato que se porque se a quedado en casa de mis padres y siempre que volvia de salir se bañaba), así que me la jugué y fui directo al cuarto de baño para poder cumplir con mi más grande sueño húmedo, por fin poder verla completamente desnuda y porque no, poder hacerla mía.
Camine hasta el cuarto de baño, las ganas por verla desnuda me estaban quemando, para mi fortuna ella no cerró la puerta , solo la dejo entreabierta, cuando llegue y la vi me sentí la persona más afortunada, mi más grande fantasía estaba por cumplirse, fui abriendo la puerta poco a poco, asome medio rostro, apenas un ojo, luego el otro, me quede sorprendido, verla por fin así, bañándose, que bárbara, estaba que se caía de buena.
Con mis ojos la escaneaba de arriba abajo, cuando de pronto, ella pregunto, ¿quien esta ahí?, entones me decidí a abrir la puerta completa con una expresión entre la sorpresa, nerviosismo y agitación. Lo que me dijo me sorprendió aún más, que haces?, ¿Quieres pasar y verme mientras me baño? Cla… Cla… Claro tartamudee; por primera vez me sentía tan nervioso pero sobre todo excitado.
Por fin, entre, yo no sabía que hacer solo atine a hacerle platica, para evitar el contacto visual y que no notara mi nerviosismo. Sin embargo mi tía se acercó a mí, volteo mi rostro y me hizo mirarla a los ojos, cuando lo hice ella me miraba con un gesto pícaro, alzando los hombros, dándome a entender que no me había dejado entrar ahí solo para que platicáramos. Entonces me susurro ¿te gusta el sonido de la regadera?, porque ese va a ser nuestra música de fondo.
Ella se acercó a mí, para aliviar mi nerviosismo y comenzó a juguetear con caricias, ante ya nuestra escasa distancia; yo trague saliva al mirarla así, mojada y sobre todo, desnuda, fue plan con maña, mi tía, noto que la veía con deseo y nerviosismo, ¿Qué?, me pregunto, ¿te gusta cómo me veo?, yo volví a salivar, y no pude evitar que mi miembro se engrandeciera de repente.
Sonriendo mi tía, se fue con sus dedos por el camino de los botones de mi camisa y me los desabrocho a ciegas, hasta que alcanzo mi pantalón, que también sucumbió a sus dedos, yo sin perder tiempo le acariciaba su espalda, me fascinaba el hecho de acariciarle su deliciosa piel, ya desnudo, mi amor platónico me tomo de la mano y me llevo hacia la regadera, diciendo, ven chiquito, quiero bañarme contigo.
El cuarto de baño no era muy grande, pero que importaba, en ese momento no éramos tía y sobrino, éramos un par de amantes que deseábamos una sola cosa, tener el espacio necesario para amarnos a placer. Así fue como sin necesidad de hablar más mi tía y yo, nos encontrábamos bajo la regadera, acariciándonos y comiéndonos las bocas a besos, como previa a una prometedora cogida.
Luego de un rato de estar besándonos y acariciándonos, mi tía me acerco sus deliciosos senos, y me dijo, ¿te gustan?, yo, ya estando bastante caliente, afirme y ella dijo, entonces acaríciame.
Yo era torpe e indeciso al principio, pero entonces, con cadencia y sonriendo, mi tía se me acerco y puso mi mano sobre su seno y me guio para masajearlo, yo ante eso, tome confianza, me acerque aún más y sin decir agua va ahora con mis dos manos acariciaba y estimulaba ese par de tetas incitadoras; las amasaba sabrosamente, mientras mi tía cerro los ojos y gimió mmmhhh, deleitando el consentimiento.
Así, mientras yo me deleitaba acariciando ese par de deliciosos senos que tanto me excitaban, mi tía con toda experiencia comenzó a hurgar en mi cuello, y en mi pecho para llenármelos de besos, lamerme y chuparme. La piel se me puso de gallina cuando puso mi mano sobre su entrepierna y con mis dedos empece a estimular su sexo, entonces mi amor platónico gimió diciendo, ahhhhh no pares chiquito, por favor, no pares, ahhhhh.
Ahora, mi tía, poso su mano sobre mi erecto miembro e imito los movimientos que yo hacía, estimulándole su sexo, ella meneo sus caderas para incitarse más, con mis dedos viriles bien adentro, mira como me tienes dijo mi tía, sin dejar de estimular mi miebro. Yo en el punto más alto de mi excitación, me descontrole y me fui directo nuevamente sobre sus pechos, pero ahora, para chupárselos y lamérselos.
Más tarde, mi tía, me recargo sobre la pared, yo, anonadado, no sabía que más me haría, ella se me quedo viendo con lujuria al ver mi gran erección así que mordiéndose su labio inferior y gimiendo dijo, lo siento, no puedo más, te voy a devorar; entonces, se hinco ante mí y tomando mi macana, abrió su boquita y se la introdujo hasta lo más hondo, y se la dejo ahí por un rato.
Yo gemí, de placer cuando mi tía por fin libero mi erección con una arcada, con su lengua trazo un remolino lleno de saliva alrededor de la cabeza de mi miembro; y así fue como mi tía siguió mamándomelo a su propio ritmo, así yo me deleitaba mientras ella, subía y bajaba a chupadas largas a través de mi miembro a mil. Era riquísimo sentir como me temblaban las piernas cada vez que mi tía se atrevía a hacerme una garganta profunda, me excitaba y encendía cada vez más, verme repleto y embadurnado de su saliva cuando se sacaba mi miembro de su boca. Lo que más me gustaba era tener mi miembro enterrado por completo en la boca de mi tía.
A poco de que yo reventara de placer, mi tía se despidió de mi verga con una lamida larga, yo a punto de explotar, dentro de mí, le pedía a gritos que ya nos fuéramos a la cama, para por fin poder penetrarla.
Por fin, nos encaminamos a la habitación, llegando a ella nos quedamos viendo, con ansias de continuar amándonos.
Mi tía se tumbó en la cama y abrió un poco las piernas, sin dejar de mirarme, y sonreírme, se lamio los dedos y comenzó a masturbarse, hundiendo índice y medio en su clítoris. Ven chiquito, quiero comerte, si, rico, me dijo bajito e intimidante, ella abrió las piernas, y me cedió el espacio, yo me acerque y empecé dándole besitos en la parte internas de sus piernas, acariciando sus pantorrillas, ella apoyo sus pies en mis hombros.
Yo pase de la timidez a la iniciativa, acosté a mi tía sobre la cama y empecé a besarle todo su tentador cuerpo, yo lamia con deseo cada centímetro de su fascinante piel desnuda, mientras ella no dejaba de masturbarme y estimularme. Sin poder aguantar más, le encaje la punta de mi miembro con un leve empujoncito, ella sonrió, y gimiendo se acercó a mí y comenzó a besarme con ternura en la boca, susurrando, así, así, así que rico ahhhhh. Cuando se lo metí todo, ella comenzó a menearse al ritmo de su deseo, haciendo rebotar sus senos en mi boca, y así mientras mi tía y yo nos amábamos, callamos nuestros gemidos comiéndonos a besos.
Mientras cogíamos, el roce de nuestros pechos recreaba el gusto de nuestra cercanía lujuriosa y encantada, mi tía me susurraba, asiii asiiiii ahhhhhhh no te detengas chiquito asiiii ahhhh que rico, no pares por favor, ahhhhh sigue cogiéndome, ahhhh que rico. Ver así a mi tía desnuda, con su rostro que emanaba deseo y lujuria, hacían que mi excitación por ella se acrecentara, y fue así que no podía detenerme, no quería dejar de penetrarla, mientras ella, fascinada, y con el rostro sudoroso y extasiado, pero sonriente me confeso, ahhhh desde hace cuánto quería que me cogieras.
Mi tía estaba dispuesta a saciarse de placer y lujuria esa noche conmigo, ya que de pronto, se acomodó en cuatro, al verla, un corrientazo de sangre caliente me encendió el cuerpo; finalmente me llamo a su encuentro con una nalgada juguetona, ven a montarte aquí, me dijo, la expresión que tenía en la cara era igual de divertida que de pervertida, mi amor platónico esperaba por mí, agarrándose las nalgas.
A mí me hormigueaban las piernas cuando me fui sobre ella, y ahora si por fin tenía mi miembro lisa y rígida entre sus nalgas. Mientras la penetraba, mi tía echo la cabeza hacia atrás para mirarme, y se apoyó en la cabecera de la cama con las manos, mientras los dos jadeábamos, nuestras bocas muy juntas, entreabiertas para un beso. Mi tía comenzó a mecerse de adelante hacia atrás, en un suave vaivén de caderas, ambos sudando, con todo ese calor que irradiábamos al rozarnos, y ella exhalo, ahhhhh así, dame más, no pares por favor, dame más, si, no pares por favor ahhhhhhh.
Totalmente excitada, mi tía, se colocó encima de mí y empezó a cabalgarme, despachándose con sus manos apoyadas en mi pecho, encajándose mi miembro hasta lo más ondo se su sexo, mi tía proyectaba su cadera desde abajo hacia arriba, inyectándose mi miembro completo, y viéndome a la cara me dijo gimiendo, ahhhh tranquilo chiquito, tranquilo ahhhhh vamos muy bien ahhhh y sin más comenzamos a besarnos en la boca, para así ahogar nuestros gemidos.
Como me gustaba su manera de besarme, mientras yo le empujaba mi miembro contra su sexo; yo posicione mis manos sobre las voluptuosas nalgas de mi tía, mientras mis manos se deleitaban acariciándole semejantes nalgas, el corrientazo de placer fue instantáneo para los dos. Entonces mi tía se meció en un vaivén suave de adelante hacia atrás, mientras me oía gemir, volteaba a verme y me sonreía; el sudor comenzó a correrse por nuestros cuerpos, cuando ella se recostó totalmente encima de mi, gimiendo despacito, decía, ahhh, ahora si eres mío, ahhh solo mío, me acaricio la mejilla y continuo besándome en la boca.
Y así fue como ambos cumplimos nuestro cometido y entrelazando nuestras manos, llegamos al éxtasis.
Ya más tranquilos, reposamos mi tía, se recostó encima de mí, y continuo dándome besitos tiernos en la boca, diciéndome, me estas volviendo loca, apenas te hice el amor y ya te deseo más, yo solo te quiero para mí, yo sonriendo dentro de mi, pensé gracias por fin mi tía había sido mía.
Cuando me levante y vestí, para irme mi tía, quedo recostada en la cama, se veía hermosa, así desnuda con el pelo suelto, se recargo su rostro sobre una de sus manos y viéndome sonrió y dijo, adiós chiquito, pero ni creas que te vas a librar de mí, y enviándome un beso dijo, voy a seguir haciéndote mío....
Continuará....

2 comentarios - Secreto que nadie sabe.

Eze699 +1
Espero venga la segunda tercera cuarta parte de esto