Ya habían pasado 6 meses desde el primer encuentro en las duchas. Mucha era la confianza y la experiencia que David había ganado en ese lapso de tiempo, además de que Sol era insaciable y siempre lo exigía al máximo en lo sexual y en lo atlético.
Tan duro era el entrenamiento que el se sentía y veía como una persona nueva: había bajado mucho de peso, sus músculos empezaban a tomar forma y poco a poco su “pánico” a las personas s iba curando. Todo se lo debía a su hermosa personal trainer que no le tenía piedad ni en el gimnasio ni en la cama.
Al pasar los meses David se iba dando cuenta del apetito sexual imparable de Sol y además de la locura que tenía. Tenía una locura un tanto especial que al chico le empezaba a gustar: le encantaba hacerlo en lugares públicos de noche y hasta a veces de día, en el auto casi en frente a la casa de David, cuando se encontraban en el depto. De Sol siempre ella gritaba a los 4 vientos para que todos la escuchen, etc. Esto último le explico ella que lo hacía para molestar a todas las viejas que Vivian en el edificio y que se quejaban. El gimnasio era su principal lugar de encuentro, además del depto., y no solo lo hacían en las duchas sino también en el piso y encima de las máquinas de ejercicio. Aunque no habían podido concretar en la casa del chico, a pesar de las continuas exigencias de ella que lo veía como una experiencia muy morbosa.
- Te quiero coger en tu camita mientras tus papis duermen decía Sol mientras pajeaba al chico en la parte trasera de su auto estacionado a 1 casa de donde el vivía.
- Mis viejos se van a dar cuenta y me van a matar. Mi vieja tiene el sueño re ligero y escucha todo le explicaba David casi a punto de acabar.
- No voy a gritar papi te prometo, por fa le retrucaba ella mientras metía el pene de su amante en medio de sus enormes tetas.
- No podemos, disculpa le decía al tiempo que acababa en las tetas y en la cara de Sol.
Los 2 se vistieron y el chico bajo del auto y se dirigió a su casa. Le preocupaba que ella se veía enojada cuando se fue.
Ya era sábado y el empezó a mandarle mensajes a Sol. Acostumbraban, hace unos meses, a que él iba su depto. Para pasarse toda la tarde cogiendo a full. Pero sus planes se vieron frustrados cuando ella le respondía que que iba a pasar la tarde con un amigo y que a la noche se iría a bailar. Una enorme tristeza invadió todo el cuerpo de David, sabía que ellos no eran novios y que podían acostarse con cualquiera pero los sábados eran suyos desde hace rato. Se sintió reemplazado.
David dio vueltas por toda la casa como un zombi todo el día. Nada le levantaba el ánimo ni lo distraía, ni siquiera su computadora. Todo el tiempo se imaginaba a ese hombre misterioso pasando la tarde con su querida Sol. Las imágenes mentales lo persiguieron y torturaron toda la tarde hasta que cayó la noche. Incluso pensó en mandarle un mensaje disculpándose por negarle su fantasía. Durante la noche el chico se fue a dormir entre lágrimas esperando que el próximo día fuera mejor. Pero no tuvo que esperar tanto.
Sol lo persiguió hasta en sus sueños, su cuerpo, su olor, su belleza. En medio de la noche empezó a escuchar una voz familiar en sus sueños, sentía unos cálidos besos y un poco de presión en la entrepierna. Despertó y casi soltó un grito al abrir los ojos y ver que alguien estaba en su cama. La misteriosa figura le tapó la boca rápidamente con un beso. David no entendía nada, todavía estaba un poco adormilado pero poco a poco se fue dando cuenta de quién era la visitante.
- Te desperté papi? Le decía Sol riéndose.
- Que que haces acá? No estabas bailando le decía el sin entender nada. Creyó que estaba durmiendo todavía.
- Me aburrí y me dieron ganas de garchar le explicaba entre besos.
La rubia se sentó en la cama y le mostro el hermoso vestido negro súper escotado que había llevado al boliche. El chico se sorprendió ante la semejante mujer que tenía a pocos metros.
- Te gusta? Le decía ella apretándose las tetas que parecía que se iban a escapar de ese diminuto escote.
- Me encanta pero no podes estar acá.
- Vine hasta acá y casi me caigo subiendo hasta tu ventana, así que ahora no me voy sin cogerte papi.
Sin perder tiempo ella empezó a sacarse la ropa. Ya desnuda empezó a besar con fervor a David mientras acariciaba su entrepierna. La cabeza del chico le decía que no pero su cuerpo y su corazón querían seguir hasta el final.
La rubia le saco la remera al chico y empezó a bajar lentamente hasta el pene de David que estaba casi erecto. Se detuvo en su bóxer y empezó a morder su bulto con delicadeza hasta que ya no aguanto más y empezó a chupar el enorme pene. David sentía una mezcla de excitación y miedo. Ella mientras tanto chupaba el pene del chico con maestría, le comía los huevos y le mordía la punta con delicadeza.
- Me guardaste la lechita papi? Decía mientras mordía el pene de David.
- ¿Qué haces? Preguntaba el un poco extrañado por las mordidas de Sol.
- Te gusta no cierto pajerito?
- Se siente raro pero rico le decía el riéndose.
Sol subió de nuevo y se empezaron a besar con pasión. A David le encantaba sentir la suave piel de la rubia contra la suya, sus enormes senos en su pecho y sus lenguas chocándose con rapidez. Ella se acomodó encima de él y empezó a montarlo lentamente. Al chico casi se le escapa un gemido pero Sol ahogo el ruido con un beso.
- Sssshhhh le decía ella mordiéndole la oreja.
- Que loca estas
- Es tu culpa por cogerme tan rico papi.
La cama se movía por los rápidos movimientos de la rubia que saltaba sin parar encima de David. Sus tetas se movían arriba y abajo cerca de la cara de David que aprovecho y las chupo con fuerza para tapar sus gemidos. Sol por su lado tenía morder la almohada del chico para no gritar. 10 minutos después ella acabo y el chico tuvo que besarla fuertemente para que no se escucharan sus gemidos.
- ¿Me extrañaste papi?
- Pensé que estabas enojada conmigo.
- Mucho pero después de esto ya se me paso.
Sol se acostó en la cama y abrió sus piernas para que el chico la penetrara. El dudo por un segundo pero ya era demasiado tarde, la excitación lo había dominado. La rubia cruzo sus piernas por detrás del chico para no dejarlo escapar y el bombeo comenzó. Los 2 hacían un esfuerzo sobrehumano por tratar de no gemir. David le pellizcaba y chupaba las tetas a la rubia que volvió a morder la almohada para tapar su enorme placer. Aparto la almohada del hermoso rostro de su amada y la beso con cariño. Sus cuerpos se fundían en uno solo en la oscura pieza.
Una vez más la rubia acabo y el chico le tapó la boca con una mano mientras le mordía las tetas y no paraba de penetrarla. Al terminar se subió encima de la rubia y puso su pene entre sus tetas. Ambos estaban extasiados, ciegos de placer. Sol apretaba el pene de David con sus tetas y le chupaba la punta del pene que sobresalía. Al rato el chico acabo y bañó las tetas de Sol de semen. La cantidad de semen fue tal que un chorro cayó en la cara de la rubia y el otro fue a parar al respaldo de la cama.
- Que rico me garchas papi le decía ella mientras chupaba sus tetas llenas de la leche de David.
- Sos muy puta y me encanta le decía el riéndose.
Los 2 quedaron acostados en la cama acariciándose y besándose con locura. Se estaban preparando para el segundo round.
- Me tenes que romper el culo todavía.
- Si pero te lo voy a romper en el baño.
- Estas seguro? Le decía ella mirándolo con sorpresa.
- Si me importa un carajo le dijo el besándola.
- Así me gusta.
Se levantaron y David abrió la puerta de su pieza lentamente para cerciorarse de que no había nadie despierto. Se acercó a la pieza de sus papas para ver si seguían durmiendo y se tranquilizó al no escuchar nada más que los ronquidos de su viejo. Volvió a su pieza pero no encontró a Sol. Rápidamente la busco por la casa y la encontró en la cocina viendo que había en la heladera.
- ¿Qué haces?
- Tengo sed le dijo mientras agarraba una botella de agua fría. Al saciarse le paso la botella a David. ¿Me vas a romper la colita bebe? Le decía apretando sus tetas en el pecho del chico. Sabía que eso le encantaba, sentir sus duros pezones en su pecho.
- ¿No vas a gritar?
- Vas a tener que taparme o comerme la boca porque tu verga es demasiado grande le decía mientras le hacia una paja lenta con sus 2 manos.
- Vamos ya no aguanto más.
Entraron lentamente al baño y se besaron contra la puerta del mismo. El chico empezó a amasar la enorme cola de Sol. La situación era de lo más morbosa sabiendo que el baño estaba a menos de 10 pasos de la pieza de los papas de David.
La rubia le indico que se siente en el inodoro y empezó a petearlo con esa boquita hermosa. Le comía las bolas y le mordía la punta con una destreza envidiable.
Todo el placer de David se esfumo cuando escucho unos pasos en el pasillo y una voz que le aterro el alma.
- ¿Qué haces levantado a esta hora David? Escuche ruidos.
El terror lo invadió y no sabía que responder, se quedó mudo. No sabía que hacer. Mientras tanto Sol seguía entre las piernas del chico chupándole la pija. Esto lo único que hizo fue excitarla más y más.
- Tengo dolor de estómago ma. Algo me cayó mal le respondió finalmente David mientras le hacía señas a la rubia para que parase pero ella solo acelero su trabajo.
- Eso es por la porquería de dulces que comes. Queres una pastilla? Estas bien?
- Estoy bien ma no pasa nada decía tratando de disimular el placer que la rubia le estaba dando poniendo su pene entre sus tetas gigantes.
- Avísame si necesitas algo.
- Si ma no pasa nada.
Su madre se fue a su pieza de nuevo. El chico sintió que le volvía el alma al cuerpo mientras tanto la rubia hacia esfuerzos enormes para no morirse de risa. David la miro enojado pero Sol solo reía y lo besaba.
- No es gracioso boluda, mira si entraba.
- Ajajaja tenías que ver tu cara papi. Me vas a romper la colita todavía no cierto?
- Obvio le retruco el mientras se levantaba y ponía a la rubia contra la pared.
David comenzó a contemplar el hermoso orto que Sol había forjado con tantas horas de gimnasio.
Comenzó a pasar su lengua por la conchita y la cola de la rubia, alternando entre ambos y metiéndole además un dedo en su cola. Sol hacia lo posible para no gemir ante la lengua del chico que le daba un intenso placer. Tuvo que agarrar una de las toallas del lavamanos y la mordió para no gritar. Mientras tanto David seguía su trabajo preparando la cola de la rubia tal y como ella se lo había enseñado. Metía su cara en medio de las enormes y duras nalgas de Sol y chupaba su ano que ya estaba dilatado.
- ¿Queres que te rompa el culo putita? Le decía David al oído mientras pasaba la punta de su pene por la cola de la rubia para excitarla más.
- Rompeme todo papi no aguanto más le decía ella besándolo.
Poco a poco David empezó a meterse dentro de ella, mientras le mordía el cuello y le agarraba las tetas con ambas manos. La carita de Sol se puso toda colorada cuando todo el enorme pedazo de David entro en su colita. Lentamente el chico empezó a moverse disfrutando el apretado culito de la rubia. Las manos del chico pellizcaban los pezones de Sol que mordía con furia la toalla para no gritar. En un momento ella se dio vuelta y lo miro a los ojos a David con la toalla en su boca, lo que provoco que ambos se rían. La rubia soltó la toalla y ahogó sus gemidos en la boca de David que empezaba a moverse más rápido.
- Que culo que tenes por Dios.
- Todo tuyo papi, rómpeme el orto pendejo hermoso.
Una de las manos del chico bajo hasta la conchita de la rubia y empezó a tocarla mientras que lo otra estaba en la boquita de ella que la chupaba como si fuese un pene. David seguía incrementando su bombeo y la rubia tuvo que volver a agarrar la toalla porque estaba a punto de acabar. El orgasmo esta vez fue más fuerte que los 2 anteriores y ella tuvo que luchar para no gritar.
Sol se dio vuelta y beso nuevamente a David que la empujo delicadamente contra la pared nuevamente y alzo sus piernas. Era una posición impensada por el chico hace unos meses pero ya tenía la fuerza suficiente para levantarla.
- Cada vez me gusta más como me coges hijo de puta.
- Puta sos vos le retruco y ambos se rieron y se besaron nuevamente.
El bombeo comenzó nuevamente mientras los 2 se besaban cada vez con más fuerza. David estaba como loco, estaba cegado por el placer y por el morbo, mientras Sol estaba cada vez más sorprendida ante la destreza con la que su amante se movía. La rubia estaba vez le mordía al cuello para no gemir, cosa que cada vez se le hacía más difícil. Una vez más el orgasmo le llego y esta vez casi no pudo aguantar el placer. El chico la beso en el momento justo y acallo los gritos de Sol.
- Casi
- Me vas a volver loca pendejo de mierda.
Sol se agacho y empezó a chuparle la pija con la intención de hacerlo acabar. Estaba cansada. Lo pajeaba mientras le comía las bolas, le mordía la punta del pene y después lo ponía entre sus tetas al tiempo que lo miraba a los ojos y le decía tipo de guarradas: “Dame la leche otra vez papi” “quiero la mema” “lléname toda mi carita de puta de leche”.
Pero en vez de eso el chico volvió a sorprender a su maestra al indicarle que quería cogerla una vez más y le señalo el inodoro. Sol estaba impresionada ante el aguante que el tenia y sin dudarlo accedió. Primero él se sentó y después ella se le subió encima, se besaron por enésima vez y siguieron. A pesar de estar cansada la rubia saltaba sin parar mientras David le chupaba sus hermosos senos y le metia un dedo en la colita de Sol.
- Hijo de puta no paras más.
- Vos me enseñaste asi ahora báncatela trolita.
- Más respeto eh¡
- Si te encanta que te diga lo puta que sos.
- Nunca te vas a coger una mina más puta que yo pajero de mierda hdp.
- ¿Queres la leche no cierto? Pedimela.
- Dale la leche a tu puta mi vida, no aguanto más papi dámela por favor.
David tomo con sus manos las 2 nalgas de la rubia y empezó a bombear más fuerte para que acabaran juntos. Sol acabo una vez más entre los besos del chico, ya no podía más, estaba muerta. David se levantó y empezó a pajearse a escasos centímetros de la hermosa cara de Sol que estaba toda colorada. La rubia abro la boca y él puso su pene en su lengua y descargo 3 grandes chorros de semen. La boquita de Sol estaba casi llena, la abrió para mostrarle su semen a David y se lo trago todo de una. Incluso limpio los restos que quedaban en el pene del chico.
- Creo que este fue la mejor garchada que tuvimos.
- Que zarpado todo esto.
Sol se limpió la cara y ambos volvieron en silencio a la pieza. Era un milagro que no los hayan escuchado.
Se besaron en la cama un poco más hasta que se dieron cuenta que estaba amaneciendo. Sol se vistió y pensó en salir por la ventana pero David le indico que le abría la puerta. Esta vez el chico pudo contemplar perfectamente el cuerpo de la rubia que sobresalía aún más con ese vestido hipercorto. Se acercó de nuevo a ella y la beso por última vez manoseando todo su hermoso cuerpo y metiendo una mano en su escote y otro en su entrepierna.
- ¿Qué tocas pervertido? Le decía Sol mientras apartaba la mano de David de su vagina y llevaba uno de sus dedos a su boca.
- No podes ser tan trola y vestirte así.
- Me vestí así para vos que sos un reverendo pajero.
Se rieron y se besaron hasta que llegó el momento en que ella se tuvo que ir. Ya eran más de las 6 de la mañana del domingo. Se despidieron pero antes de irse la rubia le dijo:
- Mañana te tengo una sorpresa papi.
- ¿Qué es?
- Vas a tener que esperar le dijo mientras le mordía el labio al chico y se despedía.
David volvió a su cama exhausto pero muy feliz, se sentía el hombre más feliz del mundo. Poco a poco el cansancio y el sueño le fueron ganando. Su último pensamiento fue sobre cuál sería la sorpresa que su amada tenia.
Espero que les haya gustado y voy continuar estos relatos despues
Tan duro era el entrenamiento que el se sentía y veía como una persona nueva: había bajado mucho de peso, sus músculos empezaban a tomar forma y poco a poco su “pánico” a las personas s iba curando. Todo se lo debía a su hermosa personal trainer que no le tenía piedad ni en el gimnasio ni en la cama.
Al pasar los meses David se iba dando cuenta del apetito sexual imparable de Sol y además de la locura que tenía. Tenía una locura un tanto especial que al chico le empezaba a gustar: le encantaba hacerlo en lugares públicos de noche y hasta a veces de día, en el auto casi en frente a la casa de David, cuando se encontraban en el depto. De Sol siempre ella gritaba a los 4 vientos para que todos la escuchen, etc. Esto último le explico ella que lo hacía para molestar a todas las viejas que Vivian en el edificio y que se quejaban. El gimnasio era su principal lugar de encuentro, además del depto., y no solo lo hacían en las duchas sino también en el piso y encima de las máquinas de ejercicio. Aunque no habían podido concretar en la casa del chico, a pesar de las continuas exigencias de ella que lo veía como una experiencia muy morbosa.
- Te quiero coger en tu camita mientras tus papis duermen decía Sol mientras pajeaba al chico en la parte trasera de su auto estacionado a 1 casa de donde el vivía.
- Mis viejos se van a dar cuenta y me van a matar. Mi vieja tiene el sueño re ligero y escucha todo le explicaba David casi a punto de acabar.
- No voy a gritar papi te prometo, por fa le retrucaba ella mientras metía el pene de su amante en medio de sus enormes tetas.
- No podemos, disculpa le decía al tiempo que acababa en las tetas y en la cara de Sol.
Los 2 se vistieron y el chico bajo del auto y se dirigió a su casa. Le preocupaba que ella se veía enojada cuando se fue.
Ya era sábado y el empezó a mandarle mensajes a Sol. Acostumbraban, hace unos meses, a que él iba su depto. Para pasarse toda la tarde cogiendo a full. Pero sus planes se vieron frustrados cuando ella le respondía que que iba a pasar la tarde con un amigo y que a la noche se iría a bailar. Una enorme tristeza invadió todo el cuerpo de David, sabía que ellos no eran novios y que podían acostarse con cualquiera pero los sábados eran suyos desde hace rato. Se sintió reemplazado.
David dio vueltas por toda la casa como un zombi todo el día. Nada le levantaba el ánimo ni lo distraía, ni siquiera su computadora. Todo el tiempo se imaginaba a ese hombre misterioso pasando la tarde con su querida Sol. Las imágenes mentales lo persiguieron y torturaron toda la tarde hasta que cayó la noche. Incluso pensó en mandarle un mensaje disculpándose por negarle su fantasía. Durante la noche el chico se fue a dormir entre lágrimas esperando que el próximo día fuera mejor. Pero no tuvo que esperar tanto.
Sol lo persiguió hasta en sus sueños, su cuerpo, su olor, su belleza. En medio de la noche empezó a escuchar una voz familiar en sus sueños, sentía unos cálidos besos y un poco de presión en la entrepierna. Despertó y casi soltó un grito al abrir los ojos y ver que alguien estaba en su cama. La misteriosa figura le tapó la boca rápidamente con un beso. David no entendía nada, todavía estaba un poco adormilado pero poco a poco se fue dando cuenta de quién era la visitante.
- Te desperté papi? Le decía Sol riéndose.
- Que que haces acá? No estabas bailando le decía el sin entender nada. Creyó que estaba durmiendo todavía.
- Me aburrí y me dieron ganas de garchar le explicaba entre besos.
La rubia se sentó en la cama y le mostro el hermoso vestido negro súper escotado que había llevado al boliche. El chico se sorprendió ante la semejante mujer que tenía a pocos metros.
- Te gusta? Le decía ella apretándose las tetas que parecía que se iban a escapar de ese diminuto escote.
- Me encanta pero no podes estar acá.
- Vine hasta acá y casi me caigo subiendo hasta tu ventana, así que ahora no me voy sin cogerte papi.
Sin perder tiempo ella empezó a sacarse la ropa. Ya desnuda empezó a besar con fervor a David mientras acariciaba su entrepierna. La cabeza del chico le decía que no pero su cuerpo y su corazón querían seguir hasta el final.
La rubia le saco la remera al chico y empezó a bajar lentamente hasta el pene de David que estaba casi erecto. Se detuvo en su bóxer y empezó a morder su bulto con delicadeza hasta que ya no aguanto más y empezó a chupar el enorme pene. David sentía una mezcla de excitación y miedo. Ella mientras tanto chupaba el pene del chico con maestría, le comía los huevos y le mordía la punta con delicadeza.
- Me guardaste la lechita papi? Decía mientras mordía el pene de David.
- ¿Qué haces? Preguntaba el un poco extrañado por las mordidas de Sol.
- Te gusta no cierto pajerito?
- Se siente raro pero rico le decía el riéndose.
Sol subió de nuevo y se empezaron a besar con pasión. A David le encantaba sentir la suave piel de la rubia contra la suya, sus enormes senos en su pecho y sus lenguas chocándose con rapidez. Ella se acomodó encima de él y empezó a montarlo lentamente. Al chico casi se le escapa un gemido pero Sol ahogo el ruido con un beso.
- Sssshhhh le decía ella mordiéndole la oreja.
- Que loca estas
- Es tu culpa por cogerme tan rico papi.
La cama se movía por los rápidos movimientos de la rubia que saltaba sin parar encima de David. Sus tetas se movían arriba y abajo cerca de la cara de David que aprovecho y las chupo con fuerza para tapar sus gemidos. Sol por su lado tenía morder la almohada del chico para no gritar. 10 minutos después ella acabo y el chico tuvo que besarla fuertemente para que no se escucharan sus gemidos.
- ¿Me extrañaste papi?
- Pensé que estabas enojada conmigo.
- Mucho pero después de esto ya se me paso.
Sol se acostó en la cama y abrió sus piernas para que el chico la penetrara. El dudo por un segundo pero ya era demasiado tarde, la excitación lo había dominado. La rubia cruzo sus piernas por detrás del chico para no dejarlo escapar y el bombeo comenzó. Los 2 hacían un esfuerzo sobrehumano por tratar de no gemir. David le pellizcaba y chupaba las tetas a la rubia que volvió a morder la almohada para tapar su enorme placer. Aparto la almohada del hermoso rostro de su amada y la beso con cariño. Sus cuerpos se fundían en uno solo en la oscura pieza.
Una vez más la rubia acabo y el chico le tapó la boca con una mano mientras le mordía las tetas y no paraba de penetrarla. Al terminar se subió encima de la rubia y puso su pene entre sus tetas. Ambos estaban extasiados, ciegos de placer. Sol apretaba el pene de David con sus tetas y le chupaba la punta del pene que sobresalía. Al rato el chico acabo y bañó las tetas de Sol de semen. La cantidad de semen fue tal que un chorro cayó en la cara de la rubia y el otro fue a parar al respaldo de la cama.
- Que rico me garchas papi le decía ella mientras chupaba sus tetas llenas de la leche de David.
- Sos muy puta y me encanta le decía el riéndose.
Los 2 quedaron acostados en la cama acariciándose y besándose con locura. Se estaban preparando para el segundo round.
- Me tenes que romper el culo todavía.
- Si pero te lo voy a romper en el baño.
- Estas seguro? Le decía ella mirándolo con sorpresa.
- Si me importa un carajo le dijo el besándola.
- Así me gusta.
Se levantaron y David abrió la puerta de su pieza lentamente para cerciorarse de que no había nadie despierto. Se acercó a la pieza de sus papas para ver si seguían durmiendo y se tranquilizó al no escuchar nada más que los ronquidos de su viejo. Volvió a su pieza pero no encontró a Sol. Rápidamente la busco por la casa y la encontró en la cocina viendo que había en la heladera.
- ¿Qué haces?
- Tengo sed le dijo mientras agarraba una botella de agua fría. Al saciarse le paso la botella a David. ¿Me vas a romper la colita bebe? Le decía apretando sus tetas en el pecho del chico. Sabía que eso le encantaba, sentir sus duros pezones en su pecho.
- ¿No vas a gritar?
- Vas a tener que taparme o comerme la boca porque tu verga es demasiado grande le decía mientras le hacia una paja lenta con sus 2 manos.
- Vamos ya no aguanto más.
Entraron lentamente al baño y se besaron contra la puerta del mismo. El chico empezó a amasar la enorme cola de Sol. La situación era de lo más morbosa sabiendo que el baño estaba a menos de 10 pasos de la pieza de los papas de David.
La rubia le indico que se siente en el inodoro y empezó a petearlo con esa boquita hermosa. Le comía las bolas y le mordía la punta con una destreza envidiable.
Todo el placer de David se esfumo cuando escucho unos pasos en el pasillo y una voz que le aterro el alma.
- ¿Qué haces levantado a esta hora David? Escuche ruidos.
El terror lo invadió y no sabía que responder, se quedó mudo. No sabía que hacer. Mientras tanto Sol seguía entre las piernas del chico chupándole la pija. Esto lo único que hizo fue excitarla más y más.
- Tengo dolor de estómago ma. Algo me cayó mal le respondió finalmente David mientras le hacía señas a la rubia para que parase pero ella solo acelero su trabajo.
- Eso es por la porquería de dulces que comes. Queres una pastilla? Estas bien?
- Estoy bien ma no pasa nada decía tratando de disimular el placer que la rubia le estaba dando poniendo su pene entre sus tetas gigantes.
- Avísame si necesitas algo.
- Si ma no pasa nada.
Su madre se fue a su pieza de nuevo. El chico sintió que le volvía el alma al cuerpo mientras tanto la rubia hacia esfuerzos enormes para no morirse de risa. David la miro enojado pero Sol solo reía y lo besaba.
- No es gracioso boluda, mira si entraba.
- Ajajaja tenías que ver tu cara papi. Me vas a romper la colita todavía no cierto?
- Obvio le retruco el mientras se levantaba y ponía a la rubia contra la pared.
David comenzó a contemplar el hermoso orto que Sol había forjado con tantas horas de gimnasio.
Comenzó a pasar su lengua por la conchita y la cola de la rubia, alternando entre ambos y metiéndole además un dedo en su cola. Sol hacia lo posible para no gemir ante la lengua del chico que le daba un intenso placer. Tuvo que agarrar una de las toallas del lavamanos y la mordió para no gritar. Mientras tanto David seguía su trabajo preparando la cola de la rubia tal y como ella se lo había enseñado. Metía su cara en medio de las enormes y duras nalgas de Sol y chupaba su ano que ya estaba dilatado.
- ¿Queres que te rompa el culo putita? Le decía David al oído mientras pasaba la punta de su pene por la cola de la rubia para excitarla más.
- Rompeme todo papi no aguanto más le decía ella besándolo.
Poco a poco David empezó a meterse dentro de ella, mientras le mordía el cuello y le agarraba las tetas con ambas manos. La carita de Sol se puso toda colorada cuando todo el enorme pedazo de David entro en su colita. Lentamente el chico empezó a moverse disfrutando el apretado culito de la rubia. Las manos del chico pellizcaban los pezones de Sol que mordía con furia la toalla para no gritar. En un momento ella se dio vuelta y lo miro a los ojos a David con la toalla en su boca, lo que provoco que ambos se rían. La rubia soltó la toalla y ahogó sus gemidos en la boca de David que empezaba a moverse más rápido.
- Que culo que tenes por Dios.
- Todo tuyo papi, rómpeme el orto pendejo hermoso.
Una de las manos del chico bajo hasta la conchita de la rubia y empezó a tocarla mientras que lo otra estaba en la boquita de ella que la chupaba como si fuese un pene. David seguía incrementando su bombeo y la rubia tuvo que volver a agarrar la toalla porque estaba a punto de acabar. El orgasmo esta vez fue más fuerte que los 2 anteriores y ella tuvo que luchar para no gritar.
Sol se dio vuelta y beso nuevamente a David que la empujo delicadamente contra la pared nuevamente y alzo sus piernas. Era una posición impensada por el chico hace unos meses pero ya tenía la fuerza suficiente para levantarla.
- Cada vez me gusta más como me coges hijo de puta.
- Puta sos vos le retruco y ambos se rieron y se besaron nuevamente.
El bombeo comenzó nuevamente mientras los 2 se besaban cada vez con más fuerza. David estaba como loco, estaba cegado por el placer y por el morbo, mientras Sol estaba cada vez más sorprendida ante la destreza con la que su amante se movía. La rubia estaba vez le mordía al cuello para no gemir, cosa que cada vez se le hacía más difícil. Una vez más el orgasmo le llego y esta vez casi no pudo aguantar el placer. El chico la beso en el momento justo y acallo los gritos de Sol.
- Casi
- Me vas a volver loca pendejo de mierda.
Sol se agacho y empezó a chuparle la pija con la intención de hacerlo acabar. Estaba cansada. Lo pajeaba mientras le comía las bolas, le mordía la punta del pene y después lo ponía entre sus tetas al tiempo que lo miraba a los ojos y le decía tipo de guarradas: “Dame la leche otra vez papi” “quiero la mema” “lléname toda mi carita de puta de leche”.
Pero en vez de eso el chico volvió a sorprender a su maestra al indicarle que quería cogerla una vez más y le señalo el inodoro. Sol estaba impresionada ante el aguante que el tenia y sin dudarlo accedió. Primero él se sentó y después ella se le subió encima, se besaron por enésima vez y siguieron. A pesar de estar cansada la rubia saltaba sin parar mientras David le chupaba sus hermosos senos y le metia un dedo en la colita de Sol.
- Hijo de puta no paras más.
- Vos me enseñaste asi ahora báncatela trolita.
- Más respeto eh¡
- Si te encanta que te diga lo puta que sos.
- Nunca te vas a coger una mina más puta que yo pajero de mierda hdp.
- ¿Queres la leche no cierto? Pedimela.
- Dale la leche a tu puta mi vida, no aguanto más papi dámela por favor.
David tomo con sus manos las 2 nalgas de la rubia y empezó a bombear más fuerte para que acabaran juntos. Sol acabo una vez más entre los besos del chico, ya no podía más, estaba muerta. David se levantó y empezó a pajearse a escasos centímetros de la hermosa cara de Sol que estaba toda colorada. La rubia abro la boca y él puso su pene en su lengua y descargo 3 grandes chorros de semen. La boquita de Sol estaba casi llena, la abrió para mostrarle su semen a David y se lo trago todo de una. Incluso limpio los restos que quedaban en el pene del chico.
- Creo que este fue la mejor garchada que tuvimos.
- Que zarpado todo esto.
Sol se limpió la cara y ambos volvieron en silencio a la pieza. Era un milagro que no los hayan escuchado.
Se besaron en la cama un poco más hasta que se dieron cuenta que estaba amaneciendo. Sol se vistió y pensó en salir por la ventana pero David le indico que le abría la puerta. Esta vez el chico pudo contemplar perfectamente el cuerpo de la rubia que sobresalía aún más con ese vestido hipercorto. Se acercó de nuevo a ella y la beso por última vez manoseando todo su hermoso cuerpo y metiendo una mano en su escote y otro en su entrepierna.
- ¿Qué tocas pervertido? Le decía Sol mientras apartaba la mano de David de su vagina y llevaba uno de sus dedos a su boca.
- No podes ser tan trola y vestirte así.
- Me vestí así para vos que sos un reverendo pajero.
Se rieron y se besaron hasta que llegó el momento en que ella se tuvo que ir. Ya eran más de las 6 de la mañana del domingo. Se despidieron pero antes de irse la rubia le dijo:
- Mañana te tengo una sorpresa papi.
- ¿Qué es?
- Vas a tener que esperar le dijo mientras le mordía el labio al chico y se despedía.
David volvió a su cama exhausto pero muy feliz, se sentía el hombre más feliz del mundo. Poco a poco el cansancio y el sueño le fueron ganando. Su último pensamiento fue sobre cuál sería la sorpresa que su amada tenia.
Espero que les haya gustado y voy continuar estos relatos despues
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