Después de ese encuentro con mi cuñada que estuvimos en un hotel, no volvimos a coger. Aunque yo intenté ella se aparto porque sentía culpa por traicionar a su hermana.
Así que fue pasando el tiempo, yo me casé con quién era mi novia y al año se casó me cuñada. Todos vivíamos lejos y nos veíamos solo para las fiestas. Los años fueron pasando y cada vez nos encontrábamos menos, y la pandemia que complicó peor las cosas.
Pero este último verano nos pudimos encontrar para pasar las fiestas con la familia de mi esposa. Eran solo dos semanas que estaríamos todos juntos. Estaríamos con mis suegros, la hermanita más chica, mi cuñada con su esposo y yo y mi esposa.
Fueron pasando los días y al verla de seguido comencé a recordar con las ganas en las que cogimos la última vez, aunque ya había pasando 6 años de aquel último encuentro caliente. Pero al tenerle cerca tantos días comencé a mirarla cada vez con más y más ganas.
Los días fueron pasando y mi cabeza volaba con la imaginación y mi berga que se ponía dura a cada rato.
Un día en horario de la siesta todos fueron a dormír, y como no soy de dormir yo fui al patio a boludear con el celular. En eso que estaba yo sin remera y con un shorts de playa llega mi cuñada con un termolar listo para tomar unos tereres.
Así que estuvimos hablando de la vida y comencé a preguntarle cómo le estaba yendo en su vida de casada. Ella comenzó a contarme de algunos problemitas y como lo fueron arreglando.
Pero había algo que ella no la estaba pasando bien y era justo en la parte sexual. Porque se quejaba de que su esposo eyacula rápido y después ya no continúa más y ella siempre quedaba con ganas de más, así que en muchas veces le tocaba fingir a ella. Y su esposo ya enseguida se dormía y a veces ella se quedaba tocándose para poder acabar.
Así que yo también le conté que su hermana, mi esposa, era un poco fría con la parte sexual. A ella le cuesta tener ganas y cuando cogemos una vez que acabamos ya no quiere seguir. Así que muchas veces lo único que hace es que me masturba y ya.
En eso ella me dice...
-Todabia me acuerdo lo bien que pasamos aquella vez en el hotel, me parece que eso nos está faltando.
A lo que ella da una sonrisa picarona. En eso ya tenía la pija bien dura, y con loa mirada le hago seña hacia abajo y con las manos apretó el shorts para que vea que está bien parada. Ella mira y se sonroja.
Ahi se para y va hacia dentro de la casa porque se había terminado el tereré y ya era la hora en que se comenzaban a despertar y haber movimiento dentro de la casa. Cuando ella va hacia dentro la miro bien esas piernas largas, porque tenía un shorts bien corto que en cada paso que ella daba se podía ver los cachetes de la cola.
Ya ahí quedé loco, emocionado de tener la oportunidad de coger nuevamente con ella, pero el morbo ahora era mayor porque ambos estábamos casados. Parecía que eso le daba un extra a mi calentura.
Ya cada vez que nos cruzabamos nuestras miradas comenzaron a ser distintas. Habían miradas cómplices.
Hasta que un día cuando fue a bañarse me envió una foto que comparto con ustedes para que disfruten conmigo.
Yo cuando ví la foto quede loco. Después que ella salió de baño fui directo a clavarme una paja porque no aguantaba mas las ganas de cogerla que tenía.
Los días fueron pasando y las oportunidades también. Nunca se nos daba la ocasión porque siempre había alguien en la casa.
Ya solo nos quedaba un último día y esa noche hiriamos a cenar todos en casa de los abuelos de mi esposa porque ya al otro día cada uno volvía a su casa. Así que ese día aproveche a limpiar y preparar el auto para viajar. Fui preparando mis cosas y ya dejando el auto listo mientras todos se preparaban para ir a cenar. Pero quedé yo por último.
Mi suegra ya estaba apurada para salir porque tenía que llevar cosas para preparar la cena. Así que le pide a mi cuñado que le lleve y aquellos que estaban listos que vayan junto.
En eso mi esposa me apura así que entró rápido a la casa a ver por la ropa que me iba a poner y escucho que mi cuñada le dice a su esposo que se vaya nomás que ella termina de planchar su vestido, se bañaba y después se iba conmigo total yo no estaba listo para salir. Así que se dieron un besito, ella entro al baño y salieron con mi cuñado todos.
Cuando me di cuenta quedamos solos con mi cuñada. Ya el corazón se me aceleró y con eso la pija se me puso bien dura, así que ví el auto salir, espere que se vayan un poco y metí llave a toda la casa. Me fui sacando rápido la ropa, preparé mi toalla y le digo a mi cuñada que necesitaba entrar con urgencia al baño. Ella me dice...
-Entra cuñado no te hagas problemas.
Lo que ella no sabía es lo que estaba yo por hacer jaj. Entre al baño y fui directo a la ducha, corrí la cortina y me encuentro con mi cuñada enjuagandose la cara, así que se pega un susto, porque no esperaba mi atrevimiento, pero yo sabía que esa era mi oportunidad.
Ya en eso voy directo a esas tetas grandes, pero firmes y puntiagudas y comienzo a jugar con mi lengua en esos pezones. Poco a poco mi mano izquierda va bajando hasta jugar con su bello púbico que los tenía cortitos. Comienzo a jugar con mis dedos en su clítoris y veo que comienza a gozar y a disfrutar.
Ya en ese momento no me importaba nada, asi que al ver que su conchita estaba lubricada, cierro la canilla de la ducha y la pongo contra la pared frente a mí y levanto un poco una de sus pierneñas para hacer lugar a mi verga bien venuda que comienza a entrar poco a poco. Veo que comienza a disfrutar, pero en esa posición estaba un poco complicada la acción. Así que ahí le di la vuelta y le puse en cuatro patas, ella se sostenía con los brazos en la pared del baño y comencé a penetrarla por atrás. Se escuchaba el plash plash plas y ella que gemia y gemía. Con una mano agarraba su cintura y con la otra fui acercando mi dedo gordo a su ano y veía como le gustaba. Así que fui lubricado mi dedo y como podía fui metiendo hasta que comenzó a gemir más, tanto que se le aflojaron las piernas. En eso yo le acabe adentro llenando esa conchita rosadita de leche.
Ella termino de enguagarse y salió de baño, yo me quedé un ratito más y seque rápido el baño para no demorar tanto.
Al salir del baño, el dormitorio donde estaba mi cuñada me quedaba de pasada antes de llegar al mío, ella estaba ahí radiante con la puerta abierta como si me invitará a pasar, pero justo estaba colocandose su vestido.
Continuo en el siguiente post...
Así que fue pasando el tiempo, yo me casé con quién era mi novia y al año se casó me cuñada. Todos vivíamos lejos y nos veíamos solo para las fiestas. Los años fueron pasando y cada vez nos encontrábamos menos, y la pandemia que complicó peor las cosas.
Pero este último verano nos pudimos encontrar para pasar las fiestas con la familia de mi esposa. Eran solo dos semanas que estaríamos todos juntos. Estaríamos con mis suegros, la hermanita más chica, mi cuñada con su esposo y yo y mi esposa.
Fueron pasando los días y al verla de seguido comencé a recordar con las ganas en las que cogimos la última vez, aunque ya había pasando 6 años de aquel último encuentro caliente. Pero al tenerle cerca tantos días comencé a mirarla cada vez con más y más ganas.
Los días fueron pasando y mi cabeza volaba con la imaginación y mi berga que se ponía dura a cada rato.
Un día en horario de la siesta todos fueron a dormír, y como no soy de dormir yo fui al patio a boludear con el celular. En eso que estaba yo sin remera y con un shorts de playa llega mi cuñada con un termolar listo para tomar unos tereres.
Así que estuvimos hablando de la vida y comencé a preguntarle cómo le estaba yendo en su vida de casada. Ella comenzó a contarme de algunos problemitas y como lo fueron arreglando.
Pero había algo que ella no la estaba pasando bien y era justo en la parte sexual. Porque se quejaba de que su esposo eyacula rápido y después ya no continúa más y ella siempre quedaba con ganas de más, así que en muchas veces le tocaba fingir a ella. Y su esposo ya enseguida se dormía y a veces ella se quedaba tocándose para poder acabar.
Así que yo también le conté que su hermana, mi esposa, era un poco fría con la parte sexual. A ella le cuesta tener ganas y cuando cogemos una vez que acabamos ya no quiere seguir. Así que muchas veces lo único que hace es que me masturba y ya.
En eso ella me dice...
-Todabia me acuerdo lo bien que pasamos aquella vez en el hotel, me parece que eso nos está faltando.
A lo que ella da una sonrisa picarona. En eso ya tenía la pija bien dura, y con loa mirada le hago seña hacia abajo y con las manos apretó el shorts para que vea que está bien parada. Ella mira y se sonroja.
Ahi se para y va hacia dentro de la casa porque se había terminado el tereré y ya era la hora en que se comenzaban a despertar y haber movimiento dentro de la casa. Cuando ella va hacia dentro la miro bien esas piernas largas, porque tenía un shorts bien corto que en cada paso que ella daba se podía ver los cachetes de la cola.
Ya ahí quedé loco, emocionado de tener la oportunidad de coger nuevamente con ella, pero el morbo ahora era mayor porque ambos estábamos casados. Parecía que eso le daba un extra a mi calentura.
Ya cada vez que nos cruzabamos nuestras miradas comenzaron a ser distintas. Habían miradas cómplices.
Hasta que un día cuando fue a bañarse me envió una foto que comparto con ustedes para que disfruten conmigo.
Yo cuando ví la foto quede loco. Después que ella salió de baño fui directo a clavarme una paja porque no aguantaba mas las ganas de cogerla que tenía.
Los días fueron pasando y las oportunidades también. Nunca se nos daba la ocasión porque siempre había alguien en la casa.
Ya solo nos quedaba un último día y esa noche hiriamos a cenar todos en casa de los abuelos de mi esposa porque ya al otro día cada uno volvía a su casa. Así que ese día aproveche a limpiar y preparar el auto para viajar. Fui preparando mis cosas y ya dejando el auto listo mientras todos se preparaban para ir a cenar. Pero quedé yo por último.
Mi suegra ya estaba apurada para salir porque tenía que llevar cosas para preparar la cena. Así que le pide a mi cuñado que le lleve y aquellos que estaban listos que vayan junto.
En eso mi esposa me apura así que entró rápido a la casa a ver por la ropa que me iba a poner y escucho que mi cuñada le dice a su esposo que se vaya nomás que ella termina de planchar su vestido, se bañaba y después se iba conmigo total yo no estaba listo para salir. Así que se dieron un besito, ella entro al baño y salieron con mi cuñado todos.
Cuando me di cuenta quedamos solos con mi cuñada. Ya el corazón se me aceleró y con eso la pija se me puso bien dura, así que ví el auto salir, espere que se vayan un poco y metí llave a toda la casa. Me fui sacando rápido la ropa, preparé mi toalla y le digo a mi cuñada que necesitaba entrar con urgencia al baño. Ella me dice...
-Entra cuñado no te hagas problemas.
Lo que ella no sabía es lo que estaba yo por hacer jaj. Entre al baño y fui directo a la ducha, corrí la cortina y me encuentro con mi cuñada enjuagandose la cara, así que se pega un susto, porque no esperaba mi atrevimiento, pero yo sabía que esa era mi oportunidad.
Ya en eso voy directo a esas tetas grandes, pero firmes y puntiagudas y comienzo a jugar con mi lengua en esos pezones. Poco a poco mi mano izquierda va bajando hasta jugar con su bello púbico que los tenía cortitos. Comienzo a jugar con mis dedos en su clítoris y veo que comienza a gozar y a disfrutar.
Ya en ese momento no me importaba nada, asi que al ver que su conchita estaba lubricada, cierro la canilla de la ducha y la pongo contra la pared frente a mí y levanto un poco una de sus pierneñas para hacer lugar a mi verga bien venuda que comienza a entrar poco a poco. Veo que comienza a disfrutar, pero en esa posición estaba un poco complicada la acción. Así que ahí le di la vuelta y le puse en cuatro patas, ella se sostenía con los brazos en la pared del baño y comencé a penetrarla por atrás. Se escuchaba el plash plash plas y ella que gemia y gemía. Con una mano agarraba su cintura y con la otra fui acercando mi dedo gordo a su ano y veía como le gustaba. Así que fui lubricado mi dedo y como podía fui metiendo hasta que comenzó a gemir más, tanto que se le aflojaron las piernas. En eso yo le acabe adentro llenando esa conchita rosadita de leche.
Ella termino de enguagarse y salió de baño, yo me quedé un ratito más y seque rápido el baño para no demorar tanto.
Al salir del baño, el dormitorio donde estaba mi cuñada me quedaba de pasada antes de llegar al mío, ella estaba ahí radiante con la puerta abierta como si me invitará a pasar, pero justo estaba colocandose su vestido.
Continuo en el siguiente post...
0 comentarios - Encuentro con mi cuñada parte 3