"Muzzarella Barraza 2", sabor a hombre

Además, cuando se pone en pedo, es re cargoso... Y se pone "atrevido"...-, fue la advertencia de mi vecino Hernán que trabajaba como encargado de la estancia que estaba entre mi casa y la del viejo ermitaño y solitario.

Llevaba 6 meses espiando a ése viejo solitario que tenía por costumbre bañarse en un pileton que tenía en el fondo de su campo. El tipo tenía una tripa larga y cabezuda, peluda y un par de huevos grandes que a la distancia se veían muy bien, y que se habían convertido en mi objeto de deseo permanente. Buscaba en mi cabeza la forma de abordar al gaucho viejo y encontrar la manera de comerle la pija.




Era una herramienta soberbia, una de esas piezas de carne que por tamaño y dificultad eran "caza mayor"... Un trofeo dorado para un puto como yo.


Al cabo de un tiempo, para mí suerte, una noche de verano, estando solo en mi casa estaba sentado en el comedor mirando porno con las ventanas abiertas a la calle, cuando mi vecino viejo y borracho, paso por la vereda a caballo con paso lento, tanto que pudo ver para adentro y descubrir que yo me entretenía mirando coger. Yo no esperaba que nadie pasara por ése camino rural oscuro y desolado, mucho menos a las 2 de la madrugada, mucho menos el tipo que le era esquivo a todos los vecinos. Al tipo ya le había llegado el rumor de que en ésa casa vivían dos gays, y también le había despertado cierta curiosidad, pero parco y solitario como era, se mantenía a distancia... Hasta ésa bendita noche calurosa y aburrida en qué sin querer paso por el callejón viendo en la pantalla de mi televisor justo una escena donde Jeff Striker se hacía chupar la pija por un putito que se esforzaba por tragar todo ése pijote duro.