No lo creí, jamás lo imaginé,
que pudiera tenerte y seducir tu mente
y hacerte el amor como un demente.
Fue de lo mas placentero,
entregarte mi desvelo y ser correspondido, eso era mi gran anhelo.
Una delicia abrazarte por tu espalda,
mientras mis manos sin parar,
hurgaban debajo de tu falda.
En mis manos tus erguidos pechos,
entre mis dedos tus dos cerezas
como apuntando al cielo.
Mi boca, ineludiblemente hurgó entre tus piernas, buscando la fuente de tu miel
dulce y tierna.
Me sacié al beber de ella,
como el sediento que el oasis encuentra.
Entre en ti, deslizándome lentamente
para que tu me sintieras,
para abrirme paso con mi hombría,
antes que tu me lo pidieras.
Correspondiste a mi entrega
y con tus labios recogiste con delicadeza,
lo que mi interior para ti guardaba.
La pasión no se extinguió, la llama sigue ardiendo.
Solo en espera a quedado, sigue fluyendo,
ansioso espero otra noche de pasión,
de esas de final inesperado.
Ya sabes, empezaré por tu níveo cuello,
hasta llegar donde siempre te he soñado.
1 comentarios - @pete El siempre viene por un pete